Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Call me! | Yoonmin (Lemon y Romance) por AngieStone

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Éste one-shot lo acabo de escribir, y sólo lo revisé una vez, espero que no tenga muchos errores(además de mi forma de escribir, jaja).

Es para compensar que aún no he podido actualizar Mi Bello Genio(Parece que no puedo dejar de escribir yoonmin maicat). Espero no decepcionar a nadie u.u

Me llena el kokoro de alegría leer sus reviews, pero también me lo tiñe de molestía no tener suficiente tiempo como para responder u.u

 

Notas del capitulo:

Espero reviews, porque la verdad me siento muy insegura... con todas las barbaridades que he escrito, bue, no sé si es tampoco para tanto~

Ustedesdirán, espero que guste ;D

No tengo más tiempo, me voy corriendo~

 

-          ¡Jin hyung! ¿Dónde estás? – Gritó un curioso Taehyung desde el living. El morocho revolvió su cabello ante la frustración de tener que levantarse de su cómodo sillón.

-          ¡Estoy en la habitación de Jiminie, bebé! – El morocho con verde en las puntas caminó lentamente hasta la habitación, rezando por que el sonrojo que nació en sus mejillas se borrara en cuanto llegue a dicha habitación.

 

-          ¿Bebé? –Preguntó riendo el menor de cabello naranja. Burlarse de Jin no era muy común, así que encontrar la oportunidad era algo muy extraordinario para él. – Por dios, estás rosa. – Siguió riendo el menor mientras golpeaba su pierna para intentar calmarse.

 

-          Jimin, ya basta. Soy tu hyung. –Jin le agradeció a su voz mentalmente por no haber tartamudeado, pero maldijo a su estúpida piel asiática por ser tan blanca. Su sonrojo se notaba aún más gracias a ése detalle.

 

-          ¿Aquí? –Preguntó Taehyung entrando a la habitación, observando a Jimin. Y estaba a punto de unirse a su risa; cuando Jimin habló, haciendo que su sonrojo, el cual pensó que ya habría desaparecido, empeorar.

 

-          ¡Tú también estás rojo! ¡Esto es tan…! –El menor ni siquiera pudo completar su oración, ya que la risa pudo con él y comenzó a aumentar el volumen de sus carcajadas. Ya le caían lágrimas en los ojos.

 

–Jiminie – Creo que me va a decir que me ama, demonios. No respiro; que lindo es. –Además de pervertido eres un maldito exagerado. - ¿Qué?

… ¿Qué?

No debería sorprenderme, de todas formas. Es Min Yoongi.

-Pero de todas formas te amo, pabo.Comentó riendo despacio el mayor, al ver los cambios en la cara del menor. Sus expresiones eran graciosas, y el mismo tiempo, adorables.

Jimin alcanzó a ver algo de su sonrojo, antes de que éste sea rápida y ágilmente tapado por su bufanda azul. Sonriendo, tomó su mano y salieron juntos a hacer las compras del mes.”

 

-          ¡Jimin, me estás aturdiendo! – gritó tapándose los oídos un, ahora molesto, Taehyung.

-          ¡No puedo! – Gritó el menor tirándose al piso, mientras seguía con sus carcajadas. Jin observó a Taehyung, sintiendo algo doler en su pecho, en su lado derecho,  al ver el perfecto perfil del muchacho.

 

A Jimin le tomó unos  minutos más calmarse; pero Taehyung seguía allí en su habitación. Que no se haya retirado significaba que algo era importante.

-          ¿Cuál es tu inquietud, TaeTae? – Preguntó dulcemente el mayor, mirando esos ojos tan especiales para él.

-          Hyung, hablas como un viejo. – Comentó Jimin, otra vez comenzando a reír. Pero ambos compañeros de grupo, frustrados, lo detuvieron.

-          ¡Ya basta Jimin! – Gritaron al unísono, haciendo que el anaranjado se estremezca por ello.

-          Hyung, sólo era curiosidad… - Río algo incómodo el morocho. La verdad, se había quedado por el sólo hecho de que se había distraído observando al más guapo del grupo.

-          Sólo dime, Tae. –Le insistió el visual, con una cálida sonrisa que casi, casi forma un nuevo sonrojo en las mejillas del chico.

-          Me preguntaba dónde estaba Suga hyung, porque… - Intentó buscar una excusa rápida para que no pensara que se quedó allí, a aguantarse todo el espectáculo de Jimin, sin ninguna razón importante. Pues, el mayor era inteligente además de guapo, y podría fácilmente deducirlo. – el tiene mi… -entrelazó los dedos de sus manos inconscientemente; signo de nervios. Observó una camisa de Jimin tirada por el medió de la habitación y eso lo ayudó con su respuesta: - Ca… calcetín.

-          ¿Calcetín? – Preguntaron confundidos, Jimin y Jin.

-          S-si. Mi calcetín… favorito. – Respondió dudoso Taehyung.

-          ¿Calcetín favorito? ¿Por qué mi hyung querría un calcetín tuyo? – Pregunto curioso y confundido el menor. Mientras Jin lo miraba frunciendo el seño por la confusión.

