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Capitulo 9
Solicitud
Desde que vivían juntos jamás habían sentido que el poco espacio entre ellos era obvio, dormir uno junto al otro pasó a tener otro matiz. Después de volver al departamento y darse un merecido baño, se acostaron como de costumbre, los dos futones en el suelo y dos hombres que miraban como el acto de descansar pasaba a tener más significados. Saitama sintió por primera vez que la compañía de Genos era más que sentida, ni en las noches anteriores noto que dormían tan cerca y a la vez tan lejos, y ahora dormir parecía lo último en que pensar, tan solo se recostó como siempre, los dos mantuvieron la distancia que acostumbraban durando escasos minutos hasta que el mismo calvo se vio invadido por las ganas de estirar su mano y acariciar esos cabellos rubios, cuando finalmente logro atreverse ya Genos estaba más que dormido, no lo culpaba, el chico había vivido dos experiencias inolvidables en un solo día, una mala y otra buena, un secuestro, un rescate y una primera vez…
-Eres algo muy especial – susurro acariciando los mechones rubios del chico, pensando en que de aquí en adelante muchas cosas debían cambiar, protegerlo tomaba forma y color distinto, ya no era un encargo, era ¿su pareja? –
No tuvo tiempo de analizar esa frase, Saitama también se quedo dormido con su mano extendida junto a la de Genos, la mañana siguiente despertaron gracias al sonido de toques a su puerta, Genos fue el primero que se levanto un tanto adolorido en sus caderas, trayendo a su mente lo que sucedió la noche anterior, su cara se puso totalmente roja, todo sucedido en verdad, se había acostado con su sensei y ahora no tenia vuelta atrás.
-Esto… - se quedo contemplando al calvo como dormía aun sin notar los golpes a la puerta – ¡la puerta!
Con prisas se levanto del futon ordenando un poco sus cabellos, era raro que alguien tocara, pero esta vez tendría precaución sobre quien pudiese visitarlos tan temprano, con paso presuroso se acerco a la puerta sin abrirla.
-¿Quién es? – Pregunto con sequedad al tiempo que echaba una mirada curiosa por la mirilla de la puerta –
-eh… Buenos días ¿se encuentra el señor Saitama? – la persona tras la puerta sonó algo insegura por lo temprano que había llegado a la visita –
-¿Quien lo busca? – Genos afilo la mirada al notar que se trataba de un jovencito como de su edad, cabellos negros y lentes gruesos, no tenía ni media apariencia de asaltante, ladrón o secuestrados, sin mencionar que vestía de policía –
-Oi Genos… ¿con quién hablas? – Saitama estaba ya despierto y mirándolo medio adormilado –
-Alguien vestido de policía pregunta por usted, sensei – sentencio seriamente –
-¿Policía?
El desconocido resulto ser un ex compañero de trabajo de Saitama, el chico se llamaba Mumen, y su visita venia a base de los hechos sucedidos en el día anterior.
-Buenos días Saitama san, discúlpeme que me atreviera a visitarlo en su departamento – miro el lugar con soberana curiosidad al mismo tiempo que Genos guardaba los futones y ponía la mesita para el café en su sitio – Interrumpí…
-No hay problema – mascullo rascándose la cabeza al tiempo que bostezaba enorme – Estábamos por levantarnos.
Mumen tomo asiento frente a la mesita mientras Saitama se aseaba para recibirlo, mientras, Genos no fue muy disimulado en el modo en que trataba al jovencito desconocido que visitaba a su adorado sensei, fue tajante y cortante cuando le sirvió una taza de té para después ponerse a ordenar el departamento casi que pasándole por encima al pobre Mumen.
-Entonces cuéntame a que viniste – finalmente el calvo tomo asiento delante del chico de lentes –
-La comisaria está totalmente alborotada por lo que sucedió ayer.
