Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Absoluto por Samantha0507

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de Knb no me pertenecen y son solo usadas por diversion, sin la idea de lucrar ni nada por el estilo 

Notas del capitulo:

Me pase un poco con la hora, pero no fue un buen día, asaltaron a mi hermano y bueno fue dificil, la verdad es que hice muchas cosas y creo que me superé mucho el tema.

 

espero sea remotamente bueno el fic y lamento si realmente esta feito, pero esta pareja no se me da y bueno hice lo que pude, espero no sea tan terrible.

 

Faltas de ortografía y errores de redacción se arreglaran

 

 

Nos leemos 

Furihata sentía que realmente estaba avanzando con su sueño, llevaba 4 meses trabajando en el local de Himuro Tatsuya, el pelinegro le había dado una oportunidad por el apoyo de Kagami, quien había recurrido a persuadirlo diciendo que el más pequeño era fanático de su trabajo, lo cual no era una mentira.

 

Himuro como tatuador era de los mejores, tenía algo que podían llamar talento nato, muy a diferencia de Kouki, quien simplemente se había dedicado a estudiar cursos de arte, de dibujo, practico todo lo que pudo, al parecer sus esfuerzos estaban dando algunos frutos.

 

Había realizado algunos trabajos, habían sido tatuajes pequeños, nada realmente difícil, simplemente había tomado un par de clientes cuando Tatsuya estaba muy ocupado o los trabajos no eran solicitado directamente de las manos del moreno, fue una de esas tantas veces que había terminado con ese trabajo.

 

El castaño dejó salir el aire de sus pulmones de forma pesada al observar el diseño que debía volver a marcar, Himuro le había comentado que este diseño era uno de los primero que había tatuado de ese tamaño, que solo era remarcar los colores y algunas líneas que el paso del tiempo había borrado.

 

Un dragón morado, no lo comprendía realmente, no era algún símbolo si nada por el estilo, pero además tenía un número 5, todo en distintos tonos de morado, realmente era algo simple, pero detallado, era realmente detallado, las líneas, cada parte estaba diseñado con mucho amor y luego estaba quien era el dueño de tan bello diseño.

 

Akashi Seijuro, un jugador de baloncesto de elite, con un nombre reconocido por todo aquel que alguna vez hubiese visto un partido, un miembro de la generación de los milagro, el hijo y heredero de uno de los conglomerados más grandes de Japón y para peor, uno de los mejores amigos de Himuro, si se equivocaba ahora era hombre muerto.

 

Fue con un mes de anticipación que Tatsuya programo en la agenda de Kouki la hora de Akashi, mismo tiempo que el castaño parecía que llevaba fusionado con un chihuahua, solo podía temblar y sudar al pensar en el trabajo que tenía que realizar.

 

-Debes calmarte, Sei no es realmente alguien complicado, ni mucho menos, es una gran persona, realmente te caerá bien, simplemente debes terminar tú trabajo, con eso basta.- Himuro salió del estudio dejando al castaño más nervioso.

 

Miró las fotos nuevamente, recorriendo esa espalda el pelirrojo, la cola del dragón terminaba en su cadera, mientras su cabeza en su hombro derecho, a pesar de los rastros de sangre del trabajo recién terminado Kouki pudo observar el desarrollo de los músculos de la espalda del pelirrojo, en algún punto el tatuador se perdió en el cuerpo del otro, comenzó a observar algo diferente, la pálida piel del pelirrojo era casi como la porcelana, se quedó perdido en ese cuerpo, en su contextura, en como parecía que su cuerpo era como una perla, bellísima.

 

Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no notó cuando el pelirrojo entró en su estudio, solo un pequeño carraspeo le hizo devolver su atención al mundo real.

 

-Disculpa, Tatsuya me dijo que podía entrar, que tú serías quien retocaría mi tatuaje.

