La fría brisa de mar chocaba contra su rostro, completamente solo, rodeado de arena, agua y el inmenso cielo lleno de estrellas, oh! Que hermosa noche, un escenario tan encantador, un lugar en el que solo quería estar con él, con aquel pequeño de ojos azules.
Se recostó sobre la tibia arena con las manos sobre la nuca y contemplando el cielo pensó en él.
—Naruto…
Susurró su nombre, como si quisiera decirle algo
—mira las estrellas, mira como están brillando para ti. —cerró sus ojos y sus labios dibujaron una pequeña sonrisa
Recordó aquel dibujo que hizo años atrás para el día de su cumpleaños
—Sasuke! Mira mira! —le dijo muy emocionado mientras le entregaba una hoja. Un dibujo muy lindo a pesar de sus 4 años — Lo dibuje para ti — los había dibujado en la playa de noche y con un cielo lleno de estrellas amarillas.
Y en sus labios se ensanchó más su sonrisa.
—amarillas como tus cabellos
Esa noche era solo para él y sus recuerdos, sus bellos recuerdos junto con su querido Naruto. Se levantó de su cómoda posición y se quedó sentado mirando las olas del mar llegar a la orilla, entre sus manos, la suave arena
—¿Sasuke juegas conmigo?—lJamás olvidaría ese día, Naruto se había quedado dormido sobre sus brazos. Y vigilo sus sueños toda la noche
—su piel era tan hermosa y suave
Cuanto lo amaba, lo amaba tanto, nunca pensó amar así a alguien que no fuera de su familia, solo era un pequeño que se robó su corazón con todas las cosas que hacía, pero él trazó una línea porque sabía que lo suyo jamás iba hacer y mucho menos ahora, fueron años en que su amor se fue alimentando. Todo ese tiempo y sentía que no era suficiente para él. Quería más, pero ya no se podía. Era injusto.
Quería disfrutar esos últimos momentos, los deseaba.
—Sasuke… Te quiero
La dulce voz de ese niño es su cabeza era como una melodía de un bello ángel y ya no lo iba a volver a escuchar nunca más salir de sus labios.
Y de sus ojos empezaron a brotar lágrimas, ese llanto que había estado amenazando con salir varias veces desde que recibió la noticia
—Sasuke… él ya no despertara… ya no está aquí —le había dicho su madre en la mañana antes de verlo salir de casa para ir a visitarlo al hospital. —lo lamento
Su corazón dolía, mucho, más de lo alguna vez dolió. Y por más que apretara para callar el dolor, este no paraba de palpitar doloroso.
—Naruto… vuelve…
—Sasuke-kun mira ahí… mira las olas —le dijo una vez que fueron a pasear por la playa
Y Fijo su mirada sobre las olas, y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, ya jamás lo volvería a ver. Esa tarde se había despedido de Naruto para siempre, no solo él, todo el mundo. El pequeño rubio privó del mundo de seguir viéndolo. Y él haría lo mismo.
Se levantó, secó sus lágrimas y con un andar lento camino hacia el mar, conforme se acercaba más recuerdos de Naruto se venían a su mente, un collage de recuerdos.
Sus pies se mojaron y mientras más caminaba, más se mojaba. No se detendría, no lo haría. ¿Para qué quedarse?, su vida se había ido junto con Naruto.
Antes de sumergirse por completo miro el cielo lleno de estrellas y le dedico una linda sonrisa a su bello angelito.
—Te amo tanto… espero verte pronto Naruto.
Tanto amor y tan poco tiempo*
...FIN...