Capítulo 1
Kang In
Aún recuerdo la primera vez que lo vi, a él y su hermosa sonrisa que iluminaba el salón apenas ponía un pie en él, a él con cada uno de sus comentarios cargados de sarcasmo e ideas inteligentes. Aún recuerdo el día en que me enamore y mi mundo se convirtió en del otro.
Mi nombre es Kim Young Woon y estoy completamente enamorado de Kim Minseok, un pequeño de ojos marrones y cabello cambiante de color que con ser él mismo se volvió mi vida, mi todo.
Estoy a horas de contraer matrimonió y convertirme en la persona más feliz sobre la faz de la tierra, hace sólo un par de horas nos despedimos ya que él debía dormir, aunque sabía que no lo haría y yo debía prepararme, aunque sin él no sería lo mismo.
Actualmente estoy acostado boca arriba sobre mi cama pensando en nuestro último beso de novios y en nuestro próximo beso como esposos, no puedo dejar de sonreír como un bobo.
Tomó el teléfono que descansa sobre la mesa de luz, al lado de mi cama, y marco su número. Necesitó escuchar su voz, su risa y sus labios diciéndome que me ama, que a pesar de todas mis inseguridades él estaría conmigo, porque me ama y no por algo completamente diferente. Y al segundo tono descuelga.
– ¿Hola? ¿Kang? ¿Y eso que me llamas? – Escuchó su voz pronunciar mi apodo y sé de inmediato que se encuentra acostado boca abajo y está peleando con el sueño hace un tiempo sin poder conciliarlo. Lo conozco demasiado.
– Hola amor, sólo llamaba para escuchar tu voz, sé que hace menos de dos horas estábamos juntos pero ya te extraño, me haces falta – Escucho una risa del otro lado e inmediatamente sé que sonríe contra el auricular mientras cambia de postura colocándose de lado.
– Y yo te extraño a ti amor, quiero que ya llegue el día de mañana, aunque tengo miedo sobre algunas cosas – Escuchar ese suspiro acompañado de esas palabras sólo me hace querer correr desde mi casa como un loco, a las dos de la madrugada hasta la suya y dormirme junto a él, compartiendo un abrazo y poder percibir su olor a flores pero con un toque dulce, amo su olor.
Y... Jodidamente ¡sí!, es justamente lo que voy a hacer, no veo por qué no poder pasar la noche con mi futuro esposo, justo la noche antes de la boda.
– Amor, deja la ventana de tu cuarto abierta en 10 minutos estoy allá, Te amo – Vuelvo a escuchar una risa seguida de una afirmación y un "Te amo" suave, corto el teléfono y me levantó de un salto de la cama.
Me visto con lo primero que encuentro que es un pantalón holgado, una musculosa negra y una campera de un equipo de footboll americano; tomos las llaves de mi casa, mi cartera, las llaves del auto y me voy como alma que lleva el diablo a su encuentro.
Enciendo el auto y Cia me recibe con su música, voy cantando las canciones por las calles desiertas de Seúl, donde los semáforos me devuelven una luz intermitente amarilla que repite su patrón, recordándome que es más tarde de lo que pensaba y que debo andar con precaución. Pero ¡joder!, cruzaría el mundo por el menor.
Apagó la radio al llegar al frente de su casa junto a las luces, no quiero que su madre me castre justo la noche antes de mi boda. A veces puede llegar a ser muy estricta y convencional.
Aparco el coche en frente de la casa y me deslizo fuera del vehículo, rodeo la casa hasta la parte trasera, donde está la habitación de Min, trató de buscar en la penumbra la enredadera que tanto conozco y subo mi peso en ésta, mientras mis 25 años me recuerdan que ya no tengo la agilidad de adolescente, escaló hasta llegar a la ventana del cuarto.
Destrabo el seguro de la misma y la deslizó hasta arriba, cuando está completamente abierta paso mi cuerpo por esta, aterrizando en el sillón, donde al hacer ruido veo como Min prende las luces. Se ilumina la habitación y no hago más que sonreír como el tarado enamorado que soy.
