Deseo De Navidad.
Cuando el otoño se acababa y ninguna hoja naranja quedaba en los arboles , el frió empezaba a sentirse tan fuerte que calaba hasta lo mas profundo de tus huesos y el paisaje iba llenándose de un blanco que caía desde el cielo, entonces y solo en ese entonces todo lo que podías pensar era en esos grandes arboles que aun se mantenían verdes: Los pinos.
Tan grandes que tenias que mover la cabeza hacia atrás para lograr ver si quiera la punta, a veces tenias que alejarte un poco para ver todo el esplendor de aquel árbol, y aunque aun no tenia ningún adorno te parecía perfecto para llevarlo a casa.
Tus padres nunca estaban en casa en navidad, siempre tenían cosas que hacer. Pasaban tanto tiempo fuera que a veces eran mas como un vago recuerdo, como un sueño que se te olvidaba al despertar. Pero estabas al cuidado de tu nana y cuando se acercaban la época navideña tus padres proveían el dinero para que tu casa se convirtiera en una "experiencia cálida".
Eras el encargado de elegir el árbol todos los años y siempre elegías el mas grande y bonito que tenían, cuando lo decorabas junto con tu nana y sus nietos que iban de visita siempre te dejaban poner la estrella en la punta. No había nada mejor que tu árbol lleno de luces, esferas y listones.
La cena de navidad siempre la pasabas con personas extrañas para ti, tu nana y sus nietos se quedaban en tu casa en esas fechas y la casa era tan grande que ni te los topabas a menos que los buscaras. Normalmente hablaban de cosas que no entendías mencionando al tío tal y el abuelo tal, como no conocías a esas personas no participabas en las conversaciones.
Al menos hasta que te preguntaban por tus padres...Entonces no sabias que responder ya que tampoco los conocías. Y un comentario de un niño de tu edad te dejo pensando, aunque fue reñido de inmediato por su familia y te dijeron que ignoraras lo que había dicho no podías...
"Tal vez tus padres no te quieren y por eso no vienen..."
Tal vez era cierto, lo pensaste mucho después y estuviste tan serio y callado después que tu nana fue a hablar contigo.
"A veces los padres tratan de darle todo a sus hijos pero se olvidan de lo importante... Tienes que entenderlos" decía y tu asentías sintiéndote como idiota porque ni siquiera estabas preocupado por ello.
Pero después te dijo algo que llamo tu atención de niño. "Si te portas bien y eres buen niño, Santa puede cumplirte un deseo de navidad. Lo que más desees"
Ahora que lo piensas es muy estúpido creer en eso, pero en ese entonces te emocionaba el creer que de verdad solo con ser bueno y pedir por ello te seria concedido un deseo. Incluso le preguntaste a tu nana si habías sido un niño bueno ese año y tu mirada se ilumino cuando obtuviste un si por respuesta.
En la víspera de navidad, a paso lento y sin que nadie se diera cuenta bajabas las escaleras hasta donde se encontraba el brillante árbol de navidad, juntabas tus manos y le pedías a Santa que te concediera solo un deseo...
Año tras año, navidad tras navidad hasta que te olvidaste de ello.
Ahora que eres un adulto recordar eso te da un poco de nostalgia, ¿como de solo deberías sentirte para creer que Santa existía y que pero aun te concedería un deseo solo por ser bueno?
No puedes evitar reír ante la tonta idea, viendo el árbol que decora la habitación en la que estas... Cierras los ojos juntando tus manos recordando como solías pedir con tanto fervor tu deseo.
"Santa...si estas allí solo quiero pedirte una cosa..."
Separas los labios para decirlo pero antes de nada sientes alguien abrazarte por la espalda.
—Perché non sei a letto? (porque no estas en la cama?) -Tuve que venir a buscar a mi rubio preferido.
—Ah, solo estaba aquí viendo el árbol... Recordando. -dices y te acomodas entre los brazos del italiano.
—¿Que cosas recordabas? -te pregunta hundiendo su nariz en tu cabello.
—Una cosa tonta de que si le pedía algo a Santa me iba a cumplir un deseo. -ríes alejándolo un poco y acomodas la cabeza en su pecho. —Que raro..al parecer después de todo Santa me cumplió lo que le pedí.
—¿Le pediste tener un sexi, perfecto y bien dotado esposo italiano? -te pregunta con ese tono altanero que usa cuando presume de lo guapo que es (y siempre). Levantas el rostro viéndolo a los ojos, haces un pequeño puchero antes de decir...
—Nop...En realidad pedí tener muchas copas pistón y una bicicleta. -lo escuchas reír mientras te revuelve el cabello.
—Yo le pedí a Santa tener a un sensual rubio en mi cama y creo que me lo dejo bajo el árbol. -dice mientras te pone algo en el cabello. no tienes que verlo para saber que es un moño.
—¡¡No cuenta si tu mismo pusiste el..!! -ni siquiera puedes decir nada cuando Francesco ya te lleva de regreso a la cama.
"Santa...Si estas allí solo quiero pedirte una cosa. Quiero pasar la navidad con alguien que me ame"
Tal vez no fue santa quien te concedió estar con Francesco, pero a veces era bueno creer que Bernoulli era tu regalo de navidad. (y de todos los días)
Fin.