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Su Estúpida Sonrisa por Hell Girl Ai Emma

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Notas del fanfic:

¡¡Viva el KiyoHana!! La verdad creo que faltan más historias que giren más en torno a ellos... ñ.ñ

Notas del capitulo:

La verdad esto salió prácticamente de la nada (?) Estaba mirando la televisión frustrada por no tener inspiración y de la nada ¡Bingo! Una idea para estos dos apareció en mi cabeza, no sé por qué. xD Pero como dije, igual si siento que falta más de esta hermosa pareja. ¡Amo las parejas de este tipo! *-* Son tremendamente ¡Lindas! <3 Bueno... Creo que eso es todo, espero sea de su agrado n.n

Advertencias: Aunque no es mucho, se incluye un poco de lenguaje vulgar y obsceno. Cumplo con avisar n.n

-A leer

-¿Le conoces?-el hombre frente a él le preguntó...

 

Hanamiya Makoto, un hombre de 23 años, hace un año se había graduado de la universidad con honores por su extrema inteligencia. Justo ese día tenía una reunión para presentarse con los que iban a ser sus jefes, había conseguido sin ninguna dificultad ingresar a un buffet de abogados.

Terminó de arreglar su corbata, tomo su celular el cual guardo en sus pantalón, luego las llaves de su auto y salió de su departamento. La fiesta iba a realizarse en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, una patética fiesta para celebrar el cumpleaños de uno de los abogados más importantes, sería también buena oportunidad para que lo conocieran.

-Buenas noches-llegó presentándose con el que lo había contratado.

-¡Oh! Ya está aquí-hablo dejando a un lado su copa-Vamos a presentarlo con varios de los que ahora serán sus compañeros-

Pasaron un buen rato presentando al pelinegro con otros miembros del buffet, entre sonrisas falsas de amabilidad y respeto. Pero ahora no podía creerlo, junto con el Sr. Haruhiko se habían acercado a un tipo que hablaba sonriente con una mujer. Al momento en que el sujeto con sonrisa de idiota se dio la vuelta para encararlos no pudo evitar molestarse un poco ¿Era enserio?

-Le presento al Sr. Kiyoshi Teppei, uno de nuestros mejores abogados y uno de los más jóvenes-

Hanamiya no dijo nada, solo se quedó allí observando al castaño con cierto rencor en su mirada, mientras el otro le sonreía con dulzura.

-¿Le conoces?-el hombre frente a él le preguntó.

-No yo no lo...

-Claro que me conoce, Sr. Haruhiko-dijo viendo al mayor-Makoto y yo estudiamos juntos la carrera, en la preparatoria llegamos a jugar uno que otro partido de basquetbol, incluso...-

-Sí, es cierto lo conozco-interrumpió el pelinegro antes de que el otro soltara más su boca.

-Eso me alegra de cierta manera, el joven Kiyoshi va a instruirte en esto en lo que te acostumbras-

"¿Qué? ¡Mierda!" Eso no podía pasarle, con un demonio y el que creía haberse alejado de él para siempre, luego de aquel suceso tan jodidamente estúpido y hasta humillante.

 

*FLASH BACK*

Hanamiya Makoto y Kiyoshi Teppei eran pareja desde la preparatoria, si y no era un secreto para la mayoría en la universidad ya que el castaño no dudaba en dejarlo claro sin darse cuenta y por la parte del pelinegro poco le importaba lo que dijera la puta sociedad. Sucedió desde aquella vez en la que sorprendentemente y aunque no fuera creíble, Hanamiya se había presentado en el hospital donde Kiyoshi se rehabilitaba, ya fuera por el remordimiento de conciencia o lo que fuera, simplemente lo hizo. Y pese a lo que todos creerían el castaño fue el que no lo dejo irse hasta que pudo confesarse y extrañamente ser correspondido. Si, aún recuerdan como la enfermera dejo caer la charola con la comida para el castaño con un notorio sonrojo y susurrando un "lamento interrumpir" al ver a los dos muchachos entre las sabanas.

