Molestias Menores.
Capítulo III TV.
Autor Original Mysterious Penname.
Traductor Tony Trinket.
Light tiró de las cadenas para arrastrar a L lejos de la computadora y adentrarlo a la cocina. El mayor había restaurado su cabello a su estado desordenado y no había hablado mucho con Light en los últimos días, optando en su lugar por trabajar incesantemente en el caso. Light intentó cambiar eso.
“Ryuuzaki, ¡vas a incendiar tus ojos si continuas mirando la computadora por más tiempo!” lo regañó, dándole a la cadena un rápido tirón y causando que el detective trastabillara un poco. “¡No puedo creerlo!”
L se irguió tanto como pudo y trató de empujar a Light de vuelta al escritorio. “¡Se le llama convicción, Light-kun!”
“¡Bueno, es ridículo!”
“¡Tú cara es ridícula!” gritó L, olvidando sus patrones de habla habituales.
Después de ese muy mal esculpido insulto, (probablemente el peor que L le había dando a alguien) el hombre de pelo negro estaba tan aturdido por su propio infantilismo que se dejó llevar hasta la cocina. Parpadeó aturdido, viendo como Light tomaba unas galletas saladas y luego se dejó llevar hasta el sofá.
Light encendió la televisión con una sonrisita y felizmente comió sus galletas saladas bajo en grasas. L se silenció.
“¿Qué quieres ver, Ryuuzaki?
El detective tiró sus rodillas cerca de su pecho y apoyó la barbilla en ellas, haciendo algo parecido a un puchero.
“Bien. Yo elegiré algo.” Light espetó, y cambió enfurruñado a una especia de canal de moda.
“¿Light-kun se preocupa por la moda?”
“¿No es obvio?” respondió Light, haciendo un gesto hacia su propio conjunto de ropa.
“No lo creo.”
“Bueno, ese es el señor 'tu cara es ridicula' al habla, así que no tendré eso en cuenta.”
L frunció el ceño, y el par se sentó en silencio durante un rato antes de que se cansaran de los tontos senderismos de la televisión.
“Dame el control, Light-kun.” Light negó con la cabeza. “No puedo ver esta tontería.”
“¡Podrás cambiarlo cuando pase la hora!”
“¡Pero no quiero ver esto!” dijo L, llegando a más y tratando de tomar el control remoto de su lugar junto al muslo de Light.
“¡Bueno, pues que mal!” replicó el adolescente. Sostuvo el control remoto y empujó la cara de L con la otra mano.
L golpeó la mano de Light fuera de su camino y saltó como una rana, arrebatando su premio en el aire y aterrizando hecho un ovillo en el suelo. Rodó sobre su otro lado, apuntó e hizo click.
La televisión se apagó.
Light y L se miraron el uno al otro durante unos minutos, jadeando, hasta que Light levantó la nariz y deliberadamente metió otra galleta en su boca. Cruzó sus piernas, pateando a L en el proceso.
“Podrías haberlo pedido amablemente, Ryuuzaki. Tú eres taaaaan dramático.”
“¡¿Sí?! Pues, tu eres… um… ¡estupido!
Light levantó una ceja y negó con la cabeza.
L decidió renunciar a las remontadas por el día.
Y a ver televisión por mucho, mucho tiempo.
FIN (ya saben, de este drabble)
Siguiente drabble: Bananas
Parece que no llego a las 500 palabras. Abriré un espacio para publicidades...
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