En el mundo hay dos tipos de personas, las predecibles, aquellas que son claras como el agua y fáciles de comprender y las impredecibles. Jae siempre había pertenecido al primer grupo. A cualquier persona que le preguntes sobre el te diría lo mismo…
“jae es básico”
El no era un chico que disfrutase de una asidua vida social, en cambio, prefería pasar sus días libres encerrado en su cuarto o en una biblioteca leyendo libros. Jae no salía a bailar ni le gustaba tener citas, el solo concurría a su facultad para cursar las materias correspondientes y luego a su trabajo de tiempo parcial. Si preguntases a un compañero de curso por él, nadie sabría que decirte.
“el solo se sienta allí y presta atención, tiene promedio perfecto y ninguna falta”
No importaba cuantas veces su primo lo quisiese convencer para ir a un club en la noche, su respuesta siempre seria la misma
“tengo que estudiar, hagámoslo otro día”
Y como si sus frases fueran programadas, ese otro día nunca llegaba. Jae era del tipo de chico que disfrutaban de leer un libro en una cafetería acompañado con un café con leche y galleta, pero que acababa en la biblioteca solo para no sentirse interrumpido. Si las casualidades existían, jae se encargaba de evitarlas, le gustaba que todo suceda como él lo planeaba y odiaba las sorpresas. Todo en su vida era un evento programado y no había forma de que cosas nuevas o asombrosas ocurran, por eso ese 14 de febrero fue tan particular.
Jae estaba dejando el piso de la biblioteca atrás mientras subía al ascensor, el lugar estaba casi vacío, nada de extrañar para un domingo. Un libro con cubierta gastada colgaba de su mano y una sonrisa parsimoniosa se mostraba en su rostro. El no era el tipo de persona que escuche música porque apreciaba saber lo que ocurría a su alrededor, sin embargo siempre llevaba sus cascos, como una forma de mantener a la gente lejos o fingir no prestar atención. Jae no noto que el ascensor subía hasta que las puertas se cerraron y en vez de desplazarse hasta el 3er piso la pantalla mostro el numero 5. Alzo una ceja confuso dejando que la situación lo sobrepasara, el debía bajar, ir por su bici y tener un tranquilo regreso a la casa, pero eso no iba a pasar. Cuando las puertas se abrieron en el 7mo piso su dedo estuvo a un segundo de apretar el botón para cerrar las puertas, era evidente que la persona que solicito el ascensor ya había tomado otro porque no estaba allí, pero en lugar de cerrar las puertas se quedo viendo el panorama a su alrededor. De haber sabido que la biblioteca tenía una terraza tan amplia y accesible hubiese parado por allí antes, o tal vez no, el no era una persona de cambio y su lugar en la cuarta mesa del sector B en la biblioteca le sentaba bien. Poso un pie fuera del ascensor y por un momento se pregunto si sería una locura, el sol se estaba poniendo a la distancia y la imagen se le torno agradable a la vista. Se detuvo con un pie fuera de la caja de metal mientras se replanteaba su próximo movimiento ¿Qué debía hacer allí más que ver el atardecer? Eso era tonto. Movió el pie nuevamente dentro del cubículo dispuesto a apretar el botón, cuando una voz suave y armoniosa se hizo eco en sus oídos.
Jae pestañeo confuso ¿habría alguien allí? A simple vista no lo había notado pero la melodía seguía sonando. Las puertas del ascensor anunciaron su próximo movimiento y cuando la pequeña campana sonó jae se encontró posando ambos pies fuera del cubículo y actuando de forma que no creyó posible…
Las puertas se cerraron a su espalda y repentinamente se sintió tonto ¿qué pensaba hacer? ¿Espiar a quien sea que emitiese ese sonido? Era tonto, era patético, era…un suave susurro llego a sus oídos y sin poder evitarlo se giro. La voz no sonaba muy distante, sin más que hacer que volverse un espía camino por la azotea buscando a quien fuera que emitiese tan agradables sonidos. Sus pasos se volvieron lentos y cuidadosos ¿Qué pensaría la persona que tarareaba de ser espiado? Se detuvo a pocos pasos del ascensor sintiéndose un intruso ¿y si había ido allí buscando tranquilidad? El claramente estaría incomodándolo
Repentinamente una voz masculina se escucho, era suave y entonada, sonaba demasiado atrayente para el
“I wanna see you everyday
You hold on to my hand tightly
I wanna hug you
No matter what you do you’re so pretty
It’s gonna be special between us
When you and I become one “
Escucho cada verso sintiendo su Corazón acelerarse, sus pasos retomaron el camino hacia ese sonido, no importaba si la persona se molestaba, el necesitaba oírlo mejor, más cerca, ver…a quien sea que lograse tan melodiosos tonos.
