Mientras esa dulce escena acontecía en el parque, nuestra linda pareja principal analizaba y pensaba con detenimiento la canción de Ryo el día anterior, había sido un poco confuso, pero tras darle muchas vueltas al asunto, llegaron a la conclusión de que era un desahogo para Ryo y que lo mejor era olvidar el tema, en el sentido de que, deberían tratar de hacer las paces con el moreno, aunque costara creerlo, parecía que finalmente la tempestad estaba desapareciendo, quizá los milagros de navidad empezaban a surtir su efecto, aunque en 24 horas, pueden pasar varias cosas.
Todo era calmado y lindo, finalmente los tortolitos habían tomado una decisión –Creo que… Puedo perdonarlo y… ¡Ser amigos como antes!- dijo un emocionado “Goggle Boy”, pensando que si bien, no recuperaría al novio, si al amigo que solía ser Ryo.
–Me parece Fantástico, Takato, después de todo, la navidad es una fecha para compartir, arreglar diferencias y sobre todo, disfrutar- dijo Henry muy sonriente y tomando las manos de su lindo castaño, quien solo sonrió y lo besó tiernamente, rodeando su cuello.
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Mientras esta dulce escena proliferaba, había una persona que estaba frustrada, esa persona era Hirokazu Shiota, quien se sentía completamente despechado tras la ruptura de su amorío con Ryo, quería desquitar su odio y su víctima sería Takato, a quien culpaba de su ruptura, aprendería que nadie se mete con Hirokazu Shiota, le daría la golpiza de su vida, en retorno a la que su nuevo noviecito le había propinado, empezaba a maquinar una idea para desquitarse del chico de ojos carmesí. –Ya verás, Matsuda… Nadie se mete conmigo y sale impune… Te voy a dar la peor navidad de tu vida- dijo Hirokazu con una mirada perversa en sus ojos y tomando un bolígrafo negro y una hoja, empezando a escribir algo.
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El día trascurría con normalidad, Iván y Ryo estaban en la habitación del primero, cuyos padres inmediatamente dedujeron su nueva relación con Ryo, bajo la única advertencia del padre de Iván que si su hijo derramaba una sola lárgima por índole del moreno, sería dolorosamente castrado, en términos elegantes, citando las palabras del padre de Iván “Si lastimas a mi hijo, no creo dejarte habilitado para proliferar… O darte tus placenteros lujos” dijo el padre del jovencito de descendencia italiana.
–Tu padre realmente me intimidó- dijo Ryo aún algo pálido por la amenaza que había recibido de parte del Vitella mayor, mientras el jovencito de anteojos reía.
–Tu sólo relájate, sé que no me vas a lastimar y no te hará nada de lo que insinuó- dijo sonriendo y acariciando la mejilla del mayor, para proceder a darle un tierno beso en los labios, beso que obviamente el mayor correspondió, rodeando la cadera del peli azabache, mientras este ponía sus manos en el pecho de Ryo.
–Vale… Pues no pienso sacarte lágrimas… A menos que sean de felicidad- dijo el moreno besando el cuello del oji marrón, quién soltó leves gemidos.
–E-Espera Ryo… A-Aún no- dijo el menor alejando un poco al moreno, quien sonrió y asintió, besando la mejilla del chico de anteojos y recostarlo en la cama, para posteriormente echarse a su lado sonriendo
– ¿Te apetece ir por un café?- preguntó Ryo sonriendo y acariciando la mejilla de Iván, quien asintió y se levantó.
–Vamos, yo invito- dijo el de ojos marrones mientras Ryo se levantaba replicando.
–De ninguna manera, yo pago- dijo el moreno mientras salían de la casa del menor, ambos discutiendo sobre quien pagaría, Ryo cargando a Iván, quien ahora le exigía que lo bajara –Te bajaré si me dejas pagar a mí- dijo Ryo ignorando los golpes que daba Iván para que lo soltase.