Minnie viste con un pijama cómodo de seda azul, se ve tan puro y hermoso con su cabello enmarañado, sus ojos en un tono rojizo que me comprueban su falta de sueño.
Me acercó a él y sin medir palabras le tomó las manos, acercándolo a mi cuerpo y en el medio del abrazo reclamó su boca. Sus carnosos labios acarician los míos con delicadeza y el beso sólo posee amor, siempre he tratado de respetar su pureza pre-matriminial.
Hay veces en que he deseado tocar y poseer su cuerpo, que mi boca explore por el mapa de su cuerpo, se pierda una y mil veces en él. Pero debo respetarlo, lo amo demasiado, así que la noche de mañana podré mostrarle una nueva forma de amar, que es igual de intensa y embriagadora que la que poseemos ahora.
Antes de separar nuestros labios, tomo con mis dientes su labio inferior y lo alejó de a poco hasta soltarlo, el pequeño gemido que lo acompaña lo único que provoca en mí es llevarme al borde y no querer volver.
Siento sus manos rodeando mi cuerpo y su cabeza descansar contra mi pecho e inmediatamente mis manos rodean su cuerpo y coloco mis brazos sobre sus hombros y recargo mi mentón en su cabeza.
– Hola pequeño – Susurro, pero sé que me ha escuchado ya que siento como sus brazos se aprietan aún más en mi cuerpo y escuchó un balbuceo contra mi pecho, aunque al conocerlo tanto sé que me contestó un "Hola Kang".
Me suelto de a poco del abrazo y me siento en la cama, atrayendo a Min a si se sienta sobre mis piernas. Él se acomoda sentándose de costado y apoya de nuevo su cabeza en mi hombro. Tomó su mano con la mía y hago figuras imaginarias con mi pulgar sobre ella.
– ¿Cómo estas pequeño? – Siento como se remueve sobre mi regazo, como si estuviera incómodo.
– Pues siendo sincero, nervioso Kang ¿Estás seguro que quieres casarte conmigo?, O sea ¿Crees que soy lo suficientemente bueno para ti?, No...no lo sé KangIn, siento que no podre complacerte que no soy lo que quieres –Siento la desesperación en su voz y sólo me nace abrazarlo más junto a mí.
– Minnie, te lo dije muchas veces, eres el amor de mi vida, no hay nadie más perfecto para mí que tú, quiero que entiendas que de las millones de personas que habitan este mundo te elegí entre todas ellas, nunca dudes del amor que siento por ti, así como yo no dudó del amor que tu sientes por mí.
“Minnie desde el primer momento en que te vi me cautivaste, hiciste que todos los pedazos de mi corazón que estaban rotos se conecten y pueda estar completo. No hay nadie aparte de ti que me haga sentir en la forma en que me siento.
Eres mi complemento y yo esperó ser el tuyo, no estés inseguro, mi vida, sólo debes estar a la expectativa de todas aquellas cosas que nos pueden ocurrir juntos, piensa en los momentos felices, en las risas y en los llantos, todo ellos demuestran que no hay forma de vivir el uno sin el otro.
No te sientas inseguro de lo que va a ocurrir mañana, sólo va a ser un paso más, un paso más cerca, vamos a estar unidos de una manera superior, vas a ser mi esposo y solamente voy a ser tuyo, como tú serás solo mío.
Y claro que eres lo suficientemente bueno para mí, no hay nada mejor. Eres el mejor regalo que la vida pudo darme, sin tu amor estaría perdido, mis días serían sólo rutina de algo inconexo que se repite una y otra vez, algo que no posee un sentido. Tú eres el culpable de mi necesidad hacia ti, no podría concebir una vida si tú no estás en ella junto a mí.
Eres mi todo y mi fin último. Ten confianza pequeño y sonríe porque mañana podré gritarle al mundo que eres sólo mío y el mundo estará celoso de mi por tenerte a mi lado” – Tomó su rostro entre mis manos y hago que me mire a los ojos.
