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Power Love por RAMSIN

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Power love

Capitulo 8

Cuando la emoción arde

 

Miraba seriamente una y otra vez el video de la cámara de seguridad, tratando de comprender el comportamiento del secuestrador, es que Bang se sentía molesto consigo mismo, sin mencionar que había bajado la guardia con el amo Genos. La noche que los padres del rubio murieron el tomo un juramento, proteger al único integrante de la familia que quedaba vivo, había trabajado muchos años con ellos, eran personas de buena posición económica y con una carga profesional tan grande que necesitaban protección, nunca supo los verdaderos antecedentes del porque de tanta protección, pero lo hacía, cumplía las ordenes a cabalidad con una entereza y profesionalismo digno solo de él. Y ahora, sentado en ese pequeño departamento, mirando los videos y tratando de comprender que había delegado su labor a un hombre desconocido, creía que había cometido un error, si salían de toda esta situación tomaría a Genos, sus cosas y regresarían a la casa familiar, mientras pensaba en ello su celular comenzó a sonar, había una llamada entrante y era de Saitama.  

-¿Señor Saitama? ¿Qué ha investigado sobre el paradero del amo Genos? – Bang respondió con la evidente angustia en su voz –

-Voy en camino a donde lo tienen.

-¿Cómo? ¡Usted solo no puede arriesgar su vida! – Se puso de pie con el celular en manos – Dígame donde esta, enviare refuerzos para ayudarlo…

-No hace falta, yo sé cómo lidiar con esto. – hablo serenamente mientras se movía de locación en un pequeño auto que pidió ‘’amablemente prestado’’ al grupo de Asura Kabuto –

-No voy a permitir el poner otra vida más en riesgo.

-Señor Bang, tan solo quiero pedirle algo…

-Lo que sea.

-Retire las cámaras de mi departamento, no me parece divertido que estén vigilando mi vida intima o la de Genos.

-¿Cómo pretende discutir sobre la cámara cuando ni si quiera Genos está a salvo? – Sintió un dejo de molestia por la banalidad que pedía Saitama en un momento como ese –

-Genos regresara a ese departamento hoy, por eso necesito que retire las cámaras, yo puedo protegerlo mejor que ustedes, y voy a demostrárselo…

Bang se quedo con la palabra en la boca ya que Saitama había colgado la llamada. No pudo reprocharle nada, en verdad cuando decidió tomar a ese hombro como protector temporal de Genos, lo hizo con una sensación de que esto sería muy diferente a todos los custodios anteriores, y Bang no se equivoco en su predicción, porque nuestro querido calvo estaba adentrándose en el bajo mundo para salvar a una persona muy especial para él.

El pequeño auto que les quito prestado a los esbirros de Asura Kabuto lo llevo hasta las afueras de ciudad Z, el lugar específicamente señalado en un mapa rudimentario que el mismo Kabuto pinto amablemente para Saitama, el jefe de la banda que traficaba con órganos no deseaba ver más nunca al calvo invitado, así que lo complació en absolutamente todo, sin mencionar que el tener el brazo y muñeca rotas le dieron el incentivo necesario para cantar mejor que un soprano en la opera, contando con lujos de detalle sobre el grupo que Saitama buscaba, el lugar donde siempre efectuaban los cambios, hasta le prestó un auto para que se fuera rápido de su escondite.

-Este mapa esta tan mal dibujado… - estaciono el auto en una orilla del camino, cerca a una vieja señal de transito que indicaba reducir el paso por curva peligrosa –

Miro otra vez el mapa dibujado en una sucio hoja blanca con rayones en tinta azul y después la señal en la vía, debía ser justo allí donde tenía que abandonar el auto para adentrarse entre la maleza que rodeaba la carretera, totalmente asombrado noto como la aparente vegetación se iba transformando en una especie de pasadizo natural, el suelo estaba muy marcado en su andar, eso solo significaba que la zona era transitada con mucha regularidad. Debió caminar unos cinco minutos cuando se detuvo ante la vista de una especie de casa desvencijada a lo lejos mimetizada con la vegetación, su mirada se afilo en el alrededor, no quería acabar emboscado y siendo un rehén mas para negociar.

Dentro de la casita de madera Genos seguía luchando con las sogas que ataban sus pies, disimuladamente había estado estirando sus tobillos metálicos, poco a poco noto que los nudos cedían, si lograba soltar sus pies sería perfecto, al menos tendría como correr y defenderse con sus piernas. La habitación donde lo tenían encerrado no le daba oportunidad de saber a ciencia cierta que había fuera, tampoco sabía cuántas personas estaba en el lugar. Su cabeza se debatió en el siguiente paso a tomar, primero con temor, después con una rabia que lo carcomía con rapidez, el no deseaba ser un ser indefenso mas nunca, pensando en ello comenzó a gritar, necesitaba saber contra cuantos se enfrentaba.

-¡HAY ALGUIEN ALLI! ¡NECESITO AYUDA! – Genos grito unas cuantas veces con todo lo que daba su garganta –

-Haz silencio niño – súbitamente la puerta desvencijada de la habitación se abrió trayendo a un hombre delgado y vestido totalmente de negro – Nadie podrá escucharte aquí, así que cállate la boca.

-Tu… - fijo sus ojos dorados en el joven de negro, era el mismo con el cual había peleado para no dejarse capturar - ¿Por qué me secuestraste?