– ¡Vale! ¡Vale! Tú pagas- dijo Iván a la par que Ryo lo bajaba, viendo el moreno a cierto castaño que se dirigía a una panadería que todos conocían.
–Espera, antes de irnos, quiero hacer algo- dijo Ryo tomando a Iván de la muñeca y siguiendo a Hirokazu, a la par que lo seguían, Ryo le explicaba todo a Iván, vieron a Hirokazu dejar una carta en el buzón, esto no daba buena espina, por lo que una vez Hirokazu se fue, Ryo tomó la carta, leyendo lo que decía, no iba a irrumpir en los planes de su ex-amante, pero tampoco lo dejaría salir impune.
–Ryo… ¿Qué planeas?- preguntó Iván al ver la decidida mirada de Ryo, quién sonrió un poco y lo miro.
–Me dijiste que eres bueno encontrando direcciones y gente ¿Verdad?- preguntó Ryo a su novio, quien asintió aún sin entender a lo que quería llegar el mayor.
–Necesito que encuentres la dirección del novio de Takato, ¿Lo ubicas? Se llama Henry- dijo Ryo sonriendo y mirando al chico de anteojos.
–Sí, un chico un poco moreno, ojos grises y un cuerpo atlético, ídolo de las chicas de mi escuela ¿Él?- preguntó Iván, recibiendo una dudosa afirmativa de Ryo –Sé dónde vive, una o dos veces estuve en su casa para hacer proyectos, vive en los apartamentos de bloque D, a 15 minutos caminando- dijo Iván, siendo técnicamente arrastrado por Ryo, que solo escuchaba las presurosas instrucciones que le daba el menor para llegar.
–Bien, supongo que es aquí- dijo Ryo a punto de tocar la puerta.
–Sí, es este departamento- dijo Iván –Pero explícame que quieres hacer- exigió el menor con la mirada seria, Ryo lo miró y asintió.
–Verás, el motivo de mi ruptura con Takato fue por ese chico, tuve la estúpida idea de andar con él también, pero cuando Takato lo descubrió, corte mi relación con ese sujeto, se llama Hirokazu, la carta que puso en el buzón de Takato, la firmó en nombre de Henry, citándolo en una parte muy solitaria de la ciudad, estoy seguro que planea algo malo para Takato- dijo Ryo, Iván se quedó de hielo al escuchar tal cosa, pero solo asintió y tocaron la puerta, siendo recibidos por Henry.
–Henry, necesitamos hablar, urgente- dijo Iván entrando, a lo que Henry miró a ambos un tanto extrañado, una vez le explicaron todo, este se quedó de piedra, sabía que algo malo pasaría a su pequeño.
La tarde transcurrió a su paso, idearon una forma de salvar el inocente pellejo de Takato, hasta que obtuvieron una buena idea, todo lo habían calculado a manera de que el sorprendido fuera Hirokazu, al día siguiente todo fue minucioso, Iván pidió prestado el auto, el Honda Accord blanco, se estacionó cerca de la callejuela donde Takato había sido citado, Ryo siguió disimuladamente a Takato, manteniendo su distancia, Henry esperaba junto a Iván, con unos lentes oscuros, un abrigo negro, zapatos, pantalones y guantes negros, recargado en la salpicadera izquierda frontal del auto, definitivamente Hirokazu se arrepentiría de lo que planeaba, Hirokazu llegó del lado contrario al que estaba aparcado el auto, esperando a Takato, con un bate en sus manos –Me las vas a pagar, Matsuda- dijo Hirokazu para sí mismo.
Mientras Ryo seguía atentamente al castaño, al ingenuo castaño, fue llamando a Iván, para avisarle que estaba a punto de llegar, tras la llamada, unos escasos 2 minutos después, llego Takato, sorprendiéndose con ver a Hirokazu ahí –H-Hirokazu- dijo sorprendido y retrocediendo al ver el objeto contundente que llevaba el contrario.
