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Power Love por RAMSIN

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Notas del capitulo:

Saitama persiste en sacar a Genos de su zona comoda, pero sus metodos no son nada normales, por otra parte Genos tiene un encuentro cercano con su pasado, aquel del que no puede escapar jamas.

El reloj sobre la mesita de la tv parecía más interesante que de costumbre para su sensei, era poco común ver a Saitama como ¿ansioso? Si, definitivamente era raro, no es Genos tuviese un doctorado en leer los movimientos del calvo, pero pasar más de dos meses juntos, casi las 24 horas del día, desayunar, almorzar, cenar, leer, ver tv, y hasta compartir el suelo donde dormían y el baño, le daba muy buen olfato para saber que su sensei estaba como jalando las manecillas del reloj despertador. Mientras almorzaban silenciosamente decidió preguntar, la curiosidad le estaba ganando la partida y lo ansioso como que era contagioso.

-Sensei… - Genos levanto la voz haciendo que el nombrado volteara a verlo mientras seguía con el tazón en la boca, tomando el caldo restante del mismo –

-mmm…

-¿Tiene que ir a alguna tienda con una oferta por hora?

-No. – Bajo el tazón dando un suspiro de llenura – ¿Por? ¿Quieres venir conmigo de tiendas?

Saitama pensó que quizás después de muchas salidas a la azotea, finalmente Genos estaba listo para bajar a la calle, por un instante creyó que tendría que hacer una llamada para suspender los planes que fraguo unos días atrás junto con el ex pandillero. Pero al ver la cara de horror que puso el rubio, estaba claro que la palabra ‘salir’ y ‘Genos’, no podía ser conjugada en una misma frase, aun.

-No quiero salir… - un leve temblor se acentuó en su mano derecha – Es que, lo noto algo ansioso con la hora.

-¿La hora? – volteo directo al reloj que obviamente si estaba mirando como que mucho, esto se sentía como si estuviese ocultándole un sucio secreto a Genos, uno que no le gustaría mucho al chico – Que va, estas imaginando cosas.

-Entonces tiene razón, soy yo que estoy viendo cosas que no son, discúlpeme sensei – sin más palabras Genos se puso de pie, recogió los platos vacios de la mesa para ir a fregar todo –

El calvo se quedo viéndolo sin muchos ánimos, pensando que Genos estaba un tanto enfadado, actuó como una esposa celosa por saber sobre el desliz de una posible infidelidad, ¿infidelidad? ¡¿De cuando acá el comparaba a Genos como si fuera algo suyo?! Tuvo que tragarse los gritos internos, esta vez no iba a repetir el incidente de las escaleras al recordar el sueter que le prestó al chico. Respiro hondo y se puso de pie, ya el reloj marcaba un cuarto para las dos, el tiempo corría y el necesitaba activar sus planes sin que el rubio se negara a seguirlo.

-Genos – Saitama se asomo muy cuidadosamente por la ventanita que daba a la cocina, mirando como el chico estaba aun lavando los trastes – ¿Quieres ir a estirar las piernas?

-Estoy ocupado, sensei – respondió tajantemente sin mirar al calvo si quiera –

-(¡SI ESTA ENFADADO!) – Era la primera vez que veía al rubio con ese mohín de niño malcriado, se veía hasta gracioso – Vamos a la azotea…

-Ya le dije que estoy term… - no pudo terminar la frase ya que Saitama metió la mano por la ventana cerrando el grifo del agua – ¿Que trata de hacer, Saitama sensei?

-¡Hacerte pasar un rato agradable!

-….. – Genos se quedo en una sola pieza sintiendo que se le subían los colores al rostro, esa frase sonó tan tierna y atenta de labios de su admirable sensei –

-Yo… comimos mucho, y debemos hacer una buena digestión, así que vamos a la azotea un rato, estiremos las piernas – salió con prisa a la puerta, abriéndola con rapidez, estaba claro que sus palabras no fueron muy bien entendidas por Genos, mejor dicho, fueron muy mal entendidas –

Finalmente Genos dio por pérdida la batalla de lógicas con el sensei, estaba de más tratar de saber que había dentro de esa cabeza bien pulida. Lo único de lo que estaba seguro es que cada día se sentía mas cómodo con ese mundo, esas pequeñas cuatro paredes que le daban más protección que los muchos años dentro de una enorme mansión, por más que el señor Bang quisiera lo mejor en su cuidado y crianza, pensando que a pesar de no ser su familia hizo mucho por él, en los momentos críticos, cuando se quedo solo en ese inclemente mundo, allí estuvo y ahora también estaba, todos los días recibía correo de él a su celular o en su laptop, preguntando por cómo le trataba Saitama, o si había alguna novedad, pensando en ello, salió del departamento y cerró la puerta, no tuvo que siquiera girarse para sentir como alguien le tomo bruscamente del cuello, inmovilizándolo en un segundo.