Tell me everything you need
Tell me everything you want
I’ll listen to everything
Tell me anything you want
I’ll do everything
You’re my one and only
Una silueta se aprecio a la distancia y jae no fue capaz de detener sus pasos ¿De dónde salía ese deseo de acercarse? ¿Porque se empecinaba por conocer al dueño de esa hermosa voz? No sabía, no tenía idea, pero en ese momento no podía simplemente parar. Dio los últimos pasos para llegar a el, la espalda del chico se veía claramente, estaba a unos cuantos metros aun escuchándolo cantar. Repentinamente el sonido seso y sus pasos se detuvieron
-si piensas seguir escuchando...voy a tener que cobrarte…-el chico misterioso se giro sonriéndole, jae no supo que le sorprendió mas, si esos prominentes labios o ese lunar junto a su ojo que parecía hacer resaltar sus rasgos. El cabello corto y oscuro del joven se perdía ante la intensidad de sus ojos, pero lo que más lo impacto fue su sonrisa- oh…tu- Jae pestañeo confuso ¿acababa de decirle tu? ¿Cómo si…lo conociera? No podía ser. El chico se giro por completo obsequiándole un primer plano de sí mismo y avanzo un paso con ambas manos en su espalda- ¿estás bien?- solto viéndolo preocupado
-si- dijo sintiéndose algo tonto- sí, estoy…bien...- el chico volvió a sonreír y jae se pregunto si esa molestia en su estomago era producto del hambre
-¿te gustó?- jae parpadeo confuso viéndolo fijo, el chico amplio su sonrisa- la canción… ¿te gustó?
-es…bastante buena…-admitió bajando la mirada- perdón por…interrumpirte, yo solo…- Dae negó aun sonriente, le enternecía la forma en que el flequillo cubría los rasgos del chico
-no importa youngjae, puedes…interrumpirme cuando quieras…-el menor alzo la vista confuso y Dae solto una carcajada al aire- ¿Por qué luces tan sorprendido? Nos hemos visto una…decena de veces al menos
-¿lo...hicimos…?-solto confuso por la determinación del otro
-claro, yo trabajo en el 5to piso, te eh dado alguno de los libros que tu…tanto disfrutas leer ¿no lo recuerdas?- jae se odio entonces, por no prestar atención a las personas, por no ser mas detallista. El chico pareció notar su molestia y se acerco sonriente- no te preocupes, no tienes que recordarme, al menos...no hasta hoy- dio un par de pasos que lo separaban del otro chico y estiro su mano sonriéndole- jung Dae hyun...Un gusto...puedes…decirme Dae…- jae vio la mano ajena curioso ¿Dae hyun? ¿Debía...presentarse? el chico ya lo conocía. Por otra parte… ¿Cómo podía ser tan maleducado?
-yoo…youngjae...-dijo estirando su mano y tomando la ajena
-lo sé- se apresuro a decir el otro sin apartar la mirada, jae solto la mano al instante preguntándose por ese chico y su motivo para estar allí…hablándole...-en verdad no me recuerdas ¿no?
-no, lo siento- dijo algo apenado, el otro movió la cabeza sonriente
- no te preocupes, yo te recuerdo por ambos…
Jae miro al chico entonces con más detenimiento ¿Cómo no recordaba esos ojos? ¿Esa sonrisa? ¿.Esa...expresión picara? Se reclamaba a sí mismo por su descuido cuando su teléfono comenzó a vibrar en su bolsillo derecho. Lo saco algo distraído lanzando una mirada de disculpa hacia el otro chico, ese asintió sonriente y recién entonces jae se animo a ver su teléfono.
