Revisó su reloj por quinta vez, eran casi las 4:30, rápidamente llegó a la puerta de su casa y la abrió para salir, miró hacia ambos lados antes de cruzar la calle casi corriendo, se colocó frente a la puerta de madera y tocó el timbre, unos momentos después por ella apareció el pequeño pelinegro con sombrero de paja.
- ¡Sabo!- Una enorme sonrisa apareció en su rostro y se lanzó a sus brazos para abrazarlo como siempre lo hacía.
- Hola Lu.- Le acarició el cabello mientras sonreía.- ¿Listo?- El menor asintió.
- Ace está aquí, le dije que podía acompañarnos.- Al escucharlo, la sonrisa de Sabo desapareció.
- Bien.- Murmuró con desgana. Luffy volvió a sonreír y entro a la casa, Sabo cerró la puerta y siguió al pequeño a la sala.
- Ace, Sabo llego.- Le avisó Luffy. El nombrado pauso el juego y dejo sobre el sofá el control de la consola.
Las miradas de ambos se encontraron y ambos fruncieron el ceño. Desde hace unos días ambos habían estado un poco ariscos el uno con el otro. Ace no tenía idea de porqué Sabo lo trataba de esa forma, pero su paciencia tenía un límite y ahora, había decidido tratarlo de la misma forma que él lo hacía.
- Bien, nos vamos.- Habló Luffy sacándolos a ambos de sus pensamientos.
Ace apago la consola y los tres salieron, para comenzar a caminar en dirección a la plaza cercana. Luffy caminaba en medio de Ace y Sabo, era el más pequeño y por lo tanto cuando les hablaba levantada la cabeza a un lado y al otro para verlos a ambos.
Sabo sonreía cada vez que Luffy se giraba a mirarlo, podía ver la emoción en su cara, habían esperado mucho tiempo para ir a ver aquella película, en especial Luffy, así que ahora intentaba ignorar a Ace y concentrarse sólo en el pequeño pelinegro con sombrero de paja. No quería que el día se arruinara.
Los tres se conocían desde que eran niños, Sabo y Ace asistían al mismo jardín de infantes donde habían empezado su larga amistad, años más tarde, Luffy se mudó frente a la casa de Sabo y como era de esperarse, el travieso niño se había pegado a ellos como un chicle, hasta que terminaron aceptándolo en su pequeño grupo.
Pero ahora las cosas eran diferentes, Sabo, desde su adolescencia, había comenzado a tener una clase de extraños sentimientos hacia Luffy, no se lo había confesado a nadie, ni siquiera a Ace, creía que sólo era afecto por ser el más pequeño de ellos, pero con el tiempo se dio cuenta de que lo que sentía era algo más que simple afecto, y con el paso de los años se decidió a aceptarlo, se había enamorado profundamente de Luffy. Temía en el fondo, que sus sentimientos no fueran correspondidos, no quería presionar a Luffy, sabía que podía ser un poco torpe a veces, en especial en esos casos, así que decidió esperar. Sin embargo, desde hace un tiempo, Luffy y Ace se habían vuelto más unidos, antes solían salir los tres juntos, pero de pronto los dos pelinegros empezaron a salir por su cuenta. No pudo evitar ponerse celoso.
Suspiro con pesadez, mientras se alejaba de ellos para comprar las entradas. Cuando conocieron a Luffy, Ace había hecho todo lo posible para hacer que el pequeño se alejara de ellos, Sabo lo acepto más rápido, pero Luffy parecía tenerla más cariño a Ace. Amor apache, pensó mientras miraba a Luffy ser sujetado por el cuello por Ace.
Al cabo de un rato, los tres entraron a la sala, de nuevo Luffy se sentó en medio de ellos y se dedicó a comer palomitas, esperando que la película iniciara. Ace se mantenía jugando con su celular y bebiendo un poco de refresco. Sabo recargo su cabeza sobre su palma mirando a su alrededor. Poco a poco la gente entraba y ocupaba sus respectivos lugares.
Volvió a suspirar, dirigió su mirada hacia los dos pelinegros a su lado. Quizás Ace también sentía algo por Luffy, quizás ya conocía lo que Sabo sentía, quizás intentaba quitarle a Luffy. Inconscientemente apretó uno de sus puños. En ese momento, Ace sintió una mirada sobre él y se giró a verlo.
