Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Save My Blind Soul por amberchan

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ayer no actualice porque estaba en casa de mi papá jeje y pues tengo el cap escrito en el ordenador :3

ya estoy escribiendo la historia de Ramon asi que es un poco triste T.T yaa veran por qué se los digo.

en este capitulo es practicamente lo que dice el titulo jeje asi que es de reflexccion sobre lo que ha pasado en los capitulos anteriores juejuejue

ok ok ok ya las dejo leer TuT

-----Yong Guk-----

De nuevo ese estúpido tono de celular me aturde. Con un esfuerzo sobrehumano me digno a contestar

-¿Quién es?...- respondí de mala gana.

-¡Bang, idiota! ¿Por qué no respondías?-  la irritante voz de Himchan hiso que me moviera precipitadamente, recorriéndome un agudo dolor en todo el cuerpo, en especial la espalda.

-maldición….aahh…- dejé escapar quejidos

-¿Dónde estás?... ¡¿qué tienes?!-  la primera pregunta me hiso recordar todo lo que había sucedido y con los nervios a flor de piel comencé a ver en todas direcciones.

-mierda…creo que…creo que estoy en mi auto…ahh duele tanto...- algo cálido volvió a recorrerme en la espalda.

-¿qué te duele?... ¿dónde estás aparcado?...- seguía preguntando Himchan. Miré al exterior con más cuidado.

-no lo sé…veo árboles y…creo que estoy en mi casa….si…estoy afuera de mi casa… ¿Cómo diablos llegué aquí?...-poco a poco intentaba recordar lo último que vi, Pero él no me permitía tomarme mi tiempo.

-¿te drogaste?....-ya casi lo tenía todo, pero si respondía negativamente me seguirá cuestionando qué fue lo que paso entonces. Y si decía que sí, preguntará qué tipo de droga fue

-yo…yo creo que…. Tal vez lo hice…?-  no había decidido que responderle así que solo salió eso.

-¡Yong Guk! Dime en donde te duele ¿estás bien?...-ya lo tenía. Ahora ese dolor no era comparado con el odio que le tenía a G Dragon por atreverse a hacerme esto y fingir darme una oportunidad para tomar venganza.

-cállate, himchan…tranquilízate…- dije severamente, quería pensar claramente  pero no podía mientras era bombardeado con preguntas. Intenté relajarme pero un suspiro conocido se escuchó del otro lado. No, no era un suspiro, él estaba exhalando y no de la misma manera que lo hace cuando se relaja  -¿estas fumando?...-

-no me has respondido….- tomé mi nuca recordando las épocas cuando Himchan era adicto y no solo al cigarrillo. No, no dejare que vuelva a caer en eso.

-juraste que lo dejarías…- estaba molesto, todos lo habíamos estado ayudando para que dejara esos vicios.

-¡estúpido! ¡¿Qué  no te das cuenta que estas herido?! ¡Estoy preocupado por ti y no te importa! dejas que me quede así y aún te das el jodido derecho a reclamarme. ¡Ahora mueve tu maldito trasero dentro de tu casa y pide ayuda o yo mismo iré por ti y aré peor tu dolor! ¿Entendiste?-me gritó lo que me hiso enfadar aún más por todo lo que estaba pasando, estaba saliéndose de mis manos y estaba a punto de explotar.

-ahh diablos…estas estresándome Himchan, no estoy de humor para tus reproches, para tu información ¡me duele todo el cuerpo! Incluyendo mi maldito trasero, pediré ayuda cuando se me dé la gana así que déjame en paz- le grite de la misma manera, todo fue por la culpa de mi “Líder” que deseaba matar más que a nadie. Azoté mi celular en cualquier parte del auto y seguramente se apagó. Abrí la puerta maldiciendo el nombre de G Dragon. Apenas podía caminar por el dolor que me hacían agonizar en más de una ocasión. Azote la puerta de mi auto lo que hiso que casi agotara las pocas energías que tenía.

Entré intentando hacer el menos ruido posible. No sabía que hacer o hacia donde dirigirme pero por suerte o desgracia alguien me llamo.

-¿s-señor Bang?...- seguramente se trataba de algún mozo o que se yo, pero me sentía aliviado ya que él podría ayudarme.

-necesito de su ayuda- dije con una voz apenas audible. Ya casi no podía mantenerme en pie por el dolor así que termine cayendo de rodillas, él intento tomarme pero solo empeoro las cosas -¡no me toque!...lo siento pero me duele todo…-

-tranquilo, llamaré a un doctor- me interrumpió –intente relajarse- se levantó viéndose nervioso.

