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La Bruja de Spica por Mariela

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Notas del fanfic:

LOS PERSONAJES SON DE SU RESPECTIVO AUTOR

 

HIKARI KONOHANA NO BAAI

El sol ya estaba en su más alto punto, justo arriba de ella al dar las 12:00 de la tarde. El calor de sus rayos era tan intenso que hacia hervir sus lágrimas, aquellas que no dejaban de brotar de sus ojos con total amargura y dolor.

Las cuerdas de sus brazos y piernas ya empezaban a marcar su piel, y el aire que soplaba en ese entonces mecía sus ahora cabellos rubios. Estaba muy asustada, su pecho dolía con tal fuerza que casi le dificultaba respirar. Recorrió con la mirada todo su alrededor, el pueblo entero de Spica la abucheaba, la insultaba, la humillaba, en ese momento, aquellos que se hicieron llamar sus amigos le daban la espalda. Ante sus ojos, ella era culpable.

Y eso dolía. Dolía demasiado.

  -¡POR FAVOR, SUELTENME! ¡Soy inocente, lo juro!-gritaba en llanto, pero aquellas suplicas no eran escuchadas-¡Deje-Ah!-y una roca lanzada a su rostro silencio su voz

-¡BRUJA!

-¡QUEMENLA!

-¡HEREJE!

Entre toda esa gente se abrió paso una sacerdotisa de cabello negro y apariencia algo masculina. Llevaba en sus manos una biblia y un báculo un tanto extraño, además de un crucifico colgando de si cuello.  

Y esa sacerdotisa miro de frente a la bruja, y dirigiéndose al pueblo, exclamo:

-¡Hermanos! Nos hemos reunido una vez más bajo los ojos del Creador para castigar a otra de sus ciervas que ha pecado de brujería. ¡Esa mujer!-señalo con su báculo a la rubia que se encontraba atada a la cruz de madera-¡Ella, con su seductora magia, enamoro al príncipe de Spica!

-¡MATENLA!

-¡BRUJA MALDITA!

-¡QUE MUERA!

Eran los gritos del pueblo que clamaba por la muerte de la bruja, quien solo miraba a todos con incredulidad y dolor.

-No…no… ¡No soy una bruja! Por favor, escúchenme

-¡CALLATE!-grito la sacerdotisa-Esta mujer, no, este demonio nos engañó  a todos con su disfraz de inocencia, ¡PERO NO ES MAS QUE UNA BLASFEMIA! ¡HEREJE! ¡LA LOCURA LA INVADIO Y PERDIO EL CAMINO!-la ira del pueblo crecía-¡FUE CON EL DEMONIO Y SE ENTREGO A EL PARA HACERSE PODEROSA!

-¡No! ¡Eso no es cierto!

-¡Y LUEGO FUE ANTE EL PRINCIPE AMANE Y LA SEDUJO CON SU MAGIA PECAMINOSA!

-¡No!

-¡ESE AMOR…-sonrió al ver llegar el carruaje real, y al príncipe de Spica bajar De el,  acompañada de su hermano mayor y su prometido-¡ESE AMOR  AL SER CONSEGUIDO CON LA MAGIA, ES TOTALMENTE FALSO!

-¡Kaname-san!-la llamo el príncipe-¿Por qué ataron a Hikari a la cruz? ¡Todavía no se ja declarado culpable ni confesado su brujería!

-Príncipe, yo…

-¡Amane-hime!-los ojos de Hikari se iluminaron al ver llegar a su amada, y una pequeña esperanza brillo en ellos sin saber cuan alejado estaba eso de la realidad-Amane-hime, por favor ayúdeme  le juro que soy inocente

-Hikari…-el corazón de Amane dio un vuelco al ver las lágrimas de la rubia, haciendo su juicio dudar y Kaname se dio cuenta de ello

-Por favor príncipe, no se deje engañar de nuevo por esos ojos inocentes y esa apariencia angelical. La mujer que está ahí es una maldita bruja, ¿acaso no lo ve?-decía, pero la oji-rojo parecía ignorarla mirando con tristeza a Hikari-¡Amane!-tomo su brazo y la obligo a verla-¡No dejes que el demonio te tiente de nuevo! Fue por eso que mande a quemarla ahora, entre más tiempo siga viva, su magia seguirá seduciéndote. ¿Eso es lo quieres? ¿Eh?