– Pero... ¿Por qué eres tan perfecto? ¿Sabes? hay gente que puede ofrecerte más que yo, Kang yo sé que me amas pero también que tú quieres hacer… mmm tú sabes... eso ¿Y si yo no soy lo suficientemente bueno? – Escuchó su voz angustiada y mi corazón se estruja con cada una de ellas.
– Pequeño, no hay nada en ti que no pueda gustarme, estoy locamente enamorado de ti, contigo no tendré sexo, haré el amor y de una forma incomparable porque será con la persona que amo – Acarició su mejilla mientras le sonrió – No necesitó de alguien con experiencia sólo te necesitó a ti.
“Y tu cara es hermosa y será hermosa cuando te posea, cuando seamos uno, cuando tú me sientas y yo te sienta, en cada acción te mostraré lo que mi corazón siente cuando está contigo, como las mariposas y bombas nucleares hacen desastres en mi estómago con una sola mirada tuya.
Y el saber que seré el primero es mejor aún, sabes que soy celoso, no podría soportar que me dejes por ser menos. Esperé por ti porque es un obstáculo que tuve que superar para ganarme tu amor y la espera no hizo más que potenciar mis ganas, no tengas miedo Minnie, confía en mí” – Veo como intenta sonreír pero hay algo en su mirada que me desalienta.
– Kang... es que aihhhh ¿Y si no soy un buen esposo? Sabes que no sé cocinar, ni nada de tener una casa en orden, podría no ser lo que esperas, no quiero decepcionarte – Él muerde su labio inferior y yo sólo quiero tomar ese labio entre los míos y hacer que se calle por decir cosas tan absurdas.
– Minnie ¿Cómo vas a decir eso?, Claro que serás un buen esposo, eres la mejor persona que conozco, eres completamente perfecto, con cada una de tus imperfecciones, deja de hacer ideas utópicas en tu cabeza, ya lo dije eres perfecto para mí, si no sabes cocinar, aprenderemos juntos, si no sabes cómo tomo el café, voy a enseñarte, si te molesta mi ropa tirada por toda la casa, me regañaras y aprenderé. Vamos a aprender juntos, porque nos amamos.
“Tranquilo pequeño, lo que va a ocurrir mañana es mágico, vas a dormir conmigo abrazado todas las noches, vamos a ver esas películas románticas que tanto te gustan los domingos tirados en un sillón haciendo nada y todo a la vez. Vamos a formar una familia, la familia que nunca tuve la tendré contigo y no necesitaré nada más que tus besos de buenos días para sonreír todo el día como un imbécil mientras en el trabajo me gastan bromas y yo utilice tus respuestas inteligentes para hacerles notar que están celosos de mi felicidad, porque yo te tendré y ellos no.
No tengas miedo, porque estaré aquí contigo afrontando todo, de la mano y con la frente en alto” – Le veo sonreír y asentir, sé que sigue con miedo pero ellos están buscando su respuesta poco a poco y sé que cada una de mis palabras son ciertas, porque no hay lugar en el mundo donde me sienta más seguro que con él.
Lo alzó desde la cintura e inmediatamente sus brazos me rodean, lo acuesto en la cama y yo me quitó la chaqueta y las zapatillas y me acuesto tras él, lo atraigo hacia mí en un abrazo y beso su cabeza.
– Deja de pensar mi niño, ahora duerme, mañana será un nuevo día, un día muy especial – Él se acurruca a mi lado y me desea dulces sueños antes de entrelazar sus dedos con los míos.
Siento su respiración más tranquila y sé que por fin pudo consolidar el sueño y yo no hago más que dormirme con su aroma a flores y miel, dormirme en un sueño que al igual que la realidad es perfecta, porque él está conmigo.
(…)
Me despierto porque el sol entra por la ventana por la que pase anoche, recordándome que no cerré la cortina.
Volteo mi cabeza y veo el reloj que descansa en la mesa de luz y me doy cuenta que si no salgo echando leches de aquí en menos de quince minutos la madre de Min me encontrará en su cuarto y me castrara antes de la boda.
Con la última palabra, mi boca se convierte en una radiante sonrisa, hoy es el día, el día donde Min pasará de ser sólo mi novio a tener mi apellido en su nombre, y es ahí cuando lo veo.
