—¡Vamos, vamos!
El niño castaño saltaba alegre e inocente tomado de la mano de su padre; la gente riendo en secreto por la ternura que soltaba en cada acción.
—Ya llegaremos, Baek~
Su padre podría decirse que sólo disfrutaba de su hijo en todos los sentidos. Era su rayito de sol, junto con su esposa. En un par de pasos, Baekhyun suspiró con una sonrisa y esperó a que su papá empujase la puerta de vidrio para entrar. Con eso ya realizado, Baekhyun soltó la mano firme de su padre para correr hacia el señor que estaba en el escritorio gigante. —¡Oh! Baekkung ¿vienes a ver a mami?
—¡Sí! No está ocupada ¿verdad?
—Debe estar en su oficina pero no creo que le moleste ver a su flor...
Baekhyun le sonrió con aquel aire angelical y corrió sabiendo el recorrido de memoria. En el camino saludó con su manita a todos los señores y clientes que estaban ahí y llegó hasta la puerta que conocía como el lugar de trabajo de su mamá.
—¿Puedo?— preguntó quieto después de golpear la puerta tres veces. La voz suave de su mamá le permitió la entrada y a los segundos ya corría a los brazos de su madre.
—Oh, mi amor ¿me extrañaste?
—Mu~cho
La mujer ríe con ternura cuando siente la mejilla rechoncha y suave de su hijo restregándose contra la suya. Dejó un beso en su cara y el sonido de teléfono fijo los interrumpió. —¿Sí? Ah, sí; que lo vea Jinhoo. Sí, gracias~
—¿Quién era, mami?
—Hoy vino un cliente a tatuarse y yo tengo mucho que hacer como para atenderlo—; Baekhyun asentía comprendiendo las palabras ajenas y una idea veloz cruzó su cabeza. Saltó en el regazo de su mamá con diversión.
—¿Puedo ver? Di que sí~
Claro que su mamá no podía negárselo. Baekhyun miraba sentado en la silla alta al lado del señor del escritorio mirando a un señor castaño mirando en los catálogos que había en el mueble a lado del sofá.
—Sus orejas son grandes...—; el señor le escuchó y comenzó a reír con ganas. Baekhyun no sabía si había hecho algo malo o algo bueno.
El asunto fue que el castaño alto escuchó la risa y se distrajo del catálogo para mirar en su dirección y Baekhyun, siendo un ser pequeñito y tímido, terminó por jugar con sus mangas y sonrojarse.
—Eh, Chanyeol ¿por qué no conoces a nuestro Baekkung?
El hombre, ahora llamado Chanyeol, asintió con una sonrisa y dejando el libro fino de lado, palmeó el lado vacío del sofá con rapidez. —Anda, no es malo— le animó el señor a su lado.
Baekhyun asintió bajándose con cuidado del asiento y caminó tembloroso hacia el hombre. Se sentó dando un sonido al seco cuando rebotó en el inmueble. —Hola—, dijo Chanyeol alzando su mano para darle un apretón. Baekhyun le miró dudando por unos 20 segundos hasta que le apretó con suavidad su manota.
—Hola...
—Así que eres Baekkung ¿uh? Me llamo Chanyeol ¿cuantos años tienes?
—No es que me llame Baekkung pero- oh, perdón—; Chanyeol sonrió mordiendo el interior de sus mejillas para evitar que la sonrisa espeluznante saliese. Animó al pequeño a continuar. —Tengo 9...
—Eres un amor...
La mano grande de Chanyeol se estrelló suave contra la cabellera castaña del pequeño. Baekhyun se quejó frunciendo la nariz y tomando con sus manitos la muñeca fuerte del adulto.—Oye~
—Entonces ¿tu mami es la dueña?
—Sí y tatúa a veces... Por cierto ¿vienes a hacerte uno?
—Exacto, de hecho estaba viendo las fuentes—; Chanyeol retoma el libro delgado en sus manos y lo abre en las páginas donde diferentes tipos de letras se dejaban apreciar. —Tengo algo en mente pero sólo me falta ver que letra usar...