-          Pues… Es mi… calcetín de la suerte… él me lo… ¿pidió? – Taehyung notó su tonó dudoso- me lo pidió - repitió más firme- en el concierto de ayer. La mirada de Jimin se convirtió en una sonrisa ladina, al recordar que su hyung tomó su mano luego de salir del escenario, y no tenía ningún calcetín raro del cual hablaba Taehyung. Jin sólo dejó sus facciones relajarse, y gracias a su adoración por el menor, ni siquiera notó el tartamudeo error en las palabras de Taehyung. Sólo le respondió, aún admirando sus ojos en secreto.

-          Pues Yoongi… no lo sé, supongo que en el estudio. Llámalo Tae. –Ninguno pensó en preguntarle a Jimin, cómo si ellos estuvieran en su propia burbuja. El menor rió maliciosamente y algo despacio, pensando que su hyung jamás atiende a nadie cuando está trabajando. Observo a Taehyung acomodarse al lado de su hyung mayor, mientras que marcaba con el celular en altavoz. El tonó sonó unas 7 veces y pasó al contestador. Jin frunció el seño mientras tomaba el celular de Tae y cortaba. Volvieron a intentar; pero no hubo caso. Min Yoon Gi no le gusta que lo molesten en horas de trabajo. El mayor había modificado un perfil en su celular, para mantenerse en silencio, a menos que fuera emergencias.

-          Min Yoongi, ¿y qué si es una emergencia? – preguntó a la nada furioso el mayor de todos. – Taehyung le dijo que no era problema grave, pero el mayor se encontraba furioso. – Jiminie, llámalo tú, a ver si contesta. – Le pidió amablemente el mayor, mientras que Jimin alzaba una ceja.

-          ¿Ahora sí existo? – Preguntó algo enojado. De todas formas sacó su celular mientras los otros 2 rodaban sus ojos. Posó su dedo en el número “1” de su teclado, para que el celular llame automáticamente al mayor. Lo puso en altavoz para que escuchen: no iba a atender de todas formas. – Como ven – un tono- hyung no atiende a nadie en horas de trabajo – dejó de sonar, mientras se escuchaba un suspiro del otro lado. Jimin se paralizó.

-          Minnie, ¿pasa algo? ¿estás bien? – preguntó una voz ronca desde el celular, mientras que todos se miraban con ojos muy abiertos. - ¿Minnie? – preguntó esta vez preocupado su novio.

-           P-prensé que solo sonaba cuando era una emergencia. – Respondió aún en shock el menor.

-          Tu eres mi mayor preocupación, bebé. – Sonó una voz bastante melosa e increíble de parte de Min Yoongi. Jimin se ruborizó al instante, mientras que Taehyung y Jin gritaban de la risa al ver la cara del menor.

-          ¿Están los chicos ahí? Debes estar rojo – Comentó riendo, con ni siquiera un poco de enojo en su voz.

-          Ese no es Min Yoon Gi. ¿A quién llamaste Jimin? – Preguntó aún sorprendido y riendo un poco Taehyung. - ¿Dónde está mi hyung gruñón? ¿Por qué Jiminie tiene un trato especial? – Gritó en el celular del menor, Taehyung. Jin seguía sentado en la cama, riéndose sofisticadamente, casi como una princesa. No, como toda una princesa.

-          ¡Oye! ¡¿Quién demonios te crees para decirle así, Kim Tae Hyung?! ¡Sólo yo y las Armys tenemos ése derecho! – Gritó, ahora enojado, Suga. Jimin sintió arder sus mejillas ante tal acto de celos.

-          ¡Leguaje Min Yoon Gi! – Gritó Jin calmando su risa, mientras se acercaba al celular de Jimin. Lo tenían rodeado.

-          Oye, soy el segundo mayor Jin. Ya tengo edad para maldecir. – Respondió un poco más calmado el rapero. Jin suspiró rápidamente antes de contestar.

-          No en frente de los niños, ¿de acuerdo? – Yoongi rió sarcásticamente.

-          No. Son. Niños. – Jin se llevó una mano al pecho- Crecieron, Jin. –El mayor tomó aire exageradamente, haciendo ruido para que Yoongi pueda oír su disgusto. -¡Por Satán, Jungkook ya tiene…!  - Jin no lo dejo terminar; sorprendiendo a todos con su grito.

-          ¡No más dormir abrazando a Jimin por 4 meses enteros jovencito! –Tomó a Taehyung de la mano, sin darle tiempo a siquiera sonrojarse, mientras se esfumó de la habitación junto con el menor. Finalizó con un portazo, audible hasta para Yoongi.

-          Wow… tal vez me pasé. – Comentó el mayor, distrayendo a Jimin con su perfecta voz.

-          Si… de todas formas no dejaré de pasarme a tu cama. – comentó acomodándose en su almohada Jimin. – Me encanta tanto.

-          A mí también, Minnie... Hay tantas cosas que me gustan de vos… - Comentó el mayor, mientras el menor sonreía;  se sentía tan bien sentirse querido, amado.