 

-Ehhhhh sí, yo, yo soy.- Kouki sabía que el hombre frente a sus ojos no era más que un ser humano normal, pero su cuerpo solo podía temblar ante el aura que el pelirrojo desprendía de su ser.- entre por favor Akashi-kun, lamento todo esto, pero es que no estoy acostumbrado a este tipo de trabajo, ni menos de este nivel.- agregó al ver como Akashi observaba detenidamente las imágenes sobre el escritorio del castaño.-  si se siente incómodo con esto comprenderé que quiera que sea Himuro quien se haga cargo…

 

-Tranquilo.- Akashi interrumpió al castaño, mientras se quitaba la camiseta.- confió en tú talento, sí Tatsuya te dejó trabajar en su local es que realmente confía en tú talento, no dejaría que cualquiera usará este lugar.- ambos empezaron a acomodar sus cosas para comenzar con el trabajo.

 

-¿realmente lo cree Akashi-kun?

 

-Tatsuya es una buena persona, pero su hay algo en esta vida que lo apasiona es tatuar, no dejaría que cualquiera trabajara en un lugar que construyó a puro esfuerzo, si no sintiera que vale la pena reconocerlo, así que haga su mejor esfuerzo Furihata-kun.- un visible sonrojo apareció en las mejillas del castaño.

 

Cerca de una hora más tarde Kouki había logrado volver a delinear el dragón, miró nuevamente los números.- Akashi-san no quiero inmiscuirme, pero quería preguntar el significado de este diseño.

 

-Simboliza una de las más grandes razones de mi vida.

 

El pecho del castaño se contrajo ante las palabras del pelirrojo, su voz había sonado diferente, llena de ternura, Kouki se quedó en silencio mientras procesaba lo indicado por el emperador.

 

Esa misma noche el miembro del castaño había despertado cuando la voz del pelirrojo había sonado en su cabeza nuevamente, sus manos comenzaron a temblar fuertemente, aquellas partes donde sus pieles se habían tocado aunque fuera sobre los guantes de látex, quemaban.

 

Tomó su miembro y lo masajeo repitiendo un suave “Akashi-kun” hasta que su miembro liberó la opresión que sentía.

 

Había pasado cerca de un año, cuando Akashi hice acto de presencia en la tienda, se veía diferente, sus ojos eran fríos, como dos témpanos de hielo.

 

-Buenas tardes Kouki.- El pelirrojo no se molestó en llamarlo por su apellido.- Tatsuya se rehusó a tatuarme nuevamente, pero considero que serás apto para cumplir con mis expectativas.- Kouki se sintió molesto, el emperador no era ese tipo de persona, su forma de hablar, de mirarlo, realmente era una persona diferente a la que había hablado con él.

 

-Buenas tardes Akashi-kun, adelante, cuénteme la idea que tiene para este proyecto.

 

Una corona sobre su costilla, era un diseño pequeño, pero debía ser perfecto para cumplir con las expectativas del pelirrojo.

No fue una sección muy larga, pero lo suficiente para dejar en la retina del castaño, todas las expresiones, todos esos gestos que el pelirrojo repetía a cada segundo.

 

Akashi dejo el lugar mientras Himuro lo miraba seriamente.- ¿no debí tatuarlo?- la duda del castaño era pura, aunque su miembro a cada minuto se apretaba más contra su ropa.

 

-No, estaba bien, realmente no está mal, es solo que él es diferente ahora, creo que ya no es él Akashi que conocí, Atsushi está sufriendo.- el moreno solo agregó la frase para desaparecer en su estudio.

 

Para Furihata la duda se disipo cuando a los días se anunció el rompimiento entre las dos grandes estrellas del baloncesto Akashi Seijuro y Murasakibara Atsushi.

 

Esa noche Kouki liberó la presión en sus pantalones como pudo, por un segundo se imaginó como el cuerpo del emperador bajaba sobre su miembro, comenzó a moverse velozmente, comenzó a sudar sintiendo que su corazón se le saldría del pecho, en un sonoro gemido solo logró que su semen saltara a las sabanas.

 

-Sei, Sei, Sei.- no podía reprimir sus deseos, realmente necesitaba al emperador.