Baekhyun, como todo niño curioso, comienza a hojear entre las páginas hasta encontrar algo que le gustase. Finalmente, señala con su dedo una de las muestras. Chanyeol le mira asombrado. —Tienes buen gusto...
—Mami lo hace todo el tiempo...
—¿Park Chanyeol?
Ambos alzan la mirada para encontrarse a uno de los trabajadores de la tienda. Chanyeol asiente y se levanta dejando a Baekhyun con timidez ahí, jugando con sus manos. —Baekhyun, tu mamá dijo que querías ver así que ¡vamos!
Tieso, se movió hasta seguirlos al asiento de cuero con la mesita metálica y la máquina y las tintas. Fueron minutos donde Baekhyun no tomó atención a la conversación que tenían ambos y sólo se fijo en las acciones.
—¿Cuantos años dijiste que tienes?— preguntó el trabajador para seguir manteniendo el habla.
—21, recién cumplidos...
—Todo un hombre ¿eh?
Baekhyun estaba encantado. Miraba como el hombre movía la aguja en el antebrazo de Chanyeol y se maravillaba al ver que letras vacías tomaban el color oscuro de la tinta negra en el proceso. —¿No duele?— se atrevió a preguntar el pequeño mirando los ojos brillantes del alto.
—Pincha pero ¿no ves que queda bonito?
Baekhyun estaba totalmente de acuerdo.
—Quiero ser tatuador.
Ambos adultos rieron leves ante las palabras decididas del infante. —Quizá tu mami te deje tatuar cuando estés más grande...
—Lo mismo digo—; Baekhyun miró la sonrisa noble de Chanyeol y se convenció aún más de que sería un gran tatuador como su mamá.
Los minutos pasaron y Baekhyun gritó asustado cuando siente su cuerpo ser alzado por brazos delgados. —Baekkung-ah~
—Mamá~
Su padre estaba ahí y miraba como el hombre terminaba el tatuaje en el brazo del cliente. Baekhyun entonces tiró de su hombro y le sonrió emocionado. —¡Quiero ser tatuador!
Su mamá rió emocionada y besaba su cara con ganas y risas. —¡Claro que sí!
—Pero, nada de tatuajes en tu cuerpo hasta que cumplas 18...
—Papi~
Chanyeol miraba contento las interacciones del pequeño núcleo familiar y se relajaba satisfecho al tener su tatuaje completo.
Baekhyun se despedía de él agitando su mano tímido, viendo como se alejaba atravesando la puerta de vidrio.
Y de eso, no ha cambiado mucho. 8 años han pasado y una mata de cabellos rosas se inclina apoyado en su mano izquierda. La diestra sostiene un lápiz que muerde distraído.
Su mirada se pierde desde su ventanal en el local hasta el ventanal donde un alto y guapo pelinegro arreglaba un ramo de flores.
Suspiró mirando su cuaderno de dibujos y termina dando unos retoques finales a él luego de ver al pelinegro en la florería del frente.
Su especialidad y pasión eran los tatuajes; diseñarlos y plasmarlos en la piel ajena. Pero por alguna razón que relaciona a cualquier cosa insignificante, ha estado haciendo muchos retratos del guapo florista.
—Calma, Baekhyun. Es sólo un tipo cualquiera.
Su dedo hace espacio entre la piel de su cuello el choker negro y delgado que usa en él y suspira tembloroso. Sabe que no es un tipo cualquiera, sabe que es el cliente que marcó un antes y un después en su niñez.
Sabe que es Chanyeol.
Su mirada se pierde una vez más en dirección al alto y sus flores y se pierde en las facciones masculinas del rostro ahora más mayor de Chanyeol. Su mandíbula, su cuello tenso; su nariz y sus ojos-
Se escondió agachándose con el cuaderno apretado en su pecho y con la cara rojisima de vergüenza. —Que no me haya visto viéndole, ah- vergüenza~
Alza su mirada apenas dejando ver su cabello y ojos y ve a Chanyeol sacando un arreglo desde las encimeras. Al parecer, no le notó.
