*¿Qué más se puede esperar? este mundo no es para mí, sin embargo heme aquí…. Duele, duelen sus palabras en el fondo de este arrepentido ser, si, arrepentido, dolido y ensangrentado*
Mira sus manos temblorosas dejando caer la navaja, sin atreverse a sentir mas, el dolor no le importa, el dolor físico no es nada comparado con el emocional, con el que sufre el corazón…Mientras lloran las paredes color rojo, cuando pasa la muñeca restregando su marca de dolor… Su sufrimiento deja la huella que tal vez sea vista, sin embargo la limpia para que nadie se entere de aquel acto….
Suena una perilla forzada, unos golpes que retumbaron en su cabeza… *¿Alguien te descubrió?* se dice a si mismo cuando dirige esos ojos azules a la entrada del baño, el baño donde el estaba encerrado…
-Ken abre esta puerta, papa va a venir pronto- se escucha la voz de un niño de aproximadamente 12 años, de tez nívea de ojos celestes y cabello oscuro que hacia resaltar esa mirada ingenua…
-no quieres que se moleste de nuevo, abre- golpeaba su voz sonaba débil detrás del la gruesa puerta, una puerta difícil de atravesar, tal vez el único lugar seguro de la humilde casa…
Limpio los restos rojos que coagulaban en las paredes, con una toalla limpiaba sus heridas, mientras con un papel higiénico terminaba empapado en escarlata…miro su reflejo en aquel turbio espejo, tan antiguo y aledaño, tan empañado que apenas su rostro se entendía, solo se lograba captar unos ojos azulados dolidos que miraban todo oscuro a pesar de su claridad, sus cabellos fueron humedecidos con la aliviante agua que corría entre sus facciones, como si limpiara su tristeza al momento de diluirse sus lagrimas y terminar alegándose… abre la perilla perezoso, muestra esa frialdad que normalmente lo acompaña, el pequeño lo mira afligido, mientras nota las heridas que causo la mano de su hermano en el mismo como acto desesperado, no era la primera ni la ultima, pero esos ojos afilados apenas se cruzaron con los celestes del menor… “son hielos, los ojos que tiene ken son mas fríos que el hielo” pero a pesar de esa indiferencia ocultaba mas en esas lagunas congeladas……
Unos golpes secos se escuchan, mientras un portazo al unísono lo acompaña…
-papa- musita el pequeño mientras su hermano lo protege poniéndose enfrente de el…
En aquella humilde morada siempre se escucharan los gemidos de dolor, en aquella humilde casa habitan dos jóvenes de facciones bellas, esa humilde morada siempre tendrá el aroma vil del alcohol…… esa pequeña casa habitan las encarnaciones de la amargura…
En esa pequeña y humilde casa es donde todo empezó, los recuerdos, los traumas, siempre lo que marco… es sufrimiento, la pérdida sonó más clara que un lamento…
-me has protegido de nuevo, hermano- cura las heridas de aquella espalda marcada, parecía un lienzo con pincelazos en carmesí……parece impasible, cuando sus zafiros se colocaban arriba como si la respuesta cayera del cielo, la respuesta a su pregunta… “¿Por qué sigo aquí?” ” ¿Quien decidió esta vida? ¿Quien decidió la mía? ¿Por qué o me morí aquel día?” miro al pequeño enfermero, trato de sonreírle pero sus labios no respondían, como si su cuerpo no pudiera mentir… abrazo al menor, este al tener sujeto un algodón lo deja caer silencioso…
-¿otra vez?- dijo ocultando esos ojos celestes no tan ingenuos, después de todo han perdido su pureza…
-si no soy yo, será nuestro padre- acaricia los labios de su hermano menor, unos labios rosados y tiernos, para bajar a su cuello y a ese joven pecho, buscando desesperado aquella rosada tetilla respingada, para apretarla gentil dejando un gemido suave y un sonrojo en el menor…
Unas lágrimas caen de la nívea cara del pequeño…
-no llores-
-hermano, no lo hagas, te lo pido- callo la musicalidad de la voz joven con un beso arrebatador, mientras esa comisura saboreaba salada por las lagrimas…los recuerdos vinieron a su mente, esa sombra que lo perseguía siempre, veía ese rostro que le causaba tanto asco y repulsión, luego observaba su hermano que con un deje de dolor yacía acostado en la cama donde se dirigió obediente… se veía a si mismo hace algunos años, esa ingenuidad arrebatada, esa infancia quebrantada, esos ojos brillantes se opacan… eso ojos celestes mueren, bloqueando esa acción…
Se abrieron esos zafiros con brusquedad, mira al frente un espejo se encontró con el, miro ese reflejo mas claro y lo veía a el, veía el rostro de su padre cuando el lo hizo con el, miro el rostro nefasto que arruino su existir, vio ese rostro esculpido en el… un nudo en su estomago, ese sabor amargo, mientras el pequeño ha sido sumido fuera de esta realidad…… llora, llora y no lo puede evitar…
La ropa interior pequeña descansa en el piso, no puede dejar de llorar, mira su mano envuelta en presemen, no puede evitar llorar…mira esos opacos celestes y deja de llorar……
Su mano temblorosa como su labio inferior, encerrándose de nuevo en aquel lugar donde empezó esta historia, su refugio, buscando desesperado esa navaja que oculto… esas manos confundidas, esos actos nerviosos, tratando de huir de su dolor……………
En esa casa humilde un niño fue violado por su padre y su hermano, ese niño ahora ha sido acogido y rehabilitado, en esa humilde morada murió un joven de 18 años……
Y lo único que dijo el padre al ver la sangre escurrida en su humilde hogar fue:
-¿Por qué diablos no fue sobredosis?-
ALEDIYUKI AL HABLA
Hola gente hermosa…. Espero hayan disfrutado este fic como yo, si lloraron conmigo gracias, les pido sus humildes comentarios, no sean egoístas y compartan su pensar…… recuerden esos lindos reviews que me animan después de relatos tan trágicos, tambien pueden enviarme un mail a este correo
Alediyuki@yahoo.com