-¡Sensei! – las pierna de Genos temblaron al sentir el agarre, otra vez no, no un nuevo ataque, no un peligro mas, no ahora, no hoy… ¡no nunca más! –

-Quieto, o el calvo muere – la persona a su espalda apuntaba con un cuchillo filoso al nombrado, tan cerca de su yugular que un solo movimiento lo cortaría –

-¡Maldito! ¡No te atrevas a tocar al sensei! – Genos forcejeo unas cuantas veces, olvidando la amenaza, en su cabeza tan solo resonaba los trágicos recuerdos de las pérdidas, y que por primera vez no quería ser víctima de un destino dantesco –

-!QUE TE QUEDES QUIETO NIÑO! – El desconocido movió el cuchillo más cerca aun de la yugular de Saitama – Cooperas, o lo rebano.

-Genos, cálmate… hagamos caso. – El calvo miro con nervios como aquella arma filosa estaba demasiado cerca de él – Tranquilo.

-¡¿COMO ME CALMO!? ¡NO QUIERO QUE MUERA! ¡USTED NO! –los gritos de Genos eran desgarradores, llegando hasta la fibra misma del corazón de Saitama, el chico estaba actuando con más intensidad de la que jamás imagino –

-¡QUE TE CALMES! – El hombre lo aferro con ambos brazos por la espalda, tratando de forzar a Genos a que subiera las escaleras –

La desesperación puede ser una de las armas más potentes en casos extremos, la adrenalina se dispara, tus pupilas de dilatan, el corazón se acelera, tu torrente sanguíneo se satura de adrenalina, y Genos estaba como un animal siendo acorralado en el caso más extremo posible. Su mente se nublo, tan solo veía a Saitama como en un túnel negro, como si estuviese muy lejos, tan lejos que si él no se soltaba de los brazos del captor, ese pequeño túnel se cerraría como las fauces negras de un lobo, se lo engulliría, destrozaría, y perdería más que sus piernas humanas como  en el ultimo incidente, perdería a la persona más preciada que había conocido…

-Mis… piernas – susurro con un temblor incontrolable en los labios, la mente le trajo una idea que sonó desesperadamente inteligente –

Entre sus movimientos se inclino hacia delante, haciendo contrapeso, el hombre tras él le estaba costando bastante mantenerse aferrado, pero su fuerza era quizás mayor que la del rubio, así que nuevamente empujo a Genos hacia atrás para que estuviese derecho, cuando el hombre bajo la guardia, Genos alzo su pierna derecha lo más alta que pudo para después con toda la fuerza que tenia dentro llevarla hacia atrás, resultado, el hombre recibió un nada agradable golpe en sus partes nobles, un golpe seco con un talón metálico.

-¡arrrhhh! – El desconocido cayó al suelo rodando de dolor, volviéndose una bolita mientras gemía y resoplaba, mordiéndose los labios para no soltar un lastimero llanto que buena falta le hacía como catarsis por el golpe en sus testículos –

-¡GENOS! – Saitama se quedo parado mirando al rubio, aquel chiquillo tembloroso había actuado de una manera que él nunca vio venir, y más lamentablemente para su contrincante abatido en el suelo por dolor –

-¡SENSEI! – Genos dio un par de pasos torpes hasta aferrarse al mayor, temblando como un pajarito mojado, pero a la vez negado a llorar, eso era pasado, si quería vivir debía volverse fuerte para él, y para los que quería proteger –

-¿Porque lo golpeaste? – hablo angustiado –

-¡Quería matarnos! – intento volver a patear al pobre hombre pero Saitama lo detuvo jalándolo del brazo –

-No no no – respiro profundo para poder hablar – Genos… el no es un tipo malo, bueno, si lo era, pero ya no lo es.