-¿Por qué? – Saitama miro de reojo como Genos desde la cocina no le quitaba la mirada asesina de encima al pobre chico –
-La llamada que hizo ayer levanto las alertas de toda la comisaria, y resulto ser como usted dijo, encontramos uno de los escondites más buscados por el capitán Kuma.
-Solo fue casual…
-Encontrar a uno de los escurridizos ninjas oscuros no es casual, además, estaba muy mal herido y no quiso dar declaraciones de ningún tipo, es como si estuviese tan aterrado que no habla.
-Mumen, yo solo hice lo correcto, que ese hombre este tras las rejas es algo bueno ¿que mas puede importar si habla o no?
-Importa mucho, es alguien que no tiene prontuario y todos los cargos que pesan sobre él son basados en especulaciones, además de todo ello está internado en un hospital por los daños que recibió quien sabe cómo.
-¿Podrías resumir lo que dirás? ¡Demasiadas palabras Mumen! – se masajeo el puente de la nariz fastidiado por la palabrería –
-Lo que quiero decir es que si usted no presenta cargos ese hombre saldrá libre.
Genos escucho esas últimas palabras con sobresalto, descubriendo hasta que punto Saitama quiso alejarlo del problema, no dijo nada del secuestro y mucho menos de lo que estaba implicado, guardar apariencias es algo que Bang le pidió encarecidamente a Saitama desde el primer momento que llegaron a un acuerdo sobre la custodia de Genos.
-Yo no tengo que presentar cargos.
-Usted reporto la zona y el hecho, es la única persona conectada a ese ninja - bajo la cabeza con consternación – Escuche al capital Kuma discutiendo sobre esto… usted está implicado así no lo desee Saitama - san.
-¿Me arrestaran por obstrucción de la ley? – rezongó cruzando sus brazos –
-Podría ser.
-¡Saitama sensei no puede ir preso por mi culpa! – Genos alzo la voz desde su puesto frente al fregadero de la cocina –
-No voy a ir preso, Genos. – respondió con un suspiro tendido –
-Vine porque sé que usted es un hombre intachable, se también que usted fue quien derroto al ninja, por eso me adelante a cualquier acción que pueda tomar el capitán Kuma, el también sabe de sus capacidades como el hombre fuerte que es.
-Hablaste con el capitán Kuma ¿o me equivoco Mumen?
-Más o menos… - junto sus dedos con nervios – El solo me recomendó decirle estas cosas, y que vaya a la clínica donde tienen internado al ninja, necesitan de su declaración para asegurar su enjuiciamiento.
-…. – el calvo dio otro suspiro profundo – Dame la dirección.
- ¡Gracias Saitama -san! – Mumen se inclino respetuosamente delante de su superior –
Mumen se retiro del departamento con alivio, esperaba que su antiguo compañero de labor se dirigiera a la clínica ya que sería de vital importancia para terminar de mandar a prisión al escurridizo ninja. Para Genos fue realmente incomodo ver como Saitama se veía inmiscuido en un problema que no le pertenecía, no tenia intensiones de empujar al calvo hacia prisión, seguramente debía existir algún otro modo de que su adorado sensei se librara de ir a la clínica.
-Deja de pensar tanto – Saitama interrumpió a Genos que estaba muy meditativo sentado frente a la mesita con diario en mano –
-Lo lamento… - apretó sus puños con fuerza –
-No va a suceder nada malo conmigo, si es eso lo que te tiene angustiado – con mucha familiaridad, acaricio la mano del rubio –
-Sensei – sintió como se le subían los colores al rostro – Yo…
-Somos un equipo ahora.- sentencio el calvo con alegría -
-¿Un equipo?
-Bueno, tú sabes… después de lo de anoche, tú y yo… no hemos hablado de lo que creemos que somos, yo creo que somos un equipo, estamos juntos y hacemos todo juntos, vivimos juntos…
-Pareja, sensei, eso es lo que quiere decirme, somos una pareja.