-Estúpido Teppei-decía el de mirada verdosa oscura-Donde se mete cuando lo necesito-

Pese a que llevaban unos tres años de relación, el castaño era quien por lo regular expresaba más sus sentimientos con palabras como "Te amo" "Lo eres todo para mi" y sin fin de cursilerías mas, pero vamos el pelinegro no era estúpido pero si orgulloso por no decir que hasta tsundere, y hasta ese momento jamás le respondió con un "Te amo también"

Ese día era el cumpleaños del castaño y pensaba sorprenderlo, poner un poco de su parte, empezando por decir aquellas palabras tan cursis por las que el castaño siempre le rogaba. Caminando por el campus de la universidad se topó con Imayoshi su único y mejor amigo quien le dijo que su novio estaba en el gimnasio. Caminando con desgano y un poco de flojera por haber dormido tan poco, se dirigió a aquel lugar, claro que jamás-y por decir jamás se refería a JAMAS-esperó encontrarse con tal escena. Kiyoshi y el estúpido del cuatro ojos que siempre odió besándose como si no hubiera mañana.

Teppei al verlo separo de inmediato a Hyuuga de si quien solo se quedó observando como el castaño corría hacia su pareja quien a esas alturas ya se había ido caminando como si nada pasara. Cuando por fin lo alcanzo trató de jalarlo del brazo más Hanamiya hábil rehuyó su contacto.

-Ten-soltó como si nada hubiera pasado y entregándole una caja de bombones-Feliz cumpleaños-dijo serio dándose la vuelta para irse.

-Hanamiya... eso no era lo que crees-

-No importa-soltó con una sonrisa soberbia encogiéndose de hombros-Solo quiero aclarar por si no era obvio que esto hasta aquí llego-dijo sonriendo más mientras veía como los ojos del castaño se llenaban de lágrimas-Adiós Kiyoshi Teppei-dijo para irse, hasta cierto punto esperaba que el castaño lo detuviera, le explicara y se arrodillara a pedirle perdón, pero no paso. Y así duraron los siguientes años, estudiando como si nada pasara, solo hablándose cuando era necesario y para nada más, hasta el día de la graduación.

*END FLASH BACK*

 

-Bueno, debo seguir atendiendo a los invitados, quédense aquí y platiquen un poco sobre el trabajo-dijo el hombre con una amable sonrisa, dejando así solos al pelinegro y al castaño. Hanamiya solo espero a que se perdiera de su vista y comenzó a caminar hacia la mesa de bebidas y bocadillos.

-Hana-chan-habló el corazón de hierro siguiéndolo.

-No me llames de esa forma-contestó con el ceño fruncido-Y aléjate de mí, piérdete por allí-

-Pero Makoto, debemos obedecer las órdenes de los superiores-dijo sonriendo.

-Entonces-respondió fastidiado el más bajo sentándose en una mesa-Hablemos, de trabajo-

-Pero... hace mucho que no nos vemos, cuéntame de tu vida-

-No tenemos que desobedecer las órdenes, acabas de decirlo-respondió bebiendo de su bebida alcohólica-Además no quiero hablar ni una mierda contigo-

KiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoH

 

Pasadas las 12:00 am el ambiente en aquella fiesta había cambiado, la mayoría de las personas había bebido demasiado, la música paso de ser calmada a una de mayor ritmo y que se podía bailar.

-Otra, otra más-pedía el pelinegro riendo al de la barra.

-Otra más para el joven-respondió el muchacho que estaba atendiendo la barra sonriéndole con coquetería.

-Hanamiya, ya bebiste demasiado-decía el castaño quien también estaba pasado de copas pero no tanto como su compañero-Vamos a casa-

-¿Qué?-pregunto riendo más el pelinegro dejándose sostener por el otro para poder caminar, mientras le hacía la seña de "llámame" al chico de la barra quien le sonrió en respuesta.

-Sr. Haruhiko, debemos irnos, lo veremos el lunes-

-Aja-fue lo único que dijo el hombre mientras regresaba su vista a las mujeres que bailaban frente a él.

En cuanto el aire helado golpeó el rostro de ambos, se sintieron más mareados aun. Kiyoshi comenzó a caminar con Makoto de la cintura rumbo a su auto, más grande fue su sorpresa cuando este lo jalo hacia un callejón un tanto oscuro.

