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14 de Febrero por 2BandM

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Notas del fanfic:

Nuevo fanfic *-----* 

 

Le dejo el link de Wattpad por si quieren ver las fotos del bebé que aqui no se como ponerlas xD

 

 

https://www.wattpad.com/myworks/63836445-14-de-febrero-

 

 

 

chansoo

"Hoy es el día Chanyeol, hoy es el horroroso y empalagoso día del año. El maldito día en el que tienes que demostrarle al mundo que lo tuyo lo proteges a capa y espada. Que nadie puede venir y pasar desapercibido ante tus ojos, por mucho que lo intenten, tú eres más rápido y fuerte. Las malditas sabandijas querrán trepársele como sucios gusanos babosos, con sus dedos queriendo tocar lo que con mucho esfuerzo has obtenido. Si, recuerda que antes tú también eras una sucia sabandija, pero al menos, una sucia sabandija que con coraje y dedicación se gano su corazón. Ahora debes protegerlo una vez más, y ahora con mucha, mucha más razón, pues también intentaran poner sus babosas manos sobre tu hermoso bebé. Tienes que estar listo, en la noche preparaste la mochila, el bate y el casco. Gracias a Dios, Yifan te pidió que guardaras su equipo de futbol en el ático. Solo tienes que ponértelo y listo, preparado para la guerra. Todo está listo y solo tienes que ser fuerte, valiente y veloz. Este año ninguna flor, globo o chocolate, tocara sus manos."


 


 


—Sabes, tal vez para el bebé sea gracioso verte hablando solo, pero para mí es demasiado extraño y perturbador. Te pido que dejes de exagerar tanto las cosas—


 


 


Chanyeol mascullo una maldición en voz baja. No se dio cuenta de que hablaba en voz alta por su extremada concentración. Ignorado la mirada molesta del menor, salió de la habitación siendo seguido por este hasta la sala.


 


 


El hombre bajito lo miro con ojos serios, mientras sostenía entre sus brazos a su regordete bebé que no paraba de reír ante las graciosas caras que hacia su padre al concentrarse. Dando un último vistazo a su esposo, acomodo al bebé en el andador no sin antes darle un sonoro beso en la mejilla, el cual hizo al pequeño gorgotear de felicidad. Tardándose menos de un minuto en olvidarse de sus padres para concentrarse en el perro que correteaba a su alrededor, haciendo que el bebé moviera sus piernitas intentado avanzar. Cosa que no logro por ser tan pequeño aun, pero a él no le importaba, sobre todo cuando el perro le lamia la cara y lo movía el mismo empujando con sus patas. El pequeño Chansung amaba a su gran husky siberiano, mostrándole su excesivo amor al llenarlo de baba o cubriéndolo de juguetes y gelatinas pegajosas. Aun así, el animal era feliz lamiendo y cuidando a su pequeño amo baboso, llorón y extremadamente adorable.


 


 


—Si tan solo respetaran lo que es mío, no tendría que "exagerar" como dices— rodo los ojos, caminando para tomar su mochila del sillón. El bajito jamás lo entendería, aunque llorara e hiciera berrinche para que no saliera y permaneciera encerrado en la recamara con el bebé, el menor aun se rehusaría en permanecer encerrado, no importaba cuanto Chanyeol insistiera en que solo serian veinticuatro horas dentro, solo hasta que un brillante y hermoso día comenzara de nuevo. Perfecto para que la vida de ambos siguiera con normalidad.


 


 


En cambio el menor solo se enojaría, se quejaría del exagerado, molesto y nada amistoso Chanyeol, quien inocentemente solo trataba de defender lo suyo. Y lo amenazaría con dejarlo afuera de la casa si se atrevía a encerrarlo en la habitación.


 


 


"Malditos todos, púdranse jodidos hijos de puta" maldijo en su mente. Volteando el rostro para mirar la reacción del menor, asegurándose de que esta vez no hablara en voz alta. Si maldijera, su pequeño esposo se enojaría por las palabrotas dichas mientras el bebe andaba por ahí. Y por ende, se ganaría un buen golpe en las costillas, cosa para nada agradable considerando su gran fuerza.


 


 


— Solo no derribes a nadie como si fueras un toro. No fue nada divertido verte rodando como niño pequeño, recibiendo y repartiendo golpes con el vecino—


 


 


El alto frunció el ceño. Dejando su mochila en el piso, caminando entre largos y pesados pasos. Molesto, demasiado molesto.


