Acababa de abordar el tren, su viaje seria de 50 minutos aproximadamente, así que iba a tratar de sentarse, pero al darse cuenta que una mujer embarazada venía detrás suyo dejo que ella tomara el asiento, aquella señora miro de manera agradecida sus ojos azules, el solo dio una leve reverencia, busco rápidamente un lugar donde acomodarse, después de todo el viaje era largo.
El tren se llenó, no al tope pero si ya estaba lleno, comenzó su andar 2 paraderos después estaba totalmente lleno, ahí nadie más cabía, pero debido a que Kuroko se había acomodado en un buen lugar sentía los empujones, pero no iba tan incomodado. Levanto su vista a un lado, ahí pudo divisar a algunos estudiantes de la preparatoria y debido al uniforme que portaban eran del instituto Seirin, el cuándo se graduara de Teiko quería ir a esa escuela.
De pronto un brusco movimiento lo hizo salirse de sus pensamientos, tuvo que guardar su libro y sostenerse bien del pasamanos porque casi caía, fue raro pero él lo tomo como un movimiento causado por el tren, frente a él estaban las ventanas y a su lado derecho un plástico que llegaba hasta sus hombros de contención para que los pasajeros que iban ahí sentados no pasaran, la zona en la que él iba no había asientos.
Hasta que comenzó a hacerse molesto, ahora no solo eran movimientos sino que también comenzó a sentir un asqueroso bulto entre su espalda y sus nalgas, levanto la vista para ver de quien se trataba en el reflejo de los cristales de la ventana y era un jodido viejo, de aproximadamente 45 oh 50 años, quien le miraba lascivamente y no parecía querer quitarse de ahí, Kuroko trato de girar oh quitarse de ahí pero le era imposible, el tren iba a tope y a pesar de estar lleno de gente parecía que nadie se daba cuenta, la mayoría de las personas traían audífonos, y las que no venían leyendo, jugando con sus celulares oh dormidos, no había forma de llamar la atención.
Hasta que volteo a su lado izquierdo, ahí, con el ceño fruncido estaba un pelirrojo con el uniforme de seirin, su pelo era raro porque de arriba era rojo y termina en negro de las puntas, y sus cejas un tanto graciosas ya que estaban partidas, pero cuando apenas se olvidaba del asunto, volvió a sentir como le restregaban esa cosa asquerosa en su parte posterior.
Kuroko miro de forma suplicante a aquel pelirrojo, tratando de transmitirle con la mirada lo que estaba sucediendo, el pelirrojo pareció captar ya que le miraba y luego volteaba hacia afuera, a pesar de que no se veía nada parecía como si la otra persona estuviera esperando algo cosa que Kuroko no entendía que era, oh simplemente se estaría haciendo el tonto para no ayudarlo es decir ¿Por qué lo ayudaría si ni siquiera le conocía?
Entonces el tren dio una vuelta, no muy fuerte pero si merecedora que todos los pasajeros se sostuvieran más fuerte, sintió un empujón nuevamente a lo que prefirió cerrar fuertemente sus ojos, pero…
-Oye idiota ¿Qué te pasa?
-Lo siento, solo no me sostuve bien…
Kuroko abrió sus ojos y miro por el reflejo de la ventana, aquel pelirrojo ahora estaba detrás de el, dejándolo fuera de alcance de aquel viejo pervertido.
-¡Ahora vuelve a tu lugar!
-Es igual ¿No? –La gente comenzaba a verles de mala manera –Solo acomódate en otro lugar y ya está ¿Oh quieres iniciar un problema con un estudiante?
El viejo le miro enojado, luego se dio la vuelta y se agarró de otro lado.
-¿Estas bien?
-Sí, te agradezco, no sabía que hacer ahora.
-¿De qué instituto vienes?
-Teiko
-¿Teiko? En verdad eres un niño
-Tengo 14
-Eso lo hace peor, no debes dejar que ningún maldito viejo te acose asi.
Kuroko le dio una pequeña risa, estaba siendo regañado de una forma maternal.
-Mi nombre es Kuroko Tetsuya, gracias por ayudarme
-Si… El mío es Kagami Taiga, ¡Ten más cuidado a partir de ahora!
-Lo tendré.
-¿Dónde vas a bajarte?
-Hasta la última estación
-Aún falta aproximadamente 30 minutos para eso… -Kagami miro hacia atrás –Y este viejo por lo menos ya se alejó, bueno, solo nos bajamos a una estación de diferencia, podre ir cuidándote la espalda por buen tiempo aun.
Kagami le sonrió tan ampliamente que Kuroko no pudo evitar el regresarle amablemente la sonrisa.
