Capítulo 5
-¡Rei-chan esperaaa!- No me dejes así después de… eso. Lo veo correr hasta Kou-chan. Que bobo eres.
-¿Se encuentra bien? Tiene las mejillas muy rosadas- Volteo hacia la voz y me encuentro con un edificio con gorra roja.
-¿Aah? Sí, sí, me encuentro perfectamente. Entonces, tú debes ser Makoto. Gusto en conocerte. Me llamo Hazuki Nagisa-El chico se sonroja ligeramente, mientras me dedica una dulce sonrisa. Que mono.
-Así es me llamo Tachibana Makoto. El gusto es mío Hazuki-san-
-Qué lindo Mako-chan, tan solo dime Nagisa. ¿Trabajas con Rei-chan? ¿Sabes lo que sucedió? ¿Eres nuevo? no te había visto antes. ¿Qué relación tienes con Rei-chan?-
-Aaaaaah eem. No, no trabajo con ¿Rei-chan? Lo que paso fue un accidente en el área de pruebas robóticas, no sé con exactitud qué pasó. No, no soy nuevo, aam, yo eeh, venia aah, era, digo soy amigo de Momotarou-san, y el, bueno, me invito a ver como arman los androides y yo fui, jajaja eso. Yo no poseo ninguna relación con Rei- Que chico más tímido pero aún tengo una duda más y creo que es la más importante.
-Mako-chan ¿De dónde conoces a Haru-chan?- Haru-chan prácticamente no tiene amigos, aparte de nosotros y el agua.
-Aaah ¿Haru-chan? Yo, bueno, lo conocí, en… Esto, lo conocí en… una competencia de nado-
-¿Nadas? ¿Eres nadador profesional?-
-No profesional, pero si nado-
-¿! De verdad ¡? ¿Qué estilo?-
-¿Estilo? Aah si claro, quiero decir, nado estilo espalda- Se ve aún más nervioso. ¡Jajajaja! Incomodar a mako-chan es divertido.
-Jejeje, con que nadas y eres amigo de Haru-chan, sospechoso. Bueno porque no vamos con Haru-chan de un vez-
-Eeeh, ¿sospechoso? ¿Qué es sospechoso?-
-¡jajajajaja! Ya no importa Mako-chaan- este chico es muy inocente.
-o-
-¡Llegamoooooos! Eeh ¿Mako-chan? ¿Te encuentras bien?- Quizás exagere en la velocidad. El pobre se ve más pálido de lo que estaba. Suelo manejar muy rápido, y ya he chocado bastantes autos. Esa es una de las razones por las cueles no tengo uno propio. De hecho quede sorprendido que Rei-chan me haya confiado sus llaves.
-Sss-iii, Per-feecto- Noup, no lo está, quizás si exagere.
-Respira- le doy unos golpecitos en la espalda –Bueno, aquí es la el loft de Haru-chaaan. Lindo ¿no crees? Aunque por dentro está prácticamente vacío, yy digamos que la mayoría de su decoración son acuarios vacíos, trofeos, atriles y trajes de baños, en su totalidad iguales- Caminamos a la entrada en dirección al ascensor.
-¿acuarios vacíos? ¿Trajes de baños iguales?-
-Sí, Haru-chan es extraño, pero tú ya sabes. Pero creo que nunca habías estado en su casa- llamo al ascensor y marco el piso.
-No nunca- octavo piso, llegamos. Mako-chan observa todo a su alrededor. No sé por qué pero me recuerda un poco a Ai-chan.
-Aquí es el piso de Haru-chan. Esperemos que este o más bien que se digne a abrirnos la puerta- Oooh tendré que aplicar mis medidas. Toco una vez con mi SSPI, dos veces, tres veces, cuatro veces, diez veces, pero no ocurre nada. Quizás antes de hacer algo debería llamar a Rei-chan pero no creo que conteste, perfecto, en fin, entraremos a mi modo-Ven, sígueme Mako-chan-
-Te sigo- luce incómodo y asustado- Camino hasta llegar a las escaleras de emergencias y me cuelgo por una pequeña ventana, donde, afortunadamente entro- ¿¡Eeeeeeh!? ¿¡Que haces!? ¡Te puedes caer!-
-Naaah, ya lo he hecho un montón de veces- Saco unas de mis manos hasta alcanzar la baranda de la terraza de Haru-chan. Todo calza tan perfecto como si estuviera hecho para mí. Con cuidado voy entrando a la terraza, una vez dentro me dirijo a los ventanales de vidrio que por ser haru-chan se deben encontrar sin seguro, en efecto están abiertos. Toco mi SSPI para asegurarme de que la alarma no suene, me identifico en el sistema de Haru-chan. Me adentro al living y camino hasta la puerta de entrada. Está cerrada, pero yo con mis habilidades de ninja y muy acostumbrado a esto, ya llevo practica abriendo la puerta de haru-chan con mi SSPI y una tarjeta, la chapa se romperá y los más probable es que el sistema de seguridad se des configuré pero siempre consigo el perdón de haru-chan. La rompo, todo se reinicia y Mako-chan pasa con temor.
-¿Esto no es allanamiento de hogar?- Jejeje esta atemorizado.
