-Moh~ Akachin está molesto~ - Decía mientras caminaba por las veredas de la ciudad.
********************************Flash Back*************************************
-Akachin pero ¿Por qué estas molesto?
-Todavía preguntas ¡¿Por qué estoy molesto?! – exclamaba molesto mientras empujaba a Atsushi fuera de su casa.
-¡No regreses!
*******************************Fin del Flash Back********************************
-¿Por qué se molestó?... – decía para sí mismo comiendo uno que otro dulce mientras pasaba por unas tiendas adornadas del color carmín con hermosos adornos con forma de corazón y una que otra cosilla.
Mientras iba pasando por cada tienda solo una, una, hizo que el gigante se detuviera en seco tras ver en una de los vidrios de esa tienda un cartel con el título:
“Cansado de preguntarse ¿Qué hacer en San Valentín para tu pareja? Pues aquí tenemos la solución: LOCURAS DE AMOR PARA HACER FELIZ A TU PAREJA”
-¿San Valentín?... – susurro para sí mismo, ¡Oh! Lo había olvidado, olvido que hoy es San Valentín el “Día de los enamorados”. Tal vez por eso su Akachin se había enojado, ¡Claro! Lo había olvidado y eso hizo que Akashi se enojara por no haberle regalado algo siquiera.
No tomo mucha importancia a esa fecha así que solo paso de largo. Pero, no pudo, esa tienda toco su curiosidad tal vez y si encontraba algo “lindo” para su Akachin y lo perdonara por haber olvidado una fecha tan importante en su relación, ¡bien!, entonces lo haría todo por ver feliz a su Akachin.
Entro a la tienda haciendo sonar la campanilla de la entrada, de inmediato una chica de ojos amatistas y cabello castaño apareció para atenderle.
-¿Y dígame en que le puedo ayudar? – decía con una sonrisa amable sobre la cara.
-Vi su anuncio afuera – señalo el vidrio donde estaba el anuncio para luego dejar de lado sus dulces.
-¡Oh! Así que ¿Vino por las locuras de amor que haría por su pareja?
-Si – dijo en tono “despreocupado”
-Bien, la cosa es que nosotros solo damos unos consejos para que impresione a su persona amada, aunque en algunas ocasiones necesitamos unas cosillas pero no se preocupe que la tienda se las puede dar.
-¿Consejos?
-Sí, solo damos consejos ya que usted será el que haga la mayor parte – Bien eso sonaba muy fácil tal vez a alguno de sus amigos les hubiera pedida tan fácil forma de sorprender a su Akachin, solo eran consejos cualquiera podía hacerlo, ¿Qué de especial tenia esta tienda para poner un anuncio así, si todos sabían cómo hacer una “locura de amor” para sus parejas?, la verdad es que lo único que quería hacer ahora era largarse de esa tienda y pensar el mismo en que debería de hacer para San Valentín. Pero no, no lo hizo, quería saber que de especial tendría esa tienda.
-Tal vez piense que es algo tan simple pero le aseguro que no es nada así pues nuestra ayuda ha sido muy grata para las demás persona que vinieron. – Decía pues al ver la expresión del chico supuso que era algo tan tonto pues solo eran “consejos” pero no esa tienda si era especial.
-Vale, entonces dígame ¿qué locura puedo hacer para sorprender a mi persona especial?
-Primero dígame ¿cómo es esa persona?- ¡¿Qué?! ¡Tendría que contarle como es Akachin!, su persona amada era un hombre si le revelara eso quedaría como “raro” Pues bien no podría decirle “es una persona muy intimidante, capaz de dominar a personas con su absoluta persona, lo denominan el Emperador y es un hombre”, entonces solo le diría su personalidad sin mencionar el hecho de que es un hombre.
-No se preocupe esa información solo quedara guardada entre mi jefe y yo, tenga confianza - ¡Alto! Como es que sabía lo que pensaba no hizo ninguna mueca en la cara para que ella supiera que no quería contárselo.
-Tenga confianza en nosotros, ¡resolveremos sus problemas! – exclamaba eufórica. Suspiro dándose por vencido.
-Es un hombre…
-¿Si? ¿Y cómo es el? – Eso le sorprendió, no pensó que lo aceptaría así por así, hasta ya se había imaginado la cara de asco de la chica tras escuchar eso y luego lo votase de la tienda diciéndole raro.
