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Sr Psicólogo. por Sun16

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Notas del fanfic:

Holi ~

La verdad es que me debatía entre subir esto o no pero al final decidí subirlo.

Al ser un tema tan delicado, intenté que se transmitiera bien el mensaje.

Los personajes no me pertenecen. Son propiedad de Akira Toriyama.

Nos leemos más abajo ~

 

¡Muchas gracias por leer! :D

Notas del capitulo:

El suicidio y el ''cutting'' es algo serio. Algo que afecta a muchas personas en el mundo. Personas que mediante este medio se desahogan haciendose mucho daño tanto psicologico como físico.

No intento hacer sentir mal a nadie con este Fic. Solo muestro una de mis facetas y una realidad que me tocó vivir y que ocurre todo el tiempo.

Nos leemos ~

Se sentía realmente enfermo.

A pesar de su corta edad, Vegeta, era otra víctima más de Bullying.
Sin querer recordarlo, siempre lo hacía. Cada maldito día de su vida, recordaba cuando había comenzado su tortura. Aquel maldito día lo recordaba con mucha claridad…
Su vida era un infierno, su madre murió a sus 13 años. Su padre solo estaba de noche. Su hermano menor estaba en un internado… La única que acompañaba sus días era la soledad.

+ 06 Am. +

Otra tortura comenzaba. Sin ánimos de nada, se levantó de su cama, donde había llorado toda la noche.
Hizo lo que tenía que hacer, y bajo hacia abajo. Vio de reojo la cocina en donde su Padre, como todos los días, había dejado un plato lleno de comida, creyendo que su hijo como todos los días la comería.
Vegeta tomó con cierto asco la comida, fue hacia el baño, y la tiró al excusado. Luego volvió a dejar en su lugar al plato.

A decir verdad, se había vuelto muy cerrado y solitario con el tiempo. Desde hacía ya 4 años, que pasaba sus días completamente solo. Los días siempre eran los mismos, iba a la secundaria, lo molestaban hasta no poder más, y luego fingía estar bien frente a su padre. Misma rutina, Misma sonrisa.
Él casi no comía, la única comida de la cual no podía escapar, era de la cena. Ya que su padre estaba en casa solo en la noche. Siempre quería devolver la comida, lo cual solo preocupaba a su padre. Varias veces intentó, sin éxito, llevarlo al hospital.

Se cambió de ropa, con ese estúpido uniforme. Luego salió de su hogar con rumbo a la Secundaria Old.
Al llegar, en la entrada estaban aquellas personas las cuales siempre pisoteaban su autoestima. Tragó saliva, y a paso rápido, se dirigió hacia el interior. El grupo se percató de lo que intentaba hacer Vegeta, por lo que decidieron ir a ‘’saludarlo’’.

-¡Vegetita! ¿Ya no saludas? – Un joven peli azabache rio al verlo nervioso.
- … - El castaño solo guardo silencio. Pero automáticamente el mismo sujeto lo empujo haciéndolo caer al suelo. – Te estoy hablando, pedazo de basura. – Dicho esto sin temor de que alguien lo viese comenzó a patearlo siendo acompañado por sus amigos. - ¡Estás hecho un asco, Mírate! ¡Eres un palo de escoba! Y encima de eso eres horrible. – Vegeta no lloraría frente a esos engendros, pero no podía tolerar la situación. Sin darse cuenta un líquido caliente comenzó a escurrir por sus mejillas. - ¡Hay, que tierno! ¡La niña está llorando! ¿Deberíamos calmarla no creen? – Con un tono macabro tomó a Vegeta de su cabello y comenzó a arrastrarlo hacia una fuente cercana a ellos.
- ¡No! ¡No! ¡Detente! – Gritaba con desespero Vegeta mientras era llevado a la fuerza. Sintió como el agua fría se escurría por su rostro, sintiéndose más humillado que antes.
-¿Vieron? Ha dejado de llorar, de una vez. – Todos comenzaron a reír. Vegeta en un momento de descuido por parte de sus ‘’compañeros’’ salió corriendo en busca de un refugio.
Corrió hasta llegar al baño en donde se encerró en ese pequeño cubículo. El sonido del timbre lo relajo un momento. En ese lugar siguió llorando desesperadamente.

