Ya no escuchaba nada, solo sentía el retumbar de mi corazón, me dolía mucho la cabeza, que era esto? Un mal sueño? Si, eso debería ser. La verdad necesito que alguien me despierte.
Apenas escuche la noticia quede en shock, escuchaba en la lejanía las voces de la enfermera y del doctor. Escuchaba una conversación pero no podía saber sobre que, lo único que logre escuchar con claridad fue; "Yo me haré cargo, asumiré toda la responsabilidad." y nada mas. Lo siguiente que recuerdo es a la enfermera guiándome a su casa... aún sigo sin poder creer lo que esta sucediendo.
Una par de horas antes...
-Yo me haré cargo del caso, asumiré toda la responsabilidad.-Dijo Franchesca la enfermera, una mujer de 34 años.
.Esta bien, sera lo mejor. Es un embarazo de riesgo, seguramente no debe de tener apoyo el pobre chico.-Comento el Doctor mirando al joven que aún seguía en shock sin asimilar la reciente situación. Parecía que se había desmayado con los ojos abiertos.-Seguir su caso es muy complicado.-Finalizo con un suspiro.-
Tiempo actual...
Franchesca Dalmone, la enfermera, guió al chico a su humilde hogar.Ella era una mujer que vivía sola y tenía 34 años.
-Porque a mi?!Que te hice dios?!-Gritaba Genaro entre sollozos.-
-Tu familia?-Se atrevió a preguntar la mujer.-
-Me echaran si saben... mi secreto.-
-Esta bien-dijo Franchesca con determinación.-Pase lo que pase tendrás mi apoyo, si te echan yo tengo lugar para ti. Puedo cuidar tu embarazo sin problema alguno ya que es de riesgo.-
-Porque lo haces?.-
-Sabes, no eres el único. Ese chico que esta atrás y se hace el desentendido esta en a misma situación que tu. Los ayudo por que yo se lo que es perder todo de la noche a la mañana... Yo quede embarazada a la misma edad que ustedes y todos me cerraron las puertas. Lamentablemente mi hijo falleció, por eso quiero ayudarlos.-Sin previo aviso, Genaro y el otro chico abrazaron a la mujer con gran afecto.-
Un tiempo después, una noche fría de invierno, la lluvia golpeaba fuerte la casa. Un golpeteo desesperado a altas horas de la madrugada pusieron en alerta a Franchesca y a Gabriel, el otro chico que estaba embarazado. Al abrir la puerta vieron algo que les destrozo el alma. En la puerta se encontraba Genaro todo mojado, titiritando de frió y lleno de barro. Tenía la mirada perdida y sus lagrimas se mezclaban con la lluvia.
-Podrían abrazarme por favor?-Susurro Genaro para pronto sentir el calor de Gabriel y más tarde el de Franchesca.-
Ya no podía soportar el peso de su propio cuerpo, estaba muy mal. Genaro se desmayo. Tenia mucha fiebre, eso era un peligro para él y el niño. Entre lo dos lo entraron con gran rapidez. Poco importaba si la sala quedaba hecha un desastre, eso era realmente irrelevante en ese momento.
Lo llevaron al baño, allí mientras Gabriel lo desvestía Franchesca preparaba la tina. Lo bañaron y como pudieron lo acostaron en la cama que preparo la mujer por si sucedía cualquier emergencia.
-Que te hicieron mi niño?.-Lloraba sin consuelo la mujer mientras el joven la abrazaba.-Nos necesita más que nunca.-Y así fue como tomaron la decisión de marcharse de Toscana, era tiempo de comenzar en otro lugar.-
A la mañana siguiente, Genaro no era el mismo. El chico parecía más un zombie que un humano. Le avisaron que se mudaría de ahí para que preparara sus cosas. La mujer termino de preparar todo y cuando el auto estuvo listo les aviso a ambos jóvenes.
-Nos vamos.-El trayecto sera largo, cuanto antes salgamos sera mejor.-
Así fue como los tres emprendieron viaje a nuevos horizontes. Franchesca y Gabriel jamas pudieron saber que fue lo que le sucedió a Genaro ese día, él jamas se los dijo pero algo en él cambio desde ese día, ya no confiaba en nadie. Era malhumorado aveces ya no había rastro de ese niño inocente que alguna vez fue.
Ya pasaron los años y los hijos de ambos crecieron. Gabriel tuvo una niña la cual llamo Clarice y Genaro tuvo un niño el cual llamo Juan. Ambos llevaban el apellido de Franchesca ya que cuando pudieron esta los adopto como si fueran sus hijos debido a que sus padres renunciaron a esto.
Por desgracia, Gabriel no resistió a cesaría y dos días después de que tuvo a su hija termino por fallecer debido a una hemorragia interna.
Genaro y Franchesca hicieron pasar a Clarice como hija de Genaro para que no se la llevaran pero jamas le ocultaron a esta quien era en verdad su verdadera madre aunque Clarice le dice Mamá a Genaro siempre tiene en la mente a Gabriel.