-Ah… pues bien, es una persona algo tierna, cuando esta junto a mí y no hay nadie más alrededor siempre se abraza a mi brazo mientras me dice que me ama… y… me regala besos por toda la cara… - Su rostro se puso rojo tras decir esas palabras vergonzosas ¿y si esta vez la chica le dijera que ahora si era un raro?
-Parece que lo ama demasiado
-Pues si… ¿Qué?
-Por la forma en como me está contando sobre él debe ser alguien realmente especial para usted y usted para el
-Sí, lo malo es que yo… me había olvidado que hoy es San Valentín, cuando llegue a su casa y me vio sin nada se enojó y me echo de su casa.
-Por eso es que ahora está aquí, no se preocupe yo le aconsejare como darle un hermoso regalo por San Valentín. – Se dio media vuelta y se fue por uno de los pasillos desapareciendo de su rango de visión. Se tardó bastante pues ya llevaba como media hora en la tienda, cuando por fin apareció la chica con cartulinas en la mano y un regalo.
-Con lo que me has contado y como me lo has dicho mi jefe y yo llegamos a la conclusión de cuál sería el regalo perfecto para su amado, esto es lo que necesita y le diré lo que hará.
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Ahora Murasakibara se encontraba con los carteles en la mano junto con el regalo caminando rumbo a la playa y ni que hablar de sus dulces nunca los olvida.
Aquella chica le había dicho que tendría que llamar a Akashi y citarle en la playa, ese era el primer paso. Obedeció, por alguna extraña razón sentía que si le hacía caso y tal vez obtendría “buenos resultados”. Marco el número de Akashi y lo llamo.
-¿Diga?
-Oh, Akachin, hola… - decía con una sonrisa y las mejillas levemente sonrojadas comiendo unas papas fritas.
-Atsushi, ¿Qué es lo que quieres?
-…- se quedó un momento en silencio, había acabado su golosina así que arrojo a la basura el envase, no sabía si el aceptaría su invitación, suspiro hondo para luego hablar.
-Me preguntaba si… quisiera acompañarme a la playa un momento.
-¿A la playa?
-Si
-Lo siento pero yo… estoy algo ocupado.
-¿Entonces no puedes venir?
-…- solo se escuchó silencio por la otra línea.
-¿Akachin?
-Veré si puedo ir – respondió con simpleza
-¡Ok!... entonces te estaré esperando, todo el tiempo, hasta que aparezcas y si no apareces entonces yo mismo iré por ti – Reía ante su propio comentario mientras que contagiaba su risa por la otra línea.
-Entonces cerrare mi puerta con llave y le diré a mis mayordomos que no te dejen entrar – Decía aun con la sonrisa que Atsushi le había contagiado. –Si… no importar porque de igual manera entraría.
-Si como digas – decía en forma burlona pues eso sí sería un reto para Atsushi.
-Vienes ¿vale?
-Está bien… iré.
La llamada fue cortada por Akashi dando fin a su conversación de tortolitos enamorados. ¡Listo! El primer paso estaba listo ahora lo siguiente…, bien lo siguiente… era hacer su “locura de amor” ahí, se llevaría una vergüenza enorme pero… todo sea por su amado Akachin.
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Akashi llego al sitio acordado con Atsushi, lo busco por varios lugares incluso le ordeno a su cochero que lo buscara.
Busco por todos los lugares pero no lo encontró se detuvo cerca de la orilla donde las pequeñas olas terminaban, entonces opto por llamarlo, pero se detuvo al notar un cuerpo igual al de Atsushi en medio de la playa sobre una inmensa roca Atsushi encima de ella con un cartel enorme que decía “TU ERES LA HISTORIA MAS BONITA QUE EL DESTINO ESCRIBIO EN MI VIDA, EN RESUMEN ¡¡ERES MI TODO!!”
-¡¡Eres lo mejor que me ha pasado!! ¡¡Te amo con toda mi alma y nunca, nunca dejare de amarte!! ¡¡Akachin esta es mi LOCURA DE AMOR POR TI!! – exclamaba a todo pulmón para que todos y cada uno de ellos escuchase ya no le importa cómo le digan lo único que le importa era su amor de toda la vida aquella persona que no deja de pensar en ningún momento, esa persona a la cual le había entregado todo, esa persona a la cual tanto, tanto amaba Akashi Seijurou.
Al escuchar aquellas palabras y esa confesión tan loca solo hizo que su rostro se tiñera de un rojo intenso, decir eso ante tantas personas, solo a Atsushi se le ocurriría, pero debía admitir que ese gesto le encanto, oculto la mitad de su rostro con cabello para luego llenarse de valor y responder ante tal confesión.
