Molestias Menores.
Capítulo XIV Carnaval.
Autor Original Mysterious Penname.
Traductor Tony Trinket.
Era mediodía cuando L y Light fueron dejados fuera del carnaval por Watari y entraron, Light sonriendo ampliamente y L frunciendo el ceño. La pasarela principal estaba llena de puestos de comida grasienta y puestos de juegos, y detrás de ellos, todos abarrotado en un área, eran los paseos.
L levantó la vista hacia una montaña rusa roja imponente y contuvo un estremecimiento. Al lado de eso había una igualmente aterradora rueda de la fortuna y paseos para algunos niños.
“¡Vayamos a la rueda de la fortuna!” dijo Light, agarrando y tirando de la cadena L hacia allí.
“Tengo un dañino recuerdo infantil relacionado con una rueda de la fortuna, Light-kun. No deseo revivirlo. Sin embargo,” dijo L, caminando hacia un puesto con algunas lollipops, “me gustaría un aperitivo.”
“¡Hey!”
L se acercó al puesto de dulces y señaló a una gran paleta de múltiples colores. “Ese,” dijo al trabajador.
“Ryuuzaki, ¿vamos a ir a algún lado? No quiero pararme y mirar los caminos,” dijo Light.
L pagó por el dulce. “¿A Light-kun le gustan los juegos?”
“…Sí.”
“Entonces participaremos en-”
“Hey, ¿por qué ustedes dos están encadenados?” dijo una voz de repente.
El par miró al vendedor, quien estaba sosteniendo el cambio de L.
L apuntó a Light. “Él está bajo la impresión de que es un gato. Estoy psicoanalizándolo y conteniéndolo. Tú ves, es propenso a ataques de arañazos y silbidos de gato,” dijo fácticamente, y el hombre dio un paso atrás con los ojos abiertos.
Light parpadeó rápidamente mientras era empujado lejos del puesto, registrando lo que L había dicho de él.
“¿Soy un neko ahora, Ryuuzaki?”
“Sí. Aunque creo que va a tomar un poco de tiempo conseguir poner Light-kun a ronronear.”
L desenvolvió su caramelo y comenzó a lamerlo ruidosamente, y Light estuvo a punto de comentar algo cuando ambos oyeron disparos venir de una de los puestos de juegos.
Light se tensó inmediatamente, pero miró y vio que era un que era un juego de tiro al blanco. Falsas armas eran dadas a los jugadores y ellos disparaban con diminutos gránulos a patos tras un vidrio.
“¿Quiere Light-kun intentar esa actividad?”
El adolescente negó con la cabeza. “No puedo disparar armas. ¿Por qué no lo haces tú?”
L lo consideró por un momento, sorbiendo pensativamente su dulce, antes de asentir y dirigir a Light hacia el juego.
Las cejas del que atendía se elevaron cuando vio a L acercarse encorvado con su lollipop a esperar tras el hombre que estaba disparando actualmente.
“¿Tú vas a disparar?” bramó hacia L por sobre el estallido de los gránulos en el fondo.
“Sí.”
“¡Lo tengo!” dijo que hombre que estaba disparando, golpeando el arma. Había golpeado exitosamente un pato. El chico que atendía le entregó un pequeño oso de peluche y alargado y él se lo dio a su novia, que chilló sobre él y lo besó.
Interesante reacción, pensó L, y entonces miró a Light curiosamente.
“Párate aquí, amigo. No tenemos todo el día.”
L asintió y, después de darle el dinero al hombre, tomó el arma entre su pulgar y dedo índice. En la otra mano seguía sosteniendo el lollipop.
El trabajador rió de buena gana. “No hay manera de que vayas obtener ningún patos si la tomas así,” se burló. “Tienes que sostenerla como-”
Sin una palabra, L metió el dulce en su boca, agarró el arma de la manera correcta, y disparó.
BANG. BANG. BANG.
Los patos cayeron, uno por uno, mientras L apuntaba y disparaba a cada uno de ellos justo en el medio de sus ojos pintados. Muy pronto, todos los cincuenta de ellos habían sido derribados.
Light sonrió a la multitud que se había formado alrededor de L y palmeó a su compañero en la espalda.
El que atendía se quedó atónito. “Uh… Um, señor… ¿qué premio le gustaría?” tartamudeó, señalando a los muñecos de peluche gigantes que colgaban en la pared lateral del puesto. “Usted… um, usted obviamente calificaste para el premio mayor, puesto que solo tenías que tirar siete para eso…”
L lamió su dulce por un momento y consideró sus opciones. Había perros, gatos, grandes corazones de felpa, osos…
Y en la esquina, vio al que quería.
“Me gustaría esa avestruz.”
El chico frunció el seño, todavía en shock. “¿Qué?”
“Quiero esa avestruz,” repitió L, apuntando al premio que quería.
“Oh, está bien…”El hombre sacó el peluche de la pared y se lo entregó a L, quien lo tomó y se fue arrastrando los pies.