- ¿Qué?- Preguntó con el ceño fruncido. Estaba por responder, cuando Luffy dio un pequeño salto.
- ¡Ya comenzó!- Gritó lanzando algunas palomitas al aire.
No pudo evitar sonreír, le dirigió una última mirada a Ace y se acomodó en su lugar poniendo atención a la enorme pantalla frente a él.
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Al término de la película, decidieron ir a comer, o mejor dicho, Luffy lo había decidido. El pelinegro había cambiado su sombrero de paja por una corona con el logo del restaurante de comida rápida en el que se encontraban. Comía tranquilamente su hamburguesa sin prestar atención a las dos personas a su lado, quienes no dejaban de mirarse como si quisieran matarse con la mirada.
La tensión era tanta que bien podía cortarse con un cuchillo, ambos se desafiaban con la mirada, hasta que de pronto la cara de Ace se estampo contra su hamburguesa a medio comer. Sabo suspiró. Luffy miró a Ace y golpeo ligeramente su cabeza con un dedo, al ver que no se movía aprovecho y comenzó a comerse sus papas fritas. Sabo sonrió al verlo.
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El regreso a casa había sido mucho más satisfactorio para Sabo, Ace dijo que iría a visitar a Trafalgar Law, así que los dejaría solos. Afuera ya había oscurecido, por lo que decidieron tomar el autobús en lugar de caminar en la oscuridad.
Sabo se sujetó de uno de los pasamanos del autobús y Luffy se colocó a su lado haciendo lo mismo. Junto a Sabo iba un sujeto alto de cabello rojo con unos audífonos, la música la escuchaba a tan alto volumen que rápidamente reconoció la canción. Estaba tan distraído cantando en su mente, que no se dio cuenta de que Luffy se había quedado dormido sobre su hombro. En cuanto lo noto, le rodeo los hombros con un brazo y lo atrajo a él, Luffy lo rodeo con ambos brazos y oculto su rostro en su pecho.
Sintió sus mejillas arder y dirigió su mirada al frente, tarareando la canción que sonaba junto a él, hasta que escucho una risita. Giró la cabeza y se encontró con una sonrisa burlona de parte del sujeto alto a su lado. Frunció el ceño y miró hacia otro lado.
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El camino de la parada del autobús a la casa de Luffy fue en completo silencio. La mente de Sabo estaba llena de mil y un pensamientos, si Ace también sentía algo por Luffy podía asegurar que ya llevaba ventaja con él, todas aquellas salidas juntos, todas las veces que los había visto, parecían estar muy unidos, parecía que Ace buscaba algo más que una simple amistad con Luffy.
No, no podía perder, debía apostar todo, era todo o nada. En cuanto llegaron a la puerta de la casa de Luffy, lo decidió.
- Nos vemos maña…- Ni siquiera lo dejo terminar, aún con todas las consecuencias que sus acciones podían tener, simplemente lo besó.
Le sujetó ambas muñecas para evitar que lo apartara, mantenía los ojos apretados, mientras su corazón latía a mil por hora. Por su lado Luffy había abierto los ojos con sorpresa, empuño las manos, hasta que poco a poco comenzó a relajarse, sus ojos comenzaron a cerrarse y se dejó llevar.
Lentamente Sabo lo empujo hasta acorralarlo contra la puerta. Mordió ligeramente su labio y Luffy soltó un pequeño gemido. Se separó mirándolo directamente a los ojos.
- Sabo, qué…-
- Luffy te quiero.- De nuevo lo interrumpió. El pequeño pelinegro lo miró con sorpresa por un momento.
Sabo se inclinó hasta unir su frente con la de él, al menos hasta el momento las cosas no iban tan mal, los segundos pasaban y ellos se mantenían en la misma posición. El rubio se alejó un poco y lo miró, Luffy le apartó la mirada y él suspiró.
- Buenas noches, Luffy.- Murmuró y dio la vuelta para irse cuando de pronto…
Sintió un tirón en su brazo, giró la cabeza y vio a Luffy sujetándolo con fuerza para que no se alejara.
- Sabo yo… También te quiero.- Susurró con la mirada baja.
Algo dentro del rubio se encendió, una extraña chispa apareció en su interior, sin poder evitarlo una sonrisa se dibujó en su rostro. Volvió a acercarse a Luffy, esta vez lo sujetó del rostro y lo besó, volviendo a acorralarlo contra la puerta. El chico con el sombrero de paja apretó los ojos y lo abrazó, aferrándose a su espalda.
