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Secretos con la lluvia. por Gapanion

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Notas del fanfic:

Tiene mayor sentimiento con esto de fondo; lo recomiendo para que vivan el sentimiento. (?) 

 

https://www.youtube.com/watch?v=GZ-TlDCb86A

Notas del capitulo:

Esto lo tenía escrito hace un tiempo, pero ahora lo arreglé mejor, hehe. Disfrútenlo. 

¿Qué había pasado? ¿Por qué de la nada sentía que el mundo para él acababa? ¿Por qué? ¿Por qué solo quería echarse a llorar en un rincón de la calle? O… ¿Por qué quería que uno de los rayos que caían le matara con la máxima crueldad posible? Tal vez… solo tal vez para que su dolor terminara de una buena vez. Para que eso punzante que sentía en su pecho, en su corazón, acabara de una vez. No era fácil enamorarse de una persona a quien veía a diario, con quien compartía comidas, horas de estudio, momento inolvidables, secretos y muchas cosas más; no era fácil enamorarse de su mejor amigo. Enamorarse de Byun BaekHyun había llevado a la perdición a Park ChanYeol.

 

Pero, en verdad… ¿Qué había pasado para que esa noche Park ChanYeol decidiera salir a caminar bajo la lluvia? Sí, es cierto; Chanyeol amaba la lluvia. Estar bajo esta durante tres minutos o quizá un poco más le divertía. Sentir las finas y suaves gotas de lluvia caerle en su rostro una vez lo hubiese levantado hacia el cielo con sus párpados como protección a sus ojos; cayendo y deslizándose por el rostro, delineando cada una de las facciones de aquel bello y aniñado rostro. Pero esta noche era diferente. Había salido de su recinto al que llamaba hogar; se sentía asfixiado ahí, atrapado entre cuatro paredes sin ninguna entretención, sin algo que evitara pensar en ese chico de cuerpo menudo de quien estaba perdidamente enamorado. ¿Qué más podía hacer? Salir de su casa, caminar a paso lento y torpe hacia el parque de al lado para sentir la lluvia en su rostro. Sí, eso podía hacer. Y lo hizo. Quedándose ahí mientras estiraba sus brazos hacia los lados, como si fuera a volar, como si estuviera haciendo un intento de flotar por los aires y desaparecer del mundo. Sí, así. Con los brazos de esa manera y con el rostro de frente a la infinidad a la que llamaban cielo; teniendo sus orbes cerrados, intentando, por una vez tener calma en su mente así como su corazón.

 

Podía sentir las gotas de lluvia caerle, suavemente, sin lastimarlo; llegando a acariciar aquellas bellas facciones de su rostro, recorriéndole por completo éste hasta bajar a su cuello e impregnarse en sus prendas que bien, de tanto estar bajo ese horrible pero a la vez apacible clima, ya estaban completamente húmedas.

 

Manteniéndose así por unos segundos, minutos… ¿Horas? No lo sabía, en verdad perdió la noción del tiempo en cuanto sintió calma por una vez en mucho rato, luego de solo concentrarse en escuchar el crujir de los truenos y el sonido que hacía la lluvia al caer sobre los tejados de la casa que estaban alrededor de aquel pequeño parque. Sentir… sentir por una vez que nada le importa, ni nadie. Que estaba solo en el universo, que no depende de nadie para ser feliz; que simplemente está él, solo para él mismo y nada ni nadie más. Pero absolutamente nada podía ser perfecto ¿No es así? A su mente llegó el rostro de aquel chico que le tenía en tal deplorable y lastimera situación.

 

Un rostro adorable que le hacía parecer de menor edad; con los ojos finamente delineados, los labiales color cerezo que formaban una linda y sutil sonrisa; los pómulos, redondeados y firmes, haciendo encaje perfecto con su sonrisa, volviéndose éstos más abultados. Y más allá del delineador que había mencionado, podía ver sus ojos negros, sus bellos ojos, por los cuales más de una vez estaba a punto de perder el poco control que solía tener cuando estaba a su lado; estaban perfectamente rasgados, los de él siempre habían sido más pequeños, por lo que cuando sonreía se le formaban dos medias lunas en su rostro tomando el lugar de sus ojos. Y le encantaba. La imagen que había llegado a su mente era completamente bella; una perfección de rostro y no había más que discutir, según Chanyeol.