 


 


—Tal vez si TÚ no hubieras recibido encantado de la vida el enorme ramo de flores que te regalo el vecino, yo no hubiera rodado por el patio a golpes con el—ataco enfrentándolo con la mirada llena de resentimiento. Había sido una bofetada el que hubiera aceptado el ramo. Una bofetada dolorosa—Eso fue un golpe bajo Kyungsoo, un golpe bajo y doloroso—


 


 


Kyungsoo se froto las sienes. De verdad se arrepentía de haberlas aceptado. Sobre todo con todos los problemas que había traído a su matrimonio, el arresto de Chanyeol y la demanda por parte del vecino no habían sido para nada agradables. Lo bueno fue que pudo convencerlo de retirar la demanda, a cambio de cenar con él, cosa que solo hizo enfurecer más a su esposo.


 


 


"Todo es dulce y feliz todo el año, hasta que llega la maldita fecha y Chanyeol se vuelve loco"


 


 


—Sé lo que estas pensando. Tus malditos ojos me lo dicen—gruño apenas controlándose para no saltarle encima y golpearlo "Deberías de estar agradecido maldita sea, yo te salve de estar en la cárcel". Odiaba la mirada que Chanyeol le daba cada que salía el tema, como si estuviera seguro que algo mas había pasado aquella noche durante la cena—¿Cuándo podrá caberte en la cabeza que no me acosté con él? ¡Solo fue una maldita cena, carajo!—grito arto de todo el asunto. Hace dos años estaría llorando por la desconfianza de su esposo, pero ahora solo le enfurecía enormemente.


 


 


Chanyeol estaba a punto de ganarse unos buenos golpes en la cabeza.


 


 


El alto se revolvió con frustración el pelo, intentando alejar todo el enojo que sentía. Kyungsoo podría parecer enojado, furioso y hasta violento cuando se lo proponía. Pero sabía que detrás de toda esa furia, el menor ocultaba sus inmensas ganas de llorar. Todo por su maldita desconfianza.


 


 


—Perdón Kyungsoo, yo sé que no paso nada entre ustedes, pero no puedo evitar enojarme con ese imbécil— confeso mirando para ver si el bebé andaba cerca. Lo bueno era que Chansung estaba entretenido jugando con el perro como para escuchar las malas palabras de su padre— El me hace rabiar tanto los 14 de Febrero, que ahora repudio la maldita fecha. Ni siquiera puedo estar a gusto contigo—se acerco para acariciar sus mejillas, haciendo a Kyungsoo mirarlo suplicante. Pidiéndole con la mirada que parara todo el embrollo—Solo quiero estar con mi esposo y mi bebé, disfrutando de una deliciosa comida, haciéndote el amor en cada rincón de la casa. Quiero pasar un buen San Valentin sin que nadie me haga casi escupir el hígado por la boca de la rabia—


 


 


Kyungsoo se estiro para besarlo. Envolviendo sus manos en el cuello de su esposo, degustando con amor sus labios mientras este lo rodeaba por la cintura, pegando sus cuerpos. Escuchando los adorables sonidos de su pequeño hijo, que feliz, balbuceaba metiéndose su puñito a la boca.


 


 


Tan perfecto, siendo el momento tan perfecto. Rogando que las cosas se congelaran y pudieran disfrutar de un San Valentin sin peleas y molestas personas que...


 


 


El sonido del timbre los hizo separarse. Haciendo que Chanyeol maldijera en voz alta, alejándose de Kyungsoo para tomar su bate y espantar al intruso.


 


 


Kyungsoo resoplo disgustado. La guerra había comenzado.


 


 


"Maldito San Valentin. Te odio"


 


 


Chanyeol abrió la puerta rápidamente. Visualizando a un feliz joven frente a él, sosteniendo un enorme ramo de rosas. Con sus manos extendidas hacia adelante ofreciéndole el ramo, viéndolo inocente. Cumpliendo con su labor después de obtener dinero a cambio. Pobre chico...


 


 


Chanyeol no dudo en arrebatarle las flores de las manos. Tirándolas al piso para darle de batazos una y otra vez, hasta saciarse. Todo ante un asustado muchacho que lo veía congelado, sin saber si correr o no.


 


 


—Dile al imbécil de Dong-Woon que si vuelve a mandarle cosas a Kyungsoo, le cortare la cabeza y a todo el que se acerque a mi casa por mandato de él—le ordeno mirándolo con la furia inyectada en los ojos. Haciendo que el joven creyera en cada una de sus amenazas sin siquiera dudarlo un segundo, saliendo disparado a dar el recado. Hoy no quería ser asesinado por un loco con un bat.


