Eran alrededor de las tres de la mañana aquel sábado por la noche; el calor de verano no se sentía dentro de la habitación, ya que el dueño del cuarto contaba con un modesto ventilador de techo que servía demasiado bien junto con la ventana abierta. Mi mente aun no procesaba las palabras de mí ahora ex novia. Y la verdad que era bastante sencillo pensar aquellas cosas cuando se estaba tirado en el suelo de la habitación –la cual es bastante fresca.- de mi amigo. El chico de cabellos rubios y ojos café, casi negros, ignoraba a todo ser vivo cuando se encontraba frente a su ordenador: el mundo podría estar derrumbándose a su alrededor y él no lo notaria. O bueno, es lo que yo pienso al respecto de mi mejor amigo, quien no habla demasiado, y eso es suficiente para hacerme pensar en ese posible escenario. Levante la vista desde mi lugar para ver su espalda, y ahí estaba, escribiendo algo a un desconocido para mi, ignorando mi sufrimiento interno.
-Préstame atención… -Susurre, sabía que me escuchaba aunque no me mirara, lo estuvo haciendo durante las últimas cinco horas que estuve quejándome de mi patética vida amorosa, a lo que el menor solo contestaba con asentimientos de cabeza o sonidos de aprobación.- ¿Qué debería hacer con ella?
Mi vida romántica a sido un fracaso uno detrás del otro, desde que iba a la primaria que nunca tuve suerte en el ámbito amoroso o con el sexo femenino. Siempre que salía con una chica siendo un chico de 14 años, a los 3 meses de relación comenzaban los problemas hasta que la relación terminaba en ella dejándome con la excusa de que no éramos compatibles. O por lo menos una vez fue así.
Y es que era algo entendible porque me dejaban, era porque comenzaban a gustar de mi mejor amigo. Como si fuera un cliché de película americana, yo era el “supuesto” nerd de la clase solo por sacar un par de notas por encima del promedio, mientras que mi amigo era el capitán del equipo de fútbol. Yo me preocupaba por aprender ecuaciones y fechas importantes de la historia; mientras que él entrenaba todos los días después de clases. Por lo que era un patrón, simple y sencillo: conocía a una linda chica con la cual salir, salíamos, todo iba bien, le presentaba a mi mejor amigo, comenzaba a hablar más con él y al tiempo me dejaban, porque querían que las ayudara con mi amigo. Triste pero verdad, aunque tratara de que no conocieran a mi mejor amigo, con el tiempo sucedía, siempre era lo mismo.
-Creo que… -Hablo con su típica voz suave y cortada.- deberías buscar a alguien más… tal vez no era la indicada.-Y tal vez tenía razón en lo que decía.
Nunca me enoje o moleste con él por más de que estas chicas lo prefirieran a él, después de todo el siempre fue mi mejor amigo desde que estábamos en la primaria, y sé que no tenía ni idea de que estas cosas pasaran a su alrededor. Aun recuerdo cuando lo conocí; todo comenzó cuando estábamos en quinto año de primaria, luego de clases todos los chicos del barrio querían jugar a un partido amistoso. Obviamente nunca fui muy atlético que digamos por lo que nunca me querían en sus equipos y me dejaban al final de las opciones. Siempre después del chico gordo, entonces con ese patrón sabía que no debía de tocar la pelota, pero lo hice y muchas veces. Solo para terminar cayendo y recibiendo burlas por parte de mis compañeros de equipo, fue cuando yo solo me retire del partido y me senté a observarlos correr bajo el sol de la tarde. Fue en ese momento que supe que aquel chico vivía cerca de mi casa, ya que antes nunca lo había visto.
Salió del campo pese a los gritos de los demás para que volviera, y se sentó junto a mí. Lo observe asombrado por lo que hizo, ya que no era normal que el mejor jugador decidiera sentarse con el peor aun cuando el partido recién empezaba. El solo me miro con su típica cara inexpresiva, diciendo que no tenía ganas de jugar, por lo que se quedo conmigo hasta que termino todo y nos fuimos a casa. Creo que desde ese momento que él es mi mejor amigo, y aunque luego de la secundaria decidiéramos ir a carreras distintas, seguimos igual siendo amigos, hablando entre clases en el campus de la universidad y haciendo nada los fines de semana.
-Pensé que ella era diferente, íbamos a superar la marca de los 3 meses –Me erguí del suelo para poder estar sentado.- ¿Por qué es tan complicado conseguir novia?
Fue en ese momento que mi amigo por fin se giro en su silla para observarme, cruzando ambos brazos por sobre su estomago.