-          Dímelas. –Pidió el menor, transmitiendo sus sentimientos al  peli-verde con el tono de su voz.

-          Hay tantas cosas que me gustan de vos, sólo que no sé por dónde empezar… -Respondió pensativo el mayor, la sonrisa de Jimin era cada vez más alegre. – Me gusta tu sonrisa, tan alegre y brillante, te conozco tanto, y la amo tanto, que puedo deducir, sin lugar a duda, que estás haciendo esa misma sonrisa que me quita el aliento cada vez que la veo. –Su voz se escuchaba tan amorosa, el menor podía escuchar a su corazón latir fuertemente en su pecho. – Me encanta tu personalidad, creo que es lo que más amo de vos, Minnie. Sigo sin entender tu capacidad de amar tanto las cosas, y personas. No lo entiendo, simplemente. Somos tan diferentes, soy… todo lo contrario a ti, yo amo cosas muy reducidas, hasta las puedo contar con el dedo. Y tú… estás tan lleno de amor, que a veces me da celos, ¿sabes? –preguntó el mayor, escuchando una risa corta salir de su teléfono. Sus notas y la lapicera completamente olvidadas y dejadas de lado; su prioridad ahora era Jimin.

-          ¿Sólo eso? –Preguntó juguetón el menor. Yoongi rió.

-          Claro que no, pero Minnie… Estoy en el estudio, estoy componiendo. Debería cortar. – Dijo débil Yoongi, sabía que no seguiría con su trabajo, ahora que Jimin había descubierto su secreto. Su única emergencia era Jimin. Su tono de llamada era una canción que había elegido con mucho empeño. Tardo 1 hora entera escogiendo una canción perfecta que lo describa. La canción era Caprichosa eres tú, pero lo más vergonzoso, era que… la canción del anime Dragon Ball GT. Recordar eso lo hizo reír, desconcertando al chico de cabellos naranja.

-          ¿De qué te ríes, azúcar? –Preguntó con ése tono alegre el menor. Ése que a Yoongi le encantaba oír.

-          A que no adivinas que canción tengo para tu tono de llamada. –Le respondió el mayor, aún con leves carcajadas.

-          ¿Una pista? – Preguntó el menor, adoraba jugar. Era como un niño; otra cosa más a la lista de encantos que tenía Yoongi sobre el menor.

-          Es… vergonzoso. – Comento algo arrepentido. –Te describe mucho, no es mi culpa. Es la tuya por hacerme ver tanto anime anoche… - Contesto rogando que el menor no se ría.

-          ¡Hyung! – Yoongi rió por el quejido del menor - ¡Miramos como 5 animes anoche! ¿Cómo esperas que sepa cuál de todos? Mejor dime, vamos, dime, dime.

-          De acuerdo… Caprichosa eres tú. – Dijo en voz muy baja, por su vergüenza. Jimin comenzó a reír a carcajadas, y Yoongi se distrajo de su vergüenza, siendo invadido por otro sentimiento: amor. La risa del menor era su más grande amor.

-          ¿En serio tienes como ringtone una canción de Dragon Ball GT? – Preguntó más calmado Jimin

-          Si... ¡No es mi culpa! – Respondió rápido el mayor

-          ¿La pasaste de mi celular? – Al oír silencio, el menor sonrió sabiendo que era un “sí”. – Espera… ¿Cómo que me describe mucho? – Preguntó más para sí mismo que para su novio.

-          Ya sabes… el estribillo. – Se escuchó un tímido Min Yoongi. Jimin realmente era una de las pocas personas en ver ésta faceta del mayor, y se sentía meramente orgulloso de ello.

-          ¿Qué parte? – Jimin comenzaba a amar ésta conversación.

-          Jimin…- Respondió el mayor con tono de advertencia; pero de todas formas Jimin ya sabe que él no puede decirle que no.

-          Por favor, dulzura. – Rogó un sonriente Jimin al imaginar un sonrojo en esos cachetes pálidos.

-          Bueno… Cuando dice… La gente te daña, no lo comprendes, y te hacen llorar, angustiado estás. Con las personas nunca te entiendes, pero solo nunca estarás… Porque yo estaré ahí, ya verás, aunque mil tormentas vendrán, cuando de noche llegues a tu casa y el alma sientas herida... Cuenta conmigo amor, porque tú y yo, nos hacemos los dos. Muchas cosas juntos vamos a hacer, mi valor va a protegerte, mientras vivas aquí… - Jimin se quedó helado cuando ésa voz rasposa y baja, la que tanto ama, le susurró en su oído la canción. Su novio no la había cantado, le había dicho la letra, ni muy rápido ni muy despacio, como un rap al tiempo perfecto. Una lágrima de pura felicidad calló de su mejilla, mientras pensaba en que su hyung se sabía la letra de memoria.

-          ¿Cuántas veces al día piensas en mí? – Preguntó el menor, notando haber pensado en voz alta demasiado tarde.