—Hey, Baekkung.
Se levantó del suelo para ver a Jongin con una sonrisa. —¿Sí?
—¿Te importa ir por un café para mi y Sehun? Si quieres pago uno por ti también.
Si iba a distraerse de Chanyeol, ir por los cafés era lo mejor y se enfocaría en otras cosas.
Como diseños para sus clientes.
—Claro, dime que quieren.
—¿Me recuerdas cuantos años tiene Byun?
—17...
Sehun deja la revista en su escritorio y mira con expresión divertida al moreno. —Es tatuador y no tiene ni un solo dibujito en su cuerpo ¿verdad?
Jongin se ríe con ganas y golpea débil el hombro del pálido antes de escuchar la campanita de la puerta sonar delicada. Sehun dejó de apreciar al paso los tatuajes del moreno y se queda en silencio cuando un chico alto llegaba con su rostro escondido entre unas flores rosas en su masetero.
—Qué...
—¡OH, CHANYEOL!
Jongin salta del escritorio de Sehun -como siempre, era su deber como el mejor amigo del recepcionista del local- y recibe eufórico al guapo hombre que entró dejando ver sus ojos entre las flores. —Hola, Kai- eh, vine a-
—¿Por las flores? ¿Para quién?
—El chico de cabello rosa ¿trabaja aquí?
Sehun y Jongin se miraron sorprendidos y preguntándose con la mirada sobre lo que estaba pasando. —Sí, sí pero ¿qué pasa?
—Ah, no se preocupen, solo vine a dejar esto y vendrá con una nota. ¡Nos vemos!
Las flores fueron dejadas en el escritorio del delgado recepcionista y se fue con una sonrisa del local. Sehun tomó la nota con rapidez y quería burlarse de su jefe en la cara- parecía más carta de confesión que una nota simple.
—Déjala ahí, Hun...
Hizo una mueca burlona y dejó el papel donde estaba; para entonces, un cliente llegó y Jongin se animó a atenderlo. Sehun, por su lado, siguió hojeando la revista.
Para cuando Jongin estaba terminando el tatuaje del cliente, la puerta se abrió y Baekhyun dejó torpe los cafés en el escritorio. Sonrió a su empleado y tomó el suyo antes de sentarse en la mesa frente al ventanal, su lugar favorito. Claro- Sehun le gritó que habían unas flores a su nombre y detuvo todo el paso que venía a continuación.
Con la ceja alzada en curiosidad, tomó la nota que estaba bajo la maceta y se sentó tratando de mantener la calma porque siente que ha visto antes esas flores.
"Te vi viendo estas de aquí y pensé que quizá las quisieras como referencia para uno de tus diseños :)) Las traje aquí así las podías ver mejor :D Si quieres puedes ir a visitarme a la floristería para inspirarte y esas cosas :D haha las flores se alegrarán de verte :')
- Chanyeol"
Sí supiera que las flores no tenían nada que ver con sus sonrojos y diseños...
—Baek, tus orejas...
Dejó la nota en su mesita antes de ver la cara de seriedad fingida de Jongin y solo entonces notó lo caliente que estaba su cara y sus orejas. —Dime que no estoy rojo, por favor Kim...
—Hey, combina con tu cabello— dijo Sehun tratando de aligerar el ambiente que terminaría por hacer chillar en vergüenza y desesperación al jovencito tatuador; Jongin río resignado y tomó un sorbo del dicho café.
—¿Hay gente?
Baekhyun deja su sketchbook en el lado del sillón vacío y cree haber saltado hasta el cielo cuando ve a Yixing instalado frente a él con una maleta que debe pesarle y su típica sonrisa. Lo siguiente que recuerda es haber ignorado a su madre para apretar su mejilla contra la del recién llegado.