Hirokazu lo miro con odio y se acercó a él, dispuesto a golpearlo en la cabeza –Por tu culpa, mi relación con Ryo se fue al carajo, pero tú me la vas a pagar- dijo a punto de golpearle, pero alguien le retuvo el bate desde atrás, al voltear, se encontró con Henry, sosteniendo el bate con su diestra.
–No creas que te dejaré salirte con la tuya y golpear a mi Takato, que poco hombre, enviar una carta falsa diciendo que es mía- dijo Henry quitándole el bate.
–Tienes razón, es un cobarde, no sé cómo pude interesarme en alguien como él- dijo Ryo apareciendo desde la entrada opuesta a Henry de aquella callejuela –Que asco haberte besado, Shiota- dijo Ryo escupiendo al piso.
–Gh… ¡Pero tú fuiste el que me busco! ¡Tú estuviste a punto de hacerme tuyo!- grito Hirokazu enfadado, mientras Ryo solamente reía.
–Exacto, estuve a punto de hacerte mío, afortunadamente no lo hice, y un cobarde como tú, merece recibir una paliza monstruosa- dijo Ryo sonriendo, Hirokazu dio media vuelta y empujando a Henry, planeaba salir corriendo, hasta que un Honda Accord blanco le cerró el paso, provocando que se golpeara con el auto.
Tras caer Hirokazu, debido al rebote con la salpicadera del auto, Iván bajo del auto –Así que tú eres la ratita que ha estado molestando a mi novio, dijo sacando una llave de cruz de la caja de herramientas que tenía en el auto su padre –Cobarde y aparte, usas armas, creo que es legal que yo las use también- sonrió de forma cruel, algo escalofriante.
–Iván, no queremos matarlo, lindo- dijo Ryo acercándose, a lo que Iván. Alzando los hombros, regresó la llave a su lugar y tomó a Hirokazu del cuello de la ropa.
–Déjenme empezar- dijo Iván sonriendo y le propinó a Hirokazu un rodillazo en el estómago, luego lo empujó hacia Henry, quien le dio un puñetazo en la boca y lo empujó hacia Ryo, quien le dio una patada en el estómago y este lo empujó hacia Takato, quien, más por instinto que por desquite, le dio una bofetada que resonó fuertemente en aquella callejuela, Hirokazu cayó al piso y Henry, Ryo e Iván se acercaron, comenzando a patear a Hirokazu –Vamos Takato, únete- dijo Iván sonriendo, el pequeño castaño se acercó tímidamente y con duda y fuerza desmedida, propinó una patada al rostro de Hirokazu, patada que le abrió el pómulo y Takato, ya queriendo que dejaran a Hirokazu, apartó a los tres chicos.
–P-Por favor, n-no quiero que se vayan a meter en problemas por esto- dijo Takato al ver a Hirokazu con sangre saliendo de su nariz, boca y pómulo.
–Vale- dijeron los 3 aludidos alejándose –Venga, vamos a casa- dijo Iván caminando al auto, para retornar a la casa de cada quien, dejando a Henry y Takato en casa del primero.
Takato estaba nervioso por el hecho de conocer a sus suegros, temía que no les agradara por el hecho de ser un hombre o que lo corrieran a patadas de la casa de Henry y le prohibieran verlo nuevamente, Henry puso su mano en el hombro del menor y sonrió –Relájate, todo irá bien- dijo sonriendo y abrió la puerta – ¡Ya estoy en casa!- gritó el menor y fue recibido por sus padres y su hermana.
–Hola Henry, ¿Qué tal tu día? Recuerda que hoy es víspera de navidad- dijo su padre sonriendo ampliamente.
–Sí, espero me tengas un regalo- dijo una pequeña niña de cabellos rojizos, inflando adorablemente sus cachetes.
–Claro que te tengo un regalo preparado Sussie- dijo Henry besando la frente de su hermana menor.
– ¿Hum? ¿Quién es tu amigo, hijo?- preguntó la madre del oji-gris al ver a Takato, quien hizo una reverencia de forma educada.
