En todas las familias existe la oveja negra, que no tiene ningún interés de obedecer a sus padres o seguir con “la tradición familiar”. En la casa de los Lee era Taemin, un chico engreído y mimado de 18 años. A los 14 años se dio cuenta del poder que tenía para controlar a las personas, era muy hermoso y todos se dejaban manipular, tanto fue el resultado de los halagos y palabra lindas de las personas externas a sus padres que ya no obedeció más en nada. Sobre todo en sus medicamentos.
-Taemin debes llevar el inhalador contigo –dijo su padre enojado-
-No lo haré, además si me pongo mal frente a tu invitado no me importa –contesto igual de molesto-
-Estás haciendo un espectáculo jovencito –suspiro derrotado- está bien, solo baja para que conozcas a Minho.
-No me interesa conocer a otro estudiante que hace su internado en tu hospital, ¿qué gano con eso?
-No tendrás que ir a tu cita con el doctor Kim y tendrás el día libre. Yo mismo haré los exámenes que necesites –explico-
-Ok –dijo triunfante- gracias papá –abrazo a su padre cariñoso-
-Si terminaron de discutir, ayuden a poner la mesa –se escuchó a la señora Lee desde la cocina-
Al escuchar la orden de la mujer de la casa ambos comenzaron a ordenar todo en la mesa, cuando se escucha la orden de mamá todos obedecen. Terminaron y la señora Lee llevó la comida, solo esperaban a que el invitado llegara. Sonó el timbre a los 2 minutos, el señor Lee fue a abrir.
-Buenas noches doctor Lee –saludó Minho sonriente- muchas gracias por la invitación.
-Minho, llegaste –dijo feliz- para mí es un placer invitarte, pasa.
-Gracias –entro a la casa-
-Ella es mi esposa –señaló a la mujer junto a la mesa- y él es mi hijo, Taemin.
-Buenas noches –hizo una reverencia- me llamo Choi Minho, el doctor Lee es mi mentor. Mucho gusto en conocerlos.
-El gusto es nuestro, este hombre habla tanto de ti que ya te conocemos –sonrió la mamá de Taemin-
-Muchas gracias –agradeció avergonzado-
Después de las presentaciones, se sentaron para disfrutar de la cena en la casa de los Lee. Minho se sentó frente a Taemin que lo observaba con curiosidad, era la primera vez que un invitado de su padre era tan guapo. No podía articular palabra, solo cuando era necesario asentía o negaba con la cabeza. Sus padres se sorprendieron que se quedara en toda la cena, normalmente comía rápido y tenía una excusa lista para irse. Agradecían el actual comportamiento de su hijo, aunque aún estaban confundidos. Taemin tomaba nota mental de lo que podía servirle. Quería conquistarlo, deseaba que Minho estuviera a sus pies como muchos de sus ex novios. Tenía 23 años, se la pasaba en el hospital porque no tenía familia en Seúl, le gusta el fútbol, jugar y verlo. Presto más atención cuando confeso que solo se había enamorado una vez, a veces las preguntas de su madre le ayudan mucho, y que no pensaba hacerlo de nuevo. No sería una tarea fácil, pero no imposible después de escuchar que fue novio y no novia… tenía muchas más posibilidades, solo tenía que cambiar las reglas del juego. Para el término de la velada, Taemin ya tenía un plan trazado y el fin de semana libre lo ayudaría bastante. Minho ayudo a llevar los platos al fregadero, pero la señora Lee le aconsejo que regresará al hospital por lo tarde que era. Así que se dirigieron a la puerta a acompañarlo, pero antes de salir Taemin lo detuvo.
-Disculpe Minho hyung el sábado tengo que ir al hospital, ¿podría acompañarme cuando este allá? Siempre he odiado los lugares así –dijo “inocente”-
-Claro Taemin, será un placer –sonrió- entonces nos vemos el sábado ¿no? –pregunto en la entrada de la casa-
-Sí hyung –respondió sonriente y se despidió con la mano- me voy a mi cuarto, hasta mañana que tengan buenas noches –subió antes de que le preguntaran algo-
Su plan iniciaba en ese momento, aunque en la puerta dejo a sus padres confundidos por la situación… Taemin si iría a su control y le había dicho hyung a Minho sin que le obligaran. Veían un cambio en su hijo, su papá no entendía la razón pero su mamá sospechaba lo que pasaba. Por eso cuando, el día sábado Taemin le pidió ayuda para empacar un pequeño almuerzo para que lo comparta con Minho, todo encajo fácilmente en su rompecabezas.