—Lay~ ¡¿Cuando llegaste?! ¡¿Por qué no me avisaste?!
—Le avisé a tu mamá y dijo que sería una sorpresa perfecta si no te avisaba...
—¡Mamá! Que maldad...
La señora Byun río y para no perder tiempo apresuró a Baekhyun para ayudarle con sus cosas y el cuarto que ocuparía Yixing por el tiempo que llegase a quedarse- eso le recuerda...
—¿Por qué viniste?
Yixing estaba acomodando la ropa en el armario para cuando la pregunta del pelirrosa salió. —Vine a pasar los meses aquí y de paso ayudarte con el local ¿suena bien?
Claro que le sonaba bien al tatuador. Pero el concepto de "ayudar" estaba siendo totalmente distinto a lo que imaginó.
—Las vincas en el colgante del ventanal ¡Sí! Perfecto
Yixing llegó para darle ayudar a llenar el local de flores de dudoso origen. Ahí estaban trabajadores que supone vienen del local de Chanyeol y solo observa con nervios como unas orquídeas y enredaderas son puestas alrededor de su lugar favorito.
—M-muchas gracias Lay, en serio...
—Hay que darle una vida natural al local, más los tatuajes será un ambiente genial
Y eso quería creer. Jongin y Sehun estaban encantados con la idea; Jongin se la pasaba "24/7" viendo cada una de las plantas y regándolas cuando hacía falta. Sehun solo las miraba cuando las revistas perdían su gracia.
Con el paso de las horas, Baekhyun se acostumbró a la presencia de las flores y hasta ayudaba a Jongin con el cuidado de ellas. Yixing, mientras tanto, se hizo su propio lugar como el segundo recepcionista al lado de Sehun.
—¿Crees que fue buena idea?
Jongin asiente tranquilo mientras acomoda una enredadera del ventanal contrario al lugar de Baekhyun. Sehun mira atento al chiquillo rosa dibujar en el sillón que instaló por su cuenta. Según él, el sol a veces se tornaba pesado así que el sillón se quedaría ahí para cuando quisiera tener sombra.
Obviamente, el recepcionista y el moreno no le creyeron. Chanyeol solo alteraba los nervios de Baekhyun, era eso.
El pelirrosa seguía dibujando el diseño de una orquídea cuando la campanita sonó interrumpiendo su trabajo. Deseó fundirse con el sofá cuando escuchó la voz de Chanyeol.
—Hey Yixing, se olvidaron de una planta- ¿uh?
Se atrevió a esconder el pánico y le miró ocultando con su cabello, sus ojos temblorosos y parte de sus orejas rojas para dirigir una frase simple, tan simple que no había motivos para cagarla y dejar a su persona en ridículo. —Él-él, uh, sí, él salió- sí.
—Oh, ya veo...
Creyó que todo había terminado, que el florista guapo daría media vuelta y se iría a su lugar y que todo seguiría como ha pasado en estos 8 años. Vaya error.
—¡OH! ¡BAEKHYUN, ERES TÚ!
Chanyeol dejó la planta en el suelo antes de alcanzar al diminuto muchacho rosa y posar su mano -gigante, se dice Baekhyun mientras cierra sus ojos al sentir el material de sus guantes- en la mata de cabellos teñidos para desordenarlos a su antojo y muestra de alegría. —H-hola...
—Casi no te reconozco con ese cabello tuyo ¡wow!—comienza el mayor mientras sonríe— Oh, no deberías teñirte tu cabello tan seguido, puede ponerse- ¡OH!
Baekhyun muerde sus labios cuando la mano de Chanyeol se aleja para sacar el guante estorboso; la mano ajena vuelve a su lugar y esta vez, enreda sus dedos entre los cabellos rosas. —¡Tu cabello es tan suave! ¡Haha! Podría pasar todo el día jugando con él...
—G-gracias, yo-
—El color me recuerda a una Camelia japonesa~
—¿Una qué?