Ahora trae el cabello de color rubio, el cual brilla en el contacto con el sol y hace que su cara angelical resalte más. Sonrió para mí mismo y besos sus labios provocando que él se despierte, y me mira con una cara de reproche, nunca le ha gustado madrugar.
Parece que su mente recuerda algo y de pasar a una sonrisa pasa a una cara de susto, que así como yo la tuve luego de ver el reloj. Me golpea vagamente el brazo y luego señala la ventana, invitándome a salir volando.
– Buenos días para ti también amor – Mi voz suena más grave en estas horas y veo un leve sonrojo en la cara de mi novio/futuro marido, que lo comprueba.
– Buenos días Mapache – Acerca sus labios a los míos en un fugaz beso que agradezco – Debes irte antes de que mi madre suba a despertarme, hoy tengo muchas cosas que hacer para verme lindo para ti, así que... – Dice las cosas tan rápido y tan apenado que me cuesta entenderlo, pero al final me desperezo y camino hasta la ventana.
– Nos vemos más tarde, no olvides que te amo – Paso ambos pies al borde de la ventana.
– Tu tampoco olvides que te amo – Sonríe y esta vez soy yo el que se sonroja, la imagen de él, así en las mañanas es perfecta, sé que voy a acostumbrarme a ellas y haré todo lo posible por no tener que salir corriendo por una ventana la próxima vez.
Salgo por la ventana haciendo el camino de regreso a mi auto y miró el reloj de mi teléfono, contando los minutos que me faltan para verlo. Después de todo, no terminaba de despedirme y ya estaba empezando a extrañarlo.
– Te amo pequeño – Susurro más para mí que para el repartidor de diarios que pasa por la acera de en frente y me apresuró a subirme al vehículo e irme.
Minseok
La noche anterior me había ayudado a calmar un poquito (Muy pequeño) los nervios que tenía por la boda, es que Dios, no todo los días te casas y mucho menos con alguien que amas tanto que tu corazón late el triple de rápido cada vez que lo ves, y eso es lo que causa en mi Young Woon.
El cuál se acaba de ir hace apenas unos minutos, de verdad no puedo creer que ya fuese el día de la boda, que solo queden solo horas para ser un hombre casado, para cambiar mi vida totalmente.
El llego a mi vida de una manera que no esperaba, nunca espere encontrar a alguien que se compenetrara tanto conmigo, que tengamos tanto en común, él es la parte de mí que me hacía falta y ahora está conmigo para siempre, por alguna razón se viene a mí la primera vez que lo vi, ese día quería realmente matarlo...
[Recuerdo]
Ese día iba jodidamente tarde, tenía una entrevista de trabajo en un lugar muy importante, había durado meses intentando poder optar por un trabajo en aquel lugar y solamente a mí se me ocurre quedarme dormido, es que bueno nunca me ha gustado madrugar, ¡Dormir rejuvenece!.
La cosa es que...de verdad iba tarde, y pues, me acababa de graduar de la universidad y obviamente no tenía carro, así que pasaba entre la multitud de personas de las calles intentando llegar al gran edificio que estaba al final de la cuadra.
Iba tan metido en mi objetivo que no vi al chico de camisa blanca que se atravesó en mi camino haciendo que todo el helado de chocolate que él tenía en sus manos cayera en mi hermoso traje gris, ese día solo podría pensar “Dios que te he hecho para que me atravesaras a este torpe en mi camino” pero, hoy en día agradezco infinitamente que mi traje se haya manchado y la verdad no me importa haber ido a la entrevista con una camisa blanca que decía “Yo amo el paracetamol” a la entrevista de trabajo, ya que gracias a eso me casare con la persona más perfecta del mundo.
[FIN DEL RECUERDO]
Solo recordar aquello me hace reír, aunque me parece increíble como pudimos llegar a tanto por una simple camisa manchada, el mejor tropiezo de mi vida.