El tren se paró en otra estación y a pesar de que nadie más cabía ahí gente intento entrar como pudo y era normal, ya era noche y ahora todos querían regresar a casa, Kagami por más que trato de guardar su distancia con Kuroko no pudo a lo que pego totalmente su cuerpo a él.
-Lo siento, yo…
-Está bien –Kuroko ahora estaba totalmente pegado a las ventanas, quedo esquinado, entre el plástico de contención y las ventanas –Ya no creo poder recorrerme más.
-¿Y cómo piensas hacerlo más? ¿Piensas desaparecer?
Pero Kuroko ya no respondió, se quedó con la mirada agachada, el tren estaba dando movimientos bruscos y hacia que Kagami se moviera detrás suyo, pero debido a lo apretado del lugar no tenia de dónde agarrarse, así que lo primero y más fácil que encontró fue el mismo cuerpo de Kuroko tomándolo de la cintura.
Kagami trato de separar su cadera del menor, pero le era imposible, es decir Podía hacer movimiento de caderas, pero no se podía separar ¿Qué jodida lógica era esa? Kuroko ladeo un poco su cabeza para alcanzar a decirle.
-Está bien, sé que es imposible que te muevas.
Aquí la cosa no era si se movía oh no, el problema era que tenía ahora una erección. Y por lo que pudo ver, Kuroko ya lo había notado.
-O…oye, no pienses que… -Kagami se encorvo para tratar de verlo a los ojos, pero en su lugar, su mirada dio más abajo.
-Está bien, es… algo normal de cuerpo…
Kagami abrió sus ojos grande, incluso ese chiquillo de secundaria ahora tenía una erección.
Pero por más que quería guardar compostura no podía y encima el tren no cooperaba mucho, ahora que su miembro estaba totalmente erecto no podía pensar del todo bien, lo que mayoritariamente rodaba su mente era “Es algo normal del cuerpo” entonces Kuroko estaba de acuerdo.
De una forma inconsciente pego sus caderas a las nalgas de Kuroko, comenzando a rosar su miembro en estas, a pesar del movimiento nadie podía notarlo, parecía natural debido a los movimientos del tren, además que ambos llevaban sus mochilas del lado izquierdo y estaba el plástico de contención del otro lado, nadie podía ver nada, y quienes iban detrás de él eran varias chicas con audífonos puestos.
Kuroko agacho aún más su cabeza, eso no era asqueroso como con el viejo, era distinto, de alguna forma era muy distinto eh incluso el mismo ya estaba excitado, pero ¿Por qué? Él era un hombre y la persona que estaba detrás de el también, además ¿Qué edad tenia Kagami Taiga? ¿15? ¿16? No aparentaba ser poco más grande que él.
Kagami bajo a su oreja, mordía primero un poco a lo que Kuroko soltó un leve gemido.
-¿Vas a perdonarme por lo que pase? –Le dijo Kagami en un susurro
Kuroko asintió con la cabeza, estaba temblando y muy nervioso nunca había hecho nada de eso ni siquiera con una mujer, nunca nadie lo había tocado y mucho menos de esa manera, la manera en la que un hombre se supone no debe ser tocado pero de alguna forma estaba excitado… y le estaba gustando.
Kagami dejo una mano en su cadera y la otra bajo hasta su miembro comenzando a masajearlo, le masturbaba por encima de la ropa. Kuroko se encorvaba y movía un poco su cuerpo por el contacto, sintió como su bragueta fue bajada y el botón desabrochado, detrás de esto su miembro fue sacado, el volteo a los lados asegurándose que nadie más los viera, y así era, nadie parecía estarles poniendo atención, de pronto sintió como en su boca algo intentaba entrar, abrió levemente sus labios y en estos entraron 2 dedos, que se movían lentamente en su boca.
¿Qué debía de hacer? ¿Lamerlos? No tenía ni idea de porque esos dedos estaban en su boca, su miembro seguía siendo masturbado.
-Ensalívalos bien. –Susurro en su oído
Y así mismo la mano de Kagami fue soltándolo, bajando de a poco su pantalón hasta llegar a sus nalgas y separarlas, saco los dedos de su boca y los llevo hasta su entrada, haciendo entrar un dedo, Kuroko cerró fuerte su boca para no gemir. Kagami también le ayudo tapando su boca con su otra mano.
Entro primero un dedo, luego el segundo y después de unos minutos más el tercero, Kagami miraba las estaciones que faltaban, aún faltaba un tanto más, no había porque apresurarse y solo esperar a que el pequeño se acostumbrara, volteo a su alrededor para asegurarse que nadie los viera, al corroborar que así era, bajo la mano que tenía en la boca de Kuroko, volvió a acercarse a su oreja.
