Molestias Menores.
Capítulo IX Centro Comercial (parte 2).
Autor Original Mysterious Penname.
Traductor Tony Trinket.
Después de una infructuosa búsqueda de los dos niños, Light y L decidieron que lo mejor era no llamar la atención y no informar de ello a los guardias de seguridad. Dos hombres encadenados –uno de ellos particularmente extraño a la vista- reportando un montón de mercancía perdida serían demasiado perceptibles.
Y así, con corazones pesados, el dúo de mala suerte volvió al buffet y terminó de comer, Light despotricando todo el tiempo acerca de los ladrones.
“¡Absolutamente increíble!” dijo Light, mientras L escogía un brownie. “¡¿Qué harán ellos con mi ropa, de todas formas?! ¡No es como que ellos tengan algún sentido de la moda! ¡Esos pequeños roedores!”
L miró hacia arriba y vio que no habían visitado muchas de las tiendas de ropa hasta el momento, y se preguntó cuánto más del centro comercial podría aguantar. Estar cerca de un gran número de personas, tal como está representada con los chicos, no resultó en nada bueno en la mente de L. Volvió su mirada a la cara roja del adolescente frente a él y se aclaró la garganta.
“¿Light-kun quiere ir a ver algunas tiendas más, o ha recibido su dosis de centro comercial?” preguntó pacientemente.
“No, no lo hice. De hecho,” dijo L, la cara brillando, “quiero que tú te pruebes un par de cosas.”
“Yo no creo eso.”
“Yo creo eso.”
“Bueno, debo ne-” comenzó L, pero fue empujado súbitamente de su asiento. “¡Light-kun!”
“Muévete, Ryuuzaki. Tu camiseta simple, blanca y vieja, y tus jeans holgados están por irse.”
“¿Ir a dónde?”
“A la basura, ¡y no volverán!”
L frunció el ceño mientras se metía a una tienda con muchos hombres del estilo de la misma. Este simplemente no era su tipo de ambiente.
“Light-kun se preocupa demasiado por mi apariencia. Esto hace que me cuestione varias cosas acerca de él.”
Light no lo escuchó. “…Y, ¡oh! ¡Esta camiseta lucirá genial en ti! ¡Mira esto! Estos pantalones acentuarían tu-“
“Light-kun me entregará la ropa que considera apropiada para mi e intentaré probármelas por esta vez,” interrumpió L. Cogió las diversas cosas de la mano de Light y abrió la cadena. “Siéntate en esa silla.”
Light miró hacia la silla y arrugó su nariz. “¡Pero está toda mugrosa!”
“¡Siéntate, Light-kun!” Light se sentó. “Quédate ahí.”
L fue encorvado hacia el vestuario y el más joven se quedó solo fuera de ella, sus brazos y piernas cruzados como normalmente. Decidió satisfacerse observando a algunas personas.
Un chico caminaba por allí, tal vez de su edad. Llevaba una camisa de color amarillo brillante y unos pantalones de carga hacia su camerino.
¡Esos son las prendas más horrorosamente espantosas que he visto! La gente de verdad necesita un poco de ayuda profesional. Debo cobrarles y decirles como verse tan bien como yo.
Después de eso, un hombre en sus tempranos veinte pasó corriendo junto a Light. El adolescente hizo un pequeño sonido de disgusto y cubrió su nariz delicadamente.
¡Eew, él apesta! Tal vez necesito enseñarles acerca de higiene primero, entonces podríamos avanzar hacia las prendas. ¡En serio, solo es una ducha! ¡Es todo! Necesito decirle a Ryuuzaki eso también. ¡¿Cuándo fue la última vez que ese desaliñado panda tomó un baño, de todos modos?!
Entonces, saliendo de la nada, una chica se acercó y estaba a punto de pasar por delante de él como los demás, pero se detuvo y parpadeó en dirección a Light.
Oh Dios, una chica. ¿Qué quiere? ¿No puede ver que estoy ocupado criticando a estos payasos?
“¡Hey Light!” dijo ella, sonriendo. Ella extendió los brazos como si esperara un abrazo.
¡¿Cómo voy a presionar mi cuerpo contra el de ella?! ¡Como si!
“¿Te conozco?” Light arrastró las palabras, dándole un aspecto snob.
Ella se vio angustiada. “Light, ¿no te acuerdas de mí? Soy-
“¡Light-kun escogió ropa horrible para mí!” Exclamó L, saliendo abruptamente del pequeño cuarto. Llevaba un par de bien ajustados jeans y lo que habría sido una buena camiseta…
…Si no la llevara al revés.
“Por favor déjanos.” Light-kun no me está vistiendo apropiadamente y debo encadenarlo a mí una vez más,” dijo L a la chica. Ella echó un vistazo a su mirada y salió corriendo, sin regresar su mirada a Light ni un segundo.
L volvió su mirada a Light. “¿Quién era esa?”
“Como si me importara. Tienes tu camiseta al revés, Ryuuzaki.”
“No, no la tengo.”
“Sí, la tienes.”
“¡Tal vez si Light-kun no hubiera escogido ropa tan complicada de vestir, entonces no estaríamos en este predicamento!”
“¡No es complicada, tú estilo simplemente es desaliñado!”
“El gusto de Light-kun es indignante y escandaloso!”
“¡¿Estás bromeando?! ¡Me visto un billón de veces mejor que cualquier patán sin cerebro aquí!” Replicó en voz alta.
Tal vez demasiado alto, ya que cinco minutos más tarde, fueron expulsados del centro comercial.
L estrelló la cadena de nuevo en la muñeca de Light, sin mirarlo.
“¿Qué? ¿Vas a darme la ley del hielo? Bien. Supongo que eso me deja a mi toda la conversación, entonces,” chasqueó Light.
“¡No!” dijo L. “Vamos… Volvamos a casa.”
¿Casa? “De acuerdo. Pero yo conduciré esta vez, así que no mates otro pájaro.”
“¡¿Cómo se enteró Light-kun de eso?!”
FIN (por esta semana)
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