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Seras Tú por samyalexg

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Notas del fanfic:

Gracias por leernos y cualquier duda puedes preguntar.

En el face solo búscanos como Lili Alexg o con nuestro correo samyalexg@live.com.mx.

Notas del capitulo:

Aqui vamos de nuevo.

  Serás Tú Prólogo

 

Discusiones y más discusiones, gritos y más gritos es lo que en las últimas semanas se escuchan entre las 4 paredes de nuestra casa. Y no es que seamos una familia disfuncional o algo por el estilo. No, creo que somos una familia normal como cualquier otra, siempre hemos sido muy unidas, pero no sé qué pasó en estas semanas, algo pasó con mi hermana mayor. Puede ser que entró en una etapa de rebeldía o simplemente le entró el gusto de llevarle la contra a mamá pero literal le está sacando canas verdes.

Primero con su cambio tan drástico al vestir; de negro por completo, se ve tan rara después de que por años la vi vestir colores cálidos, como era de esperarse, tuvo una dura plática con  mamá que lo terminó aceptando, a medias pero aceptó. Esa misma semana, después de la escuela, llegó a casa con el cabello teñido de negro con mechas de miles de colores. ¿Pero qué rayos le pasó por la cabeza? Su cabello hermoso de color rubio desapareció.

De nuevo mamá le dio un sermón el cual le entró por un oído y le salió por el otro, y es que una semana después apareció con un par de aretes, uno en la ceja y uno más en el labio. A mamá casi le da algo pero una vez más lo dejó pasar, de igual manera esto no fue lo último, le siguieron noches enteras de fiestas, mamá intentó hablar con ella, entender la razón de su comportamiento pero fue imposible, ni siquiera conmigo quería hablar.

– ¡Tú no te metas Lagartija!– Era como si estuviera enojada con el mundo. Mi pregunta era ¿Por qué? Aún no lo entiendo.

Después de aguantar tanto bastaron solo seis palabras para detonar todo.

–Me voy – Dijo mi hermana, antes de salir de fiesta una vez más.

–¡No vas a ir!– Mamá la sujetó del brazo y le impidió que se marchara.

–No te estoy pidiendo permiso– Con eso la paciencia de mamá se acabó, estaba furiosa y quién no lo estaría.

–Harás lo que te digo–

–No, no tengo porque obedecerte–

–Soy tu madre y...–

–Tú no eres nada mío– Le dijo entre dientes.

–¡¿Qué?!–

–¡¡QUE TÚ NO ERES MI MADRE!!–  Se zafó del agarre de mamá y se dio media vuelta para después salir de ahí.

Un portazo y un silencio abismal. Mamá se quedó de pie, desencajada y sumamente lastimada por las palabras que acababa de escuchar. Nunca la había visto así, se llevó una mano a la boca y un sollozo se escapó de sus labios. Los brazos de su gran amor la estrecharon y la consolaron.

–No quiso decirlo…–

Cerré la puerta de la habitación no quería ver a mamá así, herida.

Esa noche no pude dormir, por más que intentaba no podía dejar de dar vueltas en la cama y entonces la luz de un relámpago lejano inundó la habitación, habría tormenta. Mi hermana es mayor por casi seis años pero en cambio siempre he sido yo la que la cuida cuando tiene miedo. Antes de que yo naciera se escabullía para ir a los brazos de mamá, pero cuando fui un poco mayor se colaba a mi cama para que la abrazara y esta noche para mi sorpresa, a pesar de lo que había pasado entró a mi cuarto y se recostó a un lado mío.

–No quise lastimarte, no era mi intención lastimarlas– Me susurró en medio de la noche.

–Lo sé–

–Es solo que todo se ha complicado, es que ella… Necesito irme Lagartija, necesito escaparme, me duele estar aquí– ¿Ella? ¿Quién es Ella? ¿Mamá? Sus palabras me sorprendían, sabía que al referirse que le dolía estar aquí no era precisamente nuestra casa.  

–¿Pero a dónde iras?–

–No lo sé– Un trueno se escuchó feroz, sentí como se estremecía. Y entonces la abracé.

–Deberías de hablar y decirles lo que te está pasando–

–No, no lo entenderían– Entonces la estreché aún más entre mis brazos.