Baekhyun siente que ya hay un momento de auto-seguridad, esos segundos donde su voz no titubea y su timidez se esconde a través de su sonrojo. Chanyeol queda un poco sorprendido. Los años habían pasado rápido y, bueno, Baekhyun creció.
—La flor del invierno...
Su mano se alejó y tentativo, dudando entre sus acciones, bajó hasta la mandíbula del muchacho. Sonrío un poco nostálgico.
—Baekhyun...
—¿Sí?
—Te viene, realmente te viene.
—Vaya, si funcionó.
Yixing mordió su panqueque, sentado al lado de Sehun mirando contento junto a Jongin como Baekhyun sonreía ido y haciendo garabatos en las hojas de su sketchbook.
—Era el día libre de Chanyeol, así que no iba a importar y era más fácil.
Sehun se recordó que nunca debe subestimar a su querido amigo.
—Muchas gracias Lay, es hermoso.
Baekhyun miraba maravillado el dije de un destello de luz que Lay le regaló para usar en su choker. Yixing dijo que era una forma de pagarle por el tiempo en el que ha estado con él.
—Debes lucirlo en el local, eh~
Ambos ríen al instante y es entonces cuando el teléfono de Baekhyun suena. —Es Sehun...
Lay salta a la cama del pelirrosa desde la silla en una esquina de su cuarto y se asoma como puede para ver el mensaje. —¿Qué dice?
—Tengo una cita programada para hoy...
—¿Hoy? ¿Tan de la nada?
—Lo mejor será ir a ver.
Y para cuando llegaron, Baekhyun casi cae al suelo al intentar frenar su repentina caminata para no chocar con la espalda de Chanyeol.
Sehun agita su mano en saludo antes de señalar al florista adulto, quien de paso le saludó también. —Es tu cita, Byun; manos a la obra.
—¿Qué? Sí, c-claro- ¿Qué tienes en mente?
Chanyeol siguió al jovencito hasta sentarse en el sofá donde se encontraron por primera vez. Baekhyun estaba distraído en esconder su timidez que no se daba cuenta de la profundidad con la que el adulto le miraba y la sonrisa que florecía. A los segundos, las camelias que estaban en la mesita a lado del ventanal le llamaron la atención. —Quiero que me tatúes una camelia.
Las mejillas rojas de Baekhyun salieron al encuentro y se miraron. —¿Una camelia? ¿Cual de todas?
—Solo haz el contorno de ellas, otro día vendré con el color pensado.
—Oh, ya veo. Tengo que hacer el diseño primero así que ¿me esperas? Tengo el sketchbook es mi escritorio
—Adelante, yo esperaré...
Sehun codeó disimuladamente las costillas de Jongin y prestaron atención al joven tatuador- su caminar y sus mejillas rojas.
Se sentó otra vez al lado de Chanyeol y abrió el cuaderno- dibujos rápidos de flores llamaron la atención cada vez que el muchacho hojeaba. Su dedo se instaló en medio del movimiento y, al parecer, dibujos de camelias a lo largo de las páginas lo iluminaron. —Estas, quiero estas.
Baekhyun sentía el pecho apretado: hay una posibilidad mínima de que Chanyeol se atreviese a ver la hoja por completo y, oh no no; el florista no necesitaba ver el retrato suyo hecho por el artista.
Afortunadamente, Chanyeol sólo le sonrió y partieron a la silla acolchada donde Baekhyun comenzaría a trabajar.
Yixing se unió al dúo en el escritorio, bebiendo de su jugo de piña desde la pajita y viendo como Chanyeol se alzaba la manga de su brazo izquierdo y dejaba que Baekhyun limpiara la piel de su muñeca. —¿Qué pidió?— susurró Lay.
—Una camelia— respondió Jongin.
—Entonces ¿por qué esta flor?
