—Che, Yoongi
Doce y media del mediodía. Finalmente estaban aproximándose a la dirección del dúplex que habían reservado por internet en Las Toninas (No Villa Gesell, ni San Bernardo, ni Mar del Plata, ni mucho menos Punta del Este. Según Yoongi, esas playas estaban repletas de personas y quería un lugar tranquilo, al chabón no le gustaban los lugares llenos de gente de mierda, ruidosa y pelotuda y aunque Namjoon a veces pensaba que Yoongi había nacido con 70 años, no daba ponerse a pelear por eso, Nam ya se sentía bastante agradecido de poder convencer al abuelo yoongi para dejar el departamento y ver la luz del día).
Namjoon movió la diestra para moverle la pierna a Yoongi, despacio, despaciiiiito o Yoongi iba a arrancarle la mano de una mordida. Si lo despertás de mala manera, el hijo de puta te re caga bien a trompadas.
—Yoongi, ya estamos llegando, despertate, dale —Le tanteó la pierna otra vez, Yoongi gruñó y Namjoon siguió, con miedo pero siguió hasta que el forro se despertó.
— Loco... ¿por qué no me dejás dormir en paz? Tch.
— Boludo ya llegamos, despertate. —Namjoon localizó el dúplex (estaban a pocas cuadras de la playa) y aceleró. En el mismo terreno estaba ubicada la casa de los dueños (alto rancho tenían) sólo que en la parte frontal. Los dúplex estaban atrás.
Los chicos estacionaron la camioneta y llamaron al tipo (un viejo cheto) aunque no le conocían ni la cara porque solamente habían hablado por teléfono con él. Llegaban a estafarlos y se cortaban los huevos.
—¿Sí? ¿Qué se les ofrece? —Pero en vez de un viejo cheto apareció un chico más o menos de su edad, pelo castaño, hombros enormes y labios bastante apetecibles (según namjoon y yoongi), toda la facha tenía. El chico entrecerró los ojos y asomó la cabeza sin dejar de esconderse detrás de la puerta, ¿tanta pinta de chorros tenían?— Miren que no quiero comprar nada —Estuvo a punto de cerrarles la puerta en la cara pero el más alto de los pibes se apuró.
—Buenas. No, no, mirá, veníamos por lo del dúplex, hablamos con el dueño ayer por la noche y hoy antes de salir —Aclaró Namjoon dando un pasito adelante, sonrisa ganadora y moviendo la mano al hablar, Yoongi pensaba que parecía un banana bárbaro.
—Ah, sí, sí, me dijo papá sobre eso —Qué cheto que era el hijo de puta —Yo soy el hijo, Seokjin, pero me pueden decir Jin. Mis padres no están ahora, me dejaron a mí para que me encargue. —Después de saber que eran más o menos de confianza, pese a la pinta del más bajito que tenía una cara de forro impresionante, Seokjin salió de la puerta en ojotas y con un juego de llaveros de Mario Bros de todos los colores. Cheto y friki. El cheto les dijo que lo siguieran, el pibe les parecía copado a los chicos.
En el fondo de la casa, estaban los dúplex, eran tres en total. Uno al parecer ya estaba ocupado porque había un chico que se asomó a la puerta sonriendo como logi mientras saludaba a Seokjin.
—Jeeeeen, ¿todo bien? —Preguntó el chico, o gritó más bien, tenía una sonrisa ridícula y una visera que un poco más estaba flotando en el aire de tan arriba que estaba. Después los miró a Namjoon y a Yoongi y les guiñó el ojo como saludo. Yoongi lo ignoró, Namjoon le devolvió la sonrisa porque contrario a yoongi, sabía de modales (?)
—Hola, Hobi, sí, por suerte todo bien —Seokjin le dedicó una sonrisa y abrió la puerta del dúplex en el que iban a estar Namjoon y Yoongi. Les hizo un pequeño tour, les dio las llaves y se fue a la mierda. La casa era chica pero bastante acogedora. Atrás tenían un paredón no tan alto que los separaba de los demás dúplex, una parrilla para los asados y una soga para colgar la ropa.
