Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

HIELO por Huitzil

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola personas lindas, monstruos, omegas, alfas, invasores, ojos inchados, otakus, lectores, fujoshis y demas y hola a la unica que se digno a dejarme reviex Nekota, e actualizado mas pronto de lo creido, bueno solo espero que les guste tanto como a mi me gusto escribirlo, los leo mas abajo bye!


 


 


No es que no pueda sentir


pero mi corazon es de hielo


y se necesita mas que una caricia


para derretirlo...

CAPITULO 2.

                                                                                                                                      

Al día siguiente después de haber discutido con Sherlock, Mycroft se pasó la mano.- (nuevamente) por su cabellera roja, se miró al espejo del baño de hombres y respiro profundo. Hoy eran las semifinales de futbol, muchos estaban entusiasmados ni que decir sobre Gerrard todo el mundo lo adoraba como a un dios, entonces si Gerrard era un dios ¿él era el diablo? No. Sherlock era el verdadero demonio detrás de esto, su pequeño demonio personal, el infierno es el mismo para todos lo único que cambia son los demonios y ¡Valla que demonio le había tocado!

Y  es que, maldición ¡Sherlock no entendía que era por su propio bien! ¿Qué acaso en su pequeña cabeza no entendía que para encontrar la paz esperada se tenían que hacer sacrificios? Una vez que Mycroft se graduara, que consiguiera trabajo en algún puesto en la política, podría tener dinero suficiente para observarlo, podría pagar para que lo cuidaran, que lo protegieran… pero ¡No! -“Hola soy el imbécil de Sherlock Holmes y solo pienso en el ahora, no en el mañana”- pensó Mycroft arremedando con su propia voz a su pequeño hermano menor tratando de no gritar por la ira que sentía, tenía que pensar en frio, tratar de relajarse, él era Mycroft Holmes el puto hombre más listo que conocía, ya encontraría una solución.

Para aumentar su mala suerte la escuela estaba tan contenta y tan insoportable. -(más que de costumbre) que poco les faltaba a los estudiantes para sacar arcoíris por la boca y unicornios por el trasero. Todos los alumnos incluyendo a los profesores estaban a rebosar de felicidad por las nuevas de que el equipo de futbol después de siete años llegaría invicto a las finales y quizás podría ser hasta campeón nacional, tanta era la dicha que habían cancelado las clases porque hoy competían con una secundaria de gobierno, es decir con los pobres de barrio que con trabajo se habían logrado integrar a la liga, para los pobres de los barrios bajos sería un honor perder en el campo de una escuela tras prestigiada como a la que asistía Mycroft. El pequeño chico obeso se miró nuevamente al espejo hastiado de todo, de haberlo sabido se hubiera quedado en la casa comiendo ese pastelillo de chocolate que le había traído su madre como una oferta de “paz” después de haberlo llevado al hospital sin hacer más preguntas sobre cómo se había hecho esa herida, acción que por cierto Mycroft agradeció con creces en silencio.

- ¡Mi Pigcroft¡-

Lo sorprendió Steven, dándole un ligero golpe en el brazo, parecía de muy buen humor ya que sonreía de oreja a oreja  “¡Es MYCROFT Maldita sea!”- pensó malhumorado el mayor de los Holmes mientras que por instinto retrocedió un par de pasos, lo fulmino con la mirada y opto por lo que sería mejor de momento, ignorarlo.

- ¿A dónde va mi puerquito?-

Pregunto el rubio interponiéndose en la puerta del baño para que no saliera, sus ojos dilatados no anunciaban nada bueno acerca de su extraña conducta, además aquel ligero temblor en el labio inferior seguramente eran más malas noticias, ya que como era de suponerse seguramente, no… probablemente con casi nulas posibilidades de equivocarse el capitán del equipo de futbol estaba bajo los efectos de alguna droga.