-no le diga nada a mis padres, en lo que usted respecta… dígales que fui a Seúl unos días…- asintió y fue con cierto sigilo a no sé dónde para traer ayuda. ¿Qué pensaba hacer? Tal vez esconderme hasta que mis heridas sanen o escapar simplemente de los crucificados…pero…Zelo…no quería dejarlo a él, simplemente no podría.-oohh ¿qué debo hacer?...- dije en voz baja para mí mismo. En unos minutos regreso con otras señoritas más.

-ellas tienen un poco de experiencia en enfermería, lo atenderán hasta que llegue el doctor- asentí mientras ellas intentaban ayudarme a levantar.

-por favor, hagan el menos ruido posible- le pedí a la par de intentar subir las escaleras.

Después de unos tortuosos minutos logramos llegar a mi habitación. Encendieron la luz y me acomodaron en mi cama recargándome en un costado pues me era imposible recostarme de espaldas sin agonizar.

Con sumo cuidado me quitaron la chaqueta, dejándome con la camisa de vestir. Dejaron escapar una exclamación de asombro.

-¿Qué?... ¿qué ocurre?...- les pregunte nervioso, pero recordando la flagelación respondió todo.

-pero…. ¿qué le ha ocurrido? Señor Bang….- dijo una de ellas con una fina voz.

-eso no importa ahora- intenté ser cortante.

-su camisa esta…y su espalda…oh dios..- seguían impactadas.

-¿podrían darse prisa? Me duele bastante- dije intentando hacerlas reaccionar, lo cual logre. Tomaron tijeras y cortaron mi camisa, o lo que quedaba de ella pues esta también estaba toda rota por las dichosas navajas.

-pero…si…sus heridas ya están cosidas…- me extrañé demasiado.

-¿en verdad?...- dije anonado, pero debía ser cierto, recuerdo haber escuchado a GD mandar a curarme, pero no pensé que en verdad lo hicieran.

-si… solamente debemos lavarlo bien y…también está lleno de moretones…-

-eso ya sanara solo, lo que me preocupa son las suturas. ¿Están bien echas?-

-si… incluso parece haberlo atendido un buen doctor por el material y la forma de la sutura…- con eso al menos estaba satisfecho. En ese mismo momento entró el doctor junto con el mozo

Como lo habían dicho, me lavaron con no sé qué cosas además de alcohol, me vendaron y me dio unos frascos para el dolor y prevenir ciertas infecciones. Todo pasó tan lento y fue peor que la vez en la que estuve en el hospital.

Terminaron y se marcharon, los trabajadores de casa con una preocupación notoria por las cosas que me estaban pasando. Me recordaron a Himchan, tal vez si fui un poco duro con él, le grite y él solo se preocupaba por mí. Debería llamarle y pedirle perdón…pero mi celular se quedó en el auto y no recuerdo su número para llamarlo desde casa. Sólo espero que este bien.

 

-----al amanecer-----

Desperté por unos golpecitos delicados y tímidos en mi puerta.  -¿sí?...- dije carraspeando la garganta, intentando no moverme mucho y notando que estaba en la misma posición con la que dormí.

-s-señor Bang…tiene un…una visita…- fruncí el entrecejo, ¿de quién se tratara?

-dígale que…estoy indispuesto ahora, si insiste comente que estoy enfermo. Pero si aun así quiere verme déjelo pasar- poniendo eso, notaría si se trataba de una visita urgente y si no es así, se marchará con las primeras opciones.

Afirmo y escuche como se marchó. Froté mis ojos pero aún con ese simple movimiento me dolía todo el tronco, era muy difícil moverme, me sorprende que haya llegado en una pieza hasta mi habitación.

Suspire intentando relajarme e ignorar al menos el dolor de la espalda que me traía vuelto loco. De nuevo pasos en frente de mi habitación se hicieron escuchar.

-señor Bang….-tocó mi puerta

-¿Qué ha sucedido?- pregunte, pero note que no estaba solo.

-no te hagas más el tonto y déjame pasar- esa voz jodidamente conocida me hiso tener un escalofrió por lo molesto que sonaba.

-s-si…pasa…- dije nervioso, sabía que vendría tal vez un sermón.

Vi cómo se abría la puerta lentamente. Himchan se adentró ante la mirada atónita del mozo, supongo por cómo me llamo. Él agradeció e hiso una reverencia y se marchó, cerró la puerta para darnos privacidad. Se acercó tomando la silla giratoria de mi escritorio y se sentó frente a mí. Gracias a mis golpes solo podía mover mi cabeza. Nos miramos mutuamente por unos largos minutos, tal vez segundos. yo jugueteaba con mis manos bajo las sabanas y note que eso tranquilizaba de cierta manera a Himchan… ¿por qué?.

