One-Shot
Para:Nicole
De:Yuli-bra23
(Basado en el capítulo dieciseis de Dragón Ball Súper, pero con 'ligeros' cambios ewe)
-Hola! Aquí Yuliana! Y mi buena amiga Cristina R.G.! La Puta que nunca me dejas RWs!
-Hey! No trates así a tu sensei! Como sea, disculpa el retraso, es que ha habido una Puta conspiración para que no podamos escribir y subir a la página el One-Shot, pera ya que, esperó que nos perdones
-La culpa fue de Cristina R.G que se fue a colombia por dos semanas!
-Ya deja de molestar, que no fue mi culpa, me obligaron, ahora disfruta el one-shot que esta más atrasado que la palabra!
De la curiosidad a la pasión
Después de que Goku se enfrentara a Bills-sama, y consiguiese la paz en la tierra, todo ha ido normal, nada fuera de lo común, excepto que Bills y su maestro, Wiss, venían cada mes a la tierra, para disgustar de los deliciosos platos de comida que le ofrecían los restaurantes de la zona.
Vegeta entrenaba duro por lograr superar a su mayor rival, Son Goku, quien habia luchado, casi a la par con el Dios de la destrucción.
Este cansado, decidió darse un relajo, ir a dormir en un bosque, o algo parecido.
Ya era de noche, cerca de las once de la noche.
Vegeta aún no podía dormir, no sabía el porque, así que decidió sólo dejarse llevar y vagar en sus pensamientos, hasta poder conciliar el sueño. Por ahora sólo oía el dulce canto del viento.
Hasta que oyó algo fuera de lo común, era el dios de la destrucción, parecía cansado y aburrido, se paro en un claro del bosque, Vegeta, por alguna razón, quizo seguirlo, y obvio que lo hizo. El de piel morada se quedó mirando las estrellas, y la cola que se movía de un lado al otro. El menor sólo se le quedaba viendo desde su escondite, ósea detrás de un árbol. Hasta que el mayor bostezo, y se acostó en el pasto, cerro los ojos y parecia que dormia. Vegeta seguía estático, esperando a que estuviese dormirdo profundamente para moverse. Lo cual.no tardó mucho, con un poco de miedo, se le acercó, hasta quedar se cuclillas en frente del de piel morada.
Bills estaba acostado de lado en el pasto, y Vegeta a la derecha, mirándole la cara, la cual se veía tranquila y calmada, Vegeta no dudó en acariciarlo, como si fuese un gato. El menor sonrió de lado al notar como ronroneaba y mascullaba cosas incomprensibles.
Vegeta intrigado por lo que murmuraba y soñaba, se acercó hasta su boca, se quedó atento a sus palabras, sin embargo, siguió sin entender ni una palabra.
No quería quedarse con la curiosidad, así que lo miro de reojo, tratando de averiguar lo que decía y soñaba.
Pero en su pequeña investigación, pudo descubrir que sus sueños eran húmedos. Porqué? Porque tenía una erección en sus pantalones holgados al estilo egipcio.
-N-no lo puedo creer...-susurro el de cabellos flama con las mejillas coloradas.
Pero, aún seguía con la curiosidad de saber lo que decía, era la curiosidad de un niño de siete años. Se le ocurrió una idea un tanto descabellada para saber lo que susurraba en sueños.
Se acercó a la hombría del mayor, y la tomó por sobre la ropa, masturbando a Bills por sobre la ropa. Este no tardó en responder, y empezar a maullar, y a decir un poco más fuerte y claro lo que hace unos instante murmuraba.
Vegeta volvió a escuchar con atención, hasta poder escuchar que el dios de la destrucción decía.
-Si... Te daré toda mi leche... Si... La mamas muy bien...-
Vegeta se sonrojo el doble, y no tardó en descubrir quien era el que actuaba de pasivo en los sueños del mayor.
-Si... Eso Vegeta... Mamas muy bien...- la cola de Bills estaba agitada.
El mencionado retrocedió con el sonrojo hasta sus orejas. Era una total vergüenza lo que sucedía. Y como por arte de magia, un pensamiento sucio paso por su cabeza. ¿Que tal si probaba lo que era el sexo entre hombres con Bills?
El sonrojo se extendió el doble, que mierdas estaba pensando?! Y porque carajos los seguía pensando!? Fácil. Porque había encontrado revista de porno gay en la casa de Gohan cuando fue de visita. La cosa ahora era, que esas imágenes habían afectado su cabeza, y quería sentir como era tener sexo con el mismo género, claro que la idea era grotesca a simple vista, pero la curiosidad si que mataba.
-Sólo será una vez... Nadie se enterara-susurro el Sayayin.
~~~~~
El menor se puso encima del felino, sentado con las piernas abiertas, y la erección del mayor topando con su ano, pero, ambos seguían vestidos.
El de cabellos flama, tomó una bocanada de aire, antes de empezar a moverse, era un tipo de masturbacion y estimulacion por sobre la ropa, dando círculos y leves saltos, las erecciones chocaban y se frotaban por sobre la ropa, al igual que su ano junto con la erección del contrario, causando que el pasivo soltara gemidos ahogados.