-          Todo el tiempo, hasta cuando trabajo… ¿Nunca notaste que casi todas mis canciones de amor, son inspiradas en vos? - Respondió sincero y simple el mayor. Jimin se tomó un poco de tiempo para secar una lágrima, y otra, y otra, y otra. –Mi vida, ¿estás llorando? No llores, sé más insensible como yo… - Le respondió intentando sonar divertido para consolarlo.

-          Estúpido, no me cónsules cuando lloro de felicidad… Te amo mucho Yoongi, gracias por estar conmigo siempre… No quisiera vivir en ésta vida si no te hubiese conocido. Le agradezco a todas las fuerzas culpables de ponerte en mi camino, tenerte tan cerca cada día, me hace tan feliz… No sé cómo expresarte cuánto te amo… Sólo sé que eres lo único que necesito conmigo, me importa una mierda lo que pase a mí alrededor, si estás conmigo.  -El menor comenzó a susurrar, con la voz temblorosa, y se calló cuando sintió que ya no quedaba nada más que confesar. De todas formas, confesarse, hacía ya un año que lo había hecho. Comenzó a llorar una vez más, como el exagerado que siempre fue.

-          Idiota, ya cálmate y no me digas esas co-cosas. – El menor notó el leve tartamudeo de Yoongi, pero se sorprendió cuando escucho un hipo y un suspiro entrecortado.

-          ¿Estás… estás llorando? –Preguntó dejando que sus lágrimas se sequen, olvidándolas.

-          N-no. ¿Qué te haces creer eso, mocoso? – Preguntó una voz fingiendo estar enfadada, pero aún más ronca. Sintió al mayor aclararse la garganta y rió despacio, aún calmándose.

-          Hyung, ven conmigo… Estoy solo y te extraño… -Comenzó Jimin, con ésa voz que sabía que ganaba terreno en la mente de Yoongi.

-          Minnie, no puedo. Aún quedan unas cosas… -Comenzó Yoongi, pero calló al escuchar un suspiro algo enojado del menor.

-          De acuerdo. –Fue lo último que dijo antes de cortar. Volvió a suspirar; pero realmente no estaba enojado. Sólo cortó por 2 razones:

1: El celular estaba quemándole la oreja.

2: Debía pensar en un plan para molestar a su hyung. Ya se estaba aburriendo y no hay nada más divertido, según él, que irritar a Min Yoon Gi.

La voz de Ji Yong cantando Bae Bae lo sacó de sus pensamientos, era un mensaje. De Yoongi, para especificar. Los mensajes normales sonaban con un simple sonido que vino descargado en el celular y él nunca cambio.

El mensaje decía:

 

¿No estás enojado en serio, verdad Minnie? Lo siento, pero no puedo dejar el estudio en éste momento. Ya me has desconcentrado bastante, lindo~

                El menor rió mientras ponía música, sin intenciones de responderle a su hyung. Aún no.

 

 

Min Yoongi guardó su celular en el bolsillo de su camisa, mientras se levantaba para ir al baño. Caminó perezosamente hasta llegar al baño.

-          Ése pequeño demonio…  Mi pequeño…- Susurró el mayor con una dulce sonrisa dibujada en sus labios, mientras abría la canilla para lavarse la cara, las lágrimas secas no eran para nada cómodas en sus mejillas.

Intentó hacer lo más rápido posible, pero ni siquiera lo intentó mucho. Así que tardo unos 15 minutos en todo el proceso. Y él se sentía orgulloso en haber tardado unos enteros 15 minutos en ir al baño a lavarse la cara. Aún cuando el baño estaba a 10 pies de distancia.

Volvió a su silla giratoria, frente a su computador, sintiendo la inspiración correr por sus venas.

 

 

Jimin decidió cerrar con llave la puerta de su habitación, sólo por si acaso. Después de estar quieto y sin hacer nada por un rato, encontró la manera perfecta de molestar a su novio por quedarse en el estudio.

Corrió al baño a lavarse la cara, y comenzó a maquillarse… ¿Por qué no? El menor amaba maquillarse cuando estaba solo y tiempo libre, era como un pequeño secreto. Ni siquiera Yoongi sabía ése pequeño.

Se colocó sombra negra en sus ojos, para darles un volumen más sensual, mientras observaba su reflejo guiñándose a sí mismo. Tomó el delineador y se dibujo un pequeño lunar cerca del ojo derecho, justo como lo había visto en un personaje de anime que miró con Taehyung no hacía mucho. Y termino con su secreto más guardado: un labial rojo. Dudó si usarlo o no, porque usarlo significaba revelarle a Yoongi su secreto, pero dejó las dudas de lado recordando la confianza que le tiene a su querido amor. Después de colocárselo admiro sus esponjosos labios, observando cómo tomaban más volumen con ése color rubí. Decidió que estaba listo y volvió a acostarse en la cama, no sin antes tomar el cargador de su celular y conectarlo con su celular.