-No converso con la mercancía. – se dio la vuelta para salir de la habitación cuando Genos súbitamente lo embistió por la espalda, este se puso de pie tan rápido como pudo, finalmente se había soltado las sogas que ataban sus tobillos –

-¡MALDITO NIÑO! - grito iracundo con el chico rubio sobre él -

Genos estaba poniendo todo su peso en la espalda del enemigo, prácticamente sentándosele encima, necesitaba pensar rápido para inmovilizarlo de algún modo así estuviese con la manos aun amarradas tras su espalda, pero la suerte no lo acompaño por mucho tiempo, el hombre pelinegro se giro con agilidad tumbando a Genos nuevamente contra el suelo, sus precipitaciones le traían mas líos, ahora tenía a un enemigo encima suyo contra el que no podía defenderse.

-Nunca nadie había intentando si quiera escapar de aquí… - con mucha facilidad pateo las piernas de Genos haciéndolo caer al suelo nuevamente – Y no serás el primero.

-¡No me voy a quedar aquí! – Forcejeo contra el pelinegro, pero este le sujeto de los hombros jalándolo, mejor dicho, arrastrándolo nuevamente dentro de la miserable habitación -

Genos pataleo una vez más, buscaba el modo de lastimar al hombre de negro, pero su pelea fue infructuosa en todo el sentido de la palabra, los movimientos que hizo tan solo pusieron en evidencia que él no tenía un par de piernas comunes y corrientes.

-Vaya… con razón te soltaste de las sogas – miro las prótesis metálicas que estuvieron ocultas bajo la ropa – el joven comenzó a golpear desde la base del talón de Genos, cada vez más arriba hasta llegar por encima de las rodillas, allí fue que sintió como había carne otra vez – Te amarrare desde aquí.

-¡NO ME TOQUES! – Entre su furia alzo nuevamente su pierna logrando rozar la mejilla del secuestrador, unos centímetros más cerca y el golpe hubiese sido muy fuerte –

-Eres definitivamente un dolor en el trasero – tomo con ambas manos las piernas de Genos – estas cosas solo te hacen más peligroso… ciertamente me pidieron entregarte con vida, mas no especificaron si con piernas o no.

Con una facilidad inaudita el hombre volteo a Genos dejándolo boca abajo, paso siguiente se sentó sobre sus caderas dándole la espalda, Genos resoplo indignado, estaba siendo reducido a nada, no tenia modo de evitar que ese ser se aprovechara de sus discapacidades, con rabia sintió como sus prótesis eran sacadas de la base, prácticamente lo dejo sin piernas.

-Sin esto – alzo las prótesis entre sus manos – Eres como un león si dientes, un bebe indefenso.

-¡DEVUELVEME ESO! – Se giro con mucha dificultad quedando boca arriba en el suelo – ¡ERES UN MAL NACIDO! ¡APENAS PUEDA TE DESTROZARE ESA SONRISA SICOPATA QUE TIENES!

-¡NO TE BURLES DE MI RISA! – sin contemplación golpeo el rostro de Genos con una de sus prótesis – Que te quede como lección, no abras mas la boca.

Salió de la habitación dejando a un pobre rubio tendido en el suelo con la boca rota, Genos podía sentir la sangre tibia recorriendo la comisura de su labio hasta deslizarse bajo su barbilla, muriendo en el suelo de madera vieja, pero el dolor del golpe no era comparable con la sensación de humillación, ahora era un invalido sin piernas, con los brazos atados y sin escapatoria, las lagrimas empezaron a asomar en sus ojos, sentía que quería llorar, gritar, levantarse y correr lejos, pero no podía, estaba allí atrapado y nadie lo encontraría, ni si quiera su sensei sería capaz de llegar, la esperanza se perdía entre las lagrimas que derramaba, mas y mas, volviéndose un caudal que se confundía con la sangre ya coagulada en su barbilla.

A unos metros de la casa, Saitama se había cerciorado que no hubiese nadie, para su suerte o curiosidad, así era, el sitio no estaba siendo custodiado por nadie, eso también le hizo recordar las palabras de Asura Kabuto, este le explico que los ninjas oscuros trabajaban a destajo y con pocos integrantes por vez, eran individualistas, lobos solitarios que se reunían en casos excepcionales, el dinero que recolectaba uno pasaba a ser parte de todos, compuesta por una comunidad de maleantes muy bien organizada. Saitama siguió acercándose poco a poco a la casita, notando que la puerta principal estaba medio abierta, tan descuido parecía hecho adrede, o en su defecto, la confianza del ninja que secuestro a Genos era demasiada.

-Solo uno – asomos su calva cabeza por la rendija de la puerta, en ese instante noto como había alguien caminando por el lugar, entre sus manos llevaba algo metálico que deposito de mala gana sobre una vieja mesa de madera –

Sin muchos preámbulos deslizo un poco más la puerta para poder entrar, al mismo tiempo no dejaba de mirar al secuestrador, este se había sentado de espaldas a la puerta, descuidadamente en apariencia, meciendo la silla donde se ubicaba, adelante y atrás, y hablando en voz baja para sí. Nuestro calvo ex policía intento acercarse lo máximo posible por la espalda, un ataque directo para apresarlo sería lo ideal.

