Kenma tiene sueño y ya saben, cuando tienes sueño y te encuentras viviendo a base de prostituirse toda la noche, no es una buena combinación, por que digo, saben que esta jodida vida es muy complicada.
Acaba de atender a alguien y oh, le a dejado propina de mas en la mesa de luz de la habitación del telo, agradece internamente, y cierra los ojos para descansarlos un segundo.
El hombre que atendió se acerca y le planta un beso en la frente, no puede decir que le desagrada por que es un hombre bastante atractivo, de ojos ambarinos y un curioso look bicolor,(Notece que me refiero a su pelo, Dah).
¿Como dijo que se llamaba? Bokuro, Bokotu, no no, era Bokuto, si Bokuto.
Al menos mas que maltratarlo o usarlo o algo, parecía que andaba buscando amor, parecía que habían echo el amor, por eso tenia sueño. Había sido de una manera lenta, cuidadosa, de esas maneras que te hacen sentir querido, admite que se sintió muy bien como hace tiempo no se sentía, se remuerve un poco y toma su celular de la mesa de luz, y él lo mira curioso.
-¿Me pasarías tu número? Claro si no tienes problemas, ya sabes para arreglar algún otro día o si te gustaría tomar café o algo...- Dijo nervioso, si lo miras bien parece un búho.
Extiendo mi mano, esperando que me de su celular, reacciona a los segundos y se lo extiende rápidamente, mientras anotaba el número él se empezó a vestir, miraba de reojo, tenía músculos marcados, y todavía sentía el olor de su colonia en su nariz, era alguien atractivo y varonil. Dejo su celular y el del Bokuto en la mesa de luz.
Se desparramo un poco mas en la cama, sin querer despegarse nunca, abriendo ligeramente los ojos para mirar el techo, por alguna razón sonreía, no estaba seguro por que pero lo hacia. Lo miro y sus miradas se cruzaron, ámbar con ámbar.
Bokuto se sentó en el borde de la cama y empezaron a hablar, de cosas triviales, de cosas importantes y cosas de la vida como dicen algunos. Se entero que al búho su pareja lo había dejado hace semanas, que sinceramente se sentía mal, que era la primera vez que hacia eso con alguien y que no buscaba sexo sin control, sino un poco de amor en algún rincóncito cerca del cielo, por que había que ser sinceros, ambos la habían pasado y lo habían sentido muy bien.
Kotarou se quedo sorprendido al saber como Kenma había llegando a ese punto de su vida, había dejado a todo y a todos por poder estar con su pareja, pero la relación se deterioro muy pronto, este era una persona que lo controlo en todo, engaño y maltrato y al final echo a la calle, sin lugar donde volver, sin poder conseguir trabajo, recurrió a eso. A prostituirse. Hablaron y hablaron.
Kenma tenia sueño y para Kobuto ya era tarde, este le sugirió para quedarse y dormir juntos. A Kenma no le pareció mala idea. Y de este casual encuentro, habría otros no tan casuales, como salidas al cine, pasear por el parque y tomar un cafe una tarde en el departamento de Bokuto Kotaro
Y de ahí muchas cosas mas.
¿Final? No, solo el comienzo de otra historia.