-¿eh? – miro seriamente a su sensei –

-Te explicare todo después que me ayudes a llevarlo dentro – se movió para recoger del suelo al fallido atacante –

Recostado en el suelo podemos ver a un maltrecho pelinegro, con sus ojos cerrados y una bolsa de hielo sobre su ingle, no emitía palabra alguna mientras Saitama y Genos tenían una discusión, era obvio que al rubio no le pareció divertido experimentar semejante suceso, y menos aun saber que el coautor de ello fue su propio sensei, si antes estaba algo enfadado porque Saitama le estaba ocultando algo, ahora su coraje estaba siendo drenado con un contundente discurso de lo mal que lo había pasado en esos minutos con el desconocido que casi deja estéril por su buena puntería con el talón de su pierna biónica.

-¡¿Como pudo hacerme eso?! ¡Yo confió en usted! – Genos gruño dando vueltas por la salita, casi que pisando al pobre metal bat que lamentablemente estaba en medio de esa pelea estilo marital –

-Pasaron las cosas de un modo que no planeamos – Saitama se quedo sentado en una esquina junto al tv, cruzado de brazos y sereno, no era de armar líos como Genos –

-¿Cuál era su plan entonces? ¡Decirme que todo era una broma cuando tuviese un colapso nervioso!

-No, tan solo pretendíamos llevarte a la azotea para ayudarte a salir de aquí…

-Que sutil resulto sensei… ¡gracias! – mascullo saliendo de la salita para de un solo golpe azotar la puerta del baño donde entro –

-Tu novio es muy sensible – finalmente Metal bat abrió la boca – Y tiene un talón de acero, te cobrare mas por ese maldito golpe que me dio… - acomodo mejor la bolsita de hielo entre sus piernas –

-No es mi novio… - hablo algo contrariado – Creo que debimos decirle las cosas sin tanto drama.

-Realmente lo asustaste, las personas se vuelven impredecibles cuando corren peligro, bastante que lo vi en mi época de pandillero, hasta el más enclenque puede ser una bestia peligrosa… - a su cabeza vinieron recuerdos no muy gratos de golpizas y peleas –

- No culpo al chico, ha vivido muchas situaciones complejas, tan solo deseo que aprenda a defenderse, quizás adquiriendo confianza en él mismo no tema salir a la calle, y no depender de otros, yo no sé cuánto tiempo pueda evitarle las cosas malas, y no estaré siempre con el…

Toda la explicación que daba Saitama estaba siendo atentamente escuchada por Genos que había salido del baño muy dispuesto a continuar la pelea, pero esas palabras lo detuvieron en seco, el solo imaginar a Saitama lejos de su vida le dio dolor, una sensación desagradable en su pecho, nunca había sentido tanto temor desde la noche en que murieron sus padres, jamás se había aferrado a nada ni a nadie hasta ahora. El miedo a que todos murieran le hacía crear un enorme muro, y este hombre, con solo sus manos y mucha paciencia estaba desmontándolo ladrillo a ladrillo, abriendo una pequeña brecha de luz, de esperanza, y a Genos eso le gustaba, sentirse con compañía, con alguien que no estuviese solo siendo un guardaespaldas a sueldo, porque aunque sabía que su sensei y Bang habían llegado a algún arreglo, el no notaba esa frialdad de un empleado, Saitama no era eso, el jamás seria un subordinado. El era un tutor, y estaba volviéndose más de lo que había imaginado ser…

-¡SEÑOR METAL BAT, DISCULPEME! – en una rápida carrera Genos acabo honorablemente inclinado frente al nombrado pelinegro, con su cabeza casi a rango del suelo – Por favor, disculpe el golpe que le propine en los testículos, correré con los gastos médicos que correspondan y pagare por los daños causados.

-Eh… no hiciste nada grave – miro aterrado a Genos, este niño era impredecible en todo el sentido de la palabra –

-Genos, yo le pedí ayuda para que aprendas defensa personal, el es muy bueno en eso – Saitama sonrió para sí con satisfacción, al fin el rubio entro en lógica que solo quería ayudarlo –