-No…-murmuro bajando la vista al suelo

-Entonces, da tu consentimiento para quemar a esa blasfemia

Amane entro en una batalla interna para decidir lo que debía hacer, las suplicas y el llanto amargo de su amada Hikari le partían el alma, y los gritos del pueblo enardecido le decían que debía hacer lo “correcto” tanto como para ella como para ellos. Si Hikari en verdad era una bruja, dejarla vivir por sus sentimientos pondría en peligro a los demás, exponiéndolos a una magia tan demoniaca, sin embargo, si no era verdad habría quemado al amor de su vida. ¿Qué debía hacer?

La confusión la carcomía.

                                                                                                                                                                   

Kaname le había dado tantas pruebas de la brujería de Hikari, trayéndole cada día nuevos descubrimientos para que la declarara “Bruja” oficialmente, y sabía que siendo una sacerdotisa, Kaname no podía mentirle.

-Entonces…-susurro casi inaudiblemente

-Entonces has lo que creas correcto, y asegúrate de no arrepentirte después-le contesto en murmullos su hermano mayor

Amane se volvió hacia su hermano Takafumi, y vio en él un total apoyo a la decisión que tomara. El era su nica familia; un doncel que pronto contraería matrimonio con el príncipe Kirishima Zen del reino de Japun, sabio e inteligente, pero…demasiado profesional. El siempre anteponía su deber sobre sus sentimientos, y Amane no era así. Sin embargo, sabía que en ese momento debía actuar como lo que era “una princesa”, y como tal, debía ver primero por su pueblo antes que ella misma.

Había “pruebas”, “testimonios”, y una sacerdotisa que la acusaba. Eso era todo lo necesario para quemar a la bruja.

Y si Hikari consiguió su amor con brujería, la haría pagar por ello.

-¿Príncipe? ¿Qué decide?-pregunto Kaname con un ligero temor a su respuesta

-Yo…-respiro hondo y hablo a la multitud con seriedad-¡Yo, el príncipe Amane de Spica, declaro culpable a Konohana Hikari de brujería, y la condeno a arder en las llamas de la justicia!

-¡EEEEHHHH!

El pueblo estallo de alegría y victoria, y prendieron sus antorchas para acabar con aquella bruja que había triado la desgracia al reino.

-¡NOOO!-grito Hikari totalmente asustada-¡Amane-hime, se lo suplico, créame! ¡Soy inocente! ¡Soy inocente!-la desesperación la invadía-¡SOY INOCENTE!

-¡CIERRA LA BOCA DEMONIO!-respondió Amane, dejando en shock a la rubia-¡NADIE VENDRA A SALVARTE!

-…Amane-hime-murmuro aumentando el llanto-…di-dijiste…dijiste que me amabas

FLASH

-¡Rayos!-exclamo al ver salir volando su sombrero con el aire fuerte que había soplado-Vuelve aquí sombrero

Corrió tras el tratando de alcanzarlo, pero los torrentes de aire no se lo permitían, y el sombrero no paro de volar hasta que llego a las manos de cierta chica vestida de príncipe, quien lo tomo y volvió su mirada hacia ella.

-¿Hikari?

-Amane-hime-exclamo con felicidad, acercándose a ella-Lo siento, eso es mío

-¿En serio? Pues parecía que quería irse conmigo-rio-Toma

-Gracias. ¿Sabe? Ya me dirigía a verla al palacio, ¿hoy es su cumpleaños verdad? ¡Feliz cumpleaños!

-Muchas gracias Hikari-agradeció enternecida con la mirada dulce de la chica-Muchas personas me han felicitado hoy, pero que tú lo hagas…-se acercó para abrazarla-Me hace muy feliz

 -¿E-En serio?-se sonrojo

-Sí. ¿Y sabes porque? Porque te amo Hikari

La rubia sintió su corazón latir a mil por hora, sus mejillas se calentaron y correspondiendo al abrazo de la peli-azul, susurro:

-También la amo, Amane-hime

FLASH

-…dijiste que me ambas…-repitió totalmente ida

-¡ERA UN AMOR FALSO Y PAGARAS POR ELLO!-volvió su mirada a la sonriente sacerdotisa-¡Kaname, inicia el ritual!