-Yong Guk…yo…no sé qué te paso…tienes que decirme que es lo que está sucediendo…- dijo con un tono de voz grave, nunca había escuchado ese tono en él, tan melancólico y profundo me erizó la piel.

-Himchan, no debes…-

-no digas eso…- me interrumpió tranquilamente –no digas que no debo preocuparme, porque ambos sabemos que sí debo hacerlo- baje la mirada –es hora de que digas en qué cosas te has metido- no sabía si debía decirle en ese momento, en todo caso terminaría enterándose.

-yo…tome decisiones incorrectas que parecían ser un buen camino y mientras estaba en él…yo… me  sentí tan vivo- hice una pausa por la punzada de dolor en la espalda, los medicamentos estaban dejando de hacer efecto y debía tomarlos.

-¿te duele?- pregunto preocupado pero aún sereno. Asentí con la cabeza.

-mi medicina…debo tomarla- intenté incorporarme pero me fue imposible, así que Himchan me ayudó. Había dormido sin camisa pero gracias a las vendas taparon mis heridas graves.

-¿es esta?- pregunto tomando un frasco que se encontraba cerca junto con un vaso de agua. Volví a asentir con la cabeza y después de tomarla él miraba mi cuerpo. –dime quien te hiso eso…acaso fue… ¿G Dragon?-abriendo los ojos de par en par mire a Himchan.

-¿co-como…lo supiste?- pregunte sorprendido por su conocimiento.

-cuando azotaste el celular no se cortó la llamada…lo escuche, Bang. Habías dicho que te torturo y que deseabas…matarlo…tú…estabas a punto de matarlo y te enfureciste porque eran balas falsas- su voz se quebró y sus ojos se tornaron vidriosos, mas sin embargo no perdió su firmeza y yo… no sabía que decirle. Por donde comenzar puesto que parecía querer una explicación de eso.

-¿Quién más sabe de él?- pregunte recordando que ese sobrenombre parecía ser algo bien guardado puesto que después de cierto tiempo me enteré de él.

-solo yo sé sobre ese tipo…- limpio sus lágrimas, me sentía egoísta por preocuparme más por proteger a los crucificados y sus secretos que por mi propio amigo, pero ellos podrían estar tal vez en riesgo.

-¿Quién más sabe que estoy herido y… que estas aquí?- pregunte recostándome nuevamente pero con la cabeza más elevada por una almohada adicional.

-JongUp…él…estaba conmigo cuando te llame. Bueno, después de llamarte. Él no escucho nada de nuestra conversación, solo le dije que vendría a visitarte  le pedí que no se lo comentase a los demás- suspire de alivio –pero dime… ¿Quién es G Dragon y por qué te hiso esto?-sonó demandante y ya era buena hora de sacarlo de dudas.

-Veras… cuando conocí a Gyeom y a los demás me hablaron sobre pandillas y ellos pertenecen a una-  espere ver alguna reacción, pero raramente parecía haberlo esperado, intentando ignorar esto continúe con mi narración –se llaman los “Crucificados” y me volví parte de ellos. Hubo una pelea, un coliseo y fue el mismo día que los visitamos, me llamaron para pelear con otro novato y…era una pelea en la que solo uno podía sobrevivir…- un nudo se formó en mi garganta, el remordimiento de haber asesinado a alguien me hacía sentir descompuesto por dentro. Ahora Himchan sí  que dejo escapar una  expresión de horror.

Se levantó del asiento dando vueltas por la habitación.

-Yong Guk…dime que estás jugando…- dijo con un hilo de voz realmente angustiado, negué con la cabeza  -no me jodas…- dijo sin parar de dar vueltas, parecía que explotaría en cualquier momento.

-por  eso no quería decírtelo, sabía cómo te pondrías- me miro con algo extraño en sus ojos, estaba más que molesto y eso hasta un ciego podría notarlo.

-tu…estas tirado en una cama sintiendo lastima por ti mismo… mientras ese tipo esta…muerto- apretó los puños haciendo que sus nudillos se tornaran blancos, apretando la mandíbula parecía contenerse.

-¡¿crees que yo quería matarlo?!- le grite colapsando y sintiéndome la peor escoria de este mundo, lo peor  es que…al recordar ese momento…. Sé que en ese instante no sentí lastima por él…yo…me sentí tan extraño como si…como si hubiera sentido placer al hacerlo. Al ganar mi primera pelea y el reconocimiento que obtuve después.