-No para nada, tú relájate. Bueno, tengo que irme ya. Ten entrégale esto a haru-chan, cuando llegue o cuando salga del baño. Dile que yo fui quien rompió la chapa de seguridad de su puerta, y altere todo su sistema pero que no se preocupe ya se la pagare. Es todo, me retiro. Suerte con haru-chan, mako-chan. Adiós-
-¡Espera!- me sujeta de una manga de mi terno.
-Gracias por todo- me sonríe de una manera encantadora.
-Jajajaja. No es nada. Nos vemos-
-Nos vemos- Hay algo cautivador en ese chico, quizás sea su inocencia, lo asustadizo, su curiosidad, no lo sé. Es todo lo contrario a Haru-chan. De lo que sí puedo estar seguro, ese brillo en su mirada, era la misma de Ai-chan. De algo como eso, no podré olvidarlo.
-o-
Después de haber soportado las estrictas y agobiadoras ordenes de mi entrenador, lo único que deseaba era llegar a mi departamento y entrar a la tina de baño en completa soledad. Amaba nadar, pero detestaba que otros me dijeran qué hacer, y era exactamente lo que hacían conmigo siempre que debía entrenar. Lo único que quería era ser libre, pero la libertad que muchos creen que los nadadores profesionales poseemos al instante de nadar, no es más que una mera y falsa ilusión. Vivimos a cuestas de las cadenas que nos apresan en los límites de lo estipulado, con el único fin de estar en constante competencia. Siendo así, lo lógico sería que yo hubiese dejado de nadar hace mucho tiempo, pero no, yo deseaba continuar allí cegándome a la realidad de ese ambiente. Nada por mí, eso sonaba contradictorio luego de saber a qué me dedicaba, no obstante, era verdad.
Al hallarme frente a la puerta de mi departamento podía empezar a sentir esa calma que me esperaba adentro; Acerque mi SSPI a la chapa de mi puerta y me dispuse en adentrarme. Olvidarme de todo en un completo silencio, eso era lo que necesitaba y sin embargo, no fue necesario acercar mi SSPI, la puerta simplemente se abrió. Al entrar me encontré con la gran e inusual sorpresa de una persona sentada justo a pasos de la entrada.
-Bienvenido Haru-chan-me sonrió-
Un chico de tez trigueña, pelo castaño y ojos color miel me saludaba pronunciando mi nombre, siendo que era la primera vez que le veía.
-Creo que me equivoque de puerta-me dirigí a abandonar el lugar, definitivamente este no era mi departamento-
-¡No espere! No está equivocado vive aquí-me detuvo del brazo-
No lo había notado debido a que estaba sentado, pero ese chico era bastante alto para la edad que aparentaba; si tuviera que adivinar, diría que no tiene más de 17 años. Pero estaba equivocado, este no podía ser mi departamento, o eso creí hasta que me detuve a ver detalladamente el lugar y efectivamente era mi departamento. Entonces, ¿Qué hacia un chico en mi hogar?
-¿Cómo demonios entraste?-pregunte a la defensiva y zafándome de su agarre-
-Calma, se lo puedo explicar todo...
-No, sal inmediatamente de aquí-abrí la puerta y le indiqué que se fuera-
-No puedo irme, escúcheme por favor...-rogó-Nagisa-san dijo que debía quedarme aquí, no tengo otro lugar al cual ir-
Ahora todo calzaba, Nagisa y Rei, ambos eran los culpables de que este chico estuviese en mi hogar. No sé cómo lograron entrar, mentira si lo sabía; pero algo era seguro, no me quedaría con un chico que viniera de parte de ellos.
-Ese no es mi problema, ve donde tu familia, algún amigo, no lo sé-
-No poseo nada de eso...-respondió cabizbajo-Soy un androide que Rei creó, me llamo Tachibana Makoto-
¿Un androide? Era extraño, ya que esas máquinas de apariencia humana no poseían sentimientos y este había mostrado tristeza al decir que no tenía familia ni amigos. No me lo creí hasta que lo tome de la camisa y vi en su espalda el número del modelo; era un androide. Jamás me simpatizaron estas máquinas, querían intentar suplir a un humano y solo eran objetos; verdaderamente desagradables. No me importaba que fuera una androide y que Rei lo haya dejado a merced mía, yo no me haría cargo de esta cosa. Intenté llamar a Rei e incluso a Nagisa; ninguno de ellos respondió. Makoto se había quedado en silencio mientras me veía intentar contactar con ellos y su semblante parecía ensombrecer a medida que buscaba toda forma posible para deshacerme de él. Era un androide muy extraño.
-Suficiente, iremos donde Rei-le anuncié-
-¿Ir? ¿A dónde?-
-Donde Rei.
-E-espera, ellos no mencionaron nada de eso, no podemos regresar al laboratorio-intentó detenerme.
-No iremos allí, iremos a su casa-salí a través de la puerta y Makoto me siguió como un perrito que no quería perder a su amo-
No me haría cargo de un androide, jamás.
-Puede escucharme un momento-
-… ¿Ahora qué?-
-Nagisa-san dejo esto, es para usted- El androide me entrega un sobre. Porque usar papel, si pueden mandar un e-mail. Lo observo, no deseo abrirlo, sé que dentro no hay nada bueno.
Continuara…