-¡EXACTO! – bajo la mirada con pena, resultaba un poco incomodo darle nombre a su relación con Genos, todo era muy nuevo para el – Somos una pareja.
-Y ya que somos eso ¿no cree que es deber mío acompañarlo hasta la clínica?
-¿QUIERES SALIR? – abrió los ojos como platos ante la declaración del menor –
-No es que quiera, es que debo ir – entrelazo sus manos con nervios – No será fácil ir a la calle, pero creo que debo acompañarlo, todo esto ha sido por mi culpa y…
-No es tu culpa, tú no pides que te secuestren o que te maten… no es culpa tuya Genos, sácate esa idea de la cabeza.
-En parte si lo es - bajo la mirada con melancolía – Yo sobreviví a algo que debió matarme, desde ese día en adelante no he tenido paz, todo por estar vivo.
Y así fue como Genos por primera vez en su vida le contaba a alguien como había sido la noche en que murieron sus padres, le conto a Saitama con lujos de detalles su encuentro con el robot, la explosión y como el perdió todo lo que tenía hasta entonces. Saitama escucho pacientemente la historia, sintiéndose afortunado de ver como Genos se abría un poco más a él, contando cosas que no buscaba saber, pero que si le hicieron comprender un poco de donde venían la mayoría de los temores del rubio, como el exterior representaba muerte y peligro para todos los suyos, eso sí, Genos no toco el tema de porque aun lo buscaban, ni que hacían sus padres, ambas situaciones eran confidenciales aun hasta para el mismo Genos.
Al final Saitama acepto el reto de dejar que Genos por primera vez en mucho tiempo decidiera salir a la calle por su propio pie, no contaría el secuestro como parte de sus salidas ya que fue en contra de su voluntad e inconsciente.
-¿Estás seguro que todo está bien? – Saitama miro como el chico temblaba un poco parado en la entrada del edificio, a solo un paso de la calle –
-Deme la mano, por favor… - extendió sus dedos temblorosos, parecía un niño pequeño buscando el agarre de su madre –
-Si eso te hace sentir seguro – sonrió al mismo tiempo que tomaba la mano del rubio entre la suya, con un agarre firme pero tierno, sintiendo como los temblores bajaron un poco hasta que el mismo Genos dio el primer paso a la calle, cruzando el umbral de la entrada –
-Gracias.
La respuesta del calvo fue acercarse un poco más para besar la mejilla del menor, un beso breve y rápido, no era muy amigo de las muestras de cariño en público, aunque todos verían como ellos caminaban por la calle agarrados de la mano. Genos superaba muy bien su primera salida, mientras Saitama estuviese a su lado las cosas sucedían con calma, no había peligro ni sentimiento de terror, debía admitir que su ansiedad bajaba casi a cero cuando sentía esa mano sujetándole, la sensación de calor, de otro ser que comprendía sus miedos, a este paso acabaría enamorándose perdidamente más aun de su sensei.
La clínica a la que se dirigían estaba no muy lejos de donde vivían, fue un viaje rápido en el transporte público, tomados de la mano y bajo la vista curiosa de los transeúntes. Genos era notoriamente llamativo, joven, alto, de cabellos rubios y mirada dorada, un chico muy lindo a simple vista, y lo que seguramente todos se preguntaban era como estaba tomado de la mano con un hombre mayor a él, calvo y de mirada aburrida, lo importante es que ni Genos o Saitama estaban ni remotamente interesados en la opinión ajena, ellos eran felices así. Cuando ingresaron a la clínica fue que el mayor intento soltarse para buscar el piso de hospitalización, pero fue infructuoso ya que Genos se le pego más aun como garrapata, ya no solo le tomaba de la mano, ahora lo veía aferrado a su brazo derecho, casi que cortándole la circulación.
-¿Genos? – Saitama le hablo bajito y un tanto incomodo por su brazo siendo presa del rubio –
-No me gustan los hospitales…
-¿Te traen malos recuerdos?