- Bang Yong Guk. Debes de regresar a Seúl y dejar todo esto atrás antes de que la policía sepa que tú mataste a alguien, pueden condenarte a cadena perpetua…- se tomó el pelo con nerviosismo. No pude contener una risa, una risa desquiciada.

-no puedo…- seguía diciendo sin para de reír – si me voy, ellos me mataran…- continuaba riendo, me sentía enfermo y él podía notarlo también por indiscretas lagrimas que mojaban mi rostro.

-¿dejaras que tus padres te vean así?- deje de reír pero seguía sonriendo mirando el techo y negando como un idiota –quédate en mi casa, hasta que tus heridas sanen un poco y  puedas moverte mejor-  lo mire seriamente y asentí.

-¿no te molesta?-

-eso es lo de menos. Aún hay mucho que debes decirnos, o eso supongo yo-

-¿decirles?...-

-sí, no debo ser el único que puede saberlo, los demás  también tienen derecho-  parpadee un par de veces intentando analizar las cosas.

-por ahora no sé si sea conveniente, tú ya sabes demasiado, Himchan, y estás consciente de ello- suspiro, sentándose nuevamente frente a mí.

-¿y tú qué es lo que sugieres?-

-pongámoslo así, yo te cuento todo, absolutamente todo. Luego lo veras desde mi perspectiva y decidiremos juntos si es conveniente o no contarles a los demás- me miro pensativo. Se acomodó el cabello y asintió con la cabeza.

-será mejor que nos vallamos de una vez. ¿Ya hiso efecto la medicina?- pregunto buscando algunas prendas que usaría en mi estadía con él.

-un poco… no es necesario que lo hagas tú. En unos minutos podré hacerlo yo mismo- le dije pero fue en vano, ya estaba empacando un par de cambios de ropa.

Al pasar aproximadamente media hora ya nos encontrábamos dentro de mi auto rumbo a Seúl. En todo el camino yo sufría cada bache, aceleración y desaceleración puesto que mi espalda chocaba con el respaldo, la medicina era un tanto fuerte, pero las heridas eran recientes y profundas. Estaba muy adolorido y Himchan parecía disfrutarlo de cierta manera, tal vez era el karma que estaba arreglando cuentas.

Cuando llegamos yo tenía un par de lágrimas en mi rostro. Salí con su ayuda y me llevó hasta una habitación de huésped en donde metió mis cosas.

-es hora de que hables- me dijo colocándose exactamente igual a como estábamos en mi habitación.

-¿te sientes listo para saberlo todo?- me miro con interés de proseguir, pero era evidente también lo nervioso que se encontraba.

Comencé a relatarle, desde unas reglas de los encadenados y crucificados hasta la identidad y grupo al  que pertenecía Zelo, omitiendo únicamente la historia de mi líder y compañeros que veía como amigos, pero debían ser mis “hermanos”.

-…estas metido en un buen lio…-dijo Himchan tocando su cuello con presión.

-por favor, no te pongas así. Es mi problema y me encuentro más tranquilo que tú por ahora- me miro con enfado.

-¡es por tu maldito medicamento!-lo miré extrañado, pero ahora que lo pensaba bien, era cierto, me sentía más torpe y somnoliento.

-eso significa… que…-

-cuando dejes de tomar esta porquería y sanes ya te sentirás atrapado- sonrió con burla, viendo nuevamente el frasco –dice que en efectos secundarios tal vez duermas más de lo normal…estarás mareado…con posibles vómitos…bah~ cosas sin mucha importancia- volvió a dejarlas en su lugar, viéndome nuevamente –tienes que arreglar esto, Bang. Pero por cómo es G Dragon… si fue capaz de torturarte a pesar de que casi aceptas, será capaz de acecinarte si te niegas- se dejó caer a lado de mí.

-¿crees que puede haber alguna salida?- le pregunté esperanzado.

-no lo sé… tengo que pensarlo un momento…por cierto ¿sabes por qué Zelo puede mantener ocultos sus tatuajes?- me pregunto.

-no, realmente me gustaría saberlo también- suspiré. –Incluso el día que visité a Bom, vi a un encadenado y se dirigió a la habitación de Zelo…- Himchan me miró rápidamente, asustado.

-¡¿por qué no lo dijiste antes?!- me preguntó exaltado. Me asuste por unos momentos.

-¿por qué?... ¿qué sucede?- se levantó mirándome con asombro.