Tan solo unos momentos después se encontraban en la habitación de Luffy, había sido un poco complicado llegar a la cama sin haber tropezado con todo el desorden de la misma, parecía como si un tornado hubiera pasado por ahí repetidas veces.
En cuanto Sabo sintió el suave colchón bajo sus manos se separó de Luffy, él lo miró con los ojos entreabiertos y la respiración agitada. Tragó saliva con pesadez.
- Sabo.- Aquella voz llamándolo hizo que su cuerpo se estremeciera. Jamás había escuchado ese tono en Luffy.
El pelinegro extendió sus manos hacia él. Sabo se mordió el labio y volvió a inclinarse para besarlo. Luffy enredo sus manos en sus mechones rubios y abrió ligeramente la boca, dándole libre acceso a la traviesa lengua de Sabo, que rápidamente se introdujo buscando a su igual para comenzar a juguetear entre ellas.
Bajó sus manos hasta llegar a borde de la playera de Luffy, la retiró de un tirón separándose de él. Aprovechó para retirarse la suya y desabrochar su pantalón. Se inclinó para esta vez posar sus labios en el cuello de Luffy. El pequeño se retorció un poco y apretó las mantas a su alrededor. Sabo sonrió y siguió su camino, bajando un poco más, hasta llegar a sus pequeños pezones.
Con cuidado sujetó uno entre sus dientes y tiró ligeramente de él. Luffy gimió y se removió debajo de Sabo. Realizó la misma acción en el otro pezón del chico y siguió bajando por su abdomen. Finalmente, llegó al borde del pantalón, destrabo el botón y bajo con el cierre con los dientes.
Sujetó el pantalón y de la misma forma lo apartó de un tirón. Un notable bulto apareció marcándose en la tela de la ropa interior roja de Luffy. Sonrió de lado y se acercó para plantar un beso justo en ese lugar, logrando que el pelinegro se retorciera de nuevo.
Tomó el resorte de los bóxers de Luffy y los apartó de su camino. En cuanto tuvo libre acceso a la erección del pequeño se la llevó a la boca. Luffy gimió con fuerza y se aferró a su cabello rubio.
Pasó su lengua por toda la extensión del endurecido pene de Luffy y volvió a metérselo a la boca, comenzando a marcar un ritmo. Se separó unos segundos y siguió masturbándolo con la mano, lamió uno de sus dedos para después acercarlo a la entrada de Luffy.
-Sabo.- Gimió Luffy.
El nombrado sonrió y continuó introduciendo su dedo en ese estrecho lugar. A continuación comenzó a moverlo y al mismo tiempo volvió a introducirse en la boca el pene del pelinegro.
Al cabo de unos segundos, Luffy tiró con algo de fuerza del cabello de su hermano, soltando un fuerte gemido, dejándose llevar y terminando en la boca de Sabo, quien simplemente bebió con gusto el tibio líquido.
El rubio se separó lentamente, relamiendo sus labios, con cuidado sacó su dedo del interior de Luffy y se incorporó en la cama mirándolo desde arriba. Tenía la respiración completamente agitada y las mejillas un poco rojas.
Esa imagen de Luffy sólo logro excitarlo más. Con urgencia se apartó el pantalón arrojándolo a un lado. Se acomodó entre las piernas del pelinegro y entrelazó una de sus manos. Acercó su miembro a la entrada de Luffy y comenzó a entrar con cuidado.
Luffy se encogió un poco debajo de él y apretó su mano con fuerza, le rodeo la espalda con la mano sobrante y soltó un pequeño gemido. Sabo continuó entrando, mientras apretaba los dientes y sujetaba la almohada debajo de Luffy.
Soltó un sonoro jadeo cuando entró por completo en su interior, Luffy apretó los ojos y frunció un poco la nariz, Sabo no pudo evitar sonreír al ver ese gesto.
- ¿Estás bien?- Le preguntó con la respiración agitada.
- Sí.- Respondió el menor en un susurro.
A penas escuchar la respuesta afirmativa, decidió iniciar el movimiento, primero despacio, dejando que Luffy se acostumbrara a la sensación. Bajo una de sus manos y sujetó el miembro del pelinegro, comenzando a masturbarlo.