-Si… – trago grueso al recordar cómo fue su vida después de la muerte de sus padres –
Oooooooooo
Se sentía como estar acostado en una masa indefinida, con todo succionándolo contra la superficie donde estaba acostado, pesado, muy pesado… adormecido y confuso, con sus ojos cerrados en medio de una penumbra confusa tapizaba en dejadez, en algún recóndito lugar de su cabeza quería seguir así, con la mirada en la nada, pero despertó, estaba consciente que ya no dormía, que ya no había porque mantener los ojos cerrados así que intento abrirlos. Fue como si cientos de agujas lastimaran sus ojos, una luz cegadora y borrosa lo recibió, varias veces parpadeo pesadamente, el letargo de su vista podía percibirlo en el resto de sus extremidades ya que intento infructuosamente mover sus manos, pero dolió, dolió mucho y desistió de ello. Con los ojos entreabiertos logro fijar la mirada en el techo blanco, no reconoció el lugar, la lámpara era insípida, y el olor que llego a su nariz tampoco le agrado, era una mezcla asquerosa de medicamentos y desinfectante.
-Amo Genos – la voz de alguien familiar le hizo intentar abrir los ojos otra vez – Despertó.
-…. – finalmente logro enfocar la vista en su fiel guardaespaldas Bang – ¿Qué… me sucedió?
Genos finalmente entendió que estaba internado en una clínica, acostado en una cama y conectado a varios aparatos, por ello el dolor que empezaba a recorrerle el cuerpo, una pesadez molesta y el aroma a medicina que hasta su propio y débil cuerpo despedía, sin embargo su cabeza estaba hecha un lio, no recordaba nada, para el todo era confuso y triste.
-No hable, apenas ha despertado y debe descansar, vuelva a dormir.
-¿Qué me sucedió? – insistió en preguntar, su cabeza dolía al intentar traer recuerdos, era demasiado angustioso para alguien como él –
Bang tan solo bajo la mirada con dolor, no había modo de explicarle que llevaba dos semanas en un sueño inducido por los médicos para poder tratar sus heridas causadas en la explosión, no podía decirle que fue el único sobreviviente de aquel accidente, como decirle que sus padres habían muerto, pero el silencio reinante que duro unos tensos minutos fue roto por el mismo Genos, emitiendo un leve gemido de dolor, como si súbitamente todos tuviese sentido para él.
-Están muertos… mis padres están muertos – gimió con dolor, con las lagrimas recorriéndole las mejillas –
-….. – Bang le miro con asombro, no sabía que Genos había estado presente el tiempo suficiente para ver la muerte de sus padres, el accidente en las instalaciones había sido clasificado como un error humano, hasta ahora – ¿Amo Genos… usted estaba con sus padres cuando todo exploto?
-¡LOS MATARON! ¡UN MALDITO ROBOT LOS MATO! – se sentó con rabia en la cama, obviando los aparatos, el dolor en su cuerpo por las heridas que poco a poco cicatrizaban –
-Cálmese por favor – se puso de pie tratando de contener al chico que gritaba una y otra vez que sus padres habían sido asesinados –
-¡LOS MATO! ¡ESA COSA LOS MATO Y NO PUDE HACER NADA! – Grito desgarradoramente, con las lagrimas bañándole el rostro, nada parecía tener sentido, ni el dolor en su ser le permitía dejar de gritar, estaba soltando todo el dolor que retenía por la impotencia del suceso, los recuerdos de sus padres ensangrentados en el suelo, el robot que lo ataco a el también, todo aglomerado en su cabeza y con ganas de salir corriendo a buscar venganza –
Los gritos de Genos llegaban hasta los pasillos, fue tal la conmoción que el doctor que lo trataba entro corriendo seguido de un par de enfermeras, entre los tres intentaron calmar al chico que pataleaba por soltarse, gritando aun cosas sin sentido aparente, Bang tan solo se hizo a un lado con un profundo dolor en el pecho, dejando que los médicos hicieran su trabajo volviendo a dormir al rubio, la inconsciencia era lo más sano para él mientras sus heridas estaban frescas, sería un largo camino a la recuperación, no solo física, sino también mental. Genos pasó más de dos meses internado en la clínica, recuperando fuerzas y a la vez siendo protegido ya que Bang creyó en la historia que Genos pudo contarle luego con más calma, Genos sobrevivió al dolor físico, sin embargo del dolor emocional aun trata de recuperarse…
ooooooooo
Saitama acepto que Genos aun es un alma frágil, podría haber llegado a la clínica con él, pero muy dentro sabe que el chico es un manojo de nervios, una salida era más que suficiente por ese día, así que decidió acabar rápido con esto, no quería llevar a Genos hasta el borde de los nervios.