-¡pero que menso eres! Dime ¿te vio?...- me quede pensativo -¡¿te vio?!-

-yo creo que….creo que no… - estaba entrando en cuenta del terrible error que había dejado pasar.

-si dices que ya te has vuelto un tanto famoso por el dichoso coliseo, entonces él pudo haberte identificado…tal vez por eso G Dragon te torturo…pero... Si fue un castigo…no tendría sentido. Si te castigan obviamente debes de saber que hiciste mal y te lo echarían en cara. Sin embargo, él andaba de curioso solamente…- el timbre de la casa de Himchan interrumpió nuestra charla. Fue casi corriendo por lo urgentemente que sonaba el toquido.

-¡himchan! Amor. Te extrañe tanto ¿Cómo estás? ¿Está bien Yong Guk?...ahh Himchan, te amo tanto y deseaba verte pronto- me quedé paralizado por unos segundos…esa voz.

-sshh… él está aquí…-alcancé a escuchar sus susurros de Himchan. Lo demás no logre distinguir ya que hablaron más bajo.

Un par de minutos después vi entrando por la puerta a nada más y nada menos que Jong Up.

-Bang…- dijo asustado por mi apariencia, yo tenía la misma expresión que él pero por diferente motivo.

-ustedes dos…son…Son…- Himchan tomó de los Hombros a JongUp quien se veía más preocupado por mí estado que por su secreto descubierto.

-deja de perturbar al niño. ¿Qué no vez que está preocupado por ti?- dijo dándole un beso en la mejilla. JongUp no cambiaba su expresión.

-estas…herido…-decía aún sin cambiar de estado

-tu…estas…con Himchan…-

-Jong uppie, llegas en un mal momento, pequeño. Tal vez deberías irte y yo me encargo de esto- Up volteo a ver a Himchan y luego abrió más sus ojos.

-él…nos descubrió…- su rostro empalideció por unos momentos. –pero… ¿estás bien?...¿quién te hiso eso?...- parecía no saber que pensar o por qué preocuparse. Comenzó a hiperventilarse.

-siéntate un momento…- le sugerí haciendo un movimiento con el brazo, pero por desgracia llevaba una camisa sin mangas y eso dejó ver varios horribles moretones.

-¡tú brazo!- se alarmó más.

-¡cariño! Cálmate. Respira hondo- intentaba abanicarlo Himchan y JongUp por fin se calmó. –toma esto- le dio una de mis pastillas.

-¡himchan! ¿Qué haces? Esa cosa es muy fuerte- le dije intentando detenerlo. El menor nos vio a ambos con duda sin saber a quién obedecer.

-tómalo, es un tacaño que no quiere compartir sus relajantes- relamió sus labios indeciso, pero en cierta manera estaba de acuerdo con que los tomara aunque eran más una especie de sedantes, se había puesto tan nervioso por mi culpa. Me vio una vez más y yo asentí tenuemente con la cabeza, no dudo mucho más y las tomó. –así está bien. Ahora, ve a la sala y prepárate un té. Yo te avisare cuando puedas entrar- suspiro  asintiendo con la cabeza mientras salía de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

-¿estará bien?- le pregunte.

-sí. Le di dos así que tal vez serán suficientes para noquearlo…- me asombre, yo solo había tomado una y era suficiente para calmar un poco mi dolor y marearme al punto de querer dormir todo el día. Mire desaprobando la conducta de Himchan, pero había problemas más serios.

-escucha, Bang. No tengo aún bien entendido del por qué aceptaste entrar. ¡Es tan absurdo! Es como si alguien te hubiese preguntado “oye ¿quieres arriesgar tu vida por nada, volverte adicto a las drogas y meterte en buenos líos? ¡Vamos! Solo tienes que aceptar”- me decía Himchan con un tonto tono de voz.

-no es necesario que lo pongas de esa manera…no vi eso en un principio y…-

-¡¿Qué no lo viste?! No me jodas ¡¿Qué acaso no recuerdas que tan solo formar parte de una pandilla puede arriesgar tu salud?!- me interrumpió Himchan alzando la voz. Lo mire intentando parecer intimidante, funciono más de lo que pensaba  puesto que si Himchan fuera un perro se encontraría con la cola entre las patas.

-no me interrumpas. Y no hables tan fuerte, aún con la puerta cerrada JongUp puede escucharte-  chasqueo la boca y se recargó en el umbral de la puerta, me miró como si me incitara a seguir hablando –me habían comentado que en cuanto yo quisiese podría salir, sin compromiso alguno más que si quería ser un encadenado temporal, tendría que hacer algunos trabajos para contar con su protección- se mordió el labio antes de comentar.