-Mala idea entrar sin si quiera tocar a la puerta – la voz del hombre de negro saco a Saitama de sus intensiones –

-Lo lamento – se enderezo quedando a unos dos metros del pelinegro –

-Supongo que no eres un turista perdido en el bosque – aun sentado en la silla se giro para saber quien tenía la osadía de entrar allí – Eres el calvo dueño del departamento…

-Y tú fuiste quien saco a Genos de mi casa – hablo con mucha calma, demasiada para la tensión que se sentía en el ambiente –

-¿Genos? Así se llama ese chico tan problemático… je je je – sonrió con morbo mientras giraba la vista hacia las prótesis metálicas que dejo en la mesa – Sin piernas es un chico más divertido.

-…..

Genos seguía tirado en el suelo de la habitación lamentándose de todo hasta que escucho sonidos de conversación, no podía moverse mucho pero intentaría llegar hasta la puerta para escuchar mejor, y antes de si quiera poder moverse la mencionada puerta fue destrozada, viendo como la madera voló por todos lados, Genos juraría que vio algo negro que paso delante de sus ojos. El destrozo hizo que una película tenue de polvo se dispersara en el aire causando una visibilidad reducida, sin embargo trato de enfocar su vista en la masa negra que se retorcía en el suelo sobre los restos de lo que fue la puerta.

-¡GENOS!

-¡¿SAITAMA SENSEI?!

Era como un milagro delante de el, entre la película de polvo levantado logro ver el rostro conocido de su sensei, fue como ver un ángel allí parado con sus brazos extendidos y los puños fuertemente apretados. El rostro de Saitama era de rabia, parecía muy molesto con la imagen que encontró, un Genos reducido, sin sus prótesis y tendido en el suelo como si fuera poca cosa, en un par de zancadas el calvo logro llegar donde su discípulo, y sin pensarlo mucho se agacho para aferrarlo entre sus brazos, fue uno de esos abrazos que se dan cuando después de mucho tiempo vuelves ver a alguien que quieres, sintiendo que te faltan fuerzas para seguir abrazándolo, que no hay palabras que equivalgan a lo que sientes en el pecho atragantado, todo eso sentía Saitama, y como las emociones decidieron mandar, no solo un poderoso abrazo estaba en proceso, suavemente se movió para encararlo, mirarle a la cara mientras sus manos viajaban hasta las mejillas sucias manchadas en lagrimas y sangre seca, sintió como el corazón le dio otro vuelco al ver lo maltratado que estaba el rostro de Genos. El coraje paso a dolor, con mucho cuidado movió sus dedos por la herida, tocándola levemente para después sin hacer mucho esfuerzo depositar sus labios sobre los de Genos, besándolo sutilmente, fue más un momentáneo contacto de bocas, lo suficientemente perfecto para ambos, dejando que el instante de reencuentro pasara a segundo plano cuando el maltrecho pelinegro comenzó a despertar de su letargo post golpe de Saitama.

-Maldito calvo… ¡te matare! – el ninja se levanto tan rápido como pudo, blandiendo en sus manos una especie de katana que no tuvo tiempo de desenvainar cuando Saitama lo pateo directo contra la puerta –

-¡Sensei! – Genos se quedo paralizado cuando el ninja se arrojo sobre ambos con su katana en alto, listo para cortarlos, pero el golpe nunca llego ya que Saitama termino de noquearlo al darle un certero puñetazo en donde más desprotegido estaba el ninja –

Dos golpes bastaron para que todo terminara, en el suelo de la casita quedo un maltrecho ninja que acabo con fractura de costillas por el puñetazo y un testículo severamente lastimado gracias al segundo golpe que acabo siendo en los bajos del pelinegro. Con mucho cuidado Saitama desato las sogas de Genos, ayudándolo a sentarse en el suelo.

-Sensei… ¿cómo dio conmigo? – pregunto con dificultad ya que aun estaba sonrojado por el leve beso que le propino su adorado superior –

-Hablaremos de eso en casa – sin preguntar nada tomo en brazos al rubio –

-Yo, si me ayuda a colarme las prótesis no tendrá que cargarme – se sonrojo aun mas por el modo en que lo trataba Saitama –

-No hay tiempo, este lugar será una escena del crimen en menos de una hora, llame a un conocido de la policía mientras venia aquí, se llevaran a ese imbécil que te secuestro y sabremos porque lo hizo.

Genos decidió no preguntar mas nada, tenía suficiente con el día que había vivido, los golpes y la humillación, y a pesar de tantas cosas malas, también obtuvo algo maravilloso, ¡su sensei lo beso! Aunque ninguno de los dos hablo del asunto en todo el viaje de retorno a casa, fue como si ese pequeño episodio pasó y allí se quedo, pero en su mente y en su corazón quedo grabado con fuego la sensación de otros labios, el aroma de su sensei, sus cálidos brazos y la fuerza arropadora con que lo sostuvo, en sus ojos había fuego, uno que no había notado en todo ese tiempo que estuvieron conviviendo, cuando lo vio parado en la puerta, esos ojos que cambiaron súbitamente, volviéndose afilados y llenos de pasión.

En el departamento Bang los recibió con asombro, Saitama había cumplido con su palabra, regresando a Genos sano y salvo, las magulladuras eran pocas para el desenlace que tuvieron, y desde ese momento Bang cumplió con la petición de Saitama, esa misma tarde retiraron todas las cámaras, salvo las que ubicaron en la entrada y balcón del departamento, vitales ante cualquier percance como el vivido en una sola tarde que pasaría a la historia como un rescate virtuoso y en tiempo record.