-A la orden majestad-la peli-negra abrió su biblia, y apuntando a la ida Hikari, recito en voz alta-¡PENITENZIAGITE, PENITENZIAGITE!

-¡Muerte a la bruja!

-¡Si, quémenla!

-OPUS  TRANSITIN OTIUM

-…no soy una bruja…no soy una bruja…

-PENITENZIAGITE, PENITENZIAGITE

-Takafumi-murmuro

-¿Qué pasa?

-No creo que ella sea…

-Lo sé. Yo tampoco lo creo

-LA MORTZ EST SUPER NOS

“Cuando usted olvide la magia, aquella que causa dolor y detiene el tiempo, todos los recuerdos desaparecerán…y olvidara este sufrir que la tortura”-recordó las palabras que Kaname le había dicho-“   Eso espero Kaname, eso espero”-pensó, derramando lágrimas de dolor

-PENITENZIAGITE, PENITENZIAGITE

-…Amane-hime…no me abandone, por favor…-el llanto era incontrolable

-VIRTUS MIGRAT IN VITIUM, NUNC  CUNCTA RERUM DEBITA, EXORBITANT A SEMITA, PENITENZIAGITE, PENITENZIAGITE

-¿No hay algo que puedas hacer?-pregunto el castaño a su prometido

-Es ella quien gobierna, no yo.

-¡Ahora!-grito Kaname a la multitud de antorchas-¡ANTES DE QUE LA BRUJA LANZE SUS MALDICIONES, PRENDAN FUEGO A LA CRUZ, Y QUE LAS LLAMAS DE JUSTICIA Y PURIFICACION ARDAN YA!

-¡SIIIII!-entonces, toda la gente le prendió fuego a los leños que se acolinaban bajo los pies de Hikari

-¡Piedad!...Por favor, ¡No soy una bruja! ¡No soy una bruja!...¡No!

-¡QUE EL DEMONIO ARDA, EN NOMBRE DE DIOS!

-¡EN NOMBRE DE DIOS!

-Hikari…-el corazón de Amane se rompió en mil pedazos al ver arder el cielo, y a su amada rubia en medio de las llamas

-¡Nooo!-grito Hikari, ahogándose  en  lágrimas

El dolor que estaba sintiendo dentro no se comparaba en nada al calor del fuego que poco a poco lo alcanzaba. Se sentía traicionada, humillada, destrozada, sentía como si la desgarraran por dentro sin piedad alguna, y ya no lo soportaba. Ni siquiera sus lágrimas de sangre servían para desahogar todo su dolor.

Siguió gritando, suplicando e implorando por piedad, tratando de demostrar su inocencia, pero nadie la escuchaba, tan solo festejaban su desgracias. La única mirada de misericordia que vio fue la de una niña de 10 años de cabellos castaños atados a una coleta con un vestido tan hermoso de color azul como el cielo, quien se mantenía abrazada al brazo del príncipe de Japun. Sabía que esa niña la miraba así porque ignoraba las razones por las que se encontraba atada a la cruz.

Su amor había sido traicionado, su alma desgarrada y sabía que nadie iba a rescatarla.

El príncipe de Spica le había dado la espalda, y eso dolía. Era sofocante todo el dolor que estaba sintiendo, mucho más que las llamas que pronto alcanzarían sus pies.

-¡Por favor! No soy una bruja…¡NO SOY UNA BRUJA!

-DEMONIO-grito Kaname con una expresión de maldad-IMPLORA TU PERDON A DIOS

-…por favor…

Su corto vestido blanco que se le había puesto para su ritual ya empezaba a ennegrecerse con el humo, sus cabellos rubios que le habían sido cortados hasta el cuello se mecían con los ligeros aires que soplaban, y sus lágrimas se hervían con el calor del fuego. Esa tarde, una bruja mas seria quemada ante los ojos del Creador.