-entonces… el día del coliseo… ¿tú pudiste haberte negado a entrar?- moví mi cabeza verticalmente. Himchan en cambio negó –no lo puedo creer- exhaló -¿¡y por qué no lo hiciste?!- preguntó con ira contenida.

-primero cálmate… no sirve de nada que sigas así, solo te provocaras un dolor de cabeza y más estrés del necesario.-dudé un momento en ofrecerle también de ese medicamento, pero sería abusar y tal vez podría enviciarse, él es muy delicado en esos temas.

-no es necesario que me lo pidas, suficiente tengo con lo de ayer- se sobó las sienes –mejor continua y dime ¿por qué aceptaste si te dieron la oportunidad de elegir?- baje la mirada, tampoco entendía muy bien por qué  había aceptado.

-yo…yo solo….me sentí más….más…-¿más qué? ¿Más vivo?

-¿¡qué?!- se desesperó.

-solo me sentí mejor, como si por fin encajara en un sitio, algo en mi me lo hiso sentir muy en el fondo… pero no lo tome tan en cuenta hasta ahora- me estremecí por mis propias palabras que ahora veía con más claridad.

-¿entonces nunca te has sentido a gusto tanto en Mokpo como en Seúl?- La voz quebrada de Himchan me hiso querer tragar mis propias palabras.

-no quise decir eso… pero podría decirse que es como una personalidad oculta…tal vez la que G Dragon quería ver…- carraspeo Himchan.

-todos tenemos una personalidad así-  dijo –solo ciertos eventos en la vida de cada uno nos hacen sacar esa parte, haciendo casi  literal lo que dicen de “te falta un tornillo” como si se tratara de algo que se rompe y nos deja salir esa personalidad. Pero al parecer tú puedes controlarla…puede que necesites un psiquiatra- me asombré por lo último.

-¡claro que no! Estoy cuerdo totalmente, si necesitara algo sería un psicólogo tal vez, pero, como dices, lo controlo así que no será necesario- intentaba justificarme.

-pero si no encontramos algo que pueda salvar tu trasero tendrás que sacar esa parte posiblemente más de una vez al día. Quizá hasta te vuelvas su guarda espaldas y personal o solo un sirviente más…-caminaba de un lado a otro de la habitación.

-hay que dejar de lado las especulaciones de lo que podría y no pasar si no encontramos salida-  mis palabras hicieron que volviera a sentarse.

-de acuerdo, he pensado un poco acerca de Zelo. Tal vez…-

-¿qué?- dijes después de un rato de silencio. Se recargo en el respaldo.

-ahh pensé que llegaría pero no tengo nada…- lo mire entrecerrando los ojos –dime, las veces que has estado con él ¿qué ha sido lo más raro que has visto?- medite un poco, recordando la primera vez que hablamos formalmente.

-bueno, cuando me lo presentaron él recibió una llamada extraña…-

-¿y qué decía?-

-…decía acerca de algo sobre pagar no sé qué…pero se justificó diciendo que compro algo por internet…-parecía querer darme un golpe.

-en verdad tienes que detenerte a pensar de vez en cuando.-mientras me regañaba yo armaba el rompecabezas pero al parecer más lentamente que himchan  -tal vez está pagando una especie de cuota…- asentí con la cabeza.

-¡exacto! Pero ¿cómo pudo convencerlos? Hasta donde yo sé las reglas de los encadenados son más estrictas que de los crucificados.-

-pero es cierto, hasta donde sabes. ¿Qué tal si los encadenados guardan más secretos, secretos que tu aun no sabes? Todo grupo tiene sus ventajas y desventajas… lo único que hay que investigar es ¿Cuáles?-

-pero, aun así…. ¿de qué me sirve conocer las ventajas de los encadenados si voy a vivir como un crucificado permanente? En todo caso debo de conocer las reglas de cada uno, ya es demasiado tarde para ver las ventajas y desventajas de cada grupo si G Dragon me ató a ellos- ambos nos quedamos en un sepulcral silencio, yo no lograba encontrar una jodida salida.

-tal vez….- hiso una pausa de varios segundos mientras miraba por la ventana como comenzaba a llover –dices que si eres un crucificado tienes el resguardo de tus compañeros… ¿cierto?-

-si… ¿por qué lo dices? ¿Piensas que mis compañeros me protegerán del líder?...- dije irónico.