-Deberías dejar de tratar de buscar oportunidades y esperar a que una aparezca Chanyeol… No puedes vivir detrás de las chicas esperando que alguna sea la indicada.-
-Pero es que…-
Mi amigo solo me observo, revoleando los ojos para volver su vista a la computadora, contestando a vaya uno a saber qué. Y eso era lo único que hacía cada vez que yo venía a su casa, estar contestando mensajes a una persona en esa pagina rara donde la gente chatea con extraños, las primeras veces estuve interesado en lo que hacía, pero a su falta de información deje de preguntar con quien es que se mandaba tantos mensajes por día. Y una vez más la intriga se apodero de mi cuerpo haciéndome parar de mi lugar para sentarme cerca de él sobre su cama.
-¿Con quién estás hablando Sehun? – Dije mi pregunta obvia de casi todos los sábados, y no esperaba nada de él, por lo que me sorprendió cuando me contesto con su voz suave.
-Baekhyun.-
¿Baekhyun? ¿Qué era un Baekhyun? Nunca había escuchado ese nombre antes, ni siquiera entre sus conocidos en la universidad, ni mucho menos entre los de su amigo. Ahora sí que estaba más que interesado en saber quién era este individuo que hablaba tanto con su amigo, pero no iba a poder preguntarle más de lo que ya le dijo, sabía que si empezaba a preguntarle este seguro iba a golpearlo o decirle que era un molesto. Eso era divertido, pero en estos momentos quería saber.
Y esa era por una única razón, su amigo era homosexual.
Hace no más de un año, en el cumpleaños número 19 de su amigo, decidieron que era buen momento para salir a algún bar. Por ese entonces, su querido protagonista –Osea yo.- estaba sufriendo una ruptura con otra chica con la cual solo salió 2 semanas, y necesitaba despejarse, por lo que llevo a un bar bastante concurrido a su amigo y de paso, el mismo despejarse. Luego de tomar bastante esa noche, descubrió que su amigo no era alguien tolerante al alcohol, parecía otra persona luego de un par de vasos de cerveza, junto con el ambiente que no ayudaba. Lo vio reírse más de una vez en una hora, y eso era digno de ver, era como un logro en tu vida si tienes un amigo tan serio en tu grupo. Sumándole al sonriente que tenia ahora, este también era una maquina de decir verdades. Desde las innumerables de cosas que rompió en su infancia, y que luego culparía a su mascota por eso, hasta que estuvo saliendo con un chico unos meses antes. Mi cara creo que fue la de una persona que se entera de que su programa favorito está próximo a acabarse; era una mezcla de asombro con expectativa de que sigan en una segunda temporada, en este caso, sigue hablando amigo. Pero como todas las cosas buenas, esa noche término antes de lo pensado, su amigo nunca volvió a tocar el tema, y él nunca volvió a decir nada. Siguen siendo los mejores amigos.
Por lo que, debía saber si él estaba en algo con este tal chico Baekhyun, aunque su nombre sonaba bastante femenino para ser un chico, pero no podía ser una chica. ¿O si podía?
Deje de pensar en aquellas cosas las cuales en realidad nunca deje de pensar, para tomar mi móvil que estaba tirado en el suelo y proceder a recostarme en la cama de mi amigo. Entre a mi propio perfil, observando que no tenía muchas notificaciones, solo invitaciones a cosas que probablemente no iría, por lo que procedí a buscar ahí mismo. “Baekhyun”. La primera persona que salió tenia de amigo en común a Sehun, bingo, te encontré. Y como esperaba, era un chico y bastante raro.
Al entrar en su perfil, pude ver que tenía una foto que esperaba fuera reciente. En ella se podía ver a un chico de cabello corto negro, ni muy corto ni muy largo. Su piel parecía blanca y tenía ojos bastante grandes; no parecía un chico con rasgos duros, más bien, tenía rasgos suaves y delicados a los toscos que usualmente se ven. Sus mejillas eran bastante pomposas, ya que estaba sonriendo con una sonrisa blanca y grande, donde dejaba unos dientes blancos verse. Parecía una persona agradable y feliz, lo cual ocasiono que mirara a su amigo. Frió, muy frió, una persona cálida pero con pocas expresiones. Volvió su vista a su móvil, pensando si sería correcto agregar a ese tal Baekhyun, y que eso no ocasione problemas. Porque vamos, podría ser la nueva pareja de su amigo, y este planea presentarlo luego, no quiero que arruine ese momento.
