La gran capa azul con suaves pinceladas blancas se adueñaba del horizonte. El sol se podía ver desde lo más alto, indicando aquel sería un buen día.
Como era costumbre, tomé del licuado verde que mi hermana mayor me había hecho, saboreando de los restos verdes impregnados en mis labios con la punta de la lengua, sin importar sí lo había limpiado por completo. Llevar un suave bigote verde ya era un sello distintivo en mí.
Apresurado corrí hasta la salida, despidiendome con un último grito y salir hasta la parada del camión con la mochila en un hombro.
Era el inicio escolar. Ver tan hermosa panorámica sólo me motivada a seguir. Usualmente no era un chico optimista pero, estaba seguro que este semestre iba a ser diferente.
-Lee SungMin. Estudiante de segundo año en la carrera de letras. Mejor conocido como Min, el único gay de la Universidad.
Aquel era Hyuk Jae,o mejor dicho, mi mejor amigo desde la secundaria. Habíamos compartido los años más alocados de nuestra vida, entre ellos el descubrimiento de nuestra sexualidad. A qué no adivinan quién no gozó del sexo oral.
-Te vez más delgado de lo normal. Tu novia sigue insistiendo en la dieta?
-Lo que haga o no haga con mi novia es asunto mío, Min.- Llevó la diestra por sus rubios cabellos, entrelazando de estos y despeinarlos consecutivamente. Era tan hermoso a la luz del sol. Sí, no era un secreto que Hyuk Jae me gustará. Me gustaba desde el primer momento que le vi pero, el maldito seguía insistiendo que aunque fuera gay jamás existiría lo nuestro.- Eres un espagueti con pies, de acuerdo?
Bufó y desvío la mirada.
-A todo esto. Ya sabes lo de KyuHyun?
-Cho KyuHyun? Debes estar bromeando. Sí lo publicaron mil veces, fue poco.
Cho KyuHyun era el chico más atractivo y caliente que alguna vez hubiese pisado la Universidad.
Con grandes músculos y ojos azabache que te penetraban al instante. Hijo de la familia más prestigiosa de la ciudad, sin duda sería el hombre más deseado.
-He escuchado por ahí que es gay. Quizá finalmente dejes lo nuestro y puedas ser el mismísimo novio del chico más encantador.
Negué de inmediato. Le guiñe un ojo y mostré mi sonrisa matadora.
-Sabes no podrás librarte de mi tan fácilmente. Mi pene fue testigo de tus húmedos, rosados y gruesos labios devorando del glande.
Escuché como se atragantaba con la saliva, moviéndose nervioso e intentando ocultar el ligero rubor en sus mejillas.
-Idiota, deja de hacer eso, vas a sacarme el corazón.-Relamí mis labios.- Quizá y sea eso lo que quiero hacer.
Finalmente el autobús llegó, iniciando así el primer día de clase de aquel período.
Al llegar a la Universidad no se encontraba más que lo comentado anteriormente con Hyuk Jae.
El instituto estaba atestado de todos los presentes, incluso se le podía ver a algunos maestros tratar de componer el orden.
Decidimos pasar de largo a tal escándalo, pasando de frente a el para poder llegar a la entrada.
Mis ojos engrandecieron al notar tan reluciente sonrisa, era más como la de un príncipe. Increíble y brillante dentadura. Castaños cabellos rebeldes caían por su frente, haciendo un maravilloso efecto al hacer contacto con su pálida piel.
Portaba ropa elegante, lo único que el hijo de los Cho tendría en su guardaropa. Sus muslos eran para morderlos. Se acomodaban perfectamente entre sus pantalones ajustados.
Una corriente subió desde la punta de mi entrepierna al sentir su mirada fija en mí. Mierda. Era capaz de tener el más grande orgasmo con sólo presenciar de dichos ojos redondos color azabache.
Mordi inconsciente de mi labio inferior, decidido a salir de dicha hipnosis, pero no esperaba ver una sonrisa que acabaría completamente conmigo.
-Era para mí? Sonreía hacia mí? Vamos, Lee SungMin. Cho KyuHyun jamás se fijaria en alguien como tú.-Me repetía incesantemente en mis pensamientos .-Al saber que eres gay él se alejará lo más pronto posible.
Convencido de ello seguí mi camino junto a Hyuk Jae, omitiendo todo lo ocurrido.