-no…hablo de que los encadenados te protejan…- volteo a verme con un brillo extraño en los ojos. –Si renuncias a ser un crucificado antes de que G Dragon se entere y te vuelves un encadenado tendrás el resguardo de ellos…-

-pero si me vuelvo un encadenado será permanentemente, no podre renunciar en ningún momento-  le recordé.

-tendrás que decidir tú entre vivir relacionado directamente del líder de los crucificados, siguiendo sus órdenes como perro adiestrado, o, intentando pasar desapercibido por los encadenados estando con ellos…- lo pensé un poco y le dije:

-pero tendré que conocer primero las ventajas de ser un encadenado-

-como dije, queda en tus manos meditarlo y decidirlo- se dirigió a la puerta abriéndola, cruzó y antes de cerrarla, mencionó –hemos hablado lo suficiente…por hoy…- cerró la puerta con cuidado y escuche tenuemente unos pasos que se marchaban.

Suspire. Aún tenía la cicatriz rosada de mi primera pelea ganada y estas nuevas que me harían retorcer de dolor de no ser por lo medicamentos.

Veamos, si sigo como crucificado…. Es muy probable que me tatúe la cruz forzosamente…pero eso no le traería nada bueno a G Dragon ya que por ser líder debe saber que estaré ahí a la fuerza y no porque yo lo deseará, eso me llevaría a ser una persona de no mucho fiar, sin embargo, mi vida esta como rehén y  eso lo hace perfecto para él.

Si renuncio a ser crucificado y me vuelvo encadenado no creo pasar desapercibido, porque G Dragon me tomo especial atención y  eso pudo haberlo notado T.O.P además de estar también presente en ese estúpido combate… pero no sé qué es lo que él aria conmigo. Si por suerte no me toma mucha importancia aun así debería hacer muchos trabajos sucios….puede que vender droga o….matar….personas….

-¡no!....no quiero hacerlo de nuevo- dije en voz alta tapándome con las mantas, que por cierto, el movimiento hiso que me lastimara.

Me veía acorralado y no tenía muchas opciones, era como si me dieran a elegir qué tipo de veneno quiero tomar, ambos tienen diferentes procesos pero terminan matándome.

Si tomo en cuenta mi vida personal entonces me basaría un poco en Zelo… si quisiera estar con él renunciaría a los crucificados. Pero deseo saber la razón por la cual está ahí un chico como él y por qué puede ocultar sus tatuajes…bueno eso está 70% resuelto por la deducción de himchan, pero ¿Cómo pudo convencerlos?

No puedo dejar a los demás a un lado, no debo decepcionar a Rap Monster, Suga, J-Hope y Gyeom, ellos han hecho mucho por mí y dejarlos por algo posiblemente peor sería imperdonable ¡ellos ya están confiando en mí!

Aún no hemos decidido Himchan y yo si sería bueno decirles esto a los demás, pero lo último que quiero es hacer que ellos también se preocupen por mi culpa, eso ya sería el colmo.

Mi familia…por ambos lados ellos terminarían aún más preocupados, no puedo creer que me haya metido en este asunto sin pensar en las posibles consecuencias, si tan solo no hubiera aceptado entrar a ese coliseo seguiría pasando por desapercibido, aunque lo que aún me perturba es el hecho de que pueden investigar sobre mí y mi paradero ¡supieron incluso cuánto tiempo llevaba en ser un crucificado! Y….ahh esa imagen de toda la sangre a mi alrededor fue lo que me desquicio, no es posible que yo fuera capaz de matarlo…no…no lo es….no lo es…

Entonces ¿qué decidiré?... tengo que conocer todas las reglas de ambos grupos al igual que la personalidad de cada líder, pero no dispongo e mucho tiempo, realmente no tengo ni idea de cuándo será el momento en que G Dragon decida que es tiempo para comenzar a “entrenarme” aunque aún no haya aceptado oficialmente… ¿cómo lo considerará él? Tal vez ahora mismo está buscándome para matarme pero dudo que no haya deducido que acepto la oferta… aceptar ser un asesino o morir… no sé si este eligiendo bien y si estoy con g Dragon puede que solo mate encadenados.

Pero…por dios, Zelo ¿por qué estas con los encadenados?...Zelo…Zelo… ¡Zelo! Hoy tenía una cita con él…maldición, debe estar esperándome.

-Himchan….. ¡Himchan!...- lo llamé en tono moderado. Después de unos segundos la puerta se abrió con precipitación.

-¿Qué ocurre?-dijo pálido.

-yo…tenía una cita hoy con Zelo….- me miro entrecerrando los ojos, posiblemente maldiciéndome en sus pensamientos.

-felicidades- torció la boca.