 


 


Chanyeol, satisfecho con su amenaza. Cerró la puerta con candado, caminando hasta el sillón para dejarse caer y comenzar patalear como niño pequeño. Lanzando golpes al aire y soltando montones de groserías hacia su "buen" vecino.


 


 


Kyungsoo lo miro preocupado. Como desde hace dos años, su sonriente y alegre esposo se transformaba en el "Rambo" que ahora estaba tirado en el sillón, maldiciendo y gruñendo como perro rabioso.


 


 


—Solo espero que este año no hayas llamado al par de idiotas. Este año no quiero pagar la fianza de tres personas— dijo antes de cargar a su hijo para llevarlo a la habitación, su ropa estaba llena de baba así que lo cambiaría y después saldrían de paseo. Al menos el y su bebé disfrutarían del día.


 


 


Chanyeol no dijo nada solo mordió su labio, culpable. Por supuesto que sus soldados de batalla venían en camino. ¿Quién mejor que ellos para estar bajo su mando en el campo de batalla? Los necesitaba si quería que la misión fuera un éxito.


 


 


Kyungsoo al no escuchar palabra alguna, suspiro de cansancio. Lo mejor sería irse y no volver hasta tarde.


 


 


"Solo es un maldito día, solo es un maldito día, solo es un maldito día"


 


 


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Se sentía como una jodida princesa siendo custodiada por tres idiotas caballeros. Claro que en vez de carruaje empujaba una carriola con un bello príncipe en ella.


 


 


— ¡Ni siquiera puedo ir al parque sin que todo el mundo haga una tonta guerra a mi alrededor!— grito arto. No aguantaba ni un segundo más en aquella situación, lo peor era que nadie parecía escucharlo. Siendo ignorado por todos, hasta por su bebé que reía a carcajadas.


 


 


Su esposo perseguía a un hombre con un oso de peluche gigante. Sus idiotas amigos ahora "soldados" Sehun y Jongin, peleaban con varios hombres que intentaban hacerle llegar cajas y cajas de chocolates, bombones, caramelos, además de globos de todos colores.


 


 


—La recompensa este año es más alta, el maldito les dará unos buenos fajos de billetes a cambio de que le hagan llegar los regalos a Kyungsoo ¡Mierda! ¡Esto hace todo mas difícil!— se quejo Jongin pisando con furia una perfecta caja de chocolates.


 


 


—Hasta...me dan ganas de unirme y cobrar el...dinero— comento entre jadeos Sehun secándose con el antebrazo el sudor de la frente—Pero luego me acuerdo que Chanyeol probablemente me degollaría si lo hiciera, y se me pasa—


 


 


Jongin sonrió ante lo dicho por su amigo. Si que le romperían el corazón al gigante si se les ocurriera traicionarlo de semejante manera. Probablemente hasta les prohibiría ver a Chansung, a pesar de ser los padrinos.


 


 


Finalizando su pequeño descanso. Prosiguieron lanzado patadas, puñetazos y hasta mordidas creyéndose ninjas en una película de acción. Alejando a todo aquel que osara acercarse a menos de dos metros de Kyungsoo, quien no paraba de maldecir. Por otro lado Chansung reía emocionado de la acción a su alrededor. Al parecer su papi Soo era bastante popular.


 


 


— ¡Carajo! ¡Dejen de pelear!—Kyungsoo casi se jalaba el cabello. Estaba que echaba chispas y mataba con la mirada a todo aquel que se le acercara. Lo único bueno de todo, era la risa hermosa de su preciado hijo, la cual no escuchaba desde hace cinco segundos. Kyungsoo, preocupado, se agacho para revisar lo que le pasaba a su niño, viendo su rostro asombrado y su boquita abierta en una pequeña "o". Giro hacia la misma dirección que los pequeños ojos, que iluminados parecían ver algo asombroso.


 


 


El bebé Park estaba estático, observando ilusionado. Segundos después todo pareció más hermoso. Kyungsoo lo vio, Chansung lo vio también. Ambos con sus ojos brillando, contemplando el enorme globo de Pororo que un pequeño niño acercaba cada vez más a ellos. El bebé aplaudió feliz, mientras que Kyungsoo sonrió inconscientemente. El globo era tan grande y brillante.