<Su omma>
- Omma...-dijo respondiendo rápidamente
- Jae amor ¿Cuándo piensas regresar? Ya son las 7, deberías estar aquí…-escucho a su madre con sorpresa ¿Cómo no esperaba esa llamada? El siempre llegaba a la casa a la misma hora
- Oh...es…cierto, perdón omma, ya estoy de regreso
- Eso espero amor, no te tardes que está oscureciendo- su madre corto rápidamente y jae se encontró mirando al otro chico haciendo una mueca
- ¿tienes que irte?
- Si, omma está preocupada y…ya es tarde- el chico asintió y jae se sintió extraño
- Está bien jae, te veré el martes...supongo...
- ¿martes?- solto, como si el chico no supiese que visitaba la biblioteca todos los martes y domingos de cada semana, los jueves también cuando estaba sin tareas en la facultad o se sentía nervioso por algo
- Si, hasta el martes…- jae asintió retrocediendo, vio al chico mientras se acercaba al ascensor y recién se permitió perderlo de vista cuando las puertas se cerraron
..
El lunes paso como un tornado, arrasando con todo, jae no supo porque se sentía extrañamente ansioso y menos aun el motivo por el cual el martes se salteo la última clase para llegar antes a la biblioteca. Eran apenas las 4 cuando se sentó en su mesa del fondo con el mismo libro que se había llevado anteriormente en sus manos. Paso su dedo índice por la portada sin cuidado, se sentía extrañamente aburrido. Su vista se poso en el ascensor, el recuerdo de su charla con el chico de la azotea llego a su mente y extrañamente se sintió ansioso. Jugaba con sus dedos sobre la mesa sin prestar mucha atención, su vista se dirigía al ascensor cada tanto y no pudo evitar morderse el labio
-Orwell…-dijo una voz familiar al tiempo que se dejaba caer en la silla contigua, jae salto en su sitio sorprendido para luego enfocarse en el- perdón... ¿Te asuste?- vio la sonrisa del otro sintiéndose obligado a negar- mejor...
-¿Qué…haces aquí?
-trabajo aquí ¿Te olvidaste?-el chico estiro un grueso libro hacia jae- te decía…George Orwell 1984 ¿lo liste?- jae negó viéndolo confuso- es muy bueno
Quería preguntarle que hacia sentado allí, porque le hablaba o quien se creía para interrumpirlo de esa forma, esa era una respuesta predecible en el, en cambio...se vio soltando esa tonta pregunta- ¿De uqe trata?- el otro chico amplio su sonrisa acomodándose para quedar más cerca del
-1984 es un clásico, un mundo donde un solo “gran hermano” lo domina todo, un grupo de ministerios lo manejan y la ley es su ley, en serio...deberías leerlo…
-Orwell dijiste ¿Verdad?-solto tomando el libro de gruesa cobertura- puede...que lo lea
-piénsalo, me harías muy feliz…-solto el chico sonriéndole, jae quiso creer que su rostro ardía porque allí no había aire pero sabía que eso no era cierto, dejo el libro junto al otro viendo al chico frente a el
-Dae hyun ¿Verdad?
-dime solo Dae, está bien- el hico le guiño un ojo apoyando ambos brazos sobre la mesa, jae giro su cabeza nervioso- entonces...Jae… ¿Qué haces cuando no vienes aquí?
-¿Qué...hago…?-volvió a verlo confuso, Dae solo asintió- trabajo...medio tiempo en un negocio de videojuegos y voy a la facultad
-wow…eres alguien ocupado...-Dae se acerco mas incomodándole pero aun asi no se lo dijo-¿y porque vienes dos veces a la semana?
-me gusta aquí es…tranquilo...-jae se mordió el labio nervioso- ¿porque…preguntas tanto?
Dae se encogió de hombros quitándole importancia- siempre soy curioso, es mi personalidad ¿Qué autores te gustan?
Jae lo miro un momento, el chico parecía algo molesto, estaba aseguro que si respondía no se marcharía. El viejo jae lo hubiese ignorado o simplemente dicho que era molesto, pero no, este extraño jae que ni él conocía solo sonrió mientras sacaba su libro de Gastón deleraux de su viejo bolso- digamos que…soy más de los misterios…
Dae sonrió buscando el mismo un libro y enseñándoselo al otro, ninguno imagino que ese gesto llevaría a una larga conversación de varias horas…