-¡¡Atsushi, yo también, también te amo con toda mi alma, eres lo mejor que me ha pasado, te amo, te amo con todo mi ser!! – Decía con los ojos con unas lagrimitas pero sin dejar que escapen, no le importo que le vieran extraño, eso era algo que para él no era de importancia alguna, con una gran sonrisa que Atsushi pudo vislumbrar le respondió a su confesión. Eso fue suficiente, se tiro al agua desde la roca para ir nadando hasta su “todo”.
Al llegar tiro el cartel a cualquier lugar para luego abrazarlo posesivamente sin importarle el hecho de mojar la ropa de Akashi.
-Akachin, perdón por haberme olvidado de esta fecha sé que es importante para ti, perdóname.
-Atsushi, gracias…
-¿Qué? – dijo extrañado, levanto el rostro para mirarle ¿Por qué le daba las gracias?
-Gracias a ti tuve un gran día en esta fecha, eres el mejor – decía abrazándolo para esconder su rostro en el pecho del gigante.
-Akachin… -Lo tomo por el mentón para darle un beso pero un comentario nada tierno para ese momento lo detuvo.
-Búsquense un hotel – decía un chico con cara de pocos amigos, tras escuchar eso Akashi saco sus tijeras con el rostro sonrojado para luego intentar clavarle con las tijeras en el cuello.
-Akachin espera, disculpe nuestra indiscreción ahora nos vamos.
-Yo no les dije con mala intención, solo que aquí hay muchas personas con la mente cerrada así que sería mejor que se vallan algún lugar para no ser vistos por anormales. – Después de escuchar lo dicho por aquel chico se quedaron asombrados, ¿Qué pasaba con las personas, ahora si aceptan a cualquier persona de “distintos gustos”?
-Gracias, lo haremos – Akashi guardo sus tijeras disculpándose por su repentino acto.
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Al llegar a casa de Akashi Atsushi se fue a bañar pues traía las ropas mojadas si no se cambiaba iba a tener un resfriado.
Al entrar se despojó de sus vestimentas y se metió a la ducha dejando caer toda el agua tibia sobre su cuerpo.
No supo cuando Akashi había entrado a la ducha pues ni siquiera escucho la puerta abrirse. Sintió como Akachin se pegaba a su espalda dando besos por toda la extensión de esta.
-¿Akachin?
-Falto darte mi regalo por San Valentín, gracias por lo de hoy.
Atsushi se volteo para quedar frente a su Akachin y arrodillarse uniendo sus frentes.
-Ya te lo dije, todo lo hago por ti.
Akashi y Atsushi unieron sus labios, el beso fue dulce solo labios rosándose nada más, pero Akashi no quiso quedarse así nomás, en un descuido por parte de Atsushi abrió la boca, aprovecho para meter su lengua y empezar una pequeña danza entre sus bocas Atsushi correspondió gustoso, su Akachin estaba ansioso.
Se levantó y alzo a Akashi haciéndolo que rodee con sus piernas su cintura y con sus brazos su cuello para sujetarse. Pego la espalda del pelirrojo a la fría pared para luego empezar a besarlo de nuevo con tanta fiereza volviendo a juntar sus lenguas haciéndolas danzar entre ellas. Atsushi bajo su lengua por todo el mentón del más bajo para luego pasar su lengua por el cuello dejando pequeñas marcas de mordidas y chupetones señalando un camino de saliva, bajo por su clavícula mordiéndola se deslizo hasta que llego a su objetivo. Mordió y succiono los pezones de Akashi haciéndolo gemir, siguió con su acto pero ahora con el otro. No dejo de morder y lamer el pezón, bajo una de sus manos hacia los glúteos del pelirrojo apretándolos levemente.
-Ah~ Atsushi… - Abrazo con más fuerza el cuello del mayor juntando sus cuerpos, ambas erecciones se juntaron, Akashi movió sus caderas para dar placer a los dos rozando sus miembros ya que sus manos estaban algo ocupadas detrás en la espalda del mayor.
-Akachin… - Bajo su erección hacia los glúteos del menor, con sus manos separo las nalgas del pelirrojo, dirigió su erección en medio de ambas nalgas para luego empezar a moverse sin entrar en el pelirrojo pues aún no lo preparaba.