 

 

El peli-verde estaba tranquilamente componiendo, buscando el ritmo perfecto para la letra que venía perfeccionando hace semanas. Cuándo recordó el mensaje que le había mandado a su novio; no le había respondido. Algo preocupado, desbloqueó su celular para volver a ver, y justo en ese momento un mensaje multimedia le había llegado. Extrañado, abrió su Kakao Talk.

Mientras el mensaje se cargaba, optó por tomar algo de agua. Volvió a tomar el celular, mirando con una sonrisa la foto recibida. Era una foto de los ojos de Jimin, bien delineados con la sombra que él mismo le había comprado, y uno estaba entre-abierto mientras que el otro estaba cerrado. Notó un tierno lunar al costado de uno de sus ojos, el detalle sólo logró hacerlo sonreír mostrando sus ecías.

¿Quieres matarme con tanta ternura Jiminie?

El mayor mandó el mensaje, riendo cuando vio que el menor ya estaba contestando

No creí que me contestarías tan rápido, cariño

Yoongi se sonrojo y observó que el menor aún estaba escribiendo. Pero estaba tardando… Y cuando Yoongi estaba por abandonar el celular, una foto otra vez fue enviada. Pero ésta, para su encantadora desgracia, se cargó rápido. El mayor escupió la poca agua que estaba tomando cuando sus ojos pasaron lentamente por todo su celular. Sus dedos temblaron en un intento de aumentar el brillo  de su pantalla. Y cuando lo hizo… Sintió su boca volverse seca al ver esos carnosos labios, perfectamente delineados con un color tan erótico como el rojo. En la foto podía verse una traviesa lengua pasar por su labio superior, lo cual le recordó al rapero la forma en que amaba lamer esos deliciosos labios, sus labios. Sintió haber corrido una maratón, por lo cual agarró la botella de agua y se tomó más de la mitad de ésta. Aún sin dejar de ver el celular. Para su mala suerte, su batería estaba llena: cortesía de la mamá preocupada, más conocida como Kim Seok Jin. Sintió sus dedos temblorosos al responder, pero de todas formas lo hizo.

Sabes que me distraes; no hagas eso…

El mayor intentó volver al trabajo, pero sabía que estaba perdido. Sabía que, de hecho, el menor estaría riéndose de él, mientras se preparaba para otra parecida, o peor que ésa.

Aunque lo intentaba con todas sus fuerzas, miraba la foto cada 2 minutos. Le era imposible apartar la vista de tal obra maestra.

 

 

Jimin rió al ver la respuesta de su hyung  1 minuto más tarde; sabía que había estado mirándola un gran rato. Y comenzó a pensar en otra foto para mandarle a su Yoongi.

El menor bajó su remera de tirantes, sólo un poco para dejar ver sus pezones, mientras abría la cámara una vez más. Comenzó a estimular con su mano libre sus pezones, cerrando sus ojos, imaginando que era el tacto adictivo de Yoongi. Un gemido se escapó de sus labios y fue ése el momento en el que decidió sacar la foto.

 

 

Yoongi tragó saliva al ver que Jimin estaba escribiendo, no había apartado su vista de su celular por más de 2 míseros minutos. Se alejó un poco de su computadora y tomo agua, intentando prepararse para lo que venía. Oh. No lo estaba.

Su boca se quedó levemente abierta por vario tiempo mientras observaba con ojos ya ansiosos, la foto. Sus ojos recorrían la foto con deseo; podía ver los ojos de Jimin cerrados, mientras que sus labios estaban un poco abiertos, y su cabeza estaba inclinado un poco hacía un costado. Esa expresión reflejada placer, y ésa misma cara fue la que envió una punzada de placer, casi dolor a su parte baja. Pero no era sólo eso lo que se veía en la foto, bajando sus ojos Yoongi descubrió que el menor había bajado su remera lo suficiente para dejar ver sus pezones, siendo estimulados por esa pequeña mano. Yoongi suspiró entrecortadamente mientras acercaba la imagen y observaba lo duros que se veían los pezones del menor. Acomodó sus piernas, sintiendo una molestia en sus pantalones, mientras veía un mensaje de voz recibido debajo.

Realmente no quería abrirlo, sabía que esperar de Jimin. Pero, ¿A quién engañaba? ¡Claro que quería con todas sus ganas abrirlo!

Tomo sus audífonos favoritos, y los conectó a su celular; y se acomodó en su asiento una vez más, antes de continuar. Acomodó con manos temblorosas sus auriculares sobre su cabeza. Lo veía descargándose y podía imaginarse a Jimin, en ése momento, tocándose, justo como él lo hacía y gimiendo levemente. Y ese solo pensamiento lo hizo cerrar los ojos y calmarse, volviendo a su celular. Ya se había descargado; bien.

No estaba nada bien. Cuando puso “reproducir”, el mayor pudo escuchar con perfecta calidad, gracias a sus benditos audífonos, los pequeños jadeos del menor, y luego su voz. Su melodiosa y necesitada voz, ésa que ponía tanto a Yoongi.

O-oh… ¿Sabes…? Creo que quiero hacerme un –jadeo - un aro en el pezón… ¿Te gustaría eso –gimoteo- …Suga? 