Desde pequeño, siempre soñé con el día de mi boda, que todo fuese como un cuentos de hadas y tener a un príncipe que hiciera mi vida completa y plena, sé que mi Kang me hará feliz, el me enseñó a confiar de nuevo y amar de verdad, lo bonito de la vida, estuvo conmigo cuando más lo necesite. ¿Qué haría sin él?.
Pero a pesar de todo eso, aún tengo muchos miedos, miedo a ser yo el que no sea suficiente a no complacerlo como él se merece, a que nada funciones, el matrimonio de mis padres siempre fue perfecto y ese siempre ha sido mi sueño, tener un amor como el de ellos, hoy en día mi madre aún sigue amando a papá a pesar de que él ya no está, pero...le dejo hermosos recuerdos.
Young es alguien que necesito tener al mi lado, quizás soy un poco dependiente, pero como no serlo si él es tan jodidamente perfecto, el me hizo amar su presencia, es alguien tan perfecto y único que es imposible no querer tener siempre, para toda la vida junto a mí – El sonido de la puerta hace que salga de mis pensamientos y suspiro, porque se quién es, mi madre pasa como perro por su casa y tira de mis cobijas haciendo que gruña, aún es muy temprano quiero descansar un poco más.
-Mamá es temprano – Hago puchero e intento convencerla, cosa que no voy a lograr, lo sé, pero aun así no pierdo las esperanzas, la boda será a las cuatro de la tarde y pues son las seis am y es que aún falta para eso, quizás pueda dormir unas dos horas y tratar de calmar mis nervios en el proceso.
-Nada de eso Min, tienes que arreglar tu cabello, ver como quedo la recepción, buscar tu traje y... ¡Hay que hacer tantas cosas!– Dice mi madre de forma tan rápida, a veces nos parecemos tanto que solo suspiro.
-Ok ma’ – Me levanto con mucha más flojera de la normal, aunque estaba muy ansioso, de verdad quiero dormir un poco más, voy al baño lavo mis dientes y aprovecho de darme una ducha. Sé que el día será muy lago.
Luego de vestirme bajo a comer a la cocina donde está mi hermana y mi madre ya comiendo, veo la comida y es mi favorita; panqueques con miel y de tomar chocolate, cosa que me hace poner nostálgico, ya que no viviré más con ellas después de que me case y recrece de la luna de miel, Young y yo iremos a vivir a una casa que ya hemos escogido, es muy hermosa y tiene todo lo que habíamos imaginado para iniciar nuestra familia. Pero aun así siento nostalgia, las voy a extrañar tanto, no es que no las vaya a ver, solo que no estarán tan metidas en mi día a día como antes.
A veces soy tan sentimental que no me doy cuenta que estoy llorando y hoy es uno de esos momentos, tengo que ser sincero conmigo mismo, tengo miedo, uno nunca está preparado para un cambio, pero sé que es uno bueno y que mi amor estará conmigo siempre. Él sabrá guiarme, de hecho, nos guiaremos juntos.
Mi madre se levanta y me abraza, ella sabe lo inseguro que puedo llegar a ser, así que su calor de madre solo me hace calmar poco a poco… Tengo tantas dudas, tantos miedos.
– Bebé, veras que todo saldrá bien, no te prometo que siempre sea momentos felices pero de eso se trata el matrimonio, saber afrontar las cosas juntos – Yo asiento mientras limpio mi cara no quiero que mis ojos se hinchen.
-Ya, Min no seas un llorón – Habla Min Ji, mi hermana y yo solo le saco la lengua de forma infantil mientras mi madre ríe, siempre nos hemos tratado así.
Después de comer mi madre me informa que Ji se encargará de ver cómo quedará la recepción, ella ira por el traje y las flores y yo tengo que ir a la peluquería, además, quería cambiar nuevamente de color y pues eso iba a tardar tiempo, yo asiento y ella me presta su coche y todos salimos de casa. Estoy tan nervioso.
Al llegar a la peluquería mi amigo y estilista HeeChul ya me espera, él estaba igual de emocionado que yo, y me quería dejar hermoso… Según él, quería que a Kang se le callera la quijada al verme y pues a mí solo me sudaban las manos, cada vez quedaba menos tiempo...el día está pasando tan rápido.
