— ¿A donde vas?
Su cálido aliento golpeó mi nuca cuando me abrazó por la cintura, reteniendome en mi lugar.
Eché un rápido vistazo ala puerta antes de mirar sobre mi hombro, a sus oscuros y brillantes ojos naranjas. — No lo sé— Un estremecimiento recorrió mi cuerpo cuando sus pulgares se colaron bajo mi camisa, acariciando la piel de mi cadera—A la casa de Gumball, supongo.
— No puedes huir de mi, bebé—Mordisqueo el lobulo de mi oreja—Eres mío, Finn, siempre serás mío.
Su erecciónse apretó contra mi trasero, arrancandome un suave gemido de los labios. Con un movimiento de muñeca desabrochó mis pantalones, haciendo crujir el material cuando sus manos rápidamente se colaron dentro. Su palma acarició mi dureza, movimientos firmes arrancaban suspiros de mi. Su cadera golpeando mi trasero, imitando una penetración, estaba volviendome loco
—Flame. Envolviendo mis brazos por mi cuello le permití el acceso a mi zona sensible. Acarició, lamió, beso y chupó cada espacio que alcanzó haciendome deshacerme en gemidos.
— Amo cuando gimes mi nombre— Murmuro, en un rápido movimiento me volteo presionandome contra lapared y su cuerpo, su cadera moliendose contra la mía.—Me quieres Finn.¿Lo vas a negar?
—Yo... no...—Antes de que pudiera terminar la frase su boca estaba sobre la mía, su lengua abriendo mis labios con rudeza mientras asaltaba mi boca, rastrillando todo lo que podia alcanzar. Nuestros dientes chocaban, mezclando el sonido con el de nuestras caderas encontrandose. Separandose unos milimetros, tomo mi labio inferior entre sus dientes apretandolo hasta que abrí los ojos, obligandome a ver la lujuria quemando sus orbes naranja.
—Me vuelves loco, Finn.
De un tirón arranco mis jeans y ropa interior, y antes de que pudiera parpadear él estaba arrodillado frente a mi. Lamió sus labios, observando mi eje hinchado y un rápido vistazo a mis ojos le dió la pista para comenzar.
El calor humedo rodeo la cabeza mi dureza, mis manos se deslizaron por su oscuro cabello mientras se daba un festín conmigo. La visión de su cabeza moviendose arriba y abajo me mantenia en el borde, temblando como una gelatina.
—Flame...yo... por favor.
Pude sentir su sonrisa alrededor de mi cuando comenzó a chupar más fuerte. El conocido calor en mi ingle me aviso que estaba cerca, tome su cabello en puños intentando alejarlo de mi pero eso solo lo hizo ser más agresivo.
Dejandome llevar, empuje un par de veces en su boca antes decorrerme en su garganta. Mis piernas se debilitaron, amenazando con dejarme caer pero el fue más rápido. Tomandome de la cadera me matuvo en pie, quitando mi camiseta por encima de mi cabeza comenzó a mordisiquear suavemente la piel expuesta de mi cuello y clavícula. Gemí cuando el tomo mi mano derecha y la aplasto contra el bulto de sus pantalones.
—Por favor, Flame, por favor.
No sabía porque estaba rogando pero algo me decía que pronto lo averiguaria.
— Lo que quieras, bebé. Volteandome, me puso de cara contra la pared con las manos apoyadas a cada lado de mi cabeza. Escuche el sonido de tela rasgandose antes de que su cálido cuerpo se presionara contra el mío. Mi excitación volvió a la vida cuando comenzó a meserse, deslizando su erección en la endidura de mi trasero.
— Para—Susurré sin mucha convicción— Por favor, para.
— ¿De verdad quieres que pare?—Gemí cuando lo sentí presionando contra mi agujero, sabia que con un simple movimiento hacia atrás estaria empalado es su eje hasta la raíz. Y maldición si no quiera eso. — Tomaré eso como un no.
El cajón del mueble a mi lado fue abierto, segundos déspues un frío líquido recorrió mi grieta. Los suaves dedos de Flame bordearon mi estrecho agujero, burlandose de mi mientras gemía su nombre. Giraba en su entorno presionando antes de retirarse y volverlo a hacer, estaba volviendome loco.
—¡Flame!—Me queje, su risa retumbo en su pecho inundando la habitación.
— ¿Ansioso, Finn?
— Eres un imb...—Mi frase fue cortada cuando uno de sus dedos se introdujo en mi hasta el nudillo, deje caer un largo gemido mezclado con un grito. El ardor inundo mi trasero antes de que con movimientos lentos sus dedos comenzarón a moverse, buscando mi punto dulce.
Pude sentir su sonrisa contra mi cuello cuando la punta de su dedo golpe mi prostata haciendome temblar y gemir. Otro dedo embarrado en lubricante se coló en mi, siendo seguido rápidamente por un tercero.
—Deja de jugar y hazlo ya.
