Capítulo 8
-Sistema de funcionamiento técnico, Sousuke al habla-
-Sousuke que sorpresa. Ha pasado tiempo ¿no crees?-
-Kisumi-
-El mismo-
-¿Qué se te ofrece?-
-Suenas fastidiado, ¿qué ocurre? Falta de sexo tal vez-dijo en un tono burlesco.
-¿Qué es lo que quieres?-
- ¡Jajajajaja! No cambias. Bien, pues eso es algo que necesito de tu respuesta-
-No entiendo, ¿qué quieres decir?-
-Ooh, ¿no has visto el noticiario?-
Ese tono, no más bien el simple hecho de que Kisumi llamara, siendo un agente de seguridad robótica, ya me tenía con un humor de perros y un corazón alborotado. Algo muy malo había ocurrido; Sin responderle, me levanté del escritorio, pausé las máquinas de ensamblaje y encendí el televisor. Ahí estaba la gran tragedia para Samazuka Corporation, Rei Ryugazaki y mía.
-¿Hola? ¿Sousuke? ¿Alguien?-
-¿Qué fue lo que pasó?-
-Ya te has enterado.-
-Solo habla- Le pedí cortante.
-Bueno el pequeño androide no quiso participar en una sesión de sexo bastante peculiar. En fin, en modo de defensa, fracturo tres costillas del costado izquierdo provocando un neumotórax y hemotorax, causando así su inminente muerte Esta más decir que el gobierno de Estados Unidos está furioso, y no dudara en presentar cargos. Aunque no sé qué tan bien les resulte, sabiendo que el susodicho es un criminal de renombre-
-¿A qué quieres llegar? Kisumi- No entendía su punto, en lo más mínimo.
-Tú preguntaste los hechos-
-Sabes muy bien a lo que me refiero, de otro modo no me llamarías a mí sino a Rei- Realmente sentía que esto no iba por buen camino.
-No lo sé Sousuke-san, tú dime. ¿Por qué un androide como este paso las pruebas básicas? Y sé perfectamente que sabes a lo que me refiero. Quiero respuestas Sousuke o realmente les va ir muy mal a todos-
-¿Cuándo llegas a Tokyo?- Lo sabía, en menos de 8 meses Nitori causo un desastre de los grandes. Estos son los momentos en que quiero ir a partirle la cara a Rei.
-Ya estamos aquí. Ai-chan pasara directamente a Samazuka, que te parece si tu yo nos juntamos antes de que la policía vaya por ti. Realmente tengo ganas de interrogarte personalmente-
-¿Nos arrestarán?- Todo el cuerpo se me congeló, lo peor es que no tenía argumentos con los cuales defenderme. Estaba jodido.
-Mmmh probablemente, después de todo se acaba de iniciar un caso y un posible juicio. Es la primera vez en años que un androide ataca a un ser humano y siendo una obra de Rei, causa aún más controversia. Pero para ser sincero siento que Rei oculta más cosas, ¿no crees?-
No tenía palabras, tampoco estaba pensando, todo pasó en muy poco tiempo. Esperaba que el androide se comportara, pero no fue así. Un caso se estaba iniciando y por ende la inminente muerte de Nitori y en el mejor de los casos el despido mío y el encierro del cuatro ojos.
-Dónde y hora- Era mejor hablar con este bastardo que con la policía Estadounidense.
-¿Qué te parece ahora?-
Sentí la puerta abrirse, Kisumi al frente de esta y un asustado Momotarou detrás.
-Buenos días Sousuke-san-
Mierda.
-O-
-¡Vete!- grité enfurecido.
-¡Pero!-
-¡Largo de aquí!-grité otra vez.
Mis órdenes eran claras, pero Makoto no movía ni un solo circuito de su cuerpo. Este robot definitivamente era un desperdicio y no pensaba mantenerlo conmigo.
-No me iré…-se opuso.
-Suficiente.
Al no moverse, me acerqué y tomé de su brazo sin ningún cuidado, después de todo, era un simple robot. No era tan pesado como imaginaba así que obligarlo a seguirme no fue difícil, salvo por sus gritos y la fuerza que utilizaba para oponerse. A veces sentía que de verdad lo conseguiría, pero cuando llegamos a la puerta supo que sería el final.