 


 


— Señor Park— le llamo el niño de no más de cinco años, viéndolo tímidamente. Extendiendo su mano con el globo frente a Kyungsoo— Esto es para usted. El señor Son se lo manda. El dice que le desea un feliz día—


 


 


Kyungsoo le sonrió enternecido. Acercándose para acariciar con cariño su cabeza, el niño le sonrió ampliamente, siempre le agrado el señor Park. Cuándo lo veía en el parque junto a su mamá, el señor Park siempre se acercaba a saludar y darle dulces. Por eso le agradaba mucho, además de que era muy amable.


 


 


Antes de tomarlo, Kyungsoo saco al bebé de la carriola para que ambos pudieran ver bien el hermoso globo. El pequeño Chansung no dejo de verlo en ningún momento, observándolo con sus grandes y expresivos ojos, extendiendo sus manitas con la ilusión de tocarlo.


 


 


—Mira mi cachorrito. El pingüinito Pororo vino a vernos—le hablo con dulzura, besando repetidas veces la regordeta y blanca mejilla— ¿Quieres tocarlo, mi cachorrito hermoso? ¿Quieres jugar con Pororo?—


 


 


Chansung balbuceo en respuesta. Abriendo y cerrando su boquita como si tratara de decirle que sí. Ver a su bebé tan feliz, con sus ojitos brillando de asombro, lo hizo sonreír ampliamente. Estas pequeñas cosas son por las que valía la pena ser padre, por eso Kyungsoo se sentía agradecido de ver las hermosas reacciones de su cachorrito.


 


 


Antes de Kyungsoo pudiera tomarlo, Chanyeol se lo arrebato al niño, asustándolo. Tomando el brillante globo con rudeza, para segundos después reventarlo de un pisotón. Provocando una estruendosa explosión que asusto a Kyungsoo e hizo llorar a ambos niños.


 


 


Pororo se había ido. Chanyeol lo había eliminado.


 


 


Kyungsoo lo miro también asustado, y desilusionado por unos segundos, antes de arder en ira y darle una bofetada.


 


 


— ¡Hasta aquí llegaste Park Chanyeol— grito mientras arrullaba a su pequeño bebé, el cual no dejaba de llorar—¡Me tienes arto! Date cuenta en lo que te has convertido. No puedo creer que hayas hecho llorar al bebé y al pequeño Junghyun— el mencionado se escondió detrás de Kyungsoo. Asustado de que el señor Park (el alto) pudiera hacer explotar otro globo.


 


 


Chanyeol hizo un puchero, sobándose la mejilla adolorida. Kyungsoo pegaba muy fuerte cuando estaba enojado y sabía que estaría difícil calmarlo, sobre todo cuando había hecho llorar a su inocente hijo.


 


 


Se sintió mal padre, como pudo asustar así a su bebito.


 


 


"¡Maldita ira que no me deja pensar con claridad!"


 


 


— ¡Ya estoy arto de toda esta maldita guerra! El año pasado me encerraste en la casa porque estaba embarazado y no te dije nada... ¡¿Pero hacer llorar a mi bebito?! ¡¿Es enserio Park Chanyeol?! ¿Meterte con nuestro bebé? ¿Con nuestro pequeño cachorro?— el llanto de Chansung dramatizo la situación, el bebé lloraba con sentimiento, haciendo pucheros y mirando a Chanyeol con el miedo plasmado en sus hermosos ojos. Tenía las mejillas sonrosadas y las lágrimas resbalaban sin cesar.


 


 


Todos dejaron de pelear para ver al pequeño que ahora escondía su rostro en el pecho de su padre. Quien ahora los miraba con lagrimas en los ojos, el llanto de su bebé le dolía enormemente y más si lloraba con tanto sentimiento.


 


 


—Eres horrible...Park Chanyeol— hablo con voz cortada, sus ojos cristalizados y sus mejillas rojas—Eres horrible...— dijo antes de retirarse, llevándose al pequeño Junghyun de la mano. Antes lo llevaría a su casa, su mamá seguramente estaría preocupada y muy decepcionada de en lo que su esposo había metido a su hijo.


 


 


"Estúpidos esposos irresponsables"


 


 


Sin más, se fue. Dejando a todos con un mal sabor de boca. Sintiéndose terriblemente estúpidos. Hacer llorar así a un bebé solo era de personas detestables, y todos estaban involucrados.


 


 


— Creo que ahora si la cagaste—


 


 


—Cállate Sehun, solo cállate—


 


 


Los había lastimado. A sus dos grandes tesoros, y todo por darle demasiado importancia a asuntos que no valían la pena.


 

Notas finales:

Que tal?


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