Después de conocer la casa, Namjoon movió la camioneta hacia el terreno y sacaron todas sus cosas, incluyendo mochilas y valijas.
—Está bastante buena la casa, ¿no? —Preguntó Namjoon mientras llevaba la mochila que llevaba la ropa interior, y no sé que mierda hizo que se le abrió toda y algunos calzones salieron a volar por el lugar —La puta madre, loco —¿Por qué le tenían que pasar esas cosas a él? ¿Qué hizo en su otra vida para merecer eso? Namjoon no era muy puteador pero cuando se mandaba una cagada se le escapaban un par de insultos. Tuvo que salir a correr él porque Yoongi movió la cabeza (le dio vergüenza ajena, en realidad) y siguió llevando sus cosas. Siempre podía contar con su buen amigo Yoongi, el más compañero de todos. Hijo de puta.
Namjoon alcanzó a atrapar dos bóxers, el que le faltaba lo atrapó el tipo que estaba en la puerta del dúplex de la otra esquina. Namjoon se quería cortar la cabeza del pene.
—Ché ¿esto es tuyo? —Preguntó el tal Hobi, riendo y extendiendo la diestra con el bóxer como si fuera gran hallazgo, mientras la otra mano estaba metida en el bolsillo del pantalón. Namjoon sonrió bastante apenado y asintió, no le quedaba otra.
—Sí, es mío, gracias chabón.
—Todo piola. Linda camioneta, ¿de donde vienen chicos? —Era obvio que el tipo quería sacarle conversación y Namjoon sólo quería ir a guardar el calzón porque se sentía bastante pelotudo con el bóxer en la mano, pero le siguió la charla porque no parecía forro y además iban a ser vecinos, al parecer.
Resulta que el tal Hobi, le dijo que se llamaba Hoseok pero que todos le decían Hobi o Hope, y que había ido de vacaciones con su hermana mayor y el novio. Que la casa del medio estaba desocupada todavía y le contó básicamente toda su vida en diez minutos. Namjoon después tuvo que despedirse porque Yoongi salió a la puerta un sólo segundo que bastó para saber que se tenía que apurar e ir o después era aguantar a yoongi con una cara de orto todo el día.
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—¡Taehyung! Dejá de patearme el asiento.
Otra patada desde atrás.
—¿Qué?
Y otra.
—¡Que dejes de patearme el asiento!
Una más.
—No te escucho, ¿qué?
—Qué sos un pelotudo. Le voy a decir al que está con el conductor que no te conozco y que me estás molestando así te bajan del micro.
Taehyung se cagó de risa y Jungkook, al lado de Jimin, también. Era la primera vez que se iban de vacaciones juntos (solos) y Taehyung estaba bastante hiperactivo, todavía no entienden cómo no se durmió ni siquiera un puto segundo.
—Te lo está haciendo a propósito —Dijo Jungkook, sacándose uno de los auriculares —No le des bola. ¿Cuánto falta para llegar? Me duele el culo de tanto estar sentado.
—A Jimin no le duele porque tiene culo de acero —Gritó Taehyung desde atrás, le dio una mordida a un sanguche de mortadela que había llevado y siguió jugando al candy crush.
—Callate imbécil, no me dejaste dormir durante todo el viaje, no salgo más con vos —Jimin se dio la vuelta y asomó la cara entre el espacio que había entre los asientos para mirar a Taehyung mientras le sacaba la lengua —Encima, ¿qué hablás? Le tenés unas ganas a mi culo.
—Qué asco, boludo, salí de acá —Taehyung contestó y volvió a carcajearse.
—Me duele el culo, quiero llegar —Jungkook siguió quejándose.
—PUEDEN DEJAR DE HABLAR DE CULOS, PENDEJOS DEL ORTO—Gritó una vieja en el fondo, Jimin se quería matar.