— Siempre tan demandante. Me tomó del cabello volteando mi cabeza y atrapando mis labios en un profundo y necesitado beso, enterrandose en mi hasta el fondo. Gemí en su boca. Llegué a pensar que podia sentirlo en mi garganta, Flame estaba dotado como un maldito caballo.
Comenzó con movimientos lentos y medidos, entrando y saliendo de mi como si tuviera todo el tiempo del mundo. Su boca recorría mi espalda dejando besos en mis hombros antes de moverse a mi nuca. Su mano izquierda estaba en mi cadera, inmovilizandome mientras golpeaba en mi con más impetú. La derecha recorria mi pecho, pellizcando mis pezones y bajando hacia mis abdominales, amenazando con deslizarse más allá pero jamás llegando.
El sonido de piel contra piel era lo único que se escuchaba, mezclado con los gemidos que se nos escapaban. Deslicé mi mano intentando llegar a mi adolorido miembro que se golpeaba contra mi abdomen con cada firme estocada, necesitaba liberarme. Flame atrapó mis manos, deteniendolas a mitad de camino y obligandome a colocarlas encima de mi cabeza.
—Aun no.—Volteé la cabeza para fulminarlo con la mirada pero él fue más rápido atrapando mi boca en un beso. Mordí su labio en venganza y él sonrió contra mi. Sus caderas se detuvieron de repente, cambió el angulo y comenzó a hacer movimientos circulares, golpeando mi prostata en cada lento empuje. Oh, maldito. Me llevaba al borde despacio, cuando estaba a punto de liberarme simplemente se detenia.
—¡Flame!—Me queje con la voz ronca, una suave carcajada provino de él antes de que comenzará a golpear en mi como un maldito martillo electrico—Oh dios, sí.
Detuvo mis manos contra la pared con una mano sola, deslizando la otra hasta mi eje y acariciandolo al mismo ritmo de sus embestidas. Cerré los ojos disfrutando de las sensaciones que recorrian mi cuerpo. Su boca mordisqueaba mi oreja, soltando su cálido aliento en ella.
— Correte para mi, bebe.
Esas simples palabras susurradas me llevaron al borde, grité su nombre mientras pintaba la pared y su mano con mi semilla. Mis musculos se tensaron frente a mi orgasmo, apretandolo en mi interior. Pude sentir su corazón desbocado contra mi espalda mientras golpeaba erraticamente, corriendose con un gruñido de satisfacción. Cuando la sensación de embriagues en la que me hallaba se evaporo, maldije en voz baja. Recordando porque habia comenzado todo esto.
Con las pocas fuerzas que tenía empuje a Flame hacia atrás, quién con expresión confundida captó el mensaje rápidamente y se deslizo de mi interior. Sentí la perdida en el momento que dió un paso atrás pero estaba enojado y debia mantener algo de mi pisoteado orgullo. Moví mis manos inquietamente, intentando contener mi burbujeante ira.
—¡Eres exasperante!—Chillé cuando una sonrisita maliciosa aparecio en su rostro mientras miraba mi desnudo cuerpo.— Ni siquiera lo pienses, no caeré en eso de nuevo. Tú...—Lo señalé—Eres...eres...
— ¿Atractivo, guapo, jodidamente bueno en el sexo?
Bien, tenia que admitir que el chico tenia razón. ¡Pero eso no era lo que queria decir!
—¡Un imbecil!
Se rio volteandose y entrando a la habitación sin mirarme una segunda vez, gruñí pisoteando fuerte y poniendome mis pantalones. Estaba a punto de abrocharmelos cuando un bronceado brazo me atrapó de la cintura arrastrandome hasta el sofá y cayendo sobre mi.
Luche contra él pero rápidamente me inmovilizo, atrapandome en un exigente y lujurioso beso. Mierda, cuando hacia eso siempre me desorientaba. Un paquetito envuelto en papel de regalo de color rojo apareció frente a mi rostro, fruncí el ceño intentando enfocarme en lo que sucedía y no en su desnudo cuerpo sobre mi.
—¿Q-que es eso?
— Feliz aniversario, Finn—Murmuro con una gran sonrisa, dandome un suave beso. Mi ira desapareció por un mini segundo antes de recordar la pelea de antes porque supuestamente él habia olvidado nuestro aniversario.
—¿Pero tú eres imbecil o qué? Nos hiciste pelear por nada.— Le dí un empujón intentando sacarmelo de encima pero no se movió ni un centimetro. Mire su rostro con enojo—¿Por qué rayos dijiste que lo habias olvidado?
— Porque te ves sexy como el infierno cuando te enojas— Me lo quede mirando como si otra cabeza hubiera brotado de su cuello.
—Estas jodidamente loco— Murmure, él se rió antes de bajar hasta que nuestras frentes se tocaron.
— Pero así me amas.
Oh mierda, él tenia toda la razón.
Me beso como si no hubiera mañana, antes de perderme en lo que me ofrecia me hice una nota mental para recordar planear mi venganza. Su cumpleaños se acercaba y estaba seguro como que me llamaba Finn de que esta, se la iba a cobrar