Al llegar al hospital el primer paso de su plan era encontrar a Minho e invitarlo a almorzar, solo esperaba que no se negara.
-Hola Taemin –el que lo encontró al final fue Minho- vamos, te acompañaré al consultorio del doctor Kim.
-Gracias Minho hyung –sonrió, con la mejor sonrisa que tenía-
Caminaron conversando del buen clima y de lo tranquilo que se veía el hospital a esa hora. Minho le comentó que en la noche la sala de emergencias si es un verdadero caos. Aunque Taemin trataba de prestar atención, no lo lograba por completo. Era la primera vez que estaba tan nervioso de que lo rechazaran, quería que Minho aceptara almorzar con él.
-Minho hyung, ¿a qué hora es su almuerzo? –pregunto en la entrada del consultorio-
-Dentro de una hora más o menos –respondió algo confundido por la pregunta-
-¿Quieres almorzar conmigo? Mi mamá empacó suficiente comida para dos –comento-
-Ok almorcemos juntos. Nos vemos en la terraza, ¿está bien?
-Ok ahí estaré.
Pensaba en lo genial que hacia su actuación, aunque sentía que sus nervios no ayudaban mucho, pero solo tenía que esperar y pronto Choi Minho caería en sus manos.
Minho vio como el menor entró y sonrió. El doctor Lee le había contado innumerables veces lo controlador que era Taemin, pero estaba pensando que era una broma de su padre Taemin se le veía muy tímido cuando hablaba con él. Pensando en eso distraídamente paso la hora, era momento de subir a la terraza.
-¿Qué tal tu cita? –pregunto al llegar, cosa que asustó a Taemin-
-Minho hyung casi me da un paro por su culpa –dijo dramático-
-Lo siento Taemin –se sentó a su lado- ¿puedo preguntarte la razón de la cita?
-¿Mi padre no te lo contó? –Minho negó- tengo asma –contesto despreocupado-
-Así que es eso –comento Minho- seguro estás cansado de llevar contigo siempre el inhalador.
-Sí… -aceptó suave-
-Es bueno que seas consciente y lo lleves. Aquí tenemos toda clase de pacientes que no quieren tomar sus medicinas así tengan los recursos para comprarlas… en algunos casos no se tienen los recursos necesarios.
-¿A qué te refieres hyung? –cuestionó avergonzado-
-Mi madre murió hace 5 años por la falta de medicamentos, su tratamiento era algo costoso –explicó algo triste- por eso decidí convertirme en doctor, algún día espero tener mucho dinero para poder ayudar a muchas personas –reveló antes de comer otro kimbap-
Taemin se quedó algo pensativo por lo recién escuchado.
-Espero que siempre cargues tu inhalador, sino estaré muy decepcionado.
-No tienes que decirlo, siempre lo llevo –hizo una mueca imperceptible-
-Me parece genial –comió algo de carne- mándale mis felicitaciones a tu madre.
-Yo hice el bulgogi, que bueno que te gusto –dijo algo sorprendido algo al escucharse tan tierno sin intentarlo-
-Eres un excelente cocinero Tae –despeinó al menor- me encantó el almuerzo, gracias por haberlo compartido conmigo.
-No tienes que agradecerlo hyung –se sonrojó- podría hacerlo todos los días.
-De eso no te preocupes Tae, de seguro estás en busca de alguna universidad para estudiar luego de acabar el colegio.
-Eso quiero, pero mi papá no acepta mi elección –expresó triste- él quiere que estudie medicina, yo quiero danza.
-Es bueno que tengas la decisión tomada- señaló sonriente- hablaré con tu padre sobre eso. En tus ojos puedo ver la misma determinación que yo cuando escogí medicina.
-Gracias hyung.
-Te apoyaré tratando de convencer a tu padre, aunque también sería genial verte más a menudo por aquí. Tengo el presentimiento que te llevarías bien con los niños y podrías hacer un baile para ellos –se levantó, debía de volver a su trabajo- creo que así convencerías a tu padre que vas en serio y no lo tomas todo a la ligera –le aconsejó- ojala nos vemos pronto –se despidió-
Taemin se quedó sin habla tras escuchar a Minho. Era la primera vez que alguien escuchaba y aceptaba su gusto por la danza y que ese era su sueño. Haría lo que su hyung le había recomendado. Si actuaba de forma positiva, su padre lo tomaría en cuenta. Con eso en mente caminó a su casa, tenía que acomodar algunas cosas, desechar lo que no le ayuda a lograr sus metas. No controlaría la situación, sería sincero en cada una de sus acciones porque era lo que en verdad sentía. Lo primero que debía hacer era llevar consigo su inhalador, no quería que Minho se decepcionara. Lo segundo era encontrar una buena escuela de danzas, prestigiosa y seria.