Hee empezó a trabajar en mi cabello mientras otra chica arreglaba mis manos, algo simple, la manicura y algo de brillo. Mi pierna no dejaba de temblar mientras mi amigo no dejaba de hablar como un loro.
– Chul, ¿Cuándo te casaste con Siwon estabas nervioso? – Pregunte para hacer conversación. En ese momento estábamos esperando que el tinte de cabello hiciera efecto.
– ¡Claro que lo estaba pequeño Min!, todo estamos nervioso el día de nuestra boda – Sonríe mientras toma mis manos, como una amiga que anima a otra, lo que en realidad somos– Yo también me casé a los 23 y Dios sabe todas las dudas que tenía … pero ahora, nos va genial solo confía en ti– Solo sonrió mientras asiento.
Todos aconsejan lo mismo, solo confiar… Así que si todos dicen eso por algo será, pero es tan difícil confiar en mí… De verdad no quiero fallar.
Las horas pasaron más rápido de lo que creía, ahora mi cabello es de un rojo intenso, color que nunca había tenido y esperaba sorprender a Kang con el cambio, mi piel blanca se ve a la perfección con aquel tonó.
Tomo el carro nuevamente luego de despedirme de Heechul y prometer vernos en la boda, voy hacia casa donde mamá ya debe de a ver llegado, eran las doce del mediodía cuando entre por la puerta de la casa donde he vivido por toda mi vida, donde tengo recuerdos de mi niñez y donde fui feliz por años. Pronto haré recuerdos felices en otro lugar, junto a mi otra mitad.
La casa olía delicioso, mamá estaba preparando el almuerzo, le avise de que había llegado, me alago por mi cambio y luego le informe que iba a alistar mi maleta ya que mañana Woon y yo nos íbamos a Taiwan por nuestra luna de miel, Dios ahí las playas son hermosas y pues...yo amos la playa.
Tenía que hacer mínimo tres maletas ya que serían tres semanas de viaje, así que todo tiene que estar cuadrado… Eso también me tenía nervioso, nunca me había subido a un avión, ni nunca había pasado tanto tiempo a solas con Kang ¿Qué tanto puede pasarme?
Luego de terminar, baje a comer y a mi parecer mi madre se estaba esforzando más en la comida ese día ya que todo estaba divino, ella trataba de decirme que me iba a extrañar, cosa que se.
Antes de empezar a comer llego mi hermana, la cual se unión junto a nosotros en la mesa, almorzamos entre prácticas y risas… Al terminar mi madre me indico que el traje de la boda estaba en su cuarto, subí de forma rápida y lo busque ya se me hacía tarde, al verlo sonreí como bobo, era totalmente hermoso, un traje completamente blanco.
Lo lleve a mi cuarto, luego decidí darme otra ducha porque estaba algo acalorado, tome mi tiempo bajo el agua (Sin tocar mi cabello, claro), después salí de la ducha… Seque mi cuerpo de forma calmada para después empezar a aplicar crema hidratante en todo mi cuerpo.
Al terminar empecé a vestirse poco a poco, haciendo que el traje quedara en absoluta perfección, me mire al espejo y mis manos temblaron un poco ya que creo verme perfecto – El sonido de la puerta me hace dejar de verme para dirigir la vista hasta la puerta donde la cabeza de mi hermana se asomaba por la puerta y me sonreía.
– Dios Min te vez muy bonito – Dice acercándose a mí para abrazarme – Te falta el toque final, un poco de maquillaje – Sé que ese es su sueño, siempre ha querido jugar con mi rostro, pero nunca he sido de usar mucho maquillaje, quizás un poco de brillo en los labios, siempre he preferido el “Al natural”, pero después de todo hoy es el día de mi boda tengo que cambiar.
– Solo un poco, porque sé que llorare y no quiero verme como panda con el maquillaje regado – Ella asiente y empieza a hacer cosas en mi rostro con cuidado de no ensuciar mi traje, un poco de polvo por acá y otro poco por allá… Rimel, algo de delineador, un sutil rosa en los labios que ni se nota y pronto ya estaba viéndome en el espejo y sonriendo, el delineador le da más profundad a mi mirada – Gracias Ji.
