Molestias Menores.
Capítulo XLVIII Clases de Baile.
Autor Original Mysterious Penname.
Traductor Tony Trinket.
Un par de días después, era momento de las temibles lecciones de danza. Se vistieron (L en su usual vestimenta y Light en ropa azul para sudar combinada- “¡Es un workout, Ryuu!”) y entraron a la limo, Watari conduciendo.
“¿En qué tipo de danza nos inscribiste, Ryuuzaki?” preguntó Light, examinando su pie para asegurarse de que estaba en condiciones para bailar.
L miró directamente hacia él. “Hice que Watari eligiese.”
“Bueno, ¿en qué tipo de danza nos inscribió él?”
“No lo sé.”
“Pfff…”
L escuchó la ruidosa exhalación junto a él e inmediatamente supo que Light se estaría quejando todo el día, algo que no estaba buscando escuchar. Se estiró y trató de arreglar su cabello (que todavía estaba desordenado por unos días antes), pero fracasó. Todo intento de domesticar su cabello había sido un fracaso; Incluso cuando Light había utilizado un poco de spray y gel en él, siguió siendo el mismo. El adolescente proclamó que era una entidad propia y que ahora se refería a ella como el “Puff.”
“No te molestes con esa jungla, Ryuuzaki. El secado con secador lo hizo indestructible. Sería divertido teñirlo de muchos colores y hacerte pasar por un payaso,” comentó Light.
“No estoy de acuerdo,” respondió L con sequedad.
“No tienes sentido del humor.”
“No deseo tener uno.”
“Ves, ese es el problema aquí. Necesitas desarrollar tu personalidad un poco más.”
“Subiendo tres punto siete por ciento.”
“¡¿Por qué?!”
“Por ser presuntuoso.”
“…presuntuoso, dice el Señor Justipuff.
L frunció el ceño y se volvió hacia Light. “Poner puff después de todo lo que no lo hace divertido,” espetó.
“Yo creo que es divertido, Ryuu-puff. Una vez más, no tienes sentido-”
L lo golpeó en la cara.
Se quedaron sentados en silencio por un momento después de eso, L masticando su pulgar hasta que decidió que comería sus gomitas en forma de gusanos. Metió la mano en su bolsillo…
Nada.
Buscó en el otro bolsillo. Nada.
¿Cómo pude no haber traído mis gusanos? ¡Recuerdo haberlas puesto en mi bolsillo ayer!
“Light-kun.”
“Qué,” gruñó Light, su rostro aun rojo por el anterior asalto.
“¿Dónde están mis gusanitos?” preguntó L, sus ojos más abiertos de lo usual.
El hombre más joven elevó una ceja. “¡No sabía que tenías larvas! ¿¡Son por una infección, no es así!? ¡Seguro los tienes por nunca usar zapatos, tú cerdo!”
“¡No tengo larvas! Estaba hablando de mis gomitas de gusanos,” interrumpió L, irritándose más cada segundo.
“Oh. Me los comí.”
Un latido.
“¿Light-kun comió mis gomitas?”
El adolescente asintió, frunciendo el ceño cuando vio a L inclinarse hacia él. “Sí, tú estabas durmiendo una siesta en el sofá y no pensé-”
“¡Idiota! ¡Esos eran mi única fuente de azúcar!”
“¡No lo sabía!”
“¡No puedo vivir sin azúcar! ¡No puedo vivir sin ella, Light-kun! ¡No puedo-”
Light apoyó una mando en el brazo de L. “Cálmate, Ryuuzaki…”
“No me toques,” siseó L.
Retrocediendo, Light desesperadamente miró alrededor de la limo por algo con lo que mantener tranquilo a L durante la sesión. Lo único que encontró fue una botella en miniatura de whisky escocés y él sabía que no tendría el menor efecto en L, por lo que sólo agitó las manos estresado mientras L se balanceaba de un lado a otro, mordiéndose el pulgar.
“Hemos llegado,” dijo Watari desde el asiento de conductor, aparentemente no habiéndolos oído entrar en pánico. Detuvo el auto y los miró bajarse, una pequeña sonrisa en su rostro, antes de acelerar.
“Terminemos con esto,” gruñó Light.
“Claro.”
Entraron en el estudio de baile y vieron a otras cinco parejas ya presentes -todas ellas conformadas por un hombre y una mujer. Todo el mundo miró fijamente extraño par en silencio.
“¡Hola!” el instructor –un bajito y delgado hombre- saludó mientras se acercaba a ellos. “Estoy feliz de que se nos unan, ¿okay? Ahora vengan aquí así podemos empezar, ¿okay? Okay.”
“No me gusta esto,” susurró Light a L, pero el detective pareció concentrarse en algo más. “Bien. No me escuches.”
“Creo que a ustedes dos les va a gustar esto, el baile de salón no requiere ningún levantamiento, así que deberían estar bien, okay,” dijo el instructor mientras se dirigía a la parte delantera de la sala, el espejo detrás de él lo que hacía fácil para todos mirar a L y Light un poco más.
“Okay, vamos a empezar con algunos simples pasos. Por favor hagan espacio y pónganse en posición, con la mano de la mujer encima de la del hombre.”
L y Light se dirigieron hacia la esquina trasera de la habitación y se miraron el uno al otro.
“Espero que Light-kun sepa que su mano va arriba,” dijo L, tomando la mano del otro y posicionándolo correctamente.
Light sacudió su cabeza y cambió la posición de sus manos. “Yo no soy la chica.”