Chanyeol meditó en silencio mientras se relajaba al tacto de la aguja en su piel y miraba admirado como los ojos de Baekhyun se pegaban atentos a su deber. Tenía parte de su respuesta. —Hace unos días empecé a recordar y llegué a la conclusión de que una camelia es lo que he obtenido en estos momentos- digo, nunca cuidé de esa flor pero—; Baekhyun se detuvo para mirarle curioso y Chanyeol tragó.— creció hermosa a pesar de la falta de cuidado...
Baekhyun se sonrojó otra vez y volvió a su trabajo mordiendo sus labios y agradecía que sólo quedaba un pétalo. —Ya estoy terminando...
—Creciste mucho...
La aguja se alejó y Baekhyun limpió los restos de tinta con el corazón en la garganta. Chanyeol no dejaba de mirarle ¿Qué le pasaba?
—Eres un gran tatuador, sabía que lo lograrías.
—¿Qué color será ahora?
—Rosa, de centro más claro
Baekhyun sacó la tinta y dejó salir un chillido cuando captó la idea. —La camelia es una-
—Japonesa, porque me recuerda a ti.
Baekhyun sintió su corazón aflojarse cuando se giró y vio a Chanyeol sonriendo; su cuaderno, abierto de par en par, con el retrato del florista.
Ups.
—¿Debemos hacerlo?
—Claro, es uno de nuestros mejores clientes y se nota que te estima mucho Baekkung...
Y no podía decirle que no a su madre. Estaba emocionada alagando las flores nuevas en el estante del local y Yixing se le unía en momentos. Baekhyun sonrió quieto para volver a su tarea de acomodar en el mesón unos tulipanes que venían en la caja a su lado.
Le agradaba el color de los tulipanes y se distrajo con ellas- Yixing reía silencioso mientras arrastraba a la señora Byun con él. Chanyeol llegaba con una maceta de unas flores muy conocidas para todos.
Aunque Baekhyun no lo creyese de su madre amada, era la primera en asaltar con preguntas a Yixing una vez llegaban a casa y él se iba a buscar comida en la cocina. Más que enterada estaba de los últimos acontecimientos respecto al florista y su flor.
Salta un poco cuando siente el aliento de Chanyeol contra su cuello gracias a que se le ocurrió soplar; el alto ríe y Baekhyun solo quiere ocultarse porque cree y firma, testifica y notifica que es adorable la forma en que su ojo derecho se cerraba más que el contrario. —¡Me has dado un susto!—, se justifica el pelirrosa con enfado fingido.
—Quería darte una sorpresa, perdón
Chanyeol se apoya en el estante, contemplando en secreto el sonrojo en el rostro del adolescente y sonríe inconsciente cuando la imagen de un Baekhyun en sus tiernos 9 años llega a su cabeza. —¿Ya has terminado con esos tulipanes?—; El tatuador parece pensarlo un poco antes de asentir y dejar en paz a las bellas flores.
—¿Necesitas algo más?
—Sí... de hecho, necesito que veas estas flores- espera...
El alto se apresuró en ir y volver con una maceta cubierta con plástico negro. Le sonrió dejando al alcance la maceta. —¿Q-Qué hago?— pregunta sin entender el menor.
—Son para ti...
Baekhyun deja salir el aire tembloroso de sus pulmones y siente que repentinamente su pulso se ha acelerado mientras toca la superficie helada. Se lame los labios constantemente y Chanyeol está impaciente por su reacción. Es cuando el objeto queda en el mesón y Baekhyun saca con cuidado el plástico y sus orejas llegan para acompañar el rubor de sus mejillas. Ahí, tan bonitas y de pétalos pequeños coloreados de rosa pálido, estaban las camelias japonesas que Chanyeol le ha regalado.
—C-cómo- yo...
—Las pedí directamente de Japón, la producción más fresca y hermosa solo para ti... — se adelanta el florista con cautela.
Las manos desnudas y tibias de Chanyeol tomaron las pequeñas y temblorosas del tatuador y siente la suavidad de ellas- quiere recordar la sensación, el calor y la imagen de aquellas bonitas manos talentosas del adolescente. Sus miradas se encuentran provocando una electricidad que Baekhyun ha estado evitando aunque quiere negarlo para sí mismo.