La cosa se volvia caliente con cada salto y círculo. El mayor sólo dormía plácidamente, disfrutando en sus sueños, los cuales eran incitados el doble con lo que hacia Vegeta. El semen preliminar de ambos se hacia presente, manchando sus respectivos atuendos. El menor, embriagado por el momento, y ciego por el placer, no dudó en avanzar con lo que empezó. Se acostó encima de su amante, y le quitó de a poco sus pantalones, dejando al aire una erección, palpitante y ya chorreando semen preliminar, al menor le sorprendió que el dios de la destrucción no se hubiese tocado aún, teniéndola tan dura.
Acercó sus labios hasta ese pedazo de carne, dio unas cuantas lamidas, hasta engullir ppr completo el pene de su amante, lo sentía hasta la garganta, cerro los ojos, y disfrutó de chupar el falo del dios. Daba círculos, y chupadas, lamia y engullía, sacaba y metía, era la gloria comerse la hombría de Bills. Bajo una de sus manos hasta su ano, y metió sus dedos allí, pero por sobre la ropa, dando empujones y volviendo más delicioso el momento.
El mayor no tardó en sentir la boca inexperta de el Sayayin en su entrepierna, dio suspiros y murmuros hacia el menor, hasta que por fin arqueo la espalda, dejando salir su semen caliente, salado y lechoso.
El de cabellos flama se trago por error aquel líquido caliente, aunque lo disfrutó, ese sabor salado pero a la vez dulce.
-Esta delicioso...-susurro con las mejillas más rojas que un tomate.
Aunque sonaba aún más loco, quería seguir, quería sentir ese falo dentro suyo, quería sentirse lleno, quería sentir como era que lo cogieran a uno. Ahora ya decidido, se bajo los pantalones hasta las rodillas, mostrando su abdomen, pene, trasero y muslos. Posiono con cuidado su entrada virgen en el miembro de su amante, y con ambos dedos abría su ano para una mejor introducción. Gimió y suspiro al sentir como entraba el falo de Bills en su ano, siguió metiéndolo, y unas pequeñas lágrimas aparecieron en sus ojos negros, hasta que entró de una estocada, soltando un gran gemido,sacando la lengua, y eso sólo expresaba dolor y placer mezclados.
Esperó unos segundos, uno no se acostumbra rápido a sentirse tan lleno, especialmente cuando es tu primera vez. Cuando ya se sintió cómodo para seguir, empezó con pequeñas embestidas, y saltos ligeros, y a cada segundo volviéndose más intensos. El felino suspiraba y disfrutaba en sueños. Vegeta, sin dejar de prestar atención a lo que hacia. Saltaba, hacia círculos y cabalgaba al mayor, hasta el punto cuando tocó su punto G, se sentía muy bien, y lo repitió por unas tres veces, con un poco de tiempo, sus paredes interiores aprisionaron al miembro del dios de la destrucción, causando que ambos se corrieran en si.
Ya con la respiración agitada, el menor se retiró de la hombría del de piel morada.
Esperando que no se hubiese dado cuenta de nada.
Apenas dio dos pasos, un brazo lo detuvo, y lo lanzó al suelo, aprisionó sus muñecas y se puso sobre él.
-Te divertiste mocoso?-preguntó de forma seria el dios de la destrucción.
El menor trago duro, arrepintiéndose de la estupidez que acababa de cometer, y que seguramente, le costaría su vida y la de la tierra.
-D-disculpeme! Perdón!-trató de cambiar las cosas.
-Muy tarde niño-le dedicó una sonrisa maligna-ahora 'sufrirás' las consecuencias de tus actos mocoso-
De un momento a otro, el mayor empezó a besar de una forma lujuriosa a el guerrero, este con los ojos abiertos como par, no sabía como rayos responder a tal cosa. Las erecciones desnudas de ambos chocaron y frotaron, causando que el menor empezará a corresponder el beso, con la misma intensidad, y sólo porque el placer y la lujuria lo cegaban. Se soltaron de ese beso, y el felino, con su legua larga empezó a recorrer el cuello de su amante, este suspiro, y el otro le dio un leve mordisco, y sólo para arrancarle un gemido. Bajo hasta aquellos pezones para empezar a besarlos y mordisquearlos, ensalivado lo más que podía, el príncipe Sayayin, ahora estaba aguantando gemir y suspirar, pero eso sólo lograba que gimiese y supirase más fuerte. Le quitaba de a poco esa ropa estorbosa, y con cada caricia y tacto, ambos se quedaban sin una prenda.
Mientras el mayor recorría la piel del de cabellos flama, desde sus pezones, cuello, sus brazos músculos, su abdomen, sus piernas, delineando sus piernas y sus músculos marcados, metía de a poco su cola en el ano de su amante. El menor sintio de inmediato aquella penetración. Sintió una punzada de dolor, que recorrió todo su cuerpo, dándole un sufrimiento más allá de lo que podía soportar.
-Ah!-chilló de dolor-No... Por favor...