Con las manos temblorosas, fue a su bolsillo en busca de ese pequeño cortador que más de una vez lo llevaba consigo.

Lo tomó entre sus dedos, y sin lugar a la duda hizo un pequeño corte en su mano derecha. El área se iba tornando rojiza hasta que se empezaron a visualizar unas pequeñas acumulaciones de sangre.

No era suficiente para él. Necesitaba más de lo que él llamaba su ‘’droga’’ favorita.

Con mucho más valor que antes, tomo con fuerza ese cortador y lo presionó con odio y repulsión sobre la misma muñeca que antes. Esta vez la sangre no tardó en salir, y como si aún no fuese suficiente, siguió haciéndose cortes por todo el brazo.

Llegó un punto en el que comenzaba a ver borroso. Observó al suelo y notó el gran charco carmesí que lo rodeaba.
No se espantó no nada parecido. Más bien empezó a reír. Según su punto de vista, todo acabaría en silencio. Justo como había comenzado.

Cada vez todo se iba tornando más oscuro, hasta que la oscuridad lo consumió y su respiración fue haciéndose más lenta según pasaban los minutos.
Le dolía hacerle eso a su padre y hermano. Pero ninguno comprendería la razón de su auto-daño.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

[Un par de horas más tarde…]

El aroma a medicamentos y limpieza lo hizo volver a la realidad.
Oía un ligero pitido cerca de sí. Algo que lo desconcertó.

¿Qué? ¿Qué diablos hacía ahí? ¿Qué diablos hacía vivo? ¿Dónde estaba? ¿Porqué…?

-Vegeta… - Un tono de voz apagado y melancólico lo sacó de sus pensamientos. Esa voz… ¡No! ¡Todo menos él!
-¿Papá…? – El nombrado se acercó a su hijo y lo abrazó tan fuerte que Vegeta sintió que sus costillas se quebrarían. -¿Porqué…? ¿Por qué me hiciste esto? – Cada vez su voz se iba apagando más y más. Por un momento creyó que su padre lloraría.
- … - No podía contestar a esa pregunta. Se sentía tan avergonzado y tan culpable.
- Vegeta sabes que te amo… ¿Acaso no es suficiente? – Sintió como algunas lágrimas caían sobre aquella bata de hospital blanca. Sin poder reprimir más las lágrimas, él también comenzó a llorar.
- Papá yo… - Su padre se separó de él y depositó un beso en su frente.
- ¿Vegeta quieres contarme que ocurre? – El menor negó lentamente. Por más que quisiera no podía hablar sobre… Todo…
- Entiendo. No sabes cómo me preocupé al recibir la llamada. La voz de tu profesora era muy desesperada. Me dijo que te habían encontrado en el baño cubierto de sangre y lleno de cortes… Estuve al borde del infarto… - El ambiente era tenso, pero ni así dejaba de ser triste.
- Lo siento… - Susurró el pequeño mientras las lágrimas volvían a descender de su rostro.
- Lo importante es que estás bien… - Su padre sonrió mientras volvía a abrazar a su hijo. – Vegeta, esto no puede quedar así. Por más que no desees hablar de esto ahora, tendremos que charlarlo. Y con respecto a eso… Creo que necesitas ayuda profesional. – Vegeta se tensó en ese instante. ¿Un psicólogo? ¿Qué demonios haría en él un psicólogo? ¿Robarle su dinero y darle falsas esperanzas? – Papá, por favor no… - R.Vegeta volvió a levantarse.
- Debes descansar, pequeño… No tengo otra opción que llevarte a un Psicólogo… - Pronunció el mayor mientras abandonaba la habitación, sin dejar su triste expresión...

Notas finales:

Espero que les haya gustado este primer capítulo.
Creo que esta semana estaré ''off'' ya que tengo que ''actualizar'' la Net ( del gobierno ¬¬'' ) pero si puedo actualizar algo antes del viernes lo haré.

Espero que estén bien y disfruten de la vida.

Por qué de un soplo podemos dejar de existir.

Sayonara ~


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