¿Por qué nunca se dio la oportunidad de mirar al mayor de esa manera? ¿Será que su muy profundo subconsciente estaba jugando con él y esperó a que llegara un momento así? Baekhyun no lo sabe pero solo quiere sentir el calor de las manos ásperas por el resto de su joven vida.
—¿Recuerdas que es lo que te he estado diciendo desde que te encontré?—; la voz de Chanyeol sigue siendo suave a pesar de que su peculiar voz ha bajado un par de tonos y Baekhyun asiente como si ese simple gesto vocal lo hubiese hipnotizado.
—Que te recuerdo a las camelias ¿no?
Chanyeol asiente y se aproxima aún más hacia el chiquillo que está a punto de suspirar para desplomarse. —Quiero que cuides mi regalo con cariño- recupera el tiempo que yo he perdido por no cuidarte y por favor...
Una mano se suelta de la menuda y se alza hasta llegar a la mejilla roja del artista. Dios. Baekhyun quiere restregar su cara contra la mano de Chanyeol. —Déjame cuidarte ahora...
No se necesitó más palabras de parte del adulto. Baekhyun tiene un brillo especial en sus ojos y lame sus labios aún; se acerca con lentitud, la punta de sus pies como el soporte de sus piernas y susurra: —Seré tu flor de invierno...
Baekhyun siempre tiene recuerdos de cosas importantes, las historias y significados de cada tatuaje con la que llegan a su local; incluso las historias que su madre cuenta para avergonzar a su marido con la imaginación de poder hacer todo lo narrado por ella. Pero está completamente seguro que todo eso se ha borrado- no se puede comparar con el recuerdo que perdurará en su mente, los labios de Chanyeol contra los suyos moviéndose con parsimonia y siente que se está demostrando todo el afecto o las palabras no dichas en esa acción.
Hey, podría dedicarse a escribir un libro acerca de los labios del florista que trabaja frente a su local en vez de seguir tatuando.
—¿Emocionado?
Yixing está sentado brincando como niño pequeño y es, en realidad, uno cuando un puchero sale a dar frente. Baekhyun le ha ignorado olímpicamente porque está regando la camelia que está en su ventana.
¿Qué tenía esa flor de bonito? Oh. —¿Puedes dejar a tu hijo fotosíntetico procreado con Chanyeol y responderme? Es injusto~
Baekhyun se sobresalta- Yixing le sonríe y sabe que ha ganado porque los fundamentos no existen en él cuando se menciona al florista. —D-Dime...
—Preguntaba si estabas emocionado, tu cumpleaños es en dos días y ¡wow! ¡serás legal!
De que estaba emocionado, no puede negarlo. Ha estado pensando desde los 16 a poder hacerse un tatuaje en su piel y ha imaginado un montón de diseños para conmemorarlo. Pero últimamente, esos diseños se han visto borrosos en su cabeza.
Su amigo estaba sonriendo con el cuaderno de dibujo de Baekhyun abierto y un dibujo rápido de Chanyeol comiendo panqueques esa vez -hace días, se recuerda- que Sehun le ha motivado a entablar conversa. —Has estado con esa florcita en tu cabeza todo este tiempo— menciona el chino cambiando la página y observando un dibujo reciente de algo parecido a unos brazos. Entonces lo entiende y se ve riendo como tarado.
—¿Fumaste algo?
—Oye oye, ¿Ya aceptaste ser su novio o qué?
Ah.
Si mal no recuerda -claro que lo recuerda: es un día importante-, Chanyeol se armó de valor y ternura para pedirle ser su novio. Claro está de que Baekhyun es un ser tímido que no puede responder porque el tartamudeo es más fuerte que sus ganas por responder. Es desde ese entonces que ha dibujado flores por todos lados y la imagen de su muñeca con una camelia tatuada no le ha abandonado.