-Es para que te duela niño...-dicho esto empezó a mover su cola dentro de la ex virgen entrada del príncipe.
El Sayayin apreto los dientes y ojos, tratando de calmar el dolor, pero eso no funcionó, el mayor siguió moviendo e imitando penetraciones, hasta que el de menor estatura, empezó a disfrutar de las movidas, como la cola del felino invadía su cavidad, como chocaba con sus paredes, y casi llegaba a su punto G.
Los gemidos ahogados y suspiros salían de la boca del de cabellos flama. Los penes de ambos se frotaban, uno contra el otro. Sus hombrías desnudas, aumentaban cada vez más el placer, frotándose mientras que la cola de Bills penetraba a su amado.
El felino al fin tocó ese punto que volvía loco a Vegeta, causando que el pasivo perdiera la cordura.
-Ay ..Más... Ah!-gemía ya fuera de si.
Se apoyaba y aferraba a los hombros del más alto, mientras que este seguía con las estocadas dadas por la su larga cola. El mayor ya deseoso de más, se acercó al oído del menor, le dio una leve lamida y le dijo:
-ahora viene lo mejor....-le susurro con lujuria.
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Bills término de quitar la última prenda a Vegeta, dejandolo tal y como vino al mundo. Quitó su cola del ano de el príncipe, y la remplazo con su miembro, de a poco entraba, provocando que el de cabellos flama empezará a lagrimiar, puso todas sus fuerzas para que no le doliese la penetración, se aferró a los hombros y espalda de la Deidad, arrañandolo un poco.
Bills para incrementar el castigo, paso de dulce a doloroso, pero de verdad. Metió de una estocada todo su falo dentro del menor, este, correspondió con un grito, donde volvió a sacar la legua.
-Ay!-grito Vegeta, pero tratando de no gritar muy alto.
-Ya te lo dije... Este es tu castigo niño-tomo el mentón del pelinegro y le dio un beso lleno de placer.
El único testigo de aquel encuentro era la luna, la cual alumbraba a ambos. Y dejaba ver sus cuerpos desnudos.
Bills no tardó en empezar a embestirlo, sacando y metiendo su miembro, haciendo gemir a Vegeta a mares. Era imposible detenerse ahora, el menor se aferraba al pasto, soportando el dolor, y sus gemidos eran sólo mezcla de ambos, dolor y lujuria. La Deidad sacaba hasta la mitad su hombría, y la volvía a meter con fuerza, así fue por un rato, mientras que masturbaba a su amante y lo embestía, las piernas del menor se encontraban arriba de los hombros del felino.
-Ah... Ah.... Más! Ah...!-gemia como si se tratase de una prostituta.
Sólo faltaba que el dios al fin tocara aquel punto que volvía a Vegeta completamente loco y fuera de si, el punto G.
-Ah! Si! Más Ah!Ah!-siguio gimiendo más fuerte.
Las paredes del de cabellos flama se contrajeron, y aprisionaron el pene del dios de la destrucción. Esto sólo provocó que ambos se corrieran de una sola, llenando por completo al guerrero de semen, y manchandose a si mismo con su propio semen.
-Bills...Bills-sama...-decía con la respiración agitada.
-Tranquilo príncipe, aún no he terminado de castigarte...-le susurro con mucha malicia y lujuria.
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El dios aprisionó al Sayayin contra un árbol,y lo puso de espaldas, dio una larga lamida por su espalda, hasta llegar a el trasero, donde introdujo su lengua, en aquella cavidad estrecha, moviendola en círculos. Vegeta no pudo evitar gemir. El placer lo dominaba por completo, bajo su mano y se masturbó, aumentando el calor.
El dios dejó de lamer la estrecha entrada de su amante, y de una sola estocada, metió su miembro en el trasero de Vegeta.
-Ah!Bills...-susurro Vegeta de una forma de sensual.
-Eres muy estrecho niño...-le respondió mientras se movía dentro del príncipe.
Vegeta se aferró al árbol, mientras soportaba las fuertes embestidas, el mayor tomó las nalgas del menor y las apreto y pellizco, excitando y haciendo más delicioso el momento.
También tomó una de las tetillas del de cabellos flama y las apreto.
-Eres muy delicado...-dio otra embestida.
Volvió a llegar al punto G, donde el menor no pudo contener más sus más primitivos instintos.
-Ah! Si! Más! Más fuerte!ah! No te detengas! Más fuerte!!!-pidió.
Bills le abrió más las nalgas adentrándose más, dándole más fuerte contra el árbol, hasta que por fin el menor tuvo el orgasmo de su vida.
Se vino junto al dios, llenándose de semen, y siendo llenado por completo.
-Yo... Yo... Bills....-susurro Vegeta con la respiración agitada.
-Callate niño... Ahora serás mío cuando yo quiera...-dicho esto le dio un beso embriagador.
-Yo... Yo Sere suyo cuando quiera-le dijo con una mirada lujuriosa.
A Vegeta le había encantado de verdad, había sido la gloria ser penetrado y llenado de semen por el de piel morada....
La curiosidad, mató al gato...
En este caso, término como un rico encuentro sexual....
Fin ~