 

Ahora que lo veía en su imaginación, no podía evitar que una boba y graciosa sonrisa se tomara posición de casi toda la superficie de su rostro. Y es que ese era el efecto de Byun Baekhyun en piernas-largas. Siempre que le pensaba, cuando estaba con él, cuando le llamaba; siempre había una sonrisa presente.

 

Tan concentrado estaba en observar ese bello rostro y escuchar los sonidos que la lluvia hacía, que apenas escuchó un sonido fuera de los que el ambiente de tormenta creaba; más específicamente el sonido de un teléfono móvil fue lo que interrumpió la bella calma del tempestuoso clima.

 

“Oppa, take your message” “Oppa, take your message”.         

 

Bajó la cabeza mirando hacia todos lados aunque sus brazos siguieran inmóviles, extendidos hacia los lados. Giró su cabeza de izquierda a derecha tratando de seguir el sonido hasta que lo localizó un bolsillo. Rió como un verdadero tonto, pues no recordaba que era el tono de mensaje que le había configurado a su móvil. Volvió a ver hacia todos lados buscando un lugar donde poder sacarlo sin que se llegase a mojar más de lo que creía ya estaba, hasta localizar un techo. Bajó los brazos y corrió hasta ahí, sacudiendo la cabeza tal cual perro una vez estando refugiado, para luego sacar su móvil de su pantalón sacudiéndolo un poco antes para limpiar lo húmedo que estaba. Lección del día, si sales a la lluvia no lleves tu teléfono móvil. Leyó el mensaje y una sonrisa de oreja a oreja se le formó en sus labios; ese efecto era hasta casi increíble.

 

“¿Dónde estás? Te busqué en todos lados y no estás en tu casa. Vine a buscarte porque quiero hablar. ¿Vienes por mí? Estaré en la banqueta frente a tu casa. Te espero.”

 

Eso fue lo que hizo que sonriera de tal manera.

 

El chico alto no lo pensó dos veces y movió sus pies para encaminarse rápidamente para su casa. Pero algo no lo dejó dar el segundo paso… ¿Qué pasó? ¿Por qué se detuvo? Muchos pensamientos y recuerdos llegaron a su mente en el primer paso, sintió que un remolino lo invadió e impidió que diera el segundo. Sí, justo esa frase debía llegar a su mente en ese preciso momento. Esa frase que tanto le había herido hace unas horas cuando pensaba en pasar una divertida tarde con su mayor. Recordar justo cuando ambos estaban en la cafetería a la que solían ir al salir del instituto, estando totalmente intrigado porque su hyung le había dicho que tenía algo muy importante que decirle, pero que se lo diría al final de las clases.

 

Cuando llegó el momento ChanYeol estaba verdaderamente ilusionado en que el otro le diría que estaba enamorado de él. Que lo hacía desde hace un tiempo pero que no quería decir nada porque no quería arruinar su amistad de años. Que lo amaba profundamente y soñaba con él cada noche, que los imaginaba a diario abrazándose entre ellos y repartiendo besos de amor en público sin que les importara lo que los demás dijeran, sin que les importasen las críticas por la homosexualidad que tan mal vista era; que no le importaba nada más que no fuese su gran dongsaeng ‘piernas-largas’ como solía llamarle sólo él, que no había nada más importante que él. Eso era lo que esperaba escuchar de su hyung, eso… que era lo que ChanYeol se guardaba en su interior, que quería gritárselo al mayor, decirle que lo amaba y por una vez espera escuchar eso proviniendo de los labios de su tan amado y bello hyung.

 

Pero el destino el destino es tan cruel y despiadado, jamás espero que Baekhyun fuera a decirle las palabras más hirientes que podrían haber en ese momento para él.  ¿Qué había más doloroso que saber aquella noticia que se le había sido transmitida?