Yoongi tragó más saliva, y cerró sus ojos, de nuevo.

-Demonios… - Suspiró, pero nada parecía poder calmarlo. Sentía ya una erección formarse en sus pantalones, y con los ojos cerrados sólo podía pensar en Jimin gimiendo bajo suyo. O Jimin tocándose en frente suyo. O Jimin tocándolo a él, haciendo aún más cosas que tocarlo. Wow.

Abrió los ojos no realmente  cansado de todas las imágenes pornográficas que el menor había causado en él. Repitió el audio, una vez. Y otra vez. Y otra más. Una más. ¿La última? De acuerdo… La última, lo juraba.

 

 

Jimin rió algo entrecortado por los suspiros de placer, el menor no pudo contenerse y seguir tocándose, imaginando a su hyung recibiendo esas fotos. Decidió mandar otro multimedia, pero esta vez, un video.

Ajustó la cámara, alejando lo más que podía el zoom, para que se vea todo lo que él quería. Tomo el borde de su remera y se lo llevo a la boca, dejando todo su pecho al descubierto. Sus abdominales lucían perfectos y relucientes, pero él quería que la cámara muestre también el bulto en sus  shorts. Se acomodó bien, y dejó su mano libre reposar en sus pezones, estremeciéndose con el tacto. Pulsó a grabar.

 

 

Yoongi había decidido en mandar una nota de voz al menor para que deje de hacer esto, que no podía estar haciendo estas cosas en el trabajo, que cualquiera podría entrar y ver lo excitado que estaba. Pero Yoongi se quedo mucho tiempo repitiendo el audio y viendo las fotos, así que justo cuando se decidió, Jimin le había enviado un video. Por lo poco que vio, en la foto de vista- previa, casi se atraganta con su propia saliva. Maldijo a todo lo que conoce en esta vida, en especial a un enano que ama mucho, apretando descargar. Mientras se descargaba decidió levantarse y cerrar la puerta con seguro, porque ya no había más forma de detener esto.

Se sentó en la silla y volvió a tomar el celular en temblorosas manos, ahora algo sudadas. Decidió subir el volumen al máximo y relajarse, esto iba a estar bueno.

Al poner “reproducir” su relajación se fue al carajo. El menor se había filmado a sí mismo, mostrándole su pleno pecho, su delicada mano tocándose aún los pezones, para bajar, lentamente hacia sus trabajados abdominales, pero no se detuvo en ellos, la mano traviesa comenzó a bajar por la tela de sus shorts, desapareciendo debajo de ellos. Y un suspiro algo estremecido hizo que la cámara se mueva, y muestre como lentamente sus hermosos labios soltaban la tela de su remera blanca, ensuciándola de rojo, y dejando a la vista esos labios que eran mordidos por sus dientes. Oh, como deseaba Yoongi que esos fueran sus dientes. El menor abrió la boca, pero de ella se escapó un delicioso gemido, que hizo a Yoongi mover una mano automáticamente hasta sus apretados jeans. El peli-verde dio un leve apretón a su ya formada erección mientras observaba cómo el menor acercaba la cámara a esos eróticos labios.

-          Oh Yoongi – gimoteó de forma suplicante y necesitada- ¿Acaso estás tocándote? Hazlo si no es así, me estoy esfor… -Un gemido más alto que los anteriores se escapó de sus sensuales labios- esforzando mucho. ¿Quieres ver cómo me he puesto pensando en ti?

La cámara se movió hacía abajo mientras Yoongi volvía a maldecir, su mano comenzando un ritmo lento frotando en la tela de sus pantalones.  Yoongi vio la mano de Jimin moverse debajo de esos estorbosos shorts, y deseó que desaparecieran. Gruñendo de placer observo a la cámara subir y a Jimin volver a hablar después de un pequeño, pero bastante audible, gemido.

-          Pienso en tus manos… - el menor comenzó a utilizar esa voz que tanto lo ponía a Yoongi, de nuevo. – en tus caderas, frotándose con las mías… - Jimin se llevó una mano a la boca mientras hablaba- en tu pene, oh Yoongi… - Jimin gimió, pero ésta vez fuerte y largo, mientras comenzaba a morder y lamer su dedo gordo- Lo amo Yoongi, se me antoja tanto, hacerle esto… - Sentenció el menor, subiendo la cámara para mirar fijamente al lente, mientras chupaba su dedo, lenta y sensualmente, haciendo que se escuchen sonidos obscenos.

Yoongi se sintió desesperado cuando el video terminó y su mano izquierda entorpeció más, mientras intentaba salir del chat para poder llamar al menor. Dios, sí que lo había puesto que Jimin le diga esas cosas. Realmente se estaba odiando por no haber ido a casa antes y estar en ése momento haciendo cosas con su novio.

Ansioso, lo llamó, y se irritó cuando el menor contesto recién en el último tono.