-Aprieta fuerte la boca, si sientes que vas a gritar jalas mi saco.
Kuroko volvió a asentir con la cabeza.
Sintió como en su entrada se posicionaba aquel pedazo de carne, no sabía de qué tamaño era, si era muy largo, oh grueso, oh todo lo contrario, pronto lo comprobaría.
Su cuerpo se fue hacia adelante al sentir la intromisión, para empezar había corroborado algo, era grueso. Pero ¿Y si alguien los veía? En primer lugar ¿Porque había aceptado hacer tal cosa en el tren? ¿Por qué lo estaban penetrando a el? Tantas preguntas se presentaban en su cabeza, con 14 años no abarcaba a entender tanto.
Poco a poco sentía como aquel pelirrojo iba metiéndose más en su cuerpo, las piernas le querían fallar pero aun así se mantuvo firme “Solo un poco más” Alcanzo a escuchar.
-Regulariza tu respiración con la mía, acompásala si es posible ¿Duele mucho?
-S…si –Logro decir casi en un susurro
-Tranquilo –Kagami dio un beso en su cabeza –Dejara de doler.
Kuroko comenzó a sentir como entraban y salían de su cuerpo lentamente, daba respiraciones marcadas tratando en verdad de acostumbrarse, seguía doliendo pero ciertamente su cuerpo comenzaba a acostumbrarse a aquella intromisión, además de que su miembro seguía palpitando.
Kagami tomo su miembro y comenzó a masturbarlo, volteaba repetidamente a los lados asegurándose que siguieran pasando desapercibidos, era en verdad increíble que nadie siguiera sin notar lo que pasaba ahí, comenzó a intensificar las embestidas, daba besos en la cabeza y mejillas del pequeño frente a él, ni siquiera el mismo se daba crédito a lo que se había atrevido a hacer ahí, pero no había marcha atrás, y no quería que la hubiera, se sentía en verdad bien, jamás había hecho algo como eso, ni con una mujer, su cuerpo temblaba frenéticamente, apretaba de una manera tan excitante, parecía que quemaba dentro.
Tomo sus caderas con más posesión y las embestidas comenzaron a ser más violentas, Kuroko por sí mismo tapo su boca, ya no podía aguantar más y se lo hizo saber jalando su saco, pero Kagami en lugar de ir más lento tomo su miembro y comenzó a masturbarlo frenético, hasta que finalmente sintió el cuerpo del menor contraerse y sintió aquel liquido caliente en sus manos.
Kuroko sentía que su cara ardería en cualquier momento, hizo una mueca de dolor al sentir como salían de su cuerpo, y luego algo caliente que escurría por su pierna, pero el mismo fue detenido por Kagami, sentía como lo limpiaba con cuidado y luego subía su ropa interior y pantalón al mismo tiempo acomodándolos adecuadamente. Nuevamente todo volvía a la normalidad, Kuroko sintió un poco de movimiento más tras de él, pero después de unos minutos sintió como Kagami lo abrazaba por la espalda. Y después de unos minutos el mismo el silencio se rompió.
-Kuroko, me bajare en la siguiente estación.
-Si… -Era la primera vez que le llamaba ya por su apellido y era raro.
Kuroko sintió un poco de desesperación ¿Qué pasaría ahora? Acababa de tener relaciones sexuales con un desconocido en un tren, había perdidos su castidad ahí, ¿Y ya? ¿Adiós? Le ardía su entrada.
-Volvámonos a ver pronto en el mismo tren ¿Si?
Kuroko vio como comenzaba a ver luz afuera, eso significaba que no tardarían en llegar a la siguiente estación, su corazón se comenzó a acelerar así que se dio la vuelta como pudo para ver a Kagami frente a frente después de tanto.
Kagami se impulsó hacia adelante como si el tren se hubiese movido bruscamente y beso a Kuroko de una forma rápida pero intensa, se separó tras sentir que el tren se iba deteniendo poco a poco. Le dio la mano a Kuroko, la apretó fuerte y luego le regalo una sonrisa.
-Es una promesa, me responsabilizare de mis actos.
La cara de Kuroko estaba totalmente roja. Como pudo pasó entre las personas que estaban detrás de él, la puerta Pito y Kuroko seguía sin salir de su estupefacción. Eso no se hacía en los trenes, y menos con gente desconocida. Kagami se perdió de vista.
Kuroko cerro sus puños y al hacerlo sintió que algo le pico, al abrirla había un trozo de papel, al abrirlo, había un numero apuntado ahí y abajo decía
“Envíame un mensaje sobre el estado de tu cuerpo, definitivamente me hare responsable”