- Déjame pasar Gerrard, llevo prisa.-

- ¿Qué es más importante que yo en este instante?-

- La pregunta correcta será ¿Qué no es más importante que tú? Gerrard, debo irme.-

- Deja de llamarme Gerrard, tienes tanto de conocerme y no sabes cómo me llamo, anda di mi nombre cerdito y seré bueno contigo, bueno no te prometo nada pero será divertido.-

Musito de manera ronca su compañero de clases, parecía que le costaba respirar o le causaba algún deleite estar tan cerca suyo, cosa que le causo algo parecido al malestar estomacal y una repugnancia colosal al pecoso que lo miraba intrigado con esa gélida mirada azul celeste. Mycroft miro directamente el rostro de su compañero con ardid, si bien no le fallaba su observación, Steven estaba coqueteándole o queriéndole ligar -(Gerrard era homosexual porque bueno la porno que veía de su hermano era gay y Mycroft lo sabía) pero… no de seguro se equivocaba, si era eso, estaba equivocado si Steven gay de closet estaba queriendo tener sexo con… seguramente no,  eso era tan… pero ahí estaban las claras señales; por una vez se odio por saber lo que pasaría, y por primera vez en su vida deseo con toda el alma no tener razón.

- Hazte a un lado Gerrard, debo ir a ver al profesor de ciencias, me está esperando y si no voy se va a enojar, debemos acomodar a los alumnos que vendrán a competir de la otra escuela sobre las gradas.-

 - Yo soy más importante que la otra escuela.-

Steven se acercó a Mycroft peligrosamente a su rostro, poco les faltaba para romper ese diminuto espacio para besarse, sin embargo Holmes sabía que por el momento esa no era la intención del rubio que tenía enfrente quizá por eso no se movió de su lugar, simplemente mantenía fija su mirada en aquel sujeto ¿Qué era lo que este pedazo de humano quería?

- Opino lo contrario, ahora si me disculpas yo...

Gerrard lo tomo del rostro agresivamente apartándose de la puerta y llevándolo al rincón de los baños.

- Cerdo asqueroso, todavía que me tomo la molestia de hablarte te atreves a rechazarme ¡Esto no es como tú quieres, es como lo quiero yo! ¿Y sabes que es lo que quiero pedazo de mierda? quiero hacértelo antes de empezar el partido, vamos cerdito, nadie más en la vida te querrá por lo marrano y asqueroso que eres, esta es tu oportunidad de dejar de ser “virgen”.-

Mycroft seguía viéndolo, muchos interpretarían esa mirada como miedo pero no, era duda, duda de saber que carajos se había metido ese estúpido jugador de futbol antes de empezar el partido y que ahora lo tenía tan excitado y caliente “¡dios un afrodisiaco! ¡Idiota!” pensaba insatisfecho el Holmes pelirrojo. Seguramente esta era una de otra de las formas de ser castigado por la vida por ser tan diferente a los demás.

- ¡Suéltame! Gerrard, ¡suéltame por favor!- rogo Mycroft, cuando sintió los labios húmedos y pegajosos de Steven sobre su cuello, realmente se sentía asqueroso, sintió la repugnancia en todo su ser y  no es que no lo hubiera previsto cuando vio a su compañero lamerse los labios con lujuria, solamente aún no estaba preparado para el tenebroso impacto. Él no quería esto, él no lo había buscado, no así, ni siquiera se le hubiera ocurrido que algo tan banal como eso le sucediera a él. “tranquilízate Mycroft, conserva la calma esto es un… debo hacer algo, algo, ¡maldición! No se me ocurre nada, es más fuerte, rápido y más tonto que ningún otro estudiante de aquí, no tengo esperanza solo un imposible milagro me salvaria”

Su mente se quedó en blanco cuando sintió los dedos del otro bajando a su pantalón e introduciéndose en sus calzoncillos para comenzar a acariciarlo de manera indecente “No, esto no puede ser, no, no, no, no” su cuerpo comenzaba a ceder ante las caricias proporcionadas, su temperatura comenzaba a elevarse, y sus fuerzas a flaquear.

- N-no…- murmuro en un quejido bajo el pelirrojo casi escuchándose como una súplica soltando un largo suspiro.