—Tengo una idea para mi tatuaje, creo...
Yixing bufa. —¿Me estás cambiando el tema, Byun?
—El tatuaje es la respuesta, Lay
—Qué filosófico te me has puesto...— dice burlón el chino dejándose caer contra el suave colchón. —El amor te tiene así, el amor~
—¡Oh, Yeoru! Te esperan—; Chanyeol le sonríe a Sehun antes de caminar por el lugar y encontrarse con el sonido de la aguja zumbando. Está feliz porque Baekhyun está feliz- "Soy legal~", le escribió por mensaje cuando su cumpleaños había llegado.
Siendo sincero, esperaba otros mensajes. Como una respuesta a su proposición.
Baekhyun le mira sorprendido y es cuando la aguja se aleja, la tinta es retirada y el ahora adulto se levanta del asiento acolchado. —¡Llegaste temprano!
—Quería verte...
—Oh, yo- bueno, también quería verte. Es importante, creo...
El pelirrosa está usando el choker con el dije de una rosa que él le había regalado el día de su cumpleaños. —El choker te queda bien— aprovecha de comentar alegre el florista. Baekhyun ríe y a los segundos mantiene los labios apretados en una sonrisa. Su brazo tiene la manga de su sweater negro arremangado y su mano toma la extremidad de Chanyeol. —¿Ocurre algo?
—Hace un tiempo me hiciste una pregunta bastante difícil para mí y creo que es la mejor manera en la que puedo expresar mi respuesta...—; su brazo izquierdo es levantado y las manos ajenas arremangan su camisa y su muñeca izquierda es expuesta.
Baekhyun le sonríe deslumbrante. Siente el tacto de piel contra piel y pronto suspira tembloroso y con los labios rompiéndose en una sonrisa gigante para después, comenzar a reír. La muñeca derecha pálida y rojiza en el centro choca contra él y muestra un recién terminado tatuaje de una camelia japonesa.
—¡Qué feliz me haces, en serio!
El pelirrosa grita lo suficientemente alto como para llamar la atención de todo su local y sigue en pánico mientras Chanyeol le sostiene con fuerza y lo gira entre sus brazos. Todos ríen y Sehun corta el vid que se subirá a Instagram para terminar con este largo proceso.
La señora Byun ha llegado con una cámara y pide a todo el mundo que pose para la foto. —Yerno~ Quiero un beso de los buenos ¡hay que recordar este día!
La cámara se posiciona en el escritorio de Sehun y el temporizador empieza su cuenta regresiva desde el 10. Jongin, Sehun y Yixing han llegado hasta lanzarse encima de la nueva pareja y felicitarlos.
—Esto parece foto de proposición de matrimonio—, se queja el tatuador aún con una sonrisa. Chanyeol aprieta su mano.
—En un futuro te pediré que te cases conmigo...
La mirada impactada del pelirrosa cambia cuando la mano sobrante de su novio -como le gusta ahora nombrar esa palabra dentro de su mente- alza su rostro y cierra sus ojos.
—Digan ¡Kimchi!
—¡Kimchi!
El flash salió y la gente rió. Un equipo de 14 personas sonríen en la foto y Baekhyun y Chanyeol se comen las bocas con las caras divertidas de sus queridos recepcionistas y tatuador moreno de acompañamiento.
—¡Invito panqueques!—, ofrece el recepcionista chino.
Todos aceptaron agradecidos y se dispersaron. Chanyeol dejó que el pobre muchacho tomara aire para sus pulmones y ríe mientras limpia la saliva que ha quedado en los labios rosas del artista. —Eso fue intenso—; Baekhyun asiente recuperando el aliento.
Se abrazan y sienten que no hay cosa más cómoda que los brazos del otro. —Te amo—, susurra Chanyeol suave contra su oído. Baekhyun se alza con la punta de sus pies y da un beso rápido. Su aliento choca contra el oído del florista: —Te amo mucho más.