El alboroto culmino cuando finalmente todos salieron del pequeño departamento, Bang y sus hombres, hasta el mismo King se dio a la fuga cuando lo descartaron como posible cómplice, no era un tipo que le gustar estar metido en líos, y el ya tendría tiempo para preguntarle al mismo Saitama como era eso de tener a un inquilino con dotes de secuestrado. En fin, la noche fue bienvenida con mucha felicidad, Genos estaba en la tina dándose un merecido baño caliente, frotando su cuerpo adolorido por toda la experiencia, mientras se sacaba el jabón pensaba en todo el suceso, más precisamente en el medio beso que Saitama le dio, porque eso fue un beso, legalmente lo era ¡juntar los labios así sea un segundo tenía que llamarse beso porque si!

-¡ME BESO! – Alzo la voz para sí con asombro, llevando sus dedos a los labios, sintiendo un poco de dolor ya que aun estaba fresca la herida hecha con su propia prótesis por el ninja – El sensei me beso.

-Genos – Saitama llamo a la puerta del baño – ¿Qué te parece cenar en la azotea?

-¿Azotea? – salió de sus propios pensamiento sobre el beso – Si, me parece bien, sensei.

-Perfecto – el mayor se alejo de la puerta con una sonrisa en los labios –

El rubio apresuro su baño saliendo de la tina rápido secando su cuerpo y cabello, paso siguiente se vistió, dando como mucho interés en su apariencia física, se peino de varios modos diferentes, una y otra vez frente al espejo, pero al final se dejo el cabello como siempre al notar que estaba actuando como si su sensei fuera a notar el cambio, una sensación algo extraña se alojo en su pecho, tenía nervios, por primera vez sentía algo llamado ansiedad ante la idea de subir a la azotea con su sensei, solos.

-No pasara nada raro… solo fue un beso, quizás Saitama sensei estaba emocionado por verme, o se preocupo mucho… pero un beso es un beso – se miro al espejo notando como las mejillas se le teñían de rojo carmín – ¡PERO FUE UN BESO!

Fuera o no un beso con intensiones, tenía que seguir adelante, ya tendrían tiempo de esquivar el tema o de plano discutirlo mientras cenaban en la azotea. Genos salió del baño con el corazón en la mano, ese acercamiento de su sensei lo dejo pensando en todas las emociones encontradas que sentía, pensando en cómo hablarle al calvo, noto que el departamento estaba vacío, tan solo vio una notita amarilla pegada tras la puerta del departamento, el rubio la tomo entre sus manos para leerla.

La nota decía lo siguiente: Estoy en la azotea, tardabas demasiado en el baño.

-No tarde tanto en el baño. – medio inflo las mejillas por el regaño de su sensei –

Sin pensarlo mucho mas se calzo sus zapatos deportivos, cerró la puerta y subió a la azotea. Era un acto tan simple ahora que podía salir un poco, ni si quiera el terror de lo vivido en el día le quitaron las ganas de mejorar mas, todas sus fuerzas iban dirigidas a que tenia a Saitama con él, gracias a él estaba allí, llegando a uno de sus lugares favoritos, y seria también el sitio donde más cosas interesantes estaban por ocurrir.

-¡Genos! – Saitama el llamo desde la otra esquina de la azotea, estaba sentado en el suelo con algunas cosas junto a él – La comida se enfría…

-Sensei – camino rápidamente hasta quedar frente a lo que parecía una cena al estilo picnic, con una manta en el suelo y todo acomodado prolijamente encima – Usted hizo todo esto.

-Eh… - se rasco la base del cráneo con nervios – Bueno hombre, solo quería celebrar que estas de nuevo aquí.

-Celebrar. – si antes estaba con las mejillas rojas, pues ahora parecía a punto de formar parte de un semáforo en rojo, los detalles de su sensei salían de todo lo antes conocido para el – No hacía falta esto.

-No se diga mas, ¡estas de regreso y tenemos que celebrarlo! – estiro la mano atajando la de Genos para que se sentara sobre la manta –

-Gracias – miro tímidamente la abundante cena servida sobre la manta, y un par de cervezas también –

Cenaron sin muchas conversaciones de por medio, Saitama era silencioso por naturaleza pero cuando se trataba de comida, se volvía mas silencioso aun. Se comieron todo con voracidad ya que no habían tenido tiempo de probar bocado ante el día vivido, al final los platos quedaron apilados en un esquinita de la manta por el mismo sensei, necesitaba espacio para echarse boca arriba y mirar al cielo un rato, o esa era la excusa para no entablar una pequeña discusión gracias a un beso emocionado que dio.

-Genos… puedo hacerte una pregunta – Saitama hablo después de un rato de contemplación serena junto al rubio –

-Dígame – estaba acostado boca arriba en la manta junto al mayor –

-¿Era tu primer beso? – Saitama se fue sin rodeos, la pregunta iba dirigida con una certera intensión –

-Pues… si – desvió la mirada al cielo nocturno – Era la primera vez.

-Lo lamento entonces.

-¡No sensei! No tiene nada que lamentar, más bien, yo… - trago grueso antes de poder decir lo que pensaba – Yo… se lo agradezco.