-          Demonios, ¿por qué no atendías idiota? – Preguntó Yoongi con la voz dominante y ronca que él sabía que tanto le gustaba al menor. Obtuvo de respuesta un gemido que lo hizo gruñir de placer a él. – Carajos, ¿por qué tu vos es… tan sexy Jimin?- Se quejó intentando desabrochar sus molestos jeans.

-          Es que…-El menor se escuchaba agitado- es que decidí quitarme los shorts, hyung… -La voz de Jimin comenzaba a sonar suplicante ya, y eso lo hizo sonreír ampliamente al mayor.

-          Diablos, ¿tienes una idea de cómo me tienes aquí? –Le reprochó sin vergüenza alguna el mayor, sin olvidar usar su voz ronca, mientras bajaba sus jeans hasta sus rodillas, comenzando un ritmo más rápido en la tela de sus bóxers.

-          ¿C-como? – Preguntó casi sin aliento el menor, la voz de Yoongi lo estaba haciendo hiperventilar.

-          Empezando por tu voz Park – un gruñido se escucho y Jimin decidió dejar su celular entre su oreja y su hombro para acomodarse mejor. – cada cosa que dices con esa voz suplicante me llega hasta las venas de mi erección… maldito – Yoongi lo susurró entre dientes, pero el micrófono de sus auriculares se encontraba bastante cerca de sus labios. – Y ese video… Mierda, ¿Acaso quieres matarme? ¿Estás enterado de que eres el erotismo en persona Park? Diablos, cuando te vuelva a ver te voy a obligar a que me montes frente a un espejo… - El sólo pensamiento de eso hizo a ambos estremecerse y gemir al mismo tiempo – Sí… Sí, para que veas lo bueno estás mi amor… - Yoongi comenzó a bajar la tela de sus bóxers, mientras que el aire fríohizo que siseara del placer.

-          Oh hyung, cómo quisiera que estés aquí ahora… entrando fuerte en mí… - El menor hipeo placenteramente al imaginárselo, quitando la estorbosa tela de sus bóxers y lanzándolos a quién sabe dónde. – ¿Sabes que se me viene a la cabeza, oppa? – Preguntó con voz algo extraña al sentir el fría en su erección el menor-

-          Puta madre. ¿Qué? –Preguntó el mayor mientras tomaba pre-semen desde la punta y comenzaba a esparcirlo por toda la extensión; un gemido ronco se escapó de sus labios mientras cerraba sus ojos, para imaginarlo todo.

-          A mí, montándote, pero llevando una falta muy corta y los labios rojos, hyung –Respondió Jimin algo dudoso a pesar de su condición- ¿Te gustaría eso, oppa? – Preguntó el menor con algo de miedo, pero aún así sin dejar de mover su mano. El largo y estrangulado gemido de Yoongi le confirmó sus dudas. Y lo excitó aún más, comenzando a sentir sudor en su cuerpo.

-          Oh~ sí bebé. Pero no pienso quitártela mientras te follo. Así se mueve… Ah, demonios. Así se mueve cada vez que subes y bajas… - El mayor comenzó a apurarse en su ritmo mientras imaginaba al menor usando una falta, corta, sin nada abajo. Sentía su cuerpo quemarse, arder, el placer se sentía irreal. – Ah, Jimin, estoy tan cerca~ - gruñó fuertemente el mayor, y Jimin sólo supo gemir de placer al escuchar eso.

-          Demonios, yo igual… -El menor comenzó a sentir al húmedo correr por sus mejillas, pero no estaba seguro de si eran lágrimas de placer o sudor. Movió su mano libre hasta su entrada y comenzó a introducir un dedo – Recuerda mi boca, hyung. Oh, cómo amo lamerte, chuparte. –Yoongi dejó escapar un grave gemido y Jimin se estremeció, dejando escapar un gemido mezclado con un pequeño llanto, mientras comenzaba a mover su pequeño y gordito dedo. – Pero lo que más me gusta, es cuando me embistes la boca – un llanto de placer interrumpió su descripción cuando su dedo tuvo la habilidad de entrar y salir sin mucha dificultad de su entrada. – Y-Yoongi~ N-No puedo

-          Bebé~ - Yoongi gruñó sabiendo lo que significaba ése llanto; Jimin se estaba metiendo los dedos. Oh, demonios. Ésa imagen casi lo hace soltar el celular, su pecho subía y bajaba casi igual que su mano. – Imagina que soy yo, que te estoy preparando~ - Jimin gimió pero algo enojado- ¿Qué pasa cariño? – preguntó Yoongi

-          N-No llegan… - Un llanto de frustración hizo que Yoongi apriete sus dientes – no puedo ni siquiera rozar mi…- Yoongi lo interrumpió con una risa bastante difícil de conseguir, ya que casi todo lo que salía de su boca en esos momentos no eran más que gemidos y roncos gruñidos.

-          Oh Jiminie~ - Su voz sonó tan placentera llamando su apodo- Quisiera verte, maldición. – Se quejó el mayor.