-Atsushi… ya… hazlo
-No, no estás listo
-Entonces prepárame – Trago grueso el mayor al escuchar la petición de su pelirrojo, una de las manos dejo el glúteo del menor para situarla en su boca.
-Lámelos – Akashi no protesto y acato la orden del mayor, metió los largos dedos de Atsushi dentro de su boca para empezar a lamerlos cual dulce se tratara. Lamio toda la extensión dejándolas completamente empapadas de saliva. Cuando vio que ya era suficiente Atsushi retiro sus dedos de la boca llevándolos hasta la entrada del pequeño pelirrojo sin quitar su erección de entre las nalgas del menor pero se dio el espacio necesario para que lo pueda preparar. Metió el primer dedo haciendo que el pelirrojo se estremeciera con aquel invasor en su interior. Al principio estaba incomodo con la intromisión en su interior pero se fue acostumbrando, cuando el peli morado noto que Akashi se acostumbró al primer dedo metió el segundo logrando que el pelirrojo jadeara. Movió sus dedos en forma de tijeras en el interior del pelirrojo, Akashi gimió con ese acto, Murasakibara se adentró más quería encontrar ese punto donde su pelirrojo sintiera el placer. Movió sus dedos por todo el alrededor buscando aquel punto, se adentró aún más.
-¡Ah! – Lo encontró, encontró el punto dulce de su Akachin, siguió rozando aquel punto los gemidos del pelirrojo eran como una dulce melodía que resonaba en sus oídos, metió el tercer dedo pues solo con dos no podría darle preparación correcta y Akashi lo sabía, sabía que los dedos de Murasakibara no se comparaban con lo que se aproximaría en unos minutos más adelante.
-A-Akachin yo… quiero meterlo, ¿puedo? – No dijo nada solo asintió con la cabeza aferrándose aún más al cuerpo del mayor, entro despacio sin querer lastimarlo, Akashi solo quería contener su gemido y no asustar a Atsushi, no se movió espero a que le de alguna señal y empezar a moverse.
Después de unos minutos sintió como el pelirrojo empezaba a mover sus caderas, señal deseada, empezó con movidas leves pero tampoco perezosas. A medida que daba las embestidas iba aumentando el ritmo, los gemidos de Seijurou no se hicieron esperar.
Ahora cada embestida era más rápida y profunda, unieron sus labios en un demandante beso el miembro de Seijurou rozaba con el abdomen del mayor haciendo que también sintiera placer por delante.
-Ah… ah… A-Atsushi más rápido – El hormigueo entre sus vientres se hizo presente señal de que iban a acabar pero Atsushi se detuvo a mitad de camino.
-¿Q-que haces?...
-Lo siento Akachin pero quiero continuarlo en la cama
-¿Qué?...
Atsushi cerró la llave de la ducha para luego salir de la ducha en dirección a la cama aun con Seijurou cargándolo sin salir de su interior.
Se sentó el para luego echarse aun con Akashi encima gimiendo por los actos que el mayor hacía en su interior.
Resultado: Akashi encima de Atsushi con el miembro de este en su interior.
-Continuemos~ Akachin~
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-¿Y esto? – decía mientras tenía en sus manos una carta junto a un regalo.
-Oh, es un regalo para ti, me había olvidado entregártelo.
-Ahora resulta que te olvidas de todo
-Solo hoy
Sujeto la carta que venía junto al regalo para luego leerla.
“Nuestro estimado cliente esperamos que la haya pasado bien en el Día de los enamorados, gracias por confiar en nosotros como recompensa le dimos el mejor de los días ¿Cierto?, aun somos una nueva tienda por lo que nuestro trabajo aun no acaba con este caso, Sus sentimientos son puros hacia persona cuídelo mucho.
Atte.: La tienda de Las Locuras de Amor”
-Atsushi…
-¿Si?
-Se te olvido decirme sobre esto
-¿Qué cosa?
-Que solicitaste ayuda de una tienda llamada “Las Locuras de Amor” porque no sabías que darme para este día ¿cierto?
-Ehh… pues, si es verdad no sabía que darte, gracias a ellos te hice feliz – Una sonrisa se forma tras recordar las cosas que hizo durante ese día. Una experiencia agradable ¿ne?
-Si…
-Abre el regalo
-¿Este?
-Si
-Atsushi… esto…
-Feliz San Valentín Akachin.
-Gracias – se tiro a los brazos de Atsushi para luego darse un beso tierno, como el primer beso que se dieron después de sus declaraciones las cuales también fueron LOCURAS DE AMOR, pero eso es otra historia.