-Buenas tardes, mamá –saludó al entrar a su casa- gracias por la ayuda con el almuerzo. A Minho hyung le encantó –se sonrojo feliz-
-Qué bueno, Minnie –rió divertida al ver la actitud de su hijo-
-Por cierto, iré todos los sábados al hospital para ayudar en el área de pediatría –comunicó a su mamá antes de subir a su habitación, no saldría de ahí hasta encontrar una buena escuela-
Su madre no pudo responder por lo sorprendida que estaba, nunca pensó que su hijo diría algo así. Estaba feliz, el poder del amor lograba lo imposible. Taemin estaba enamorado de Minho desde que lo vio en la puerta, su sexto sentido jamás fallaba.
La noticia que le dio la señora Lee a su esposo le hizo sentir muy orgulloso y algo confundido. Estaba feliz de escuchar la decisión de su hijo de ayudar en el hospital. No obstante, el que estuviera enamorado de Minho. No quería que Minho o Taemin se sientan extraños cuando se supieran sus sentimientos. Hablaría con Minho, no quería que su hijo sufriera.
Un mes después…
-Doctor Lee, ¿me mando a llamar? –pregunto Minho en la puerta-
-Pasa Minho –dijo desde su escritorio- quiero preguntarte algo que no tiene nada que ver con el trabajo, es algo personal.
-No se preocupe. Si lo puedo responder lo haré –respondió sincero-
-¿Qué piensas de mi hijo? –fue directo al grano, no quería dar más vueltas- la primera vez que fuiste a mi casa dijiste que no querías enamorarte…
-Yo bueno… -dijo avergonzado- si me gusta Tae –afirmó seguro-
-Me alegro –sonrió
-¿Se alegra? –cuestionó incrédulo-
-Solo te diré que cuides de mi hijo. Ha cambiado demasiado, viene cada semana a cuidar a los niños, lleva siempre su inhalador, viene a cada uno de sus controles y creo, no… estoy seguro, que todo es gracias a ti.
-¿Usted cree eso?
-Estoy seguro, yo te he contado como era Taemin antes –Minho asintió- y gracias a tus consejos ha abierto los ojos. También me hiciste entender que Tae quería algo súper diferente.
-Eso no fue gran cosa, solo hice lo que sentía que debía de hacer… -rascó su nuca avergonzado-
Bueno ¿hoy quieres volver a ir a mi casa a cenar?
-Sí, sería genial –respondió animado-
-Que bien, nos vemos más tarde.
-Nos vemos doctor –salió de la oficina-
Minho estaba feliz de haber confesado que sí le gusta Tae. No fue de la noche a la mañana, pero desde un principio Taemin le parecía una persona extraordinaria. Y no se equivocó, era una grandiosa persona que entendió sobre lo que hacía y cambio para su bien. Pensó en la primera vez que Tae llegó ayudar en el departamento de pediatría.
FlashBack
Minho estaba junto a su sunbae, Yuri, revisando a los pacientes que tenía a su cargo. En ese momento, Tae cruzó la puerta y saludo con una sonrisa algo incómodo. Entro al área de los niños y quizo seguirlo, aunque antes debía pedirle permiso a su sunbae.
-Yuri sunbae, ¿puedo ir con Changmin sunbae a ayudarlo con los niños? –dijo una mentira blanca para que no le regañen-
-Ok anda, espero te diviertas en tu futura área –sonrió antes de continuar-
Minho entró a la sala, se quedó asombrado al ver a Taemin jugar con Yeri. Ella no conversaba, no hablaba y menos jugaba con el resto de los niños, Taemin era el primero con quien hablaba y eso le hizo sentir algo que desde hace mucho no sentía. Sabía que Tae era especial y ahora lo corroboraba, era un ser magnifico.
-Hola Tae, hola Yeri –saludó a ambos, pero Yeri volteó su rostro-
-Yeri, solo es Minho hyung –dijo Taemin con dulzura- es muy agradable e inteligente, no te escondas de él.