-Hanamiya que...-

No pudo continuar pues el más bajo había sellado sus labios en un beso, que obviamente correspondió, pronto sus lenguas se enredaron entre sí peleando por el control del beso el cual rápidamente y sin queja obtuvo el castaño, moviendo sus labios en sincronía y con pasión. Kiyoshi comenzó a bajar sus besos por el cuello del otro, quien enredaba sus manos en los cabellos castaños del más alto y este acariciaba también sus caderas por debajo de las ajustadas prendas. Separándose un poco de su tarea, se pegó más a Makoto para tomarlo por los muslos y hacer que este enredara sus piernas en su cadera, jadeando un poco por lo excitado que ya se encontraba. Hanamiya pego su cara al rostro del otro y le susurro en el oído un "Follame Kiyoshi" Este sonrió un poco, pero luego sintió el cuerpo encima suyo más pesado, lo vio a los ojos y como lo sospecho, Hanamiya se había desmayado. ¡Demonios por que justo en ese momento!

KiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoH

 

El pelinegro despertó, la cabeza le dolía demasiado, ¿Que había pasado? Trató de sacar su celular de su pantalón pero su sorpresa fue más grande al encontrarse vestido con ropas cómodas que claramente no eran suyas, ¡¿Pero qué mierda?! Se removió en la cama buscando su teléfono celular que por fortuna estaba a un lado suyo, no le dolían las caderas por lo que esa idea también quedaba descartada, suspiro sin querer aliviado. Observó la hora en su celular las 5:30am ¿QU… FUE LO QUE PASO? ¿Y en dónde estaba? Su pregunta fue respondida cuando cierta persona salió del baño y en cuanto vio al pelinegro sonrió.

-Hana-chan, ¿Ya estas mejor?-dijo sentándose con él del otro lado.

-¿Qué fue lo qué paso y por qué me trajiste aquí? Me hubieras dejado botado por allí-

-Claro que no podía hacer eso, quizás y terminabas violado por ese tipo de la barra-respondió molesto.

-Ha-respondió burlándose el otro-Y a ti que más te da, no eres nada mío-dijo mientras se levantaba-¿Dónde está mi ropa? Me voy en este momento-

-Pero Hana-chan es muy tarde... o muy temprano-respondió preocupado-Alguien podría hacerte...-

-Ya deja de llamarme así y fingir que te preocupas por mí-respondió hastiado de la "preocupación" del castaño-Con una mierda, me voy así entonces-

Cuando se dirigía a la puerta el castaño lo detuvo por la mano.

-Suéltame si no quieres que te lastime la otra rodilla-soltó más que molesto-¿Qué va a pensar tu noviecito el cuatro ojos, si llega y me encuentra aquí?-

-¿Cual... Yo no tengo pareja y no la he tenido después de ti-

-No soy estúpido-dijo zafándose del agarre-Los tipos con sonrisa de idiota que parecen buena gente, son los peores-le escupió con rencor recordando el pasado.

-¡Que me escuches con un carajo!-grito enojado el más alto estampándolo contra la puerta y el oji-verde debía admitir que le dolió, más extraño fue el oír al corazón de hierro soltar una grosería.

-Ah! ¿Pero quién mierdas te crees?-dijo viéndolo con desafío-No me pongas las manos encima-

-¿Qué no te ponga las manos encima?-dijo con una sonrisa de medio lado-Pero si hace unas horas en el callejón me estabas pidiendo que te follara, Hana-chan-

-¿De qué...-calló sus palabras al recordar su estado de borracho y lo que había dicho y hecho con el castaño-No sé de qué estás hablando, déjame ir que me estoy encabronando-

Contrario a lo que pidió el otro tomo sus muñecas sosteniéndolas arriba de su cabeza con fuerza y también colocó una de sus piernas entre las del morocho.

-Esta vez vas a escucharme, Hanamiya Makoto-sentenció con seriedad-Aquella vez en la que viste eso...-

-No quiero escucharte-le rebatió viéndolo con rencor.