–Entonces dímelo a mí–Pero su silencio me dijo que no diría nada ¿Qué le está pasando? Siempre hemos confiado la una en la otra pero esta vez ella no quiere decirme y yo lo respetaré y si lo que quiere es espacio y tiempo para pensar se lo puedo dar entonces se me vino a la mente un lugar perfecto.

–Sé a donde puedes ir–

–¿A dónde?– Me preguntó sin mucho ánimo.

–Al departamento– Le dije como si fuera lo más obvio.

–Pero se van a enterar–

–Mmmm les diré que una amiga irá a estudiar allá y necesita donde quedarse, sabes que les encanta ayudar–

–Pero, cuando Donuan me vea les avisará–

–Tienes razón– Acaricié su cabello y fijé mi mirada en la suya, en sus lindos ojos azules –Te ves tan diferente con el cabello negro, lo bueno es que te quitaste esos mechones de colores, aun así pareces otra persona… –Como no lo pensé antes –Jajajaja…pero claro–

–¿Qué?–

–Eso– Le dije señalando su cabello –Te hace ver diferente, no te reconocerá cuando te vea, dalo por hecho–

–Es que ya no soy la de antes– Dijo con un atisbo de tristeza que me llegó al corazón, ¿Qué te está pasando hermanita?

–Lo sé– Y entonces una nueva idea llegó a mí –Eso es, te cambiarás el nombre–

–¿Qué?–

–Sí, si quieres ser otra y que no te reconozcan, cambiemos también tu nombre mmmm ¿Cuál era el nombre qué te querían poner? Ese que le encantaba a mami–

–Mmmm ¿Kim?–

–Pues entonces serás Kim– Y mi hermana me miró como si yo estuviera loca, pero después de mucho sonrió.

–Gracias Lagartija–

Esa noche dormimos tranquilas y abrazadas. Al día siguiente hablé con mi mamá y le pedí el departamento para mi supuesta amiga, me miró interrogante pero con mi carita de niña buena la convencí.  En la noche cuando llego ‘Kim’ a casa se lo dije y se puso muy feliz. No sé si lo que estamos haciendo es lo correcto, pero es mi deber de hermana ayudarla aunque eso signifique huir de algo que no tengo ni idea. El ocultárselo a mamá me hará ganar un castigo monumental, pero entre mi hermana y yo siempre ha habido un lazo especial y la ayudaré en lo que sea.

Acordamos que se quedaría hasta que terminara la escuela, ese era el trato o sino no la ayudaba y así lo hizo, por unas semanas todo volvió a estar tranquilo. Aunque mi hermana y mi mamá no se hablaban.

Muchas veces vi que mi mamá tenía la intención de arreglar las cosas pero el miedo de volver a ser rechazada era suficiente para detenerse. Tiempo es lo que decían siempre, dale tiempo y habla con ambas partes cuando estén calmadas.

Pero la calma nunca apareció, una noche mi hermana llegó en un muy mal estado y las cosas empeoraron, más gritos inundaron la estancia, ella prefirió salir de casa una vez más, mamá intentó detenerla pero fue imposible. Esa noche no regresó y aunque no era la primera vez que sucedía, la preocupación siempre estaba latente y más cuando decidió irse, pero era algo que en verdad ella necesitaba. Así que un día que estábamos solas la ayudé a empacar algunas de sus pertenencias.

–Toma– Le dije mientras le daba mi apreciado peluche.

–Pero es tu favorito, no puedo–

–Era tuyo, tú me lo diste ¿Recuerdas? Me lo devuelves después, es para cuidarte–

–Tonta me vas hacer llorar– Me dijo mientras lo abrazaba.

Una hora después estábamos en el aeropuerto, fue el día más difícil y doloroso que he pasado, un abrazo y un nos veremos pronto, intenté no llorar y sé que también era difícil para ella, pero sé que estará bien.

Al llegar a casa me tiré a mi cama y un papel salió debajo de mi almohada era una nota de ella.

Cuida de nuestra pequeña familia, prometo estar en contacto

Te quiero pequeña Lagartija.

Iba a ser yo la que cuidara de nuestra familia mientras ella no estaba, por supuesto no sería un trabajo fácil ya que tendría que fingir no saber dónde se ocultaba mi hermana y eso sería una de las tareas más difíciles, porque mi mami siempre ha sabido cuando le miento.

Notas finales:

Bueno, es asi como empezamos, nos leemos el proximo viernes, que tengan una gran semana y excelente inicio de año.

Este es el año ;)


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