-ehhh… - se giro un poco para poder ver a Genos mientras soltaba unas cuantas carcajadas muy desinhibidas – ¡ja ja ja!

-¡Porque se ríe! – Se giro también encarando a su superior – No es chistoso que se ría de algo que yo dije desde mi corazón.

- No lo tomes a mal, solo que, eres tan inocente para tantas cosas Genos – paro de reír, ahora su actitud era muy serena, hablando casi en susurros –

-Mi vida no ha sido la de un muchacho común y corriente.

Genos bajo la mirada con pena, estaba entrando en terreno peligroso, revivir los recuerdos nunca era bueno para él, acababa llorando y muy deprimido, era preferible que siguieran hablando de otras cosas, pero no de su pasado.

-Lo lamento, no quiero molestarte con lo de tu pasado.

-No me molesta, tan solo que no quiero recordarlo.

-Me parece que es razonable – súbitamente Saitama estiro su mano hasta posarla sobre la mejilla del rubio – ¿Quieres crear nuevos recuerdos?

-Con usted todo se ha vuelto recuerdos bonitos – tembló un poco al sentir como esa mano tibia se movía por su cara, rozándole la herida ya seca que le hizo el ninja –

Y sucedió otra vez, no supieron cómo pero sus cuerpos se acercaron hasta que el beso fue ineludible, ambos lo deseaban, jugaban como si no supieran que esto pasaría tarde o temprano entre ellos, aun recostados en la manta, Saitama se movía buscando la mejor posición mientras besaba aquellos tibios labios, tenia al chico bajo el, siendo tan sumiso, no hubo reacción ni rechazo, tan solo se dejo caer en ese juego, ya estaba claro que los dos sentían algún tipo de atracción mutua, muy bien camuflajeada en el día a día.

-Sensei… - gimoteo al sentir como ese pequeño beso culminaba, había sido otro roce de labios un poco más duradero que el anterior –

-No soy muy bueno en estas cosas, anquen no lo creas no soy un tipo de andar por la vida teniendo una vida emocional muy activa que digamos… - se rasco la calva unas cuantas veces, estaba igual o más ansioso que Genos –

-¡ERA SU PRIMER BESO TAMBIEN! – Genos se sentó de golpe gritando aquella reveladora conclusión, se sintió tan feliz de que ambos estuviesen en las mismas condiciones de modos distintos –

-Creo que no te escucharon en la planta baja del edificio… - Saitama ladeo la mirada con pena –

-¡Lo lamento! – se inclino respetuosamente ante su sensei –

-je je je eres incorregible, te acabo de besar y aun me tratas con esa solemnidad de alumno.

-Usted es alguien a quien siempre voy a admirar – sus ojos se llenaron de brillo con esa frase – Y… creo que es muy lindo que los dos estemos iniciando esto de este modo.

-¿Tú crees?

-¡Sí! – Genos asintió firmemente con su cabeza –

-Entonces podemos besarnos un poco más…

Esta vez fue Genos quien sin pena alguna se lanzo a los brazos de su sensei, las emociones de alguien inexperto resaltaban a simple vista, quería a su sensei, había adquirido una admiración que rallaba en pasión, ciertamente ambos se tenían muchas emociones que se estaban desbordando. Y fue un beso inocente que fue subiendo de tono con el paso de los segundos, primeramente porque las manos de ambos se dedicaron a aferrar al otro, Saitama le rodeo por la cintura, jalándolo en un demandante acto de sentirlo, de experimentar en primera mano lo que era un beso de verdad, uno con calor, de bocas húmedas y labios carnosos, porque eso sentía con el movimiento de sus labios, Genos era tan apetecible, mucho mejor que lo que imaginaba en sus noches de desfogue hormonal. Tan intensas fueron las sensaciones que el calvo paso el umbral de lo conocido, moviendo su lengua torpemente al inicio, tratando de que el rubio le permitiera entrar en su boca, y el permiso lo consiguió mientras Genos gemía guturalmente, dejando que su sensei tomara el total control del momento, sintiendo la invasión de una lengua cálida, como se rozaron unas cuantas veces, moviéndose dentro y fuera mientras la sensación de seda quedaba en su paladar, hasta los dientes se chocaron, estaban llegando a un punto donde el no retorno estaba marcado.

El beso fue roto por un roce repentino de ambos cuerpos, los dos hombres notaron que no solo los labios se habían enrojecido, que no solo sus bocas palpitaban después del beso, había mas sensaciones moviéndose a flor de piel, ambos estaban experimentando lo que la excitación logra, y eso era una común y corriente erección, ambas chocaron entre los movimientos de los besos y abrazos, y los dos lo supieron inmediatamente.

-yo… - Genos miro de reojo como el calvo estaba con sus pantalones de jean más ajustados de lo normal allí abajo, también debía admitir que él estaba en las mismas circunstancias, demasiadas emociones para un par de inexpertos –

-Estamos yendo muy lejos, eso es lo que quieres decirme Genos – Saitama renegó con su cabeza como pidiendo disculpas por el beso sobre emocionado – no voy a  obli…

-Sigamos adelante, quiero seguir experimentando esto que siento dentro de mi – llevo la palma de su mano al pecho – Es una emoción muy fuerte, pero me gusta mucho, usted… me excita sensei.