 

Habían pasado solo horas de ese incómodo momento, donde solo se quería echar a llorar, tal y como lo está haciendo ahora, bajo la lluvia. Siquiera se dio cuenta cuando sus orbes se llenaron de esas lagrimas repletas de dolor y sufrimiento, cubriéndole el rostro pero a la vez difuminándose entre las gotas de lluvia que seguían cayendo con un poco más de fuerza a como estaban hace un momento. Pero podía sentir el ardor en los ojos por la salinidad de las mismas.

 

Estaba llorando, llorando de dolor, no físico, sino del corazón. Sí, su corazón dolía como nunca antes, estaba agonizando en dolor. La persona que más amaba, estaba con alguien más y él nunca se enteró y dejó que su corazón siguiera enamorándose cada vez más y más de alguien que para él siempre había sido perfecto.

 

Hizo su cabeza hacia atrás a la vez que cerraba sus orbes dejando que la lluvia cayera sobre su rostro, juntándose con las lágrimas que aún salían de aquellos ligeramente ojos saltones. Eran pocos los momentos en los que no veías a Chanyeol saltando y corriendo por todos lados, con su gran sonrisa en su rostro y su escandalosa risa resonar en todos los lugares donde él estaba. Siempre acompañado de su inseparable Baekhyun. Pero hoy no podía sonreír, el profundo dolor en su corazón no dejaba que esa habitual animada e hiperactiva risa apareciera en sus finos labiales. Era demasiado dolor, tanto, que no se podía esconder en una simple y falsa curvatura de labios, porque lo único que se lograba era que más lágrimas cayeran de sus ojos. Sí, estaba intentando sonreír, quería sonreír a la hora de ver a su hyung; no quería que viese que estaba totalmente destruido por dentro.

Pero los intentos eran en vano, solo hacía que más lágrimas cayeran. Supuso que alguna tonta excusa le daría al mayor cuando éste preguntara el porqué de sus ojos rojos, y posiblemente el otro le creerá sin duda alguna. Siempre era así, cuando Chanyeol perdía el control de algo referente a su mayor que iba más allá de la amistad, ponía una excusa tonta y el otro le creía. Esperaba que esta vez no fuese diferente.

 

«Byun BaekHyun… ¿Por qué? ¿Por qué tienes que ser tan perfecto? ¿Por qué tenías que enamorarme sin darte cuenta?» Esos pensamientos rondaban por la mente de Chanyeol en aquellos momentos mientras sus pies se arrastraban por el lodo ya formado por la lluvia, torpe y lentamente. No sabía si en verdad quería ver al mayor así que hacía todo el tiempo posible aunque no fuese mucho, al el parque estar a unas cuadras de donde se encontraba ahora mismo desahogando sus sentimientos.

 

Se sentía muy mal, quería huir y no verlo, pero necesitaba una de esas sonrisas que solo el mayor sabía formar, aquellas que provocaban que ChanYeol formara una igual o al menos parecida curvatura en sus labios. También necesitaba un abrazo de él, sentirle cerca de nuevo, que lo reconfortara con un abrazo sin darse cuenta. Lo necesitaba, necesitaba a su mayor. Necesitaba a BaekHyun.

 

Pero… ¿En verdad le iba a hacer bien verlo? ¿Estará con su novio?

 

Este pensamiento lo hizo parar de la nada, llenándosele los ojos de lágrimas al imaginarse al mayor abrazado a su novio frente a la puerta de su propia casa, besándose quizá con el susodicho siendo él quien interrumpa tan “hermoso” momento y beso.

 

Era el momento idóneo para huir. Sí, huiría.

 

Pero… ¿Y si está solo? ¿Y si está solo bajo lo tormenta que ya se había formado, mojándose, empapándose por esperarlo? Por esperarlo a él. No, no podía permitirlo, sabía que el mayor tenía las defensas bajas y solo provocaría que se enfermara. Jamás se perdonaría si su mayor se enferma por su culpa, nunca. Tomó de nuevo el camino a su casa, donde lo esperaba, pero esta vez corría. No le tomó más de un minuto llegar al lugar deteniéndose a unos pasos del chico por el que había vuelto.