-¿podrías traerme mi celular? Será lo único que te pida en todo el día…por favor…- junte mis manos. Él se marchó sin decirme nada. Baje la mirada pensando en que tal vez se había molestado, pero después de unos escasos minutos regreso con mi móvil en mano.

-aquí esta…-me dio el celular.

-muchas gracias…- le sonreí y mientras lo desbloqueaba él se sentó a lado de mí. Viéndome con atención, yo lo mire confundido.

-tranquilo, podría ayudarte…- me dijo sonriendo apaciguadoramente. Asentí con la cabeza y le llame, después de unos escasos segundos me respondió.

-¡hola! Yong Guk Hyung- se escuchaba feliz, solo escuchar su voz me alegro el día.

-¡hola! Zelo- me encantaba decir su nombre

-¿ya estás en camino?- preguntó emocionado, pero me partió el alma tener que cancelar nuestra primera cita…

-lo siento pequeño, he tenido unos conflictos personales y no me es posible salir contigo… tendrá que ser en otra ocasión…- le dije mordiendo mi labio inferior, Himchan escuchaba atentamente.

-ya veo… bueno entonces tendrá que ser en otro momento…de todos modos no me es muy difícil pedir permiso….a-a mis padres- tartamudeo, los ojos de Himchan tomaron un extraño brillo.

-si, comprendo eso… pero te aseguro que cuando salgamos te divertirás mucho conmigo- la diva tapó su boca, intentando no reír.

-¡de acuerdo!...y… ¿Cuándo crees que sea?- me quede pensativo, Himchan marcó el numero dos con las manos.

-en dos semanas tal vez…- asintió con la cabeza, había acertado.

-bien, en dos semanas nos veremos nuevamente… espero que todo se arregle, Hyung- dijo un tanto serio.

-también yo… ¡hasta entonces!-me despedí

-te cuidas, Hyung- terminó la llamada, escuchándose el típico pitido en el celular.

-pues  ya está, a él le es fácil pedir permiso para salir, quiere decir que para otros no lo es- dedujo Himchan. Me estaba causando cierta molestia que él tuviera más cabeza para esto que yo. No debía quedarme atrás.

-tal vez debería citarlo en otro momento, debo conocerlo mejor  averiguar por qué razón es un encadenado- dije. Himchan torció la boca con disgusto.

-espero que no sea por nada malo- comentó.

-Himchan…si tan solo pudieras verlo una vez, seria suficiente para darte cuenta que él no es una mala persona…- me miró seriamente.

-Guk…dices que él estuvo en el coliseo, y no tuvo mucha piedad con su rival, dime, ¿para qué querría saber una persona artes marciales si es tan pacifica como dices que es él?-me pregunto.

-para casos como ese, hay que saber defender tu vida. Él mata para vivir.- le di una buena respuesta, pero él no se rindió.

-no puedes asegurarlo, aún no lo conoces bien, hay psicópatas que superficialmente son muy agradables y atractivos, pero en su interior la podredumbre reina gustosamente- se levantó y caminó nuevamente a la salida. –Si quieres basar tu respuesta o parte de ella en Zelo, primero averigua por qué esta ahí- se marchó, de nuevo, dejándome con mi conciencia culpable.

Antes de vivir en Mokpo yo era más seguro de mí mismo, me sentía alegre, no tenía verdaderas preocupaciones serias, mi mundo estaba centrado y ordenado. Pero desde ese maldito día todo ha dado un giro de 180grados, ahora me siento temeroso, inseguro, acorralado, paranoico y un sinfín de cosas más, resaltando ahora el hecho de estar en peligro tal vez no solo mi vida, sino que también la de mis seres queridos. Como me gustaría terminar con esto, con este sufrimiento por el que debe estar pasando Himchan aunque ahora no lo demuestre mucho, por el dolor y la decepción que corroerán a mis padres y mis amigos, la impotencia que siento no se compara con nada,  si tan solo no me hubiera metido en estas cosas…nada de esto estaría pasando.

Me sentí mareado, aun estando recostado sentía que me caería, suena estúpido y extraño pero así era lo que mejor describiría mi estado. El medicamento comienza a tener sus efectos secundarios, y poco a poco, casi sin que lo note, me voy perdiendo en la cálida pero solitaria oscuridad.

Notas finales:

¿qué les parecio? ¿que creen que debería elegir Gu? o mas bien ¿que escojerían ustedes si se encontraran en sus zapatos?....

 no tengo mucho que decir hoy asi que lo dejaré asi por hoy jeje, gracias por los reviews que ddejan TuT

bye! besos :*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).