“Solicitud enviada”
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Se sentía un olor a lluvia bastante fuerte en la habitación; el golpeteo en la ventana era despacio, pero con el paso de los segundo era cada vez más fuerte. Abrí con pesadez mis ojos, encontrándome de cara con el gato peludo de Sehun, Ruru. Me gire en mi colchón en el suelo dándole la espalda, pero sentía sus patas sobre mi espalda, masajeando para poder acomodarse a un lado mío. El ruido de lluvia era tranquilizador, pero eso significaba que tenía que volver debajo de ella. Me incorpore revolviendo mis cabellos, observando al gato gordo ya acostado a un lado de mi cama. Pasee mi mano por su cabeza mientras observaba la habitación con poca luz solar; no sabía bien qué hora era pero si Sehun seguía durmiendo debía ser temprano. Busque debajo de mi almohada el móvil, desbloqueando la pantalla para ver que eran las nueve de la mañana, genial, debía volver a la hora del almuerzo a casa, aunque ya no tenía sueño por lo cual podía volver antes si quería. Me levante de mi cama improvisada, para poder buscar mi mochila, guardando algunas cosas en ella; todo bajo la vista del gato. Busque en el closet de Sehun alguna cosa que pudiera protegerme del frio, y encontré una de sus sudaderas negras. Al ponérmela me di cuenta de el cambio de contextura física, el era mucho más delgado que yo y aquello me quedaba un poco ajustado. Me despedí del dormido desde su puerta para bajar a la segunda planta.
La casa no era tan grande pero sí que era de dos pisos, vivían cuatro personas en ella. Sus padres, él y su hermana mayor, la cual era un poco parecida a su hermano, solo que en apariencia porque en personalidad era bastante más habladora.
Al llegar a la sala me encontré con la madre de mi amigo, quien solo me pregunto si ya me iba y si no me quedaba a comer. Negué con una sonrisa, esta mujer era una de las personas más cálidas que había conocido en mi vida, al igual que mi abuela, pero no; le dije que tenía que volver a casa a almorzar y que la próxima vez me quedaría. Con una sonrisa se despidió de mí en la puerta, mientras que levantaba la capucha para no mojarme con la lluvia.
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Mi casa no quedaba tan lejos de la de Sehun, la verdad vivimos atravesando un parque. Por lo que solo debía caminar por todo el parque debajo de la lluvia para llegar a mi casa, y el parque no era tan pequeño. Por lo que apresuré mis pisadas para no tener que mojarme tanto debajo de la lluvia, agachando la cabeza, tratando de evitar el agua en la cara. No contaba con que no podía ver si alguien se atravesaba en mi camino, aunque con esta lluvia no debía haber persona cuerda que caminara por aquí. Pero siempre hay una persona que no es cuerda, y esa persona choco conmigo haciéndome caer de espaldas, mientras que el otro individuo caía de costado, quedando frente a mi cuerpo pero no a mi visión. Me queje en voz alta por el golpe, tratando de levantarme del suelo mojado.
-¿Estás bien? –Una voz bastante tranquila hablo.- ¿Sehun?
Al escuchar el nombre de mi amigo solo levante la mirada para ver al chico, quien me miraba con intriga descubriendo que no era mi amigo. Sonreí porque ya sabía quién era este chico, era el famoso Baekhyun con quien Sehun hablaba todos los días, a todas horas, por todos los medios que dos personas puedan comunicarse. Si, observo mucho a mis amigos.
-Perdón, no soy Sehun, soy su mejor amigo, Park Chanyeol –Me levante del suelo poniendo la mano delante del otro chico para que aceptara el gesto de ayuda, que si acepto con una sonrisa.
-Lo siento, es que me confundí al ver la sudadera negra, pero supongo que pudo habértela prestado- Dijo un poco nervioso por la equivocación.- Soy Byun Baekhyun, un gusto.
Observa una foto era una cosa, pero observar los rasgos en persona era otra muy distinta, aunque este estuviera todo desaliñado era igual que en su foto. Fue en ese momento que se dio cuenta de que estaban debajo de una lluvia, y que debía apurarse en llegar a su casa. Se sacudió un poco los pantalones húmedos y volvió a mirar al chico.
-Me encantaría hablar contigo, pero nos estamos mojando, en otro momento será- Una sonrisa sincera y apenada se dibujo en mi cara, ya que de verdad quería saber más de la persona que salía con mi amigo, bueno, la que yo pienso que sale.
-¿Tu…? –Me señalo seguramente algo, pero a los segundos solo bajo la mano, volviendo a sonreír.- En otra ocasión será entonces, pero si, hablamos luego-
Y como si fuera mi pase para huir, comencé a caminar rápido de nuevo a mi casa, saludando con la mano, para luego correr esquivando charcos de agua, y personas que también corrían del agua.