-          E-espera – El menor sin pensarlo dos veces cortó la llamada, dejando a Yoongi atónito. Se le fue el alma del cuerpo unos pocos segundos, hasta que acercó su celular a sus ojos, y abriéndolos vio que el peli-anaranjado lo estaba llamando, pero era un video llamado. Aceptó lo más rápido que pudo y alejo su celular de su cara, para que el menor pueda ver el desastre que había hecho de él. Con sus cabellos verdes pegados a su frente por el sudor, sus labios rojos y algo lastimados, sus ojos apenas podían mantenerse abiertos, mientras que su pecho subía y bajaba. Jimin pudo ver sus pezones, rosas, erectos por la tela trasparente, que también  estaba pegada a su masculino pecho gracias al sudor. El menor observó con ojos hambrientos la expresión de placer del mayor y el movimiento frenético de su brazo derecho, moviéndose cada vez más rápido.

Pero el mayor fue el que mejor vista tuvo, ya que el menor se las arregló para acomodar el celular entre las almohadas, y él tenía una perfecta vista de todo. La vista de la cara sonrojada y llena de lágrimas del menor, con su maquillaje corrido, sus labios rojos, con ése rubí tan erótico, abiertos y dejando escapar toda clase de gemidos. Sus pezones marrones erectos, e intentando frotarse con las demás almohadas, ya que al menor se había puesto de costado. Y lo mejor, podía observar perfectamente la mano del menor encerrar su erección y moverla desesperadamente junto a sus caderas, y una mano llegar hasta más abajo que también se movía hacia arriba y abajo. Sus ojos pesaban, pero no los cerraría más que para parpadear y volver su vista la pantalla de su teléfono.

-          Y-Yoongi te ves… bien~ -Comentó el menor mientras gemía fuerte al agregar un dedo más, ahora 3 dedos entrando y saliendo. Sentía que su estómago ardía y conocía la sensación. Sus brazos dolían de tanto esfuerzo y quería venirse ya. La imagen de Yoongi sólo consiguió impacientarlo.

-          J-Jimin, vos te ves sexy, sensual, erótico, n… - Yoongi gruñó fuerte tirando su cabeza hacia atrás, dándole al anaranjado una perfecta vista de sus marcadas clavículas y su manzana de Adán. Jimin gimoteó desesperado.

-          M-Me vengo, hyung, me vengo~ - Jimin intentó acelerar todos sus movimientos, mientras cerraba sus ojos del placer y se retorcía entre las sábanas. La voz de Yoongi, ronca y algo débil ya fue la gota final.

-          Oh si, Minnie. Vas a hacer que me venga si sigues viéndote tan sensual. Vamos, córrete para mí, déjame ver como llenas de semen ésa hermosa piel tuya~ - Jimin sintió su espalda encorvarse y su voz quebrarse al gritar.

-          ¡Yoongi, Yoongi…! – Sus músculos se tensaron y el menor se vino, el blanco semen cubrió toda su mano y parte de su abdomen, pequeñas gotas llegaron hasta su cara. -Yoongi, Yoon-Gi… Yoongi…- El menor siguió repitiendo el nombre del mayor, abriendo ahora los ojos, mientras observaba al mayor aún bombeándose con sus ojos abiertos de par en par. – Ahora tú, Yoongi. Quiero escucharte gemir mi nombre.- Le ordenó el menor mientras llevaba su mano sucia de semen a su cara, esparciéndola eróticamente y por último a su boca. Con ésa imagen, más ver a su novio correrse tan fuerte y tan eróticamente, el mayor gruñó su nombre tan fuerte que se escuchó en toda la habitación del menor. Yoongi sintió todo su cuerpo tensarse placenteramente, mientras observaba al menor hacer un espectáculo para él. Gimió su nombre fuertemente, cegado de placer, para derramar semen por toda su camisa y su mano.

Suspiró mientras detenía su mano lentamente, disfrutando el placer del post-orgasmo.

-          Wow. Vos sí que siempre estás de porno cuando te venís hyung… Creo que me excité de nuevo. –Dijo suspirando el menor, aún tirado en la cama; exhausto.

-          ¿Yo? Demonios… - El mayor se levanto y tomó unas servilletas que eran de un café que anteriormente había comprado, para limpiarse un poco y acomodarse la ropa. - ¿Vos entonces que sos, el dios del erotismo? –Río sarcástico el mayor - ¿No estás cansando, mocoso? – Preguntó intentando calmarse el peli-verde.

-          No…  Vamos, ¿segundo ronda? – El menor lo miró a la cámara mordiéndose el labio para después seguir – Te prometo que consigo una falda… Y si vienes, te dejaré hacer lo que quieras conmigo…- El mayor abrió la puerta del estudió y le mostro a Jimin el pasillo.

-          Voy para allá.

Notas finales:

Tengo. Miedo. De. Que. Esto. Sea. Muy. Explicito. Y/O. Les. De. Asco.

Me siento rara cuando tengo que publicar el lemon xd. Aún no me acostumbro.

Nomehagansentirmalycomentenpls

¿Qué les parece mi mejor lemon? Na, en serio, es el 3er lemon que escribo y… que loco, no sé como estará :s.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).