“¡Gracias!” gritó Light hacia el chico que atendía.
L se abrió paso hacia un cesto de basura y lanzó el palo de su lollippop, luego se puso a examinar su avestruz. Era del tamaño de Light, ojos grandes como los de los dibujos animados, y tenía un cuello exageradamente largo.
“No sé que especie es este modelo,” dijo L finalmente.
“Te lo mereces, sin embargo. ¡Nunca vi a nadie disparar así!”
L giró hacia Light y extendió el juguete hacia él. “¿Le gustaría a Light-kun aceptar tener la propiedad de esta avestruz?” preguntó.
“¿Me la estás dando?”
“No uso este tipo de cosas.”
“¿Entonces por qué jugaste-” Pero Light fue cortado cuando L empujó el avestruz hacia él.
Él la tomó con una sonrisa.
DNDNDNDN
“¿Iremos a la rueda de la fortuna ahora?”
“No.”
“Bien.” Light acomodó su avestruz y miró los caminos con un suspiro. Divisó un paseo de oruga muy lento y cabeceó hacia ello. “¿Quieres ir a ese?”
“…supongo.”
Light tuvo que dejar su premio encima de la maquinaria del operador de juego y L se apretó en la parte de atrás de la oruga para cuatro personas. El tipo que había estado disparando más temprano estaba enfrente de ellos con su novia.
“¿Light-kun acomodará sus caderas?”
“¡¿Pararás de decir que tengo caderas grandes?!”
La chica giró y lanzó a Light-kun una mirada extrañada.
“¿Tú qué miras?” espetó, y ella se dio la vuelta a toda prisa. Light entonces trató de acomodarse para dejarla a L su precioso espacio.
“Hey, amigo. ¿Tienes algun problema con mi chica?” dijo el tipo en frente de él, girando súbitamente.
Light sacudió su cabeza bruscamente. “¿Qué?” siseó, sus ojos entrecerrándose.
L suspiró y buscó dentro de su bolsillo algún caramelo. Está por meterse en otra discusión con alguien…
“Dije, ¿tienes-”
“Te escuché, ¡estúpido asno! Y no, no tengo ningún problema con tu chica. Simplemente no me gusta que la gente me mire embobada.”
La oruga se sacudió y comenzó a avanzar. La música se reproducía en los altavoces instalados en los asientos.
“Es un mundo feliz…” comenzó la canción. La grabación tenía niños cantando, lo cual irritaba aun más a Light.
“¡Ella no te estaba mirando!” exclamó el tipo.
“¡Sí lo estaba!”
“¿Por qué demonios ella estaría mirándote?”
“¡…el maravilloso, mágico jardín!”
“Tal vez ella no quería mirar tu ofensivo rostro.”
El tipo gruñó y se giró un poco más. “Mira, ¿eres alguna clase de listillo?”
“Obviamente soy superiormente inteligente a ti,” arrastró Light las palabras, acomodándose un poco el pelo.
“El mundo de la oruga…”
L miró la discusión y mordisqueó un viejo caramelo que tenía en el bolsillo.
“¿Ustedes dos van a pelear?” intercedió la chica, sin girarse.
“¡No te metas en esto, puta!” dijo Light.
“…con todos los chicas y chicas…”
“¡No insultes a mi novia!”
“¡¿Y que vas a hacer respecto a eso?!”
“¡Cantando juntos la canción de la oruga!”
“Mira, ¿por qué mejor no te vas corriendo con tu espeluznante noviecito antes de que te parta-”
¡WHAM!
“… ¡Y tú estarás en felicilandia también!”
DNDNDNDN
“Light-kun tuvo suerte de que ese hombre corriese a los baños en lugar de reportarlo.”
“¡Se lo vio venir!” dijo Light, abrazando su avestruz y caminando a lo largo de los anchos caminos.
“Ese fue un golpe muy contundente,” murmuró L.
“¡Te insultó!”
Caminaron en silencio por un rato, entonces Light lo vio:
El Ciclón Demoniaco.
“¡Quiero ir a ese!”
L hizo una mueca ante la vista de la montaña rusa. No lo creo.
Light se puso en la fila, pero no escuchó ningún tintineo siguiéndolo y giró. Vio a L desbloquear la cadena.
“Podemos ingresar con la cadena puesta.”
L sacudió la cabeza. “No voy a subir. Simplemente estoy haciendo posible para Light-kun montarla,” dijo tranquilamente.
“No quiero ir solo. Ven conmigo.” Light hizo un puchero.
“¡Le he dicho a Light-kun un millón de veces que la patética mirada de perrito abatido no funciona conmigo!”
DNDNDNDN
“Bienvenidos al Ciclón Demoniaco. Por favor mantengan sus brazos y piernas dentro del carro. Si usted tiene problemas de espalda o cuello, recomendamos no montar el Ciclón Demoniaco. Kheel Parks y Entretenimientos no se responsabiliza por ninguna lesión ocurrida en el Ciclón Demoniaco. Abrochen sus cinturones… señor, por favor siéntese correctamente, gracias… ¡Disfruten su paseo!”