Luffy le rodeo el cuello con ambos brazos y empezó a gemir con fuerza, sentía como poco a poco Sabo aumentaba el ritmo, subió sus piernas rodeándole la cadera y gimiendo con más fuerza. El rubio masturbada su pene con rapidez haciéndolo gemir sin parar.
En un momento, Sabo detuvo el movimiento de su mano, paso ambos brazos por debajo de Luffy, rodeándolo con fuerza. Lo sujetó y se puso de pie, rápidamente lo estampo contra la pared de la habitación, Luffy soltó un pequeño quejido y tiró del cabello de Sabo.
Sujetando su peso con ambas manos, Sabo siguió penetrándolo contra la pared. Luffy había echado la cabeza hacia atrás y empuñaba los dedos de sus pies, gimiendo con fuerza.
Los fuertes jadeos escapaban sin control de sus labios, subió una de sus manos y sujetó a Luffy del mentón, se acercó y volvió a besarlo.
Su mano soltó el rostro de Luffy y se plantó en la pared intentando darse algo de soporte, las piernas le temblaban ligeramente pero no podía detenerse, no quería hacerlo.
Volvió a sujetar a Luffy con fuerza y lo llevó a la cama, salió de su interior de un tirón y lo coloco a cuatro patas volviéndose a introducir de golpe. El pelinegro gimió y se aferró con fuerza a la almohada.
Sabo lo sujetó de la cintura y comenzó a moverse esta vez con fuerza y rapidez, mantenía tensa la mandíbula intentando aguantar un poco más, pero su cuerpo le pedía sentir el alivio que el orgasmo le proporcionaba. Apretó los ojos y comenzó a gemir, dirigió una de sus manos hacia abajo, hasta encontrar el miembro de Luffy, lo rodeo con la palma y comenzó a masturbarlo, sin dejar de penetrarlo con fuerza.
Un fuerte gemido, que bien pudo haberse confundido con un grito, salió de los labios de Luffy, en el momento en que el orgasmo golpeo su cuerpo con violencia; segundos después Sabo se encontraba en el mismo estado, soltando fuerte gemidos de placer y sin dejar de moverse, se dejó llevar por el orgasmo, terminando en el interior de Luffy.
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Minutos después, ambos descansaban uno junto al otro, cubiertos por las mantas de superhéroes de la cama de Luffy. Su respiración se había controlado poco a poco, hasta regresar a la completa normalidad.
- Oye Luffy.- En medio del silencio, la voz de Sabo se pronunció. El nombrado se giró a verlo.- Tú…- ¿Era bueno preguntar eso después de lo que había pasado? Claro que sí, aún a pesar de todo, algo dentro de él quería saber la respuesta.- ¿Qué sientes por Ace?-
Luffy se incorporó en la cama y miró a Sabo ladeando a la cabeza.
- Quiero mucho a Ace, es como un hermano para mí.- Inconscientemente una sonrisa apareció en los labios de Sabo, “hermano”, eso lo tranquilizaba un poco.- ¿Por qué lo preguntas?-
- Es sólo que los he visto demasiado juntos, antes salíamos juntos y ahora parece que se olvidaron de mí.- Respondió mirando hacia otro lado.
Dio un respingo al sentir el cuerpo de Luffy recostarse sobre su pecho. Lo miró y se sonrojo, apartando la mirada otra vez, buen momento para sonrojarse.
- A Ace le gusta Torao.- Dijo Luffy como si fuera cualquier cosa. Sabo lo miró con los ojos abiertos como platos.- Pero no se atreve a hablarle, así que siempre quiere que lo acompañe.-
Eso explicaba muchas cosas, Luffy y Trafalgar eran buenos amigos, Ace podía comportarse como un idiota cuando se sentía atraído por alguien, lo había visto con sus antiguas conquistas… femeninas. Eso quería decir que Ace también era…
Volvió a mirar a Luffy y él lo miraba con una enorme sonrisa. Sonrió y le revolvió el cabello.
- No te pongas celoso Sabo, yo te quiero a ti.- Murmuró Luffy, abrazándolo con fuerza.
Ese pequeño sabía decir las palabras en el momento indicado, el rostro de Sabo se encendió completamente. Rodeo a Luffy con un brazo y con el otro se cubrió el rostro. Escucho la característica risa del pelinegro y no pudo evitar sonreír. Le debía una buena disculpa a Ace, pero al menos ahora tenía a Luffy a su lado.