-Aquella vez en la que viste eso-continuó sin tomar importancia de las palabras del otro-Sé que sonará muy común pero juro por mi abuela que es cierto-Hanamiya le presto más atención al notar la seriedad con la que hablaba-Yo no lo bese, él me beso, me confesó sus sentimientos aquel día y yo le dije que no podía porque a pesar de haber convivido más con él, yo te amaba a ti. Te amaba, te amo y te amaré-dijo hundiendo su rostro en el cuello del otro quien no decía pero tampoco hacía nada-Por eso Hana-chan, por eso no me dejes otra vez, perdóname, te amo demasiado-

Hanamiya estaba un poco impresionado. Acaso las gotas que sentía en su cuello eran... ¿lágrimas?

-Deja de llorar imbécil-fue lo que soltó para separar al castaño un poco de si-¿Si te perdono vas a dejar de llorar como un jodido mocoso?-preguntó ocultando su palpitar tras su voz de molestia-Te perdono-

-¡Hanamiya!-gritó estrechándolo en sus brazos, causando la gracia del otro, realmente parecía un bebe-Gracias, gracias...-

-Ahora-habló de nuevo el morocho acercándose al oído del otro-¿Si vas a follarme?-le susurro contra su oído y luego lamió el lóbulo.

Para el castaño fue su luz verde (N/A: Obvio xD) y se lanzó a besarlo, desde un principio el beso no fue tan dulce, también estaba cargado de lujuria y deseo contenido, paso los brazos del oji-verde por su cuello quien no dudo en apretarlo aún más, mientras correspondía el demandante contacto. El castaño iba a continuar lo que habían dejado pendiente en aquel callejón, por lo que volvió a tomarlo de los muslos para pegarse más a él y levantar sus piernas las cuales el otro para no caer envolvió alrededor de la cintura del castaño. Teppei fue introduciendo sus manos por debajo de la suelta playera del pelinegro mientras acariciaba todo su torso y enfocarse en los pezones los cuales comenzó a estimular.

-Hanamiya-dijo susurrando a su oído-Me pones bastante-

-Por supuesto que si-respondió arrogante el otro-No a cualquiera dejo que haga esto-respondió tratando de molestar al más alto, quien solo le sonrió por respuesta mientras lo afirmaba de los muslos para caminar con él hasta la cama, donde lo dejo caer un tanto brusco.

Entre besos, mordidas y una que otra marca de propiedad que el castaño dejo en el otro, ya estaban completamente desnudos, el castaño lamía cual dulce el cuello de su amante mientras bajaba por el, pasando por el pecho, el estómago, el vientre y finalmente llegando a su objetivo. Tomó el miembro del morocho entre sus manos comenzando a bombearlo lentamente mientras acercaba sus labios a los de Hanamiya para unirse en otro obsceno contacto cada vez más demente.

Por su parte el pelinegro no iba a quedarse solo allí, no era una jodida chica para dejar que el otro hiciera todo, así que también tomo entre sus manos el miembro ajeno para masturbarlo también. Ambos movían sus manos casi al mismo ritmo.

-Ahm...-por más que tratara Hanamiya no podía evitar dejar salir uno que otro gemidito placentero.

-Ha-Hanamiya Makoto-susurro el oji-café viendo con dulzura al otro abajo suyo mientras retiraba un mechón de aquellos negros cabellos de su rostro-MI Hanamiya Makoto-volvió a decir con una sonrisa aun masturbando el miembro ajeno.

-De-Deja de decir cursilerías...-clamó molesto el oji-verde pero sin poder evitar que un tenue pero algo notorio rubor se posara en sus mejillas.

Lo volvió a callar con un beso esta vez más dulce y cargado de amor, ambos estaban a punto de llegar al orgasmo, al primero de aquella mañana y dicho y hecho con un par de movimientos más el pelinegro se corrió liberando un sonoro jadeo y segundos después el castaño también.