Al llegar al piso de hospitalización se consiguieron con un grupo de policías que custodiaban una de las habitaciones, entre ellos logro ver a su antiguo superior, el capital Kuma estaba presente en el lugar, obviamente fue informado por Mumen.
-Es preferible que esperes aquí – Saitama le señalo unas sillas vacías en el pasillo cerca de la habitación –
-Quiero entrar con usted, sensei.
-No creo que los policías te dejen ya que es un detenido, si acaso yo podre acercarme a la habitación con el permiso del capitán Kuma. – Le apretó un poco la mano a Genos antes de soltarse – Será rápido, te lo prometo.
-Está bien… - Se sentó en la silla sin hacer más quejas, esto era parte de su ayuda para que Saitama no fuera preso por no colaborar con la ley –
Sin aviso alguno Saitama se agacho dejándole un beso en la frente del rubio, fue como un 'pórtate bien que ya regreso'. Genos se quedo quieto con la mano extendida sobre su frente, como si tratara de entender lo que acababa de hacer su sensei, para él, Saitama podía ser el hombre más dulce del mundo cuando quería, no solamente el despistado ser que amaba las ofertas y los mangas.
-Decidió venir señor Saitama. – El capitán Kuma fue el primero en verlo acercarse a la habitación –
-Buenas tardes capitán – miro seriamente hacia la puerta de la habitación - No tenía la necesidad de mandar al chico como mensajero para mí – recordó al jovencito Mumen –
-Era la única manera de hacerlo recapacitar, usted es un hombre con mucho honor a pesar de todo lo que sucedió mientras estuvo en la policía.
-Tiene razón, pero no pretendo ser testigo de todo esto.
-No tiene que ser un testigo, tan solo necesitamos que el hombre de una declaración, no ha abierto la boca para nada, ni si quiera en los interrogatorios.
-Que yo sepa el chico no es mudo…
-Eso está claro, tan claro como que usted señor Saitama fue quien le dio la paliza que lo mando aquí.
-eh… - se rasco la cabeza con pena, no podía fingir que eso no sucedió –
-Tan solo sáquele información y le dejare fuera de todo el proceso, lo único que necesito es que hable, que diga algo sobre los ninjas oscuros o sobre el trafico que hacen… - el hombre dio un suspiro de frustración – Todas las pistas dan a callejones sin salidas y esta es la única que nos queda gracias a usted.
- Hare el intento, no garantizo nada capitán Kuma.
- Se que lo hará hablar.
Saitama asintió al mismo tiempo que se acercaba a la puerta que era abierta por uno de los policías, entro a la habitación notando como había alguien dormido y esposado a la cama, su rostro parecía algo demacrado mientras sus cabellos negros lucían despeinando y sueltos al nivel de los hombros, el ninja tenía un aire de debilidad evidente, nada parecido al chico trajeado de negro que lo ataco tan agresivamente, además de lastimar a Genos con sus propias prótesis, este joven no tenía ni la cuarta parte de aterrador o mal nacido, en apariencia.