 

Y ahí estaba, ahí estaba su Baekhyunnie… ¿Su Baekhyunnie? Sí, era su mejor amigo, y era el único al que dejaba que le llamaran así, ‘Baekhyunnie’. Suspiró suavemente, mientras lo observa, viendo que estaba completamente empapado por la lluvia. A su hyung nunca le había gustado estar empapado, menos por la lluvia. Y ahora lo veía ahí, en el estado que su Baekhyunnie más podría odiar; empapado por la lluvia, estando aún bajo ésta, esperándolo… ¡Esperándolo a él! Eso lo hizo feliz, en verdad, esa era una de las razones por las que se había enamorado. Su mayor siempre hacía todo por él.

 

ChanYeol lo amaba, por eso y más.

 

Al parecer Baekhyun no se había dado cuenta de su presencia, pues seguía sentado en la banqueta de enfrente de su casa, con la mirada perdida mientras sostenía la cabeza en sus manos. Se veía realmente adorable, hermoso, quería acercársele y abrazarlo, besarlo… Pero no podía, y cuánto dolía el que no podía.

 

—Hyung. —pronunció, apenas audible según él-

 

Aun así había sido escuchado por el mayor provocando que saliera de sus pensamientos y volteara la cabeza para verle. Tenía esa sonrisa tan distintiva de él en su rostro, el tipo de sonrisa que se hacía presente solo cuando estaba al lado de ChanYeol, tan animada e inocente como siempre. El piernas-largas estiró sus pómulos en una ligera sonrisa debido a ese gesto, pero sin moverse de su lugar mientras el más bajo se levantaba rápidamente.

 

¡ChanYeol! ¿Por qué has tardado? Mírame, estoy todo empapado por tu culpa. ¡Entremos de una vez! Que siento que se me congelan hasta los huesos.

 

Habló simulando un enfado, seguido de una risa del más bajo al notar que sus ropas habían aumentado de peso debido a que estaban mojadas y contagiando muy levemente al más alto, soltando apenas una pequeña risilla. Rápidamente sacó las llaves del bolsillo y abrió la puerta de la casa, entrando luego de que el mayor entrara a su fortaleza, aquella de la que había salido hace apenas unas horas para intentar distraerse del dolor que lo agobiaba. Aquel dolor que su pequeño hyung jamás sabría que sentía, por él, porque lo amaba. Tampoco le diría qué había estado haciendo todo este tiempo desde que le habló para quedar en casa y mucho menos que se había tardado en llegar porque no sabía si quería verle o no, porque no sabía si estaba o no con su, tan odiado por Chanyeol, novio; alegrándose al verle solo a él.

 

No le diría que estuvo llorando en el parque, bajo la lluvia, porque pensaba en lo sucedido ese día por la tarde al salir del instituto. Pensando en lo que le estaba destruyendo internamente de una manera que obviamente el mayor ni se imaginaba. Que cuando decía que parecía que le había aparecido un nuevo lunar en el rostro era solo una excusa que decía cuando se había acercado peligrosamente a su cara porque en verdad lo que quería era besarlo.

 

No, jamás se lo diría. Así como jamás sabría que le amaba profundamente, más que a nada en todo el universo, que pensaba en él antes de dormir, que era totalmente perfecto para él y que la persona con quien siempre soñó que se casaría y acompañaría hasta la muerte… sería él, Byun BaekHyun. Porque era así. Park ChanYeol amaba a Byun BaekHyun con locura, y jamás lo diría sino era más que un sueño. No, esos eran secretos que Park Chanyeol nunca diría. Secretos que ahora compartía con la lluvia. 

 

Notas finales:

Gracias por leer. *heart*

Amaría los review, me suben el ánimo luego de escribir esto. (?) 


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