Pero la verdad de todo era que Hikari…no era una bruja. No, no lo era.

FLASH

-¡Amane-hime!-corrió a aferrarse a su cuerpo con el miedo reflejado en sus ojos-Amane-hime, ayúdeme. Unos hombres quieren atraparme, dicen que soy una bruja y eso no es verdad

-…-

-¿Amane-hime?-extrañada por no recibir respuesta, se separó un poco de ella para mirarla y se encontró con una expresión por demás sombría por parte de Amane-¿Qué pasa? ¿Está enojada?-pregunto-¿Amane-hime? Amane-hime, ¿me escu…-las palabras murieron en su boca

Sus ojos se abrieron como platos entrando en completo shock al sentir como repentinamente, la peli-azul tomaba con fuerza sus cabellos, y con su espada los cortaba de un solo tiron hasta dejarlos al nivel de sus hombros o incluso más arriba, dejando una lágrima escapar de su ojo derecho.

-Hikari, se te ha encontrado culpable de practicar brujería, y como tal, será enjuiciada ante la santa adquisición-dijo con voz fría-¡Llévensela!

-Amane-hime…-de pronto, todo se volvió borroso y unas fuertes manos la sujetaron para llevarla fuera del palacio, mientras en su mente trataba de procesar lo que había ocurrido-Amane-hime…Amane-hime….¡Amane-hime, ayúdeme!-pero esta nunca se volvió a mirarla-¡AMANE-HIME!

FLASH

  “Amane-hime…”-sus cristalinos ojos azules se posaron en las rojizas orbes del príncipe de Spica, suplicando por su ayuda, pero esta solo desvió la mirada empapada en lágrimas y se dio la vuelta dándole a entender su desprecio. En ese momento, todo en ella acabo de destrozarse.

Y cuando las llamas al fin alcanzaron sus piernas, y el calor comenzó a quemarla provocándole un dolor muy agudo, desvió sus suplicas al cielo azul mientras ensombrecía su mirada.

-Hikari-murmuro con tristeza

-¿LO VEN?-grito Kaname al ver la acción de Hikari-¡ESA BRUJA ESTA INVOCANDO AL DEMONIO PARA QUE LA SALVE! ¡QUIERE MALDECIRNOS!

-¡NOOOO! HAGA ALGO SACERDOTISA

-¡INCINERENLA!

-¡MATENLA YA!

-TRANQUILOS HERMANOS, ESTA MUJER CREE QUE PUEDE VENCERNOS PERO NO ES ASÍ ¡NO!-le apunto con su crucifico-¡En nombre de Dios que no lo hara! ¡AUMENTEN LAS LLAMAS! ¡QUE MUERA YA!

-¡SI!

 Hikari apretó los puños con ira creciente, mordió su labio inferior y por primera vez en toda su vida la rabia le recorrió las venas. Y justo cuando más leña fue lanzada al fuego, haciendo crecer las llamas, ella alzo su mirada al cielo y grito todo su dolor.

-¡AAAAAHHHHH!

Un  torrente de aire soplo en ese momento con toda su fuerza, aterrorizando al pueblo que de inmediato huyo de ahí, mientras Kaname y la familia real se cubrían del viento, y el polvo que arrastraba con el. Sus ojos se abrieron con incredulidad y asombro al ver como dos alas blancas emergían de la espalda de la rubia, y el fuego se extinguía con la misma rapidez con la que se apagaba una vela. Hikari Konohana era un angel, uno caído, eso no podía ser verdad.

-¡¡¡HIKARI!!-grito desesperada Amane al ver  a la rubia liberarse de la cruz y volar al cielo con una expresión llena de rabia y dolor-Hikari…

Y con las nuevas lagrimas del príncipe de Spica, una pluma negra cayo frente a sus ojos como muestra de su traición, la cual, por siempre le recordaría que con sus propias manos…a un ser invaluable hizo pedazos.

FIN

Notas finales:

NO OLVIDEN COMENTAR

ESPERO QUE LES HYA GUSTADO Y GRACIAS POR LEER

BAE, BAE


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