-¡Usted también será mi sensei! – Genos miro a Metal bat con emoción –

-¡NO! – Tanto Saitama como Metal bat respondieron a la vez –

El suceso del día se soluciono de modo pacífico, si no tomamos en cuenta que alguien casi pierde los testículos en el proceso, volviendo al caso, Saitama y Metal bat se pusieron de acuerdo para entrenar a Genos en la azotea del edificio, era un lugar perfecto, y de paso el único a donde Genos iría sin mortificación alguna. Las clases empezarían esa misma semana, para ser exactos de lunes a viernes por la noche, Metal estaba muy ocupado con sus nuevas responsabilidades de la tienda de sushi que adquirió en una no muy sana apuesta que hizo entre su antigua pandilla y el líder nuevo, también estaba el cuidado de su hermanita Senko, que parecía ella cuidarlo más a él, que él a ella. Así quedaron las situaciones, todas las noches Metal llegaba después de las ocho, subía directo a la azotea y entrenaba a Genos que ni corto ni perezoso era un excelente alumno, poniendo todo su empeño en ser mejor.

Ya pasaba de una semana de entrenamiento intensivo y Genos daba muy buenos indicios de ser fuerte físicamente así como en su mente, el chico se esmeraba bajo la supervisión de Saitama, este nunca le dejaba solo en la azotea, bajo cualquier circunstancia permanecía sentado en la coniza leyendo un manga, jugando con su psp o tan solo mirando el espectáculo que daban.

-¿Viste todas los videos que te mande al cel? – Metal alzaba su infalible bate sobre el hombro, estaba por poner a prueba a su alumno rubio –

-Sí, las peleas callejeras son realmente sangrientas – recordó cada video con una memoria impecable –

-Perfecto, así que hoy vas a aprender a desarmar a alguien… en este caso, trata de quitarme mi bate – sonrió malicioso mientras caminaba en círculos alrededor de Genos –

-¡SI!

Genos no perdió ni un minuto en cumplir la labor, intentando primeramente el ataque directo, tendía a ser realmente impulsivo sin medir consecuencias. El lanzarse sin pensarlo le costo caro ya que Metal bat lo alejo usando el mango de su bate, se lo clavo en el estomago sacándole el aire por completo a Genos, pero eso no lo detendría por mucho tiempo, trago unas cuantas bocanadas de oxigeno para recuperarse, paso siguiente decidió no ser tan directo, se tomaría el tiempo para quebrar la defensa de Metal bat. Su entrenamiento no solo constaba de lo físico, el también trabajaba su mente con mucho material bajado de la ret, había pasado horas revisando cosas, especialmente el modo de tomar a favor las desventajas de su enemigo, el uso del bate en Metal debía darle alguna ventaja que no estaba a simple vista.

-Busca el espacio… busca el espacio de error… - se susurraba a sí mismo una y otra vez, viendo la pose que tenía el pelinegro, era como un muro difícil de traspasar –

Una luz se encendió en su cabeza, sin pensarlo lo pondría en práctica, corrió nuevamente contra Metal, esta vez teniendo mucho más cuidado de no quedar en la trayectoria del bate, cuando el pelinegro lazo su ataque Genos vio la oportunidad, lanzando sin temor alguno sus manos contra el arma, pero no fue fácil, Metal bat leyó sus movimientos saltando atrás unos cuantos pasos.

-No, inmovilizarme intentado luxar mis muñecas girando mi bate no es la solución Genos, agarrar un arma a manos limpias puede traerte la muerte – sonrió descaradamente mientras el rubio empezaba a perder la paciencia con esa práctica –

Todo volvió al inicio, ambos mirando los pasos del otro, realmente atentos hasta que la puerta de la azotea se abrió con un sonido chirriante, ni Genos o Metal bat voltearon, tan solo Saitama lo noto, era curioso que alguien subiera a esas horas de la noche, pasaban de las nueve, y ellos no estaba haciendo el suficiente ruido como para molestar a los vecinos de los pisos inferiores.

-Con que te encontrabas aquí… - la voz de otra persona resonó en la azotea, en ese instante Saitama salto de su puesto en la cornisa, dejando de lado el psp donde estaba jugando –

-No otra vez – Genos frunció el seño indignado, ya eran suficientes bromas para con él, estaba en medio de una pelea – Ahórrate la conversación sobre secuestrarme y esas cosas, si quieren ayudarme ven a pelear, ¡un dos contra un puede darme más ayuda!

Genos intento lazarle un golpe al recién llegado, que ni corto ni perezoso lo detuvo con la palma de su mano, paso siguiente le empujo contra la pared tras el gracias a una patada en el estomago. Todo sucedió tan rápido que Saitama no logro llegar a tiempo para impedir el ataque, y Metal Bat, pues él estaba paralizado viendo al recién llegado.

