Ambos se miraban como un ciego miraría el mundo por primera vez.
La luz caía sobre sus cuerpos iluminándolos mientras dormían. A causa de esa luz, indicando que era hora de despertar, Minseok abrió sus ojos con pereza notando los brazos que le abrazan por detrás con fuerza evitando que pudiera moverse. Sonrió y se volteó con mucho cuidado viendo a la persona detrás suyo que seguía durmiendo. Se acercó a él y le besó los labios suavemente, iniciando así una serie de besos por todo el rostro y cuello que provocaron que el otro despertara.
-Mm… Minseok… -Murmuró. –Me encanta que me despiertes así.
-Y a mí me encanta despertarte de esa manera. –Dijo riendo –Te ves tan tierno.
-Mira quien habló. –Se burló.
Minseok se estiró con un largo bostezo y se vistió, pues estaba desnudo, para salir y despertar a los demás miembros de EXO dejando a Jongdae en la cama ocupado entre el mundo terrenal y el de los sueños. Todas las mañanas eran igual de hermosas para Jongdae. Se despertaba después de muchos besos en la cara, Minseok le preparaba café y lo bebían juntos mientras los demás bebían otras cosas.
Para Jongdae, Minseok era lo mejor que pudo pasarle en su vida. Minseok era atento, tierno, educado y muy dedicado en cuestiones de pareja. Siempre se preocupaba de que todo estuviera bien, de atenderle como debía, a veces, excesivamente. Jongdae le calmaba cuando se ponía nervioso porque Minseok siempre quería dar lo mejor de sí mismo, demostrarle que él era el mejor partido para su vida.
La historia era larga de contar, pero se resumía fácilmente. Jongdae, antes de Minseok, estuvo en una relación dañina, una relación que le fue destrozando poco a poco el corazón y su mente. Era una historia que todos conocían en EXO porque sucedió poco antes de debutar. Jongdae estaba de relación con un chico mayor que él y más alto, también algo más corpulento pero educado y divertido. Parecía el chico ideal, pero resultó ser un abusivo que le hizo mucho daño.
Minseok estuvo especialmente ahí, enseñándole poco a poco como era el verdadero amor, como se sentía cuando alguien te hacía el amor, cuando alguien te besaba con pasión, cuando alguien te miraba como si fueras lo más hermoso del planeta. Minseok le enseñó a amar de muchas maneras.
Con una sonrisa, se levantó de la cama, se vistió y fue a la cocina donde ya estaban algunos miembros levantados con rostros de sueño. Minseok fue hacia la larga mesa y puso el café recién hecho en esta y se sentó al lado de Jongdae con su propia taza en la mano. En silencio, lo bebieron juntos escuchando los comentaros y burlas de algunos miembros hacia Tao y sus ojeras, mientras tenían sus manos cogidas debajo de la mesa.
No era secreto que estaban en una relación, al contrario, Jongdae, cuando Minseok se le declaró después de pasar la fase del coqueteo y las sonrisas acompañadas de sonrojos, lo anunció a todo el mundo siendo visto por un Minseok que reía feliz detrás. Les resultaba más tierno, de alguna manera, estar cogidos como si fuera un secreto.
-¿Me salió bien? –Preguntó Minseok.
-Sabes que sí. –Rió Jongdae –Eres el mejor haciendo café, no hay nadie que pueda superarte. –Alabó.
-No seas idiota. –Dijo Minseok entre risas pero feliz del cumplido.
-No soy idiota por decir una realidad. –Comentó Jongdae –Tu café es el más sabroso, yo creo que le hechas algo que los demás no… Un día de estos te espiaré para saber que le hechas.
-¿Quieres saber que le pongo de especial a mis cafés? –Preguntó Minseok acercando su rostro al de Jongdae que se le quedó mirando una respuesta –Es algo que solo pongo en el tuyo… Algo que solo puedo darte a ti. –Comentó mirándole a los ojos, notando el brillo de estos. –Le pongo toda mi dedicación y amor hacia ti.
Se besaron lentamente, ignorando como los demás miembros de EXO les miraban con sonrisas en sus rostros besarse, viendo como Minseok ponía una mano en la cadera de Jongdae y este ponía la suyas en el cuello del mayor; poco les importaba las miradas o las burlas que vendrían después por la dosis de arcoíris en sus muestras de amor; poco les importaba que alguno se riera por pura vergüenza. Solo les importaba demostrarle al otro cuanto le amaba.
Se separaron con sonrisas y volvieron a tomar sus cafés como si nada hubiera pasado, pero mirándose de vez en cuando en los momentos que el otro no miraba.
El resto de EXO solamente observaron cómo ambos, Minseok y Jongdae, se miraban como un ciego miraría el mundo por primera vez.
Con un infinito amor y una admiración inexplicablemente grande.