Sin nada de sutileza tomo una silla que estaba en el fondo de la habitación arrastrándola hasta cerca de la cama, aquel chirriante sonido hizo despertar al ocupante de la cama, paso siguiente el calvo tomo asiento en la silla cruzando sus piernas y brazos.
-¡TU! – El grito del recién despertado retumbo en toda la habitación –
-¡Hola! – Saitama le saludo con una sonrisa algo macabra –
-¿Qué demonios haces aquí? mal nacido… - sin notarlo si quiera llevo su mano libre hasta su ingle, como tratando de apaciguar el dolor residual de su conciencia, recordando el golpe bajo que lo noqueo en aquella casita desvencijada –
-Solo pasaba a saludar, nada más.
-Eres un calvo imbécil, una bestia inhumana que lastima a los demás… - con rabia apretó las sabanas de la cama, el dolor en sus bajos se hacía cada vez más punzante y fuerte – Me destruiste la vida…
-Suena irónico lo que dices, aquí el único que jugó con la humanidad de los demás fuiste tú. – Saitama cambio su mirada a una más seria y afilada, aquella apariencia que podía causar temor a su enemigo –
-Ya veo… vienes a terminar de vengarte de lo que le hice al chico rubio. – sentencio con algo de nervios, no le gusto la cara que puso el calvo, pero su ego de ninja no le evitaba cerrar la boca a tiempo – Lástima que te ganaron – alzo la mano que estaba esposada –
-No vine a lastimarte, solo quiero que me digas porque secuestraste al chico.
-¡ja ja ja! – Los labios se curvaron en esa sonrisa sórdida que le desencajaba el rostro de modo grotesco – No sé nada.
-O sea que secuestras gente al azar, gran pasatiempo.
-Yo no hago nada al azar estúpido viejo… nada en mi es al azar, y eso incluye lo que sucedió con el niño rubio, tan solo son tus suposiciones, yo no tengo nada que ver en eso.
-Eres terrible mintiendo, así como eres terrible haciendo tu trabajo, fallaste al dejar que te descubrieran, así que estas en problemas más grandes de los que imaginas.
-No me importa, total… ya tu destrozaste parte de mi vida, jura que jamás me voy a olvidar de ti maldito calvo, lo demás no me interesa, que los policías me manden preso, que llegue a la cárcel o no, todo me da igual, excepto una cosa: TU ME LAS PAGAS.
-¿O sea que si admites que intentaste hacer un secuestro y usabas esa casa como zona de intercambio? – pregunto en son desinteresado, alterando mil veces más al pelinegro que quería hacer su amenaza –
-¿¡ACASO ERES SORDO!? ¡CLARO QUE HICE ESO! ¡Y LO HARIA MIL VECES MAS SI FUERA PARA MANDARTE AL INFIERNO!
-¡Gracias!
Repentinamente Saitama se puso de pie y sonrió maliciosamente, le importaba poco lo que le amenazaran, no era ni la primera persona ni la ultima que le decía ese tipo de cosas, la vida como policía no es nada fácil cuando tratas de hacer el bien. Pero Saitama no sabe que este tipo no es un cualquiera como los anteriores enemigos, así tenga la declaración que tanto necesitaba el capitán Kuma, lo que siga de aquí en adelante será un gran dolor de cabeza para más de uno.
Continuara…
Capitulo terminado, y eso que me dio uno de mis ataques de no sirvo para nada en el mundo, seee tengo esos ataques una vez al mes, me pongo medio depre, pero lo termine. Sé que no fue tan hot como el anterior, pero así creo que está bien, una cosa es que se quieran y otra que pasen las barreras de sus deseos y el acostumbrarse el uno al otro en forma de pareja y no de alumno y sensei. Nuestro Sonic ha declarado la guerra a Saitama, veremos cómo se mueve eso estando en la condición que esta. Sigamos la historia que vienen cosas interesantes, más Saigenos, y una que otra sorpresita. Gracias por leer y dejar sus comentarios!
Próximo capítulo:
Siguiendo tus pasos