-¡No lo digas de ese modo! – gimió con nervios, pero muy dentro también se sintió alagado por la confesión de Genos, y el no podría negar que también le excitaba mucho el, tanto como para sentir unas ganas locas de quitarse la ropa y desnudar al chico también, a ver qué sucedía luego –

-Béseme mil veces más por favor – se acerco con malicia al rostro de su superior, rozando su nariz con la de Saitama – béseme y enséñeme como es querer…

La respuesta del calvo fue sonreírle al mismo tiempo que estiraba sus brazos sujetándole firmemente de la cintura, en ese simple acto sus erecciones bajo la ropa también se rozaron una vez más, Genos intento dar un gemido que acabo muriendo en la boca de Saitama, este empezó a besarlo con una voracidad mayor, dicen que la practica hace al maestro, y el besar se volvía cada vez mas fácil, mas divino y más excitante, ya no solo la boca buscaba, las manos de ambos seguían deslizándose por sus cinturas y espaldas, especialmente las del mayor, que sin pena ni gloria bajo un poco mas hasta apresar entre sus palmas los muslos del rubio, aprontándolo y empujándolo hacia sus caderas, el roce descarado no se hizo esperar, había un contacto más intimo, mas fuerte, con el calor y la dureza siendo experimentada, las ropas pasaban a ser estorbos y Saitama lo sabía, muy dentro suyo quería dar un paso más, no solo besar a Genos o rozarse con él lo satisfacía, había mas cosas que quería averiguar, así que rompió los besos pasando sus labios hasta el pabellón de la oreja izquierda del rubio, susurrándole una confesión algo subida de tono.

-Podríamos deshacernos de esta incomodidad juntos – mascullo lamiéndole el lóbulo de la oreja

-¿Juntos? – gimoteo con dificultad, la caricia en su cuello lo estaba alborotando más aun, sintiendo como la piel se le erizo en un segundo desde su oreja hasta el pecho –

-No me digas que jamás te has tocado, ni si quiera en la ducha.

-Eh… no mucho – tartamudeo recordando las pocas veces que hizo eso, y de lo mal que la paso pensando en que estaba haciendo algo sucio

-No pretendo que pasemos de aquí, pero al menos quiero que sea un final feliz – le sonrió tiernamente al rubio –

-Saitama sensei ¿si le dijera que no me quiero conformar con el final feliz que me propone? – confeso en un susurro que le costó mucho, tenía una idea metida en la cabeza desde que empezaron a besarse

-¿Quieres llegar más lejos? ¿Estás seguro de esto?

-Tan seguro como que no se si viviré un día más, no sé si en una semana, un mes o un año este vivo. Lo de hoy me hizo pensar que debo vivir lo que me quede de vida sin límites, y eso incluye lo que siento por usted, es tan grande que no me conformare con que me masturbe, no quiero que ponga solo sus manos en mi miembro, no quiero solo besos a medias, quiero saber por completo que es estar con alguien que uno quiere mucho… yo quiero saber que es amar antes de que muera.

-Genos… - Saitama sintió como se le hacia un nudo enorme en el alma, este chiquillo estaba robándole tiempo a su vida, y no lo culpaba por pensar así, si había estado al borde de la muerte en tan temprana edad, quizás el vivir al límite lo hacía querer seguir adelante un poco mas –No quiero aprovecharme de ti.

-¡No se aprovecha! – Estiro las manos hasta sujetarle el rostro a su sensei – Yo lo quiero mucho, y quiero que me posea… hágame todo lo que quiera, hágame el amor, hágame lo que no sepa y lo que sepa también, quiero que esta noche no se me olvide jamás… porque será especial, será con usted.

Saitama tan solo pudo responderle ante su confesión dándole un casto beso en la frente, Genos le despertaba no solo lujuria, le daba ternura escucharlo hablar así, le hacía sentir único, un ser que se creyó siempre solitario, alguien a quien nadie le prestaba atención salvo para darle problemas por el siempre actuar del modo correcto, y ahora, había un alguien que le decía tantas cosas bonitas, que lo miraba con admiración, que le daba devoción y del cual aprendía hasta lo más banal del mundo.

Y amarse se hizo sencillo, no sin los nervios que despide una primera vez, ambos estaban en una expectativa lógica, besándose una vez más, Saitama sintiendo el peso de llevar las riendas, no estaba muy experto en el arte de amar a alguien más, pero volver a sentir el calor de los besos, el roce de sus cuerpos y lo excitado que estaba, servía como combustible a su pasión. Lo primero en que pensó fue en recostar sobre la manta a Genos, viéndolo en medio de esa noche estrellada, había una tenue luz, las luces de la ciudad, también la suave luz de un bombillo en la entrada de la azotea, del resto estaban ante una penumbra agradable, lograban verse lo suficiente para saber que todo era perfecto.