La vida había sido dura con él. Ahora con dos hijos más su madre, por que si, Franchesca era eso para él, su madre, y Gabriel su hermano, ahora ángel protector. Debía ser fuerte por ellos, lo sabia. Sabia de sobra que no seria fácil pero lo haría sin medida por que amaba su familia como el tesoro más grande que él tenía.
Era 25 de Agosto, en esta fecha cumplían años Clarice y Juan. Ya habían pasado quince años de la muerte de Gabriel. Aun no lo superan pero deben seguir adelante por él, eso lo que siempre decía Franchesca. Cuando llegaba esa época del año, ahí se veía a Genaro más distante. Nadie aparte de la mujer sabia de sus depresiones que ocultaba con malhumor o con los sollozos contra la almohada para que nadie despertara o lo viera. Aunque ambos tuvieron un subsidio del gobierno y Franchesca la herencia de sus padres no fue fácil criar dos niños más mantener la casa. El chico no la tuvo fácil, debido abandonar sus estudios para trabajar.
Franchesca trabaja en la mañana mientras que él de tarde así entre los dos, cuidaban a los pequeños. A ellos no les faltara nada.
Ni estudios, ni comida o que vestir y ni se diga del amor o cariño que su "Mami" y Abuela les proporcionaba, porque que así le llamaban a Genaro, "Mami". Aun después de ser grandes este habito no cambio en absoluto.
-Juan, levántate o se nos hará tarde!-Gritaba histérica Clarice a su hermano "mellizo".
-Ya basta, aquí estoy... pesada.-
-Mou, siempre llegamos tarde por tu culpa! Desconsiderado.-Dijo inflando los mofletes.-
-Que dijiste?.-
-Basta los dos, a desayunar en silencio que su madre recién llego del trabajo.-Dijo Franchesca a sus nietos.-
-Si abuela.-Dijeron al mismo tiempo.-
-No importa madre, estaba despierto igual.- Dijo Genaro entrando al la cocina.-
Se había vuelto un hombre guapo con un rostro refinado, pero no tanto, tenía algunos rasgos femeninos pero sin exagerar.
-Mami!.-Grito Clarice dándole un abrazo al mayor.-
-Mami, estas bien?-Pregunto Juan desde su asiento.-
-Si, estoy bien, tranquilos.-
-Desayunaras?.-Pregunto la mujer mayor.-
-No, solo vine avisarte que me trasladaron de nuevo.-
-A donde?.-Pregunto temerosa la mujer.-
-Me trasladaron a Toscana.-Esta se tenso al oír a donde iban.-
Los mas jóvenes miraban la escena y murmuraban si debían o no ir al colegio.
-Así que vayan preparando sus maletas que en la tarde partimos. Es un viaje largo y sera en auto.-Todo asintieron.-Iré a dormir, no hagan ruido oyeron?.-Dijo con voz amenazante mirando a sus hijos los cuales asintieron con miedo. Su madre era todo un amor pero cuando se enojaba era de temer, y mucho.
Llego a su habitación a derrumbarse, no debía volver a ese lugar pero no le quedaba opción, su trabajo era así, de un lado para otro. Sintió los brazos de su madre, así la primera lagrima cayo tras esa la segunda y la tercera. Así empezó a llorar en el regazo de su madre como tantas veces, a ella no le podía ocultar nada, ni el miedo ni la angustia, nada, ella lo leía como si nada.
-Estas seguro de volver?.-
-Que mas puedo hacer? Trabajo es trabajo.-Finalizo aferrándose a su madre.-Encima la empresa a la cual me transfiere es a la de los Zacconi... Como odio al tipo ese.-
-Al joven...-
-Exacto. Es tan engreído y molesto. Habla como si me conociera. Para colmo me mira con ese brillo en su mirada...-Callo al saber que era lo que seguía a esa frase y no quería escucharlo.-
-Amor, mi niño te mira con amor.-
-No creo en eso y lo sabes.-
-Como digas mi niño, ahora duerme que el viaje sera largo. Volveremos a la vieja casa?.-
-Si, la re modelaron para ser nuevamente habitada. Es solo cuestión de ir. Ya transferí a los niños al colegio de allí...-
-Tienes miedo?-Esa pregunta era mas una afirmación que otra cosa pero Genaro ya estaba profundamente dormido como para contestarla. Su madre sabia que seria difícil, muy difícil.-
Luego de un par de horas, se subieron al el auto y emprendieron ese viaje al infierno mismo infierno. Jamas se imaginaron que tendrían que dejar Calabria para regresar otra vez a Toscana pero como decía Genaro, trabajo es trabajo.
El viaje fue tedioso pero con las locura de los mellizos, ya que para todo el mundo lo eran, el viaje fue divertido y cansador, pero bueno, no todo es color de rosa. Y así fue como llegaron a su destino. Todo estaba igual en la antigua casa, nada había cambiado. Mientras los más jóvenes tenían una disputa sobre las habitaciones, Genaro se inundaba en sus recuerdos. Recordaba los días difíciles, los días amargos, también los de risas y llantos. Todo estaba ahí grabado a fuego y una vez mas se desmorono, pero esta vez bajo la escusa del recuerdo de Gabriel. Los jóvenes no preguntaron nada y fueron a desempacar dejando a los mayores en un pozo del cual ni siquiera se imaginaban.