“¡Light-kun me debe una!”
Light sonrió malignamente cuando la montaña rusa salió disparada y chasqueó en la pista. L estaba sentado junto a él, sus nudillos blancos por apretar fuertemente el arnés sobre su hombro.
“¡Calmate, panda puff!”
Estuvieron en la cima de la montaña y miraron hacia abajo.
L se puso blanco.
Light se agarró al brazo del detective.
Cayeron.
La gente en el suelo escuchó un distintivo “¡Quince por ciento!” siendo gritado desde la montaña rusa y se miraron entre sí curiosamente.
DNDNDNDN
“Espero que Light-kun esté satisfecho.”
Light asintió y sonrió hacia L.
“Light-kun quería ir al Ciclón Demoniaco, y lo hicimos,” murmuró L. Suspiró ante su sonriente compañero y sacó su teléfono. “Llamaré a Watari y nos podremos ir.”
“Está bien.”
L llamó a Watari y gruñó cuando escuchó que el mayor estaba atascado en el tráfico. “Hmm. Iremos a esperar afuera por ti, Watari.”
L condució a Light hacia la entrada, pero de pronto giró la cabeza y vio la rueda de la fortuna. Volvió la mirada hacia Light, quien se estaba quejando con las plumas del avestruz.
¿Por qué estoy haciendo esto? Tal vez pueda darme algo de información sobre Kira. No lo sé.
“…¿Sigue Light-kun deseando subir a la rueda de la fortuna?” inquirió.
El chico parpadeó, mirando a L. “¿Qué- Oh, sí. ¿Estás de acuerdo con ir?” respondió Light.
“Creo que puedo reprimir mi trauma de infancia por el tiempo requerido.”
DNDNDNDN
Subieron a su góndola y se sentaron en silencio mientras eran elevados lentamente en la oscuridad del cielo.
“¿Light-kun?”
“… ¿Hmm?”
“Deslízate lejos.”
“Oh. Claro.”
Light se movió de manera que estuvo sentado enfrente de L y miró tranquilamente la ciudad por un rato.
“… ¿Watari está en el trafico, entonces?”
“Sí.”
“Oh. El trafico alrededor de aquí es un asco.”
Silencio.
“El cabello de Light-kun está parado.”
“Maldición.” Light trató de aplanar su pelo, pero el viento solo lo levantaba otra vez. El cabello de L permaneció inmóvil. “¿Ryuuzaki?”
Un respiro. “¿Sí?”
“Oh, em… Tú eres un buen disparador. Un muy buen disparador.” Murmuró Light, bajando el ceño fruncido a su regazo.
“Lo sé.”
“Sé que lo sabes.”
“¿Entonces por qué Light-kun lo dijo?” preguntó L, ladeando su cabeza hacia un lado.
“Para llamar tu atención.”
“Eso no tiene sentido.”
“¡No todo tiene una formula, Ryuuzaki!”
“¡No, Light-kun tiene una muy complicada formula!”
“¡No soy complicado! ¡¿Estás diciendo que soy difícil de tratar?!”
“¡No saltes a conclusiones!”
Light arrojó el avestruz para golpear a L en la cabeza con ella, pero L puso un pie para bloquearla y aterrizó con un “¡whump!” en el borde de la góndola.
“¡Atrápala!” dijo Light, y ambos saltaron para salvarla, pero llegaron muy tarde.
Vieron como el avestruz caía haciendo espirales en el aire hacia el suelo y caer en el medio de una multitud que gritaba.
“¡Light-kun perdió su premio a causa de su torpeza!”
“¡Es tu culpa!”
Se tiraron en sus asientos de vuelta y se sentaron mirándose fijamente hasta que la góndola tocó el suelo. Una vez fuera, Light persiguió su avestruz y la encontró en las manos de unos niñitos sucios.
“¡Hey, esos son los mocosos del centro comercial! ¡Los que robaron mi ropa!”
L contuvo a Light de irse de puñetazos con los chicos y se acercó a ellos. Lo miraron con nerviosismo.
“Son los tipos encadenados,” susurró uno de ellos.
“Si me das el avestruz, contendré al psicópata al que estoy encadenado de descuartizarte,” dijo L tranquilamente.
Los niños miraron al hombre pálido que se avecinaba y se liberaron al juguete.
“Ahora corran.”
Corrieron.
L giró hacia Light. “Será mejor que Light-kun mantenga cuide esto.”
“Lo haré.”
DNDNDNDN
A la mañana siguiente, cuando L se despertó con un avestruz sentada en su pecho, deseó no haberla ganado para Light.
“Subiendo a tres por ciento,” dijo L arrastrando las palabras.
“¿Por qué?”
“…Asalto de avestruz.