-¿Minho oppa? –preguntó mirando atenta a Minho-
-Soy Minho oppa –sonrió- mucho gusto Yeri.
-Oppa tiene los ojos como esto –señaló su rana de peluche-
-Tienes razón Yeri –rió Tae- pero es muy guapo ¿no? –comentó sin pensar-
-Ambos son muy guapos –sonrió- serían una linda pareja.
Ambos se sonrojaron y evitaron el contacto visual todo el tiempo que jugaron con Yeri.
-Taemin eres asombroso –exclamó Minho cuando salieron a tomar un refresco- es la primera vez que Yeri habla.
-No creo que haya sido gran cosa, solo me acerque porque me vi reflejado en ella –tomó un poco de su banana milk- cuando estaba en la primaria no hablaba, no reía, no jugaba era el chico raro de la escuela hasta que me di cuenta que muchos compañeros me prestaban demasiada atención. Al principio me incomodaba eso, hasta que decidí usarlo a mi favor –se confesó- me volví controlador.
-Pero ese no es tu verdadero yo, Tae –comentó y lo despeinó un poco- fuiste tú cuando fui a cenar a su casa, cuando almorzamos en la terraza, ahora que jugabas con Yeri –reflexionó- no soy nadie para juzgarte, solo quiero seguir conociendo a Taemin.
-Yo también quiero conocerlo bien, hyung.
Tomaron al mismo tiempo sus bebida, tras confesar algunas cosas todo lo demás resulto muy divertido y solo se escuchaban risas. Minho pensó que había encontrado a su persona especial.
Fin FlashBack
Después de ese hermoso momento continuaron conversando, al intercambiar números se volvieron más unidos que nunca. Con eso en mente se dirigió al área de pediatría, era la hora de jugar con Yeri (una excusa para ver a Tae).
-Hola Minho oppa –Yeri corrió a abrazarlo-
-Hola Yeri ¿qué están jugando?
-Solo conversamos del nuevo amor de Yeri –sonrió al ver a la niña sonrojada-
-¿Novio? –pregunto Minho curioso-
-Tae oppa me dio permiso si seguía obediente con mi tratamiento.
-Claro que puedes si haces lo que tus oppas te dicen –hizo cosquillas a la pequeña-
-¿Y ustedes cuando comenzaran a salir? –pregunto feliz Yeri- está es tu oportunidad oppa –susurro a Minho-
-¿Tú crees? –Yeri asintió- entonces lo intentaré.
-¿De qué están hablando? –custionó Taemin confundido-
-No es nada –ambos contestaron- lo sabrás pronto –hablaron al unísono-
-Algo me esconden ya lo averiguaré –dijo Taemin serio-
-Claro que lo harás Minnie –lo despeinó Minho- vamos Tae, hoy cenaremos en tu casa.
-¿Papá te volvió a invitar? –Minho sintió- últimamente lo hace muy a menudo.
-El doctor Lee es muy astuto –sonrió Yeri- buena suerte y que disfruten su cena –se despidió-
-Nos vemos Yeri –ambos se despidieron-
-¿Nos vamos? –pregunto Minho y abrió la puerta-
-Sí vamos –salieron felices-
Anduvieron juntos por las oscuras calles de Seúl, hasta que se encontraron con un grupo de chicos que al ver a Taemin comenzaron los piropos que enfurecían a Minho.
-¡Hey preciosura! ¿No quieres divertirte con nosotros un rato? –cuestionó uno de los tres-
-No me molesten –exclamó Taemin molesto-
-No te pongas tan gruñón –fastidio otro-
-Solo queremos divertirnos –el último agarro el brazo de Taemin- y si tú nos haces compañía sería asombroso.
-¡Suéltalo! –Minho apartó al tipo de Taemin- ¿no escuchaste que te pidió que lo dejaran en paz? No lo toquen.
-¿Acaso eres su novio?
-Sí, soy su novio –grito molesto- por eso les advierto que no lo toquen.
-Que miedo nos das… -Minho le dio un golpe en el rostro-
-Oye ¿qué te pasa? –ayudaron a su amigo a levantarse-
-Es momento de correr –Minho tomó la mano de Tae y corrieron-
Corrieron por varias cuadras hasta que Taemin se detuvo, no podía seguir.
-Hyung, ya no puedo –respiro agitado-
-Perdón Tae –paró a socorrerlo- ¿tienes tu inhalador? –asintió- solo lo usarás una vez.