-¡Detente!-gritó desesperado.
-¡Se acabó!
Abrí la puerta listo para empujarlo y deshacerme de él, la paz estaba cerca. Eso creí, hasta que del otro aparecieron dos figuras familiares, que, por la expresión de sus rostros, llevaban un rato escuchando el alboroto que teníamos.
-Haru-chan. Mako-chan… ¡Que gusto verlos!-se abrazó a nuestros cuerpos.
¿Qué creía que hacía? Este no era el momento. No. Era el momento perfecto para que Makoto se fuera.
-Nagisa, este no es el momento-intervino Rei.
-Llegan justo a tiempo. Llévate a este robot-le ordené.
-Sobre eso…-sus ojos escaparon de los míos. Siempre hacía lo mismo cuando tenía otros planes.
-¡¿Robot?! Makoto… ¿Makoto es un robot? ¿Es un androide? Rei-chan en que momento…-
-Aaah esto es complicado. Vamos a sentarnos para conversar- dijo con seriedad, invitándonos a pasar a mi propio departamento.
-Hey, sólo quiero que…-dije al oponerme a sus brazos que me empujaban hacia el interior.
¿Desde cuándo Rei tenía tanta fuerza? Estaba equivocado, no era sólo él, Makoto también nos empujaba, Nagisa estaba en estado de shock y yo era el único que ponía resistencia. No se detuvieron hasta llevarnos a la sala de estar, donde además, dejaron a Makoto a mi lado en el sofá. Fantástico. Ahora era prisionero de estas personas y el robot en mi propio hogar.
Nagisa no dejaba de moverse al perseguir a Rei con la mirada, mientras que éste, merodeaba por cada rincón del departamento como si buscara algún objeto perdido. Empezaba a desesperarme y la fotografía de Rin al interior de mi bolsillo no me dejaba calmarme.
-Entonces Rei-chan nos contaras qué es lo que está pasando…
-Rei-interrumpí al llamarlo-. No sé qué están tramando, pero quiero que se lleven a este androide-al decir esto, Makoto giró su rostro deprimente hacía mí.
Nagisa buscó a Rei, quien se encontraba cerrando ventanas y persianas como si se tratase de algún negocio de narcóticos. Luego de ello, se acercó y se sentó frente a nosotros, acompañado de Nagisa. Se había puesto serio, eso no me agradaba.
-Makoto, ¿cómo te has sentido?-preguntó Rei, ignorándome por completo.
-Eh, bien-respondió, agachando su mirada.
Los dedos del androide se enredaban y jugueteaban entre sí. Estaba nervioso y tal vez con un poco de miedo. A veces olvidaba que era una máquina.
-¿Seguro?-insistió.
-Rei, ¿qué pretendes?-me interpuse.
-No puedo llevarme a Makoto-confesó.
¿Qué?
-Yo no me haré cargo de él. No es mi androide y tampoco tendría uno-me negué rotundamente.
-Haru… por favor, necesitamos que lo mantengas aquí-me rogó.
-Ya dije que no.-
-Si me llevo a Makoto, será destruido-aseguró Rei.-
-¡No entiendo nada!- Exclamaba con desesperación Nagisa ante un inmutable Rei.
-Ese no es mi problema-no lo era, claro que no. ¿Por qué entonces esta intranquilidad?
Makoto parecía muy asustado, la idea de desaparecer no le agradaba para nada.
-Haru-san…-suplicó el androide, sus ojos vidriosos amenazaban con llorar.
-Se habrán dado cuenta que Makoto no es un androide como los demás. Bueno, no lo es-hizo una pausa, como si la continuación no fuese cosa sencilla-. En toda la trayectoria de mi carrera me he preocupado de perfeccionar cada detalle de los androides. Son tan hermosos, pero no eran tan perfectos. Hace un tiempo, descubrí cómo crear una esencia en ellos que forjaría una personalidad única según las experiencias de cada individuo y… Makoto es uno de esos prototipos-terminó por confesar.