- Mira lo que has hecho…- musito excitado el rubio tomándole con fuerzas de la muñeca para obligarle a que le tocara su endurecido miembro mientras como una bestia hambrienta se dirigía de nuevo al cuello ajeno bajando lentamente en un suave recorrido de baba y lengüetazos al cuello de la camisa.

“mierda, mierda, mierda, mierda, ¡No! Yo, yo no… ¡Me duele!”

Y no era para menos el dolor de Mycroft, lo que empezaron con suaves caricias se volvieron agresivos arrebatos de excitación y la forma en que lo masturbaba lo lastimaba. Estando al borde de las lágrimas unas risas fuera del baño se intensificaron  de repente un sonido los interrumpió, la puerta del baño se abría con rapidez, al mismo tiempo con una velocidad increíble Steven se separó del pelirrojo, chasqueo la lengua al toparse con un par chicos que venían platicando animadamente, Mycroft se acomodó el pantalón, los jóvenes no portaban el uniforme de esa escuela y entraron al lugar donde estaban.

 “Salvado por los jugadores de la otra secundaria”  pensó Mycroft sintiéndose más ligero del cuerpo, sin embargo el gusto le duro poco porque Steven lo tomo del brazo apretándolo fuertemente, la herida del día anterior le dolió como un suplicio y de la nada le entraron ganas de gritar por ayuda más nuevamente sus labios necios se negaron a abrirse.

- Vámonos a un lugar más tranquilo a continuar.-

La cara del mayor de los Holmes se quedó enormemente sorprendida “¿Pero qué demonios?” Cuando Mycroft quiso alegar algo fue fulminado con los ojos del otro y sintió que le arrancaban el brazo siendo que el capitán del equipo de futbol lo jalaba al exterior, solo el diablo lo ayudaría en esto, Si… en definitiva este era su castigo por ser diferente y mientras pensaba en una forma de escapar la más sensual voz que había oído el mayor Holmes los detuvo en breve.

- Oye tú, el pelirrojo ¿Cuál es tu nombre?-

Steven se detuvo y encaro al joven castaño que había hecho la pregunta, no le hacía mucha gracia que ese “estudiante” le hablara a sus pertenencias porque si, Gerrard era celoso y posesivo.

- Qué te importa idiota.

- Oye le pregunte al pelirrojo, pero tranquilo, un maestro pregunto por él hace rato, me dijo que estaba en el baño de caballeros, que buscara a un estudiante pelirrojo con pecas y mirada de hielo,  supongo que es él- señalo con la barbilla a Mycroft – Me dijo su nombre pero dios, tengo mala memoria… no me acuerdo como se llamaba.. humm… ¿Kevin? No. ¿Josua? Tampoco. ¿Martin? Nop. ¿Benedict? No ¿Robert? Quizás, pero no era así, ¿Cómo era el nombre?- el chico castaño fingió pensar poniéndose la mano en la barbilla y cerrando los ojos mientras que era más que evidente, bueno evidente para Mycroft que estaba mintiendo entonces “lo estaba ayudando pero ¿Por qué?”.

 Mycroft se quedó analizándolo, el chico tenía un cabello café tirándole al chocolate con unas cuantas canas, una mirada escrutadora y autoritaria, simpática y protectora. Un uniforme viejo, zapatos desgastados, bueno, no muy diferente a sus demás amigos que le acompañaban, por lo que veía en sus pantalones, tenia ¿perros? No, gatos, tres gatos para ser exactos y por las mangas del suéter… hermanas, muchas hermanas.

- Pigcroft.- escupió con gracia Steven interrumpiendo sus pensamientos.

- Te queda, pero pregunte el nombre del pelirrojo, no el tuyo.-

Sonrió el chico componiéndose y acercándose más al rubio para enfrentarlo.