-Ya me siento mejor –suspiro cansado-
-Soy un idiota, soy un estudiante de medicina que no sabe cuidar a su amigo –seguían por el camino, pero despacio-
-Hace 5 minutos era tu novio –bromeo Taemin-
-Eso puede cambiar –se detuvo en la puerta de la casa de los Lee- quería que fuera más romántico y en un lugar adecuado –miró a su alrededor- pero no puedo controlar mis celos y no soy nada tuyo para sentirlos –continuo nervioso, tomó ambas manos de su amado- Tae, ¿quieres ser mi novio?
Taemin se quedó en shock, quería contestar que sí al instantes. Pero no podía, creía que estaba en uno de sus muchos sueños. Minho tenía los mismos sentimientos que él.
-¿Estás diciendo que te gusto? –Minho asintió- ¿hablas en serio?
-Es la primera vez que siento algo así por alguien. Estuve enamorado una vez, pero esa persona me engañó con el que pensé que era como mi hermano. En ese momento abandone toda idea del amor, hasta que te conocí. Tu padre siempre me hablo de ti, eras controlador pero con un interior hermoso. Eso si también tu belleza es impresionante –rió para relajarse- no es una broma ni nada por el estilo. Lo que te digo es muy en serio.
-Solo quería estar seguro, ahora estoy más seguro que nunca –abrazo a Minho- sí quiero ser tu novio –respondió el tan anhelado sí-
-Gracias Tae, te amo –abrazo más fuerte al menor- Tae yo puedo, como decirlo… -volvieron sus nervios-
-¿Besarme? -sonrió coqueto- ven Minho hyung –ambos al acercarse cerraron sus ojos-
Estaban a pocos centímetros de rozar sus labios, Taemin abrió sus ojos. Quería ver el rostro de Minho, saber que era él a quien tenía abrazado. Era real, era tan real que no pudo esperar más y unió sus labios con los de su novio. Al principio solo fue un pequeño roce, hasta que Taemin tomo la iniciativa y controló el beso de inicio a fin. Minho se sorprendió, pero se dejó llevar. Al escuchar unas voces conocidas se separaron volviendo a la realidad.
-Esto fue hermoso –Minho acarició las mejillas de Taemin-
-Y va a ser más hermoso –beso la nariz de su novio- tú eres mi mejor medicina.
-No Minnie, tú lo eres para mí –besó a Taemin- te amo.
-Te amo –ambos rieron- creo que mejor entramos, comenzó a hacer frío.
-Tienes razón –Taemin abrió-
-¡Felicitaciones! –gritaron eufóricos los padres de Taemin-
-¡Papá! ¡Mamá!
-¡Señores Lee! –dijeron al mismo tiempo sonrojados-
Los mayores solo rieron al ver el rostro de su hijo y de su ahora yerno. Estaban felices de verlos juntos.
Al siguiente sábado, Taemin volvió al hospital para estar con los niños. Estaba feliz, había pasado una semana desde que Minho se le declaró. Cada día le mandaba mensajes cariñosos o lo llamaba para decirle “buenas noches” cada noche. No tenían mucho tiempo para salir, Minho vivía, literal, en el hospital y Taemin comenzó a ir a una escuela de artes para estudiar lo que quería. Su papá acepto que estudiará danzas, solo con la condición que siga ayudando en el hospital, los niños lo amaban. Así que ese día irían a cenar para celebrar lo asombrosa que había sido esa semana, o simplemente para estar juntos y sobre todo a solas.
-Taemin oppa –le llamó Yeri- estás muy distraído.
-Lo siento, estoy muy contento. Ya comencé a asistir a mi escuela de baile.
-No creo que sea solo eso –sonrió- Minho oppa ya me contó.
-¿Te lo contó? –pregunto sonrojado-
-Sí, yo soy como su consejera –rió cuando vio a Minho aparecer-
-Hola Minnie, hola Yeri –saludó feliz-
-Hola Minho oppa, ya tienes un lindo apodo para Tae oppa.
-Es mi lindo novio, seguiré dándole más apodos bonitos –beso a Tae-
-Hyung –se sonrojo-
-Tae oppa no seas tan anticuado –la niña tomó sus juguetes- ya me voy diviértanse.
-Gracias Yeri, descansa –se despidió Minho-
-¿Cómo esa niña puede ser tan astuta?
-Aprendió del mejor –se besaron felices- ¿nos vamos? –estiró su mano hacia Tae-
-Vamos –sonrió y se tomaron de las manos para salir a su cena especial-