 

6 meses más tarde el pelirrojo había llegado a su estudio solicitando un nuevo tatuaje, sus ojos estaban nuevamente dulces, nuevamente eran cálidos, aunque se veían tristes, solitarios.

 

-Buenas Tardes Furihata-kun.- Akashi parecía ser el de antes, aunque más triste, parecía estar más solo.- necesito un nuevo tatuaje.- agregó señalando ese espacio entre su pecho y su clavícula.

 

Kouki había aprendido a no preguntar, simplemente dibujo el violín como el emperador deseaba.- Akashi –san, sé que quizás es impertinente de mi parte, pero me llama la atención que no marcara el tatuaje de dragón nuevamente.

 

-le falle a alguien importante, ya no puedo llevarlo, ya no puedo con eso…

 

El pelirrojo se despidió esa tarde bajo la atenta mirada del moreno.- ¿Cuándo le dirás que te enamoraste Kouki?

 

-Himuro-kun…- no lo negó, no podía no aceptar sus sentimientos.

 

-Kouki, quiero que comprendas algo, si te gusta tanto, ¿Cómo esta que aún no lo invitas a salir?- Furihata sonrió murmurando más para él mismo que para Tatsuya.

 

-Simplemente no puedo…

 

-Es soltero, si no lo haces ahora, perderás todo a la vez.

 

Es noche Kouki se llevó a la cama a una tatuadora que estaba perdidamente enamorada de Tatsuya, la única condición era no podía hablar, ella debía estar en silencio, las ganas de tomar ese cuerpo, esa blanca piel, las ganas de que Akashi y su miembro se conocieran, eso lo hacía intenso, lo hacía sentirse caliente, sus caderas se movian con más y más fuerza dentro de la mujer, quien solo llenaba su idea de estar acostandose con el emperador.

 

La mujer era pelirroja y sus largos risos caían suavemente, su piel era blanca y delicada, se puso el condón y tomo el cuerpo de su compañera susurrando un suave, “mi Akashi” se había corrió haciendo vibrar su cuerpo.

 

Había pasado cerca de dos años cuando Akashi apareció nuevamente en el local, particularmente con Kouki, con una sonrisa que dejaban ver esa perfecta dentadura.

 

-hoy quiero hacerme el ultimo tatuaje Furihata-kun, quiero que seas tú quien lo realice.

 

-Está bien Aka…Akashi- nuevamente tartamudeaba sintiendo que el rojo de sus mejillas aumentaba, ese día le diría todo lo que sentía por él y le pediría la cita que tanto deseaba.- solo quiero pedirle algo, pero se lo diré cuando terminemos.

 

Akashi miro el diseño y simplemente se sentía llenó, simplemente feliz.- Akashi-san, necesito saberlo, ¿un anillo?

 

-Me casaré con mi Dragón Furihata-kun, necesitaba algo así, él se está haciendo el suyo con Tatsuya.

 

El cuerpo de Kuoki se paralizó, el alma le dolía, continuo con su trabajo sin mirar al pequeño, sintiendo que los ojos se le anegaban por las lágrimas.

 

Cerca de una hora más tarde las lágrimas de Kouki bajaban caudalosas.- No debes llorar, no es malo, deberías valorar el amor que Sei demuestra ahora, Akashi Seijuro era diferente, había cambiado, pero ahora… él ha vuelto, lo siento Kouki, en serió.

 

Ambos se quedaron silencio notando como Atsushi tomaba el cuerpo del emperador y lo cargaba entre risas, habían vuelto y ahora llevaban la promesa de su amor eterno tatuado en la piel.

 

-A veces solo puedes querer algo, aunque sea simplemente un sueño de mal gusto, Himuro-Kun, tatueme.- ambos se quedaron en silencio.

 

Esa noche Kouki miró en el espejo su costilla, justo sobre esta una palabra “absoluto”, eso era lo que Akashi siempre sería, ese sería el amor que Furihata Kouki tendría en su cuerpo hasta el final de sus días

 

Fin

 

 

Notas finales:

Gracias por leerme 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).