-Hanamiya-hablo enderezándose el castaño para acomodarse entre las piernas ajenas, pegándolo mas al respaldo de la cama para que no quedara tan acostado-Separa más las piernas-casi le ordeno y el otro con el ceño fruncido lo hizo, las ganas en aquel momento le pedían que dejara un momento su orgullo de lado. Así con un poco de ambas esencias embarradas en sus abdómenes, Kiyoshi la utilizo para comenzar a preparar al otro, introdujo sin cuidado dos dedos, pero grande fue su sorpresa al encontrarse con que el otro estaba un tanto apretado y el "Con cuidado jodido imbécil" lo hicieron sonreír.

-Hana-chan, ¿No has estado con nadie más después de mí?-dijo sonriendo tan radiante y feliz.

-Claro que si imbécil-dijo el otro rodando los ojos-Si lo hago con cualquiera que se me ponga enfrente-dijo con claro y obvio sarcasmo. Más feliz que antes comenzó a mover los dedos en el interior del otro con cuidado, haciendo luego movimientos de tijera para prepararlo mejor mientras con su otra mano volvía a despertar su miembro y Hanamiya hacia lo mismo con el suyo, luego metió el tercer dedo y comenzó a fingir pequeñas embestidas.

-¡Con un demonio, hazlo ya!-grito desesperado el otro al sentirse demasiado caliente y excitado.

-¿Hacer que Hana-chan?-pregunto "inocente"-¿Quieres que te penetre?-

-Grr! Jodido bastardo solo quieres que lo diga ¿No es así?-dijo el otro rechinando los dientes-Si, mételo ya, en este momento-

-Pero que desesperado Hana-chan-dijo riéndose un poco pero claro que pensaba complacerlo. Con algo de cuidado abrió mas las piernas del morocho, presionando su miembro contra aquella entrada, mientras comenzaba a entrar en él. Makoto no pudo evitar arrugar fuertemente las sabanas, OBVIAMENTE no había estado con nadie más que con el castaño desde la última vez, en primera por que se prometió no volver a caer en esos juegos y en segunda por otra razón que ni siquiera pensaba decir. Por lo tanto le dolía demasiado, tuvo que morder su labio sangrándolo un poco, tratando de evitar que las lágrimas lo delataran. Por su parte el castaño estaba extasiado, sentir su miembro apretado por aquella paredes que parecían succionarlo lo iba a volver loco y colocando los pies del morocho sobre sus hombros terminó de penetrarlo de una sola estocada.

-¡AH!-grito entre un gemido de sorpresa y dolor el oji-verde, que sin poder aguantar y gracias al otro, no tuvo más remedio que dejar salir sus lágrimas.

-Lo siento, me desespere-dijo el moreno secando aquellas lágrimas que corrían por las mejillas y salían de aquella mirada de odio y reproche que el otro le mandaba-Voy a moverme cuando quieras-

-Imbécil...-soltó el otro retirando la vista a un lado un tanto cabreado-...Muévete ya-dijo mientras era el mismo quien comenzaba a mover sus caderas. Los movimientos comenzaron lentos al principio, poco a poco el placer comenzó a dejar de lado el dolor y las embestidas comenzaron a hacerse más fuertes y certeras.

-AH! M-Mas fuerte!-gritaba Makoto quien ya había perdido el pudor, el orgullo lo mando a la mierda y los vecinos poco menos le importaban-M-Mas pro-profundo ahm! Kiyoshi!-

-Ha-Hana-decía entre jadeos cortados por el placer, mientras seguía embistiendo con rudeza, buscando el punto exacto para hacer sentir mejor a la persona debajo suyo-Estas tan ah apre-tado-dijo mientras lo besaba de nuevo, siendo correspondido al instante.

Las estocadas fuertes y certeras, los jadeos y gemidos, los besos rudos y  algunas veces dulces, era todo lo que había en aquella ya caliente habitación, la cama rechinaba y el respaldo golpeaba de vez en vez contra la pared. Kiyoshi seguía embistiendo como si no hubiera mañana, mientras Makoto había comenzado a masturbar su propio miembro.

-M-Mas, con una mierda! Mucho más adentro!-pedía el pelinegro, ahora habían cambiado de posiciones, el castaño medio recostado sobre la cama mientras el pelinegro se auto-penetraba el solo llegando cada vez más profundo.