– No hay de qué hermanito, te ira genial… Young Woon es perfecto, quisiera yo tener un novio así de perfecto como él – ríe mientras me mira con una sonrisa.
– Todos tenemos nuestro príncipe azul Ji, ya lo veras – Ella asiente mientras salimos de la habitación para bajar a la sala, ya ls limusina que me llevaría a la iglesia debía de estar esperando, mi madre también estaba lista y hasta ese momento fue que note que mi hermana también, no me culpen ando muy nervioso.
Mi madre no dejo de llorar apenas me vio, el momento era perfecto, solo hacía falta papá, aunque yo sé que él esta acá conmigo quizás no pueda verlo, pero está dentro de mi corazón sonriéndome porque estoy haciendo bien… Porque voy a ser feliz.
El camino fue demasiado largo a mi parecer, iba con un retraso razonable de diez minutos, a unas dos cuadras de la iglesia me llego un texto de Kang, “¿Por qué tardas tanto? Ya quiero que seas mío” a lo cual respondí de forma rápida “Solo espera un poco más”.
A los cinco minutos llegamos frente a la iglesia y mis manos temblaba mucho, estaba asustado, pero emocionado. Sé que es lo correcto, yo no podría vivir sin Young.
Mi hermana bajo primero para informar a todos que había llegado y que empezara la música nupcial.
Al bajar, mi madre me tomo del brazo, ella me entregaría en vez de papá, sus ojos estaban cristalizados y sé que los míos no tardaran mucho en estar igual.
Ya frente a la iglesia di un gran suspiro para alejar todos mis miedos y entregarme a ser feliz.
La música empezó a sonar y junto a mi madre emprendimos una caminata lenta, mis ojos no se despegaban del altar donde estaba un hermoso Kim Young Woon, con una sonrisa tan radiante que mi corazón se calentó de alegría, de verdad está pasando, en minutos nos perteneceremos mutuamente.
Mis ojos ya estaban llenos de lágrimas al llegar al lado de mi novio, él me sonríe con amor mientras mi madre coloca mi mano en la de él y le habla Kang.
– Cuídalo con tu vida, él es uno de mis tesoros más preciados – ahí la primera lágrima se deslizo por mi mejilla, todo es tan perfecto.
– Le aseguro que lo cuidare – Mi madre asintió llorando mientras iba a su sitio, en ese momentos los ojos de mi amor se conectaron con los míos y ambos sonreímos, mis ojos y mejillas estaban inundadas con lágrimas mientras sus ojos estaban cristalizados – ¿Listo?.
– Más que listo – Ambos volteamos a ver al sacerdote sin soltar nuestras manos entrelazadas.
El hombre empezó a dar una charla a cerca del significado del amor, de lo difícil que podría ser llegar a tener una buena convivencia pero lo importante que es la comunicación y saber conllevar todo esto en pareja, no callarse, saber comunicar sus molestias y resolverlas. Escuchábamos atentos, cada palabra era tan sabia y acertada, que me hizo comprender que no todo es cuestión de querer, si yo quiero y amo a este hombre que tengo a mi lado todo será posible.
– Kim Young Woon, ¿Acepta usted como su esposo a Kim Min Seok para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe? – Pregunto el sacerdote con una sonrisa
– Claro que acepto – Respondió sin dudar sonriéndome de una manera tan deslumbrante que mis mejillas se calentaron.
– Kim Min Seok ¿Acepta usted como su esposo a Kim Young Woon para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe? – Esta vez el padre me preguntaba a mí y son una sonrisa en los labios respondí.
– Si Acepto, Juntos por toda la eternidad – La sonrisa de Kang me hace querer lanzarme a sus brazos pero no lo hago hasta que el padre dice.
– Por el poder que me confiere la iglesia católica yo los declaro esposos, ante los ojos de Dios… Pueden besarse – siento como sus brazos me rodean y sus labios tocan los míos… Ahora nos perteneceremos para siempre.