-¿Cuántos prototipos existen?-pregunté sin sorprenderme. Sólo una explicación tan loca como esa podría darle significado algo tan insólito.
-Dos. Makoto es el segundo.-
-El y Ai-chan-comprendió Nagisa.
-Te felicito, pero no lo quiero-insistí.
-No lo entiendes Haru. El primer prototipo, Nitori, cometió homicidio-confesó, haciendo que mi piel se erizara tras escucharlo.
-¡¿Que?! ¡¿Cuándo fue que sucedió?! Nitori no sería capaz de algo así… ¿verdad? Realmente, todo esto. Ya no sé qué pensar.-
-… Y con esto, ¿quieres que me quede con Makoto?- que debería pensar tras una explicación como esa.
-Nitori no es malo. Estoy seguro que tuvo que tener una razón para hacerlo, él es inocente-defendió-. El problema es que ahora debemos ir a juicio y las autoridades ya están investigando mi laboratorio para hallar posibles prototipos de la misma índole. Makoto no aparece en los archivos, es como si jamás hubiese sido creado. Si lo descubren, lo más probable es que lo eliminen sin ningún juicio de por medio.
Debí admitir que ahora si me sorprendieron. No tan sólo ocultaba algo ilegal, sino que también formaba parte del caso de asesinato por parte de un androide igual que Makoto.
-¿Quién te dijo que quería ser parte de todo esto?-dijo molesto.
-Lo siento mucho. Realmente lo hago, por involucrarlos a ti y a Nagisa- Se disculpó Rei, agachando su cabeza ante mí, mirando de soslayo a Nagisa, casi que disculpándose con la mirada-, pero no tengo a quién más recurrir. Pocos saben de nuestra amistad y bueno…tú no simpatizas mucho con la tecnología.
Para nada.
-¿Por qué ocultarlo? ¿Por qué no confiar en mi?-dijo Nagisa con ironía, abalanzándose sobre Rei para encararlo-. ¿¡Que querías conseguir!?
-Nagisa…-llamó Rei un tanto molesto y acongojado.
Makoto suavemente se acercó a Nagisa y coloco su mano en el hombro de él, en forma de apoyo y consuelo. Mueve su cabeza, mirándome fijamente.
-Haru-san… prometo no entrometerme en tus asuntos-juró Makoto, observándome como un perro a punto de ser abandonado bajo la lluvia, ojos llorosos y un ligero temblor en sus extremidades.
-Haru, por favor-Rei juntó sus manos para suplicarme.
Todos me suplicaban, odiaba este tipo de situaciones y si decía que no, seguramente el rostro suplicante de Makoto me perseguiría junto al de Rei y Nagisa por el resto de mis días. Bueno, Nagisa estaba tan confundido y molesto como yo, como nunca lo había visto. Que gente más odiosa.
-Un mes, no más que eso-acepté.
-Bien, con eso será suficiente. Tengo que irme, prometo volver en cuento arregle el caso de Nitori. Nagisa ¿vienes?- Se veía reticente, algo había cambiado en el y no pasaba desapercibido. Me miro, luego a Makoto y por ultimo a Rei. Suspiro.
-Haru-chan si necesitas ayuda, no dudes en llamarme.- Nos dedicó media sonrisa, dio la vuelta y espero a Rei sin siquiera mirarlo. Una despedida demasiado amarga viniendo de Nagisa, no lo culpo, no estoy en las mejores condiciones.
Ambos se retiran, la puerta se cierra y Makoto queda estático en su lugar, esperando una respuesta de mi parte. Un silencio incomodo se formó entre nosotros. Necesitaba nadar, relajarme y pensar en todo lo acontecido minutos atrás. Por ultimo me atrevo a decir.
-Makoto, si te vuelves a meter en mi habitación, no seré tan condescendiente contigo, no me importa que es lo que está pasando, y créeme si te destruyen o no, no me importa en lo absoluto.-
Me dirijo al baño lo más rápido que puedo, su mirada es algo que no puedo soportar.
Continuará.