–Ah… Mamá… Papá, yo… Les quiero presentar a Takato Matsuda, m-mi novio- dijo Henry un poco nervioso por la respuesta de sus padres, quienes no sabían de su orientación sexual, pero por Takato, era capaz de afrontarlos de esa forma tan directa, sus padres lo miraron sorprendidos y Sussie con una pequeña sonrisa.
–Tu… ¿Tu novio?- preguntó el señor Wong –Henry pero… ¿Un hombre?- cuestionó el hombre mirando a su hijo con un deje de desilusión.
–Henry ¿Es esto una broma?- preguntó la madre del aludido mirando a Takato de forma algo despectiva, cosa que hizo al menor encogerse un poco.
–No, madre, Takato es mi novio- dijo Henry sosteniendo la mano del “Goggle Boy”.
–Pero Henry… Teniendo a tantas chicas lindas tras de ti ¿Por qué un hombre?- preguntó desconcertada y con un inconsciente tono de desagrado la madre de Henry, cosa que hizo a Takato bajar la mirada, con lágrimas en sus ojitos carmesí, se imaginaba una reacción parecida, pero no con esa voz de desagrado, por lo que se soltó y salió del departamento llorando.
–T-Takato- dijo Henry saliendo a ver a su pequeño.
–Mujer, no debías ser tan agresiva con ese chico, lo has hecho llorar- dijo el padre de la familia, mirando a su esposa seriamente.
–Lo sé, pero no me agrada que mi hijo ande… Con un hombre, es decir, creo que tú también quieres nietos- dijo la señora Wong seriamente.
–A mí me agrada- dijo la pequeña Sussie con una sonrisa infantil e inocente –Se ve que es un chico lindo y gentil- dijo conservando su linda sonrisa
–Desde luego que quiero tener nietos, pero aún encima de eso, quiero la felicidad de mi primogénito, quiero ver a Henry feliz y si su felicidad es a lado de ese muchachito, por mí que sean pareja y si en un futuro desean casarse, desde ahora cuentan con mi consentimiento- afirmó con voz segura el señor Wong.
– ¡Pero querido! ¡Imagínate que dirán los vecinos!- reclamó aquella mujer a su marido –Los chismes se van a generar y afectaran a Henry, además, hay chicas lindas y que podrán satisfacer a Henry- dijo aquella mujer tratando de persuadir a su esposo.
–Puede que sí, pero Henry cuenta con todo mi apoyo y cariño, sea gay, bisexual o heterosexual, es mi hijo y lo amaré, sea como sea y le guste lo que le guste, lo mismo con Sussie, si en algún momento descubre que no le satisfacen los hombres, es mi hija y la amaré siempre, ahora, Henry es feliz con ese muchacho y si no puedes comprender eso, te pediré que te abstengas de decirle nada, de ofender a ese chico o a Henry y hagas como no tienes un hijo, Mei- sentenció el padre de Henry.
–Chiaki...- pronunció Mei el nombre de su esposo –Tienes razón… Siempre hemos velado por la felicidad de Henry y… Si él es feliz así… Yo no soy nadie para truncar su felicidad- dijo Mei sonriendo resignada, salió y miró a su hijo, secando las lágrimas del “Goggle Boy” –Pasen dentro, por favor, Henry… ¿Me darías 5 minutos con tu novio?- pidió la madre del aludido, a lo que, un poco dudoso, este afirmó entrando a su casa.
–Lo siento…- dijo Takato llorando –Perdón si… Si solo le traigo problemas… Perdón si… Si por mi culpa siente que Henry le ha fallado… Yo me alejaré de él… Lo prometo- dijo Takato con su antebrazo sobre sus ojos, sintiendo un par de brazos alrededor de su abdomen.
–No digas eso, querido, yo soy quien se disculpa por mi actitud anterior, me siento feliz de que Henry tenga de novio a alguien tan lindo y sensible como tú, pero no llores, imagino que a Henry le gusta más cuando sonríes- dijo Mei retirando el antebrazo de Takato y secándole las lágrimas – ¿Cómo te llamas, cielo?- preguntó Mei sonriendo.