-¡GENOS! – el calvo intento acercarse al chico, pero el hombre que lo golpeo se interpuso en el camino –

-Metal bat estabas jugando con niños y un viejo calvo – suspiro fastidiado – ¿Sabes que hace mas de una semana no te veo en el local?

-¿Se conocen? – Saitama se le quedo viendo fijamente, tratando de recordarlo de entre tantas personas arrestadas, o que el persiguió durante sus años de policía –

-Es una molestia, como un puntapié en el trasero – Metal bajo el bate para acercarse al hombre – Maldito idiota, podrías dejar de golpear gente inocente, ese chico no tenía nada que ver con tus…

-Me molestan los niños debiluchos… - miro de reojo como Genos a pesar del golpe se ponía otra vez en pie – ¿Quieres otro golpe niño bonito?

-¡Garou basta! Tus problemas son conmigo, no con el – se planto delante del peligris con molestia – Si vas a iniciar una pelea, que sea por una buena razón, habla de una maldita vez…

-El problema es que no estás en tu lugar, así no puedo cenar en paz. – sentencio picándole un ojo al pelinegro que rápidamente le lanzo una mirada asesina a la enésima potencia –

-Eh… creo que acabas de traer una pelea callejera a mi edifico – Saitama se movió finalmente de lugar para ayudar a Genos –

-No es una pelea, son simple discusión de puntos de vista distintos – Garou sonrió maliciosamente -

-Senko… - Metal bat afilo la mirada contra el peligris – ¡fue Senko quien te envió aquí!

-¡Tu gritona hermanita no me mando a nada!

-Claro que si, demonios… eres terrible ante los niños ¡son tu punto débil! – maldijo varias veces para sí, su hermana era capaz de mandar al mas recalcitrante enemigo acérrimo a buscarlo, mas aun sabiéndose capaz de controlarlo a su antojo, Garou tiene la reputación de un demonio asesino y maniático peleonero, pero con los niños era un manso gatito, especialmente con su hermanita que le daba comida en el local como si Garou fuera un gato callejero, un terrible gato callejero que el detestaba a muerte –

Mientras este par tenía una discusión sobre quien mando a quien, Saitama se retiro de la azotea con un maltrecho Genos, recibió sin desearla o beberla unos buenos golpes. Ya en el departamento, Genos se dio una ducha tibia para aliviar el dolor muscular, por alguna razón se sentía algo deprimido y sensible, con ganas de acurrucarse entre las mantas y no salir hasta dentro de un mes, y no es por lo sucedido hacia unas horas atrás, simplemente había días en que parecía que el pasado se atragantaba y quería salir, esa noche era uno de esos días, el entrenamiento con Metal bat le alivianaba las cosas, lo distraía y le daba ánimos, pero pasado eso, ahora solo le quedaba dolor y unos buenos moretones en el estomago he ingle.

-El dolor se irá en unos días – Saitama veía como el pobre chico estaba acostado en su futon acariciándose el estomago bajo su camiseta negra –

-Lo sé… - se dio media vuelta con dificulta, en verdad le dolía el cuerpo, la paliza que recibió no fue humana, especialmente el golpe del tipo peliblanco, eso fue como si un caballo hubiese pateado su vientre –

-¿Que tal un masaje? – el calvo pregunto en tono dudoso, sabía que Genos había regresado con los ánimos algo bajos –

-Estoy muy cansado como para darme un masaje… solo quiero dormir – cerro sus ojos abrazando la frazada de corazones negros que usaba –

-Hombre ¡lo hare yo! – Se movió rumbo al baño para traer del botiquín sobre el lavabo una crema para el dolor muscular, la infalible entre sus medicinas cuando debía curar las heridas que recibía en las palizas, arrestos, motines, etc, etc, etc. –