- ¿Qué dijiste maldito bicho rastrero? Porque no regresas al bote de basura del que saliste, ten para que dejes de ladrar.- Steven saco su cartera y empezó a aventarles dinero a los chicos que estaban ahí dejándolos pasmados– Lárguense y déjenos solos.-

El chico de cabello castaño tomo el dinero que había caído al suelo, conto la cantidad se encogió de hombros y sonrió satisfecho. Mycroft lo sabía, era más dinero del que jamás esos chicos tendrían en sus manos o del que habían visto, suspiro cansado ante eso, era su fin.

- Less- murmuro uno de los amigos del chico de cabello castaño contemplando  con avaricia el dinero, trago saliva antes de continuar hablando – deberíamos tomarlo e irnos, además no es nuestro asunto, ellos pueden arreglárselas sin nosotros, seguramente como ya lo han hecho antes, ven y…-

- Oye, me malinterpretas por lo general yo...-

-¿Cuánto quieres maldito hurón?

- Bueno, esa es la cuestión… tú, el pelirrojo.- el chico castaño quien respondía al apodo de Less señalo con la cabeza nuevamente al obeso niño pelirrojo y le sonrió con gallardía.

- No me has dicho tu nombre.-

Mycroft se sonrojo y desvió la mirada avergonzado ¿Por qué todo su maldito cuerpo se sentía de esta forma?

- Mycroft.- susurro tan bajo que se extrañó que el otro le escuchara.

- ¿Mycroft? Que nombre tan raro para un hombre bueno ya que, escúchame bien Mycroft- el mayor de los hermanos Holmes levanto la mirada extrañado, no se esperaba esa respuesta y mucho menos esa sonrisa ¿Qué le pasaba a este sujeto? – Vete de aquí, te están buscando.-

“mentiroso nadie me busca” pensó mientras se zafaba de ese agarre que ya había aflojado por parte de Steven y pasaba de lado de ambos chicos, el castaño le siguió sonriendo y pudo detectar un ligero aroma a burbujas y madera despedir de susodicho salvador, cuando el rubio quiso detenerlo el chico castaño lo  freno de golpe, sujetándole de la muñeca.

– ¡Amigo! – Less puso de un fuerte golpe el dinero en la mano del capitán de futbol y sonrió con autosuficiencia – se le ha caído esto, es mucho dinero guárdalo bien, se le puede perder.-

- Hijo de ……-

Eso fue lo último que escucho Mycroft al salir con rapidez del baño de hombres, no se quedó a averiguar cómo habían acabado las cosas, simplemente se metió en la primera aula que vio y cerró la puerta, era el salón de computación y se escondió en un rincón, se sintió el hombre más cobarde de toda la tierra, el más idiota y por primera vez el más imbécil, nunca en su vida creyó necesitar de las personas, creía que simplemente que eran escalones, y que si alguien le hablaba con cortesía era porque simplemente querían su dinero y ahora… había sido salvado por un sujeto extraño que no le conocía, que nunca había visto en toda su maldita vida  y al parecer no le importaba el dinero de nadie. Mycroft Holmes estaba en deuda con un completo desconocido.

- ¿Estas bien? Te vez muy pálido.-

La voz de una chica de cabello corto lo saco de sus cavilaciones, llevaba un celular en las manos y no se despegaba de él, estaba sentada sin hacer ruido. De no haber sido porque acababa de hablar y por el sonido de las teclas de su celular parecería otro objeto ahí presente.

- Creo que si.- respondió tratando de tranquilizarse, sin poder sacarse de la cabeza esa innata curiosidad por saber que le había pasado al chico de la otra secundaria, seguramente estaba bien ya que eran tres contra uno pero… y si…

- Bueno pues no hagas ruido me molestan las personas ruidosas.-

- Esta bien.- murmuro calmando su yo interior, respiro hondo y se acercó a la ventana esperando quizá ver una cabellera castaña con unas cuantas canas salir invicta del edificio, de alguna  manera empezaba a preocuparse por otro ser vivo que no fuera su pequeño demonio menor Sherlock.

Notas finales:

y? que tal? si estuvo bueno o deberia abandonar el escrito al olvido? jajajaja bueno espero de corazon que hayan gozado de la historia y aun falta mucho!!! muajajajajaja los leo en el futuro! :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).