-¿no tiene frio? – Genos pregunto curioso al ver como el calvo de deshacía de su camisa quedando con el pecho descubierto –

-Para mi hace calor aquí – rio un poco al tiempo que se subía cuidadosamente sobre Genos, moviendo sus manos finalmente bajo la ropa del nombrado, deslizando sus dedos por esa piel juvenil, rozándole el estomago plano, su pectorales bien formados, siguiendo aquel camino hasta conseguir un par de pezones erectos, estaban tan duros al tacto que no contuvo las ganas de curiosear un poco mas, subiéndole la camisa al chico para poder besarle libremente –

-Ahhhh sensei – gimió sin pena alguna al sentir el contacto de una lengua cálida contra su pecho expuesto, con movimientos suaves que fueron subiendo poco a poco entre pequeños besos, rozándose por todo su pecho hasta que los labios atraparon uno de sus pezones. Fue una sensación diferente y muy agradable para Genos, sintiendo un cosquilleo mal sano con la lengua de Saitama jugando en él, lamiéndolo por todo el contorno, arriba y abajo, succionándolo tiernamente mientras su otra mano libre hacia lo mismo con el otro pezón, las caricias en ambos sitios despertaron aun mas los gemidos –

No había conversación, no hacía falta que hablaran para entenderse, bastaba con sus cuerpos que hervían en pasión, la boca de Saitama se deleitaba ante aquellos botones rosados, besando y lamiendo a antojo, escuchando los gemidos nada pudorosos de Genos bajo el, el chico carecía de decoro y era lógico ante la confesión de vivir al límite, se notaba que no quería cosas falsas, que de aquí en adelante lo que sucedía era por mutuo acuerdo, ambos estaban aceptando lo que sentían y que experimentar el placer formaba parte de conocerse mejor.

-Sensei, tóqueme – hablo entrecortado, atajando entre sus manos las muñecas de Saitama – Hágalo antes de que llegue…

-Como digas – sonrió para sí al tiempo que se enderezaba tomando el borde de los jean de Genos, se notaba lo excitado que estaba a simple vista, sin mucho preámbulo le desabrocho los pantalones finalmente liberando un erguido falo totalmente húmedo y palpitante –

-Tóqueme… por favor – sin pena alguna Genos abrió sus piernas como invitándolo a poseerle –

-No necesitas rogar por eso – le beso una vez más para después dirigir su boca hasta aquel miembro cálido, primeramente rozándolo con la punta de su lengua, degustando aquella carne húmeda que latía al compas de la excitación, luego lo engullo sin pena alguna, deslizando su lengua por todo su contorno, de abajo arriba suavemente, lamiéndolo al igual que lo había hecho antes con los pezones de Genos –

Se estaba dando un banquete con aquel falo erecto, ayudándose también con las manos que lo tomaban desde la base, moviendo sus dedos al mismo ritmo que engullía, sintiendo como Genos ni corto ni perezoso empezó a mover sus caderas para ayudar a su sensei, ambos moviéndose cada vez más rápido, con un vaivén lujurioso que acabo como debía, el rubio termino inclinándose adelante, gimiendo estruendosamente mientras dirigía sus manos a los hombros de Saitama, aferrándose a él gracias a los espasmos del orgasmo, fue como morir por un segundo, arqueando la espalda ante las sensaciones, echando su cabeza atrás mientras su garganta se liberaba ante un gemido gutural con el nombre de Saitama sensei.

-wooo… eso fue único – el calvo se miro las manos manchadas de aquel cálido liquido perlado que pertenecía a su alumno –

-ahhh... Sensei – jadeaba una tras otra vez tratando de recuperar el aliento de lo vivido, sintiéndose como en un pozo placentero de calma, el calor aun seguía recorriendo su cuerpo, lo que sintió fue miles de veces mejor que los orgasmos vacios que había tenido cuando se tocaba –

-Genos…

-Sí.

-Sabes que sucederá ahora.

-Hágalo – estiro los brazos prendándose del cuello de su sensei – Estoy listo para usted.

-Podrías no tratarme de usted, suena raro haciendo esto.

-Lo lamento, pero le debo demasiado y el respeto no lo perderá así me haga lo que me haga hoy. – Se alzo besándole la punta de la nariz a Saitama – Soy suyo.

-Eres incorregible – rio un poco al tiempo que se deshacía de sus pantalones, lo siguiente seria una suerte de ingenio mas instinto, el nunca había estado con nadie, así que esto era una iniciación mutua para el arte del sexo –

Genos se quedo quieto boca arriba en la manta, mirando con notable vergüenza como el calvo se deshacía de sus pantalones bajándolos hasta las rodillas, entre la tenue luz logro ver aquel erguido miembro con su rojiza punta, parecía tan necesitado como él hacia unos minutos atrás, pensando en cómo sería todo finalmente cayó en cuenta que esto era un paso definitivo, que de aquí en adelante ellos estarían unidos por el hecho de comenzar juntos.

-Genos, no soy muy experto en esto así que paciencia conmigo – susurro al rubio al tiempo que se ubicaba entre los muslos del nombrado –

-Digo lo mismo sensei – sus mejillas se tiñeron de rojo al ver como el calvo movía sus manos hasta llegar a sus muslos, tocándolos suavemente mientras bajaba la mirada, parecía inspeccionar, o en su defecto como comenzar todo –

Saitama trago grueso dándose valor internamente, esto pasaba de excitación, era temor, quería hacer las cosas de modo placentero así que su única idea fue volver a acariciar a Genos, devolverle el placer de hace minutos atrás. Como mucha ternura comenzó a besarle las cara internas de sus muslos, donde empezaban las prótesis metálicas, luego fue subiendo con sus besos, paso a paso hasta llegar a sus bajos, allí se ayudo con las manos separando un poco más las piernas del rubio, necesitaba espacio, sin pensarlo demasiado movió su lengua por todo aquel miembro semi erecto, bajando poco a poco hasta rozar sus testículos y siguió el camino rumbo a donde otro lugar inexplorado le esperaba, primeramente lo rozo con los labios, dándole algunos besos tímidos, en ese instante sintió como el cuerpo de Genos se estremeció, las sensaciones eran muchas y al mismo tiempo, paso siguiente llevo su mano derecha hasta aquel lugar apretado, dándole caricias que pasaron a ser una exploración, uno de sus digito entro con suma facilidad, recibiéndolo en un calor arropador y  húmedo, también los gemidos del menor le alertaron de que ese era el mejor modo de prepararlo.