L torció el brazo de Light, pero el más joven le daba una buena pelea y no podía ganar. El instructor se acercó y dio un “tsk”.
“Okay hombrecito, tu mano va a estar arriba, ¿okay?” dijo a L.
“No, no lo está.”
“Okay, solo ponla allí de esa manera.” Posicionó la mano de de L arriba y los empujó junto con las otras parejas. “Okay, ahora sigan a los demás.”
Inició la música y los otros, aparentemente no completamente principiantes, comenzaron a moverse con el ritmo. Light, aun feliz por ser el “hombre,” trató de hacer a L seguir los mismos pasos básicos que los otros, pero L solo se balanceaba un poco.
“¡Tienes que moverte, Ryuu!”
“¡Estoy intentando!”
Light tiró de L hacia la izquierda para evitar una colisión con otra pareja. El detective tropezó y trastabilló hacia adelante, estrellando su cabeza contra la de Light.
“¡Buen trabajo, genio!” espetó Light, sacudiendo su cabeza en respuesta al dolor. “¿Qué está mal contigo?”
“¡No he tenido mi cantidad requerida de azúcar porque Light-kun devoró mis gusanitos mientras estaba durmiendo!”
“¡No los devoré! ¡No soy un animal!”
“¡Okay, ustedes dos! Van a tener que moverse más rápido ahora, ¿ok?” los llamó el instructor mientras se acercaba.
“¡Okay!” gritaron los dos en respuesta, haciendo que el hombre retrocediese.
“Mueve tu flaco trasero para aquí,” ordenó Light. Tiró a L hacia el otro lado. “¡Para de tropezar!”
“Subiendo tres por ciento.”
“¿Por qué?”
“Por ser grosero.”
“Como sea. Tus cálculos no tienen sentido por tu falta de azúcar, de todos modos…”
“¡Controlen su danza, jovencitos!” gritó la voz de una mujer junto a ellos.
Light levantó la mirada y vio que él y L habían accidentalmente acorralado a otra pareja. La mujer de apariencia sana se burlaba de ellos.
“Fíjate hacia donde diriges a tu… pareja,” añadió.
“Bueno, no tienes que enojarte por eso,” replicó Light.
“¡No le hables a mi esposa de esa manera, chiquillo!” dijo el hombre audiblemente, dando un paso hacia delante.
Light se encogió un poco. L miró el piso y pensó en azúcar.
“¡Discúlpate, tú, pequeño punk!”
“Um…” Aunque Light no quería ser aplastado por este hombre, también sintió la necesidad de proteger su orgullo, así que cruzó los brazos e intentó mirar al hombre hacia abajo. No funcionó.
“¿Señor?” preguntó L súbitamente, levantando la mirada hacia el hombre.
“¿Qué?” gruñó el tipo, aun mirando fijamente a Light.
“Si continua molestándonos, tendré que removerlo físicamente de este estudio de danza.”
Los ojos de la mujer se abrieron y dio un paso hacia atrás, con los ojos alternando rápidamente entre el jorobado bicho raro y el desaliñado adolescente de cabello rosa. “Cariño, vayámonos de aquí,” dijo.
“¿Qué?” preguntó su esposo, obviamente no dispuesto a dejar salir ileso a Light.
“Nos vamos.”
Ella lo sacó del estudio y el instructor los observó irse con tristeza.
“Vuelvan pronto, ¿okay?” les gritó.
L, que estaba desarrollando un dolor de cabeza bastante desagradable, agarró la mano de Light para que el adolescente estuviera en la parte superior y lo empujó de nuevo hacia el centro del piso. Tropezó con sus propios pasos y trató en vano de ignorar como Light ocasionalmente se presionaba contra él.
“Okay, ahora trabajaremos en los dips (N/A: es un paso común en tango o salsa en el cual el “hombre” toma por la cintura a la “mujer” y la hace balancearse hacia atrás sin dejarla caer), ¿okay?” dijo fuertemente el instructor de danza. “Ustedes dos, déjenme posicionarlos, ¿okay?” Se acercó a la extraña pareja y le mostró a L cómo balancear adecuadamente a Light, pero el hombre de pelo negro estaba demasiado ocupado pensando en azúcar y no lo captó del todo.
“¡Okay, ahora intenten ustedes solos!”
L balanceó a Light hacia el suelo de forma desordenada, para gran horror del instructor. Light trató de estabilizarse para no golpearse la cabeza contra el suelo y puso una pierna entre las piernas de L.
“¡Mrrgh!” la visión de L se oscureció. La última cosa que vio fue a Light arrodillándose sobre él, mordiéndose el labio con preocupación.
DNDNDNDN
“Oohh…” L estaba tendido en su cama, una bolsa de hielo cubriendo sus doloridas partes privadas. “Light-kun…”
“¿Sí? ¿Necesitas algo?”
“Lollipop…”
“Oh.” Light se removió incomodo y agachó su cabeza. “Verás…”
“Light-kun se comió el resto de mis lollipops, ¿no?”
“Sí.”
“Oohh…”
DNDNDNDN
Entrada numero 2
Hora: 9:31 PM
Light me pateó mientras estaba intentando balancearlo. Dolió.
Estoy enojado con él porque se comió toda mi comida, y Watari va a estar ocupado mañana así que Light y yo tendremos que ir a la tienda juntos. No disfruto yendo a lugares con Light.
El baile fue un fracaso. El cuerpo de Light estaba demasiado cerca del mío para que me sintiera cómodo y no podía concentrarme correctamente debido a la falta de azúcar.
-L