–S-Soy Takato Matsuda- dijo el castaño mirando a la madre de su actual novio.
–Pues bien, Takato… Bienvenido a nuestra familia- sonrió e hizo pasar al menor, quien sonreía de forma dulce, presumiendo esos lindos hoyuelos en sus mejillas, la plática fue amena y para la noche, los padres de Takato, Iván y sus padres y Ryo y su padre, estaban en el departamento de los Wong, mientras Hirokazu yacía en un hospital, temeroso de decir quienes lo atacaron, por el hecho de que quizá si hablaba, lo matarían a golpes, pero en esa reunión donde estaban nuestras dos parejas y sus padres, todo era hermoso, los padres de los 4 chicos se llevaron de maravilla, los señores Matsuda perdonaron a Ryo, Iván tuvo un muy buen comienzo con su suegro, al igual que los padres de este, que en poco rato, afianzaron una naciente amistad con quien ahora era su consuegro, todos tenían regalos preparados, por todos, me refiero a nuestras dos lindas parejas.
–Toma, Takato- dijo Ryo sonriendo y le dio una bolsa de regalo al castaño, quien sonrió y agradeció.
–Gracias Ryo, yo también tengo un regalo para ti- dijo entregándole una caja envuelta en un colorido papel navideño.
–Takato, yo también te tengo algo- dijo Henry dándole una bolsa más grande que la de Ryo –Espero que te guste, amor- dijo besando los labios de su “Goggle Boy”.
–G-Gracias Henry yo… También te traje algo- dijo sonriendo y entregándole una cajita a Henry.
–Toma Iván, no podía olvidarme de mi pequeño- dijo Ryo dándole a Iván una cajita más o menos del tamaño que la que Takato le había dado a Henry, un poco más grande.
–Yo tampoco me olvidé de ti, Ryo- dijo sonriendo y dándole una cajita algo grande.
Así todos se dieron sus regalos, siendo el regalo de Takato hacia Ryo, había sido una navaja suiza de supervivencia, para la colección del moreno, el regalo que le dio Iván, fue una pañoleta roja y un bonito reloj de plata, por parte de Henry una sudadera de colores militares
Henry, por su parte, recibió una bonita esclava de oro, por parte de Takato, una playera negra con un estampado blanco, por parte de Ryo y un bolígrafo muy bonito por parte de Iván.
Takato recibió unos bonitos Goggles con bordes azules por parte de Ryo, por parte de Henry, una pañoleta azul y una esclava de plata, finalmente por parte de Iván, recibió un bonito peluche en forma de Guilmon
Finalmente Iván, recibió por parte de Ryo recibió un dije de forma circular, con el logotipo de Honda (La marca favorita de Iván), dividido en dos y con los nombres de ambos en cada mitad, Ryo quedándose con la parte que llevaba el nombre del menor, e Iván con el lado que decía Ryo, de Takato, recibió una playera roja con un estampado en forma de águila en todo el abdomen y de Henry, una muñequera de cuero con una bonita obsidiana al centro.
Pasada la apertura de regalos, lo demás fue disfrutar una cena deliciosa con todos los que ahí estaban presentes, también la primera noche que nuestras parejas pasaron juntos, a pesar del frío, ninguno de ellos durmió con camiseta, deseaban sentir el calor directo del otro, Iván acurrucado en el pecho de Ryo, en ese bien formado pecho, mientras Ryo acariciaba aquel plano y suave abdomen mientras dormía.
Takato, quien empezó en esta historia con su corazón hecho pedazos, ahora dormía recostado sobre Henry, con su oído pegado al desnudo pecho del oji gris, escuchando su corazón y con los brazos del mismo rodeando su desnudo y delgado torso, ahora con un nuevo y dulce amor, el cual había llegado en el momento exacto, salvándolo de algo trágico, siendo un milagro, un verdadero Milagro de Navidad.