-¡Sensei! – gimió con fuerza al sentir como aquel dedo entraba y salía unas cuantas veces, moviéndose como buscando algo dentro suyo – Siga…

La orden fue acatada con rapidez, Saitama decidió que pasaran a ser dos los dígitos que se adentraban en aquel lugar tan arropador que lo apretaba con cada embestida, la necesidad de poner otra cosa allí lo llevo a sacar sus dedos para moverse sus caderas muy cerca de las de Genos, este noto el movimiento y cerró los ojos, algo pasaría y sabia que no sería fácil al inicio, pero su cariño era más grande, dejando que solo las sensaciones mandaran. Lo primero que sintió fue una presión enorme y el peso de Saitama sobre sus caderas ante la lucha interna de tratar de entrar en él. Fue algo incomodo que no duro mucho ya que sintió como su sensei finalmente se abría dificultosamente paso dentro suyo, al fin estaban unidos en carne, el calvo jadeaba con dificultar, inclinándose muy cerca de su oído para decirle que todo estaría bien, que se relajara para que lo dejara entrar totalmente.

-Duele… - mascullo Genos al tiempo que un par de lagrimas se asomaron en sus ojos –

-No llores, así no puedo seguir, cálmate un poco – dejo de intentar penetrarle, no se hacía divertido si el chico lloraba y el perdería la lívido ante eso –

-Muévase por favor, hágalo – gimió quedito al mismo tiempo que llevaba sus manso a las nalgas de Saitama, como queriendo hacer que se moviera mas –

El rostro suplicante causo un efecto de sobre excitación en el mayor, no tuvo que pensárselo para embestir con firmeza de allí en adelante, fue como el clip que hacía falta, y también Genos lo agradeció ya que se sentía mucho mejor el movimiento a que estar quieto. Sus gemidos volvieron a hacerse eco en la azotea, sin miedo a ser oídos, nombrando una y otra vez a su sensei, sintiéndole completamente dentro suyo, era una sensación divina de sentirse lleno, invadido, con la calidez de otro cuerpo, uno al que quería con locura, que aprendió a amar en un abrir y cerrar de ojos, porque cada acto, cada noche compartiendo el espacio, cada comida, cada ropa bien doblada, cada libro recogido y cada buenos días lo enamoro. No tenia palabras para describir lo que representaba Saitama para él, y ahora, el ahora de la pasión, de la carne y la sangre, del flujo de emociones que recorren dos cuerpos juntos, de ese placer que no tiene nombre porque si no hay amor no se siente nada, pero ellos sentían todo, el respirar de ambos, los jadeos de emoción, el sudor que perlaba sus cuerpos, los chapoteos de la penetración, sus susurros entre gemidos, todo era una fuerza, ellos eran uno y aprendieron que así se podían comunicar como jamás lo harían hablando…

Las embestidas fueron cada vez mas rápidas, cada vez más fuertes y profundas, entre gemidos casi roncos Genos paso sus piernas alrededor de la cintura del calvo, buscando mas contacto, pronto llegarían, la sensación de calor y cosquillas en sus bajos era demoniaca, quería aguatar lo máximo posible pero eso era pedir milagros, tan solo se aferro mas fuerte a la espalda de su sensei, anunciándole que llegaría al orgasmo.

-Sen… sense… no aguanto más… - lloriqueo con molestia al tiempo que las estocadas seguían –

-Yo también – intento apresurar el paso pero Genos se movió un poco atajándole de la cintura como buscando separarse – ¿Qué pasa?

-Llegue afuera… conmigo – le suplico con un mohín de niño bueno –

-¿Afuera? – le pareció una petición un poco egoísta ya que lo estaba disfrutando en sobre medida – está bien…

Sin quejarse mucho se salió de Genos segundos antes de que llegara, esparciendo su esencia sobre el vientre y pecho del nombrado, al igual que este llegaba sintiéndose aliviado de recordar el peligro al que se expuso si dejaba que Saitama llegara dentro de el, hasta unos segundos atrás no había recordado el simple pero demoledor hecho de su actual estado hormonal, el retorno de su periodo solo era claro indicio de fertilidad.

Continuara…

 

 

Notas finales:

Finalmente llenaron el hollito XD y me encanto como quedo, algo inexpertos ellos y tosquitos, pero con mucho cariño, especialmente el final, Genos está jugando con fuego al dejar que las cosas pasaran sin nada de protección, Genos el método de sacarlo no es 100% efectivo ja ja ja!! Bueno, gracias por leerme, por esperar esto que fue bien divino y esperen que se vienen cosas súper interesantes, Saitama descubrirá unas cuantas cosas más… en el próximo capítulo se explicara mejor que sucederá con sonic. Definitivamente amo el saigenos!!

 

Próximo capitulo:

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