Genos no dijo nada, estaba con los ojos que se le cerraban, tan solo sintió como un par de manos algo frías se posicionaron en su cintura, levantándole la camiseta negra hasta un poco más arriba del ombligo. La sensación fue confusa, otra persona estaba colocando sus manos sobre su cuerpo, algo que siempre estuvo como prohibido. Recordaba vagamente los consejos de sus padres, los de Bang y hasta los del mismo doctor Strench, una y otra vez diciendo cosas que él ya sabía. En cierto grado sintió alivio cuando después de los quince años la tragedia de la perdida de todo lo hizo perder algo mas, esa especie de don que llevaba oculta dentro de sí, se había apagado, dormido, ya no había problema alguno si algo sucedía con alguien, ese pensamiento lo hizo abrir de golpe los ojos, estaba pensando en que él y su… sensei pudiesen ir más allá que una simple amistad, la misma idea le azoto la cabeza con terror, pero a la vez las raras cosquillas en el estomago le decían que quizás esto estaba comenzando a tornarse de otro color, lo supo cuando sintió que la vida de Saitama corría peligro, así fuera mentira, pero para él fue muy real ese sentimiento, la impotencia de perder lo que ¿amas?

-¿Genos? – Saitama lo llamo varias veces al ver que el chico no respondía a sus preguntas sobre donde le dolía para el masajear la zona afectada –

-Saitama sensei – regreso a la realidad del momento, viéndose cara a cara con el nombrado que estaba con sus manos cómodamente puestas en sus caderas, eso lo hizo sonrojar en sobre medida – no neces.. no necesito el masaje, ¡gracias de todos modos, sensei!

Su huida termino haciéndolo volverse una bolita entre las frazadas y un escueto buenas noches a su sensei. Saitama quedo con la botella de crema en la mano y el ok en la boca, Genos no dejaría jamás de sorprenderlo con sus tajantes cambios de humor, y así se fueron a la cama esa noche.

Aun no amanecía pero el calor en su cuerpo era demoniaco, adolorido aun por los golpes de la noche anterior, Genos trato de buscar una posición cómoda dando varias vueltas hasta que vio la hora en el reloj despertador.

-Las 4:30… es demasiado temprano. – una sensación desagradable le recorrió el vientre, como si un calambre le atacara, seguramente el dolor muscular no sedería tan rápido –

Volvió a girar en posición fetal, abrazando la frazada contra su vientre, el dolor no se iba, esto estaba poniéndolo incomodo, el nada mas pensar que estaba tan lastimado lo irrito, el no quería salir en busca de un medico o que el doctor Strench fuera traído allí, era suficiente con su vida actual, no necesitaba más problemas. Intento cerrar nuevamente los ojos para dormir, escuchando la débil respiración de su sensei que dormía a pierna suelta dándole la espalda. En un abrir y cerrar los ojos se le hicieron las seis de la mañana y la sensación de humedad bajo las mantas lo desperto, sin mencionar que el malestar en su estomago se había irradiado a su baja espalda.

-………. – con cuidado se sentó para ver que sucedía bajo las mantas, apenas la levanto una escena color rojo intenso le hizo entran en un colapso nervioso – Sangre…

Del asombro se puso de pie jalando las mantas y todo el futon con él, notando que había una mancha enorme en el. Esto estaba fuera de sus lógicas, el había perdido esa capacidad hacía varios años atrás, desde que sus padres murieron, un buen día dejo de sucederle y ya, médicos, análisis, todo arrojaba que había desaparecido con el estrés al que fue expuesto por del asesinato de sus padres y el cambio de vida radical que tuvo, y hasta llego al punto de olvidar todo, pero ahora, ahora estaba de regreso, había vuelto y eso lo asusto enormemente, había tanta sangre por todos lados, en su pijama, las sabanas, el futon.

-Sensei… ¡no puede enterarse! – corrió rumbo al baño con todas las cobijas entre sus brazos, necesitaba borrar la evidencia –

 

Continuara…

Notas finales:

Je je je, pobre Genos, acaba de volver una de sus pesadillas, las que leyeron mi fic blanco corazón estarán bien familiarizadas con estos sucesos que planteare de aquí en adelante, del resto, iran leyendo y averiguando lo que sucede con nuestro lindo rubio que está dándose cuenta que quiere a su sensei para algo más que ser sensei, y Saitama también está cayendo en cuenta que Genos pasa de algo normal en la relación de dos hombres que viven bajo el mismo techo. La aparición de Metal bat, y de Garou, este chico ya verán que hará, no es que sea malvado a mil, pero tiene lo suyo, bueno, espero les gustara este capítulo, disfrutaran todo y gracias por leer, por dejar todos sus comentario, leo TODOS, gracias!! 

Próximo Capitulo: Regresar al pasado

 


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