-Ha-Hanamiya... tan lindo-dijo viendo la escena frente a él, tomándolo por las caderas para ayudarlo a encontrar ese punto.

-Allí es!-grito al sentir como en aquella embestida había llegado a su punto clave, unas cuantas embestidas más.

-Ah... de nuevo Hanamiya... me estas apretando mucho-dijo Kiyoshi embistiendo el mismo sitio.

-Y-Yo también-dijo el pelinegro casi agotado aun moviéndose, unas cuantas estocas más y el morocho termino, apretando sin querer su interior y haciendo que Teppei se corriera dentro de él. Agotado ya, se recostó sobre el pecho del oji-café quien lo rodeo con sus brazos mientras ambos regulaban su respiración.

-Ya, ya no puedo, me duele el vientre-dijo agotado el pelinegro, Kiyoshi salió con cuidado de él, viendo como de nuevo las sabanas se manchaban con su esencia.

-¿Cuantas van ya? ¿Cinco?-dijo riendo-Debemos recuperar el tiempo perdido, pero bien descansemos por hoy-

-Kiyoshi...-llamo el más bajo viéndolo-No crees que por esto ya vamos a...-

-Cállate Hanamiya y no arruines mi momento-dijo el castaño separando al otro de si para recostarlo a un lado de él y luego atraerlo por la cintura hacia sí, abrazándolo mientras hundía su nariz en su cabello que olía entre a sudor por la reciente actividad y una mezcla de fresa con cereza-Quieres que te lo pida ¿Verdad?-dijo riendo quedito-¿Qué tal si vuelves a ser mi pareja?-dijo sonriendo.

-Solo porque no quiero que me estés jodiendo en el trabajo-respondió en afirmación-Ya se cómo eres de acosador, así sucedió la primera vez-

El castaño lo abrazo as hacia si-Te amo Hanamiya-dijo en un bostezo antes de cerrar sus ojos y dormir un poco. El pelinegro le observo, mientras una casi invisible sonrisa se posaba en sus labios.

-Yo también te amo-susurró antes de darle un sutil beso en la mejilla.

-Ya sabía-respondió el castaño con una sonrisa burlona.

-¡Se supone que estabas dormido, maldito imbécil!-dijo separándose del otro y dándole la espalda con sus mejillas ardiendo, ¿Enserio él había dicho esa cursilería?

-Ya, ya Hanamiya, perdón por fingir estar dormido-dijo abrazándolo por la espalda-Oye... y si ¿Mejor nos casamos mañana?-dijo feliz.

Y así es como el pelinegro le dio un golpe al otro, luego lo mando a dormir a la sala, aunque no fuera su casa, aunque por dentro pensaba "No es TAN mala idea, así alejo a las perras de él"

KiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoHanaKiyoH

 

A la mañana siguiente el castaño despertó con un dolor en su espalda por no haber dormido en su cama, pero grande y grata fue su sorpresa al descubrir que entre sus brazos estaba cierto pelinegro orgulloso, no sabe a qué horas Hanamiya llegó allí ni cómo es que tal vez por acto reflejo él terminó abrazándolo contra si, en un acto protector. Pero le gustaba. Sonriendo como casi siempre, beso la frente del otro mientras le susurraba al oído "Se mi linda esposa". Gracias al cielo que el otro estaba profundamente dormido y no le oyó.

 

Notas finales:

Primero que nada perdón si me salgo de las personalidades (o_o;) ¡Es que me es inevitable! asdfghjklñ *-* Mi obsesión por esta pareja aumenta cada día más. Pero en fin, espero que este pequeño escrito haya sido de su agrado n.n Podrían dejarme sus lindas opiniones en un Rw, o también si algo no les pareció, siempre y cuando sea con respeto. Sin más que agregar, ¡tengan una bonita semana!

Pd: Inicialmente este solo iba a ser un one-shot pero se me ocurrió otra idea xD No sé, tal vez podría haber una segunda parte, aunque muy probablemente incluya M-preg *-* Todo depende de mi cerebro y sus opiniones.

Sayonara. ¡Bye, bye! n-n/


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