Son estos días en los que más lo recuerdo aunque sea una tontería hacerlo, nadie debe de volver al pasado de tal manera, pero como no hacerlo después de que el pasado haya sido mejor que tu presente. Hace ya 10 años que se fue y hace 9 años que Salí de ese infierno, le prometí que sería fuerte y que no volvería a dañarme.
Al principio trate de hacerlo, realmente lo intente, pero ese infierno se desató, los acosos, las miradas eran los tormentos diarios… ¿Por qué me dejaste solo?
Me estaba hundiendo en mi propia soledad, me sentía vacío como si yo mismo me estuviera arrastrando al fondo… ¿Por qué te fuiste tan de repente?
Después de un año de tu partida hui de mi infierno, pero… ¿A dónde rayos huiste tú?
Te busque por tanto tiempo, decidiste solo irte sin darme tu número de teléfono o dirección. Te busque por tanto tiempo que me rendí y encontré a una persona que en vez de ayudarme solo me hundió más, dime… ¿Cómo hundes a alguien que ya estaba hundido?
Entre en depresión y paso por una anorexia bastante fuerte, hace 10 años era una chico con un cuerpo bastante lindo, tenía unas lindas piernas, una linda espalda e incluso unas lindas mejillas, pero ahora eso solo son vestigios de lo que una vez hubo, ahora solo hay unos pómulos muy marcados por evitar esas tres comidas diarias, solo quedan huesos en donde un día hubo abundante piel, si me vieras en este momento sé que estarías decepcionado de mí, pero creo que más que decepcionado sentirías lastima y a la vez te sentirías culpable, pero no lo hagas esto solo lo he causado yo al hacerle caso a tantos comentarios, a tanto acoso.
Te extraño aunque ya no debería hacerlo y si algún día nos volvemos a encontrar espero que seamos amigos sino es que muero antes, ya no puedo caminar sin sentirme débil, en estos momentos que camino por estas largas calles en nueva york siento que en cualquier segundo todo se volverá obscuro y me desvaneceré, y efectivamente en cuanto esa idea ronda mi mente eso es lo que ocurre, me libero por unos momentos de este horrible mundo, para después de unos segundos al abrir los ojos ver esa conocida silueta.
Esa silueta que tanto busqué y que nunca encontré, hasta ahora, pero es imposible que fuera él esos ojos color café que me llenaban de tranquilidad no están, solo están unos ojos color esmeralda lo suficientemente claros para hacerme sentir una incomodidad inexplicable, aquella silueta casi conocida me cargo para después meterme en su auto, con el paso de los segundos fui recobrando la consciencia, ¿En qué momento llegamos a estas calles que para mí eran desconocidas? ¿En qué momento nos estacionamos frente a esta enorme y algo antigua casa?, pero lo más importante es ¿Por qué él me trajo aquí?. Estando aun en el auto me atreví a mirarlo a los ojos, de nuevo esa inexplicable sensación me invadía, ¿Quién rayos eres y porque tus ojos me miran diciéndome algo?, cuando estuve a punto de preguntar sus ojos se volvieron aún más intensos, me sentí mareada y trate de desviar la mirada, pero ya era muy tarde, estaba inconsciente de nuevo.
Al despertar estaba sentadao en el frio y viejo suelo de una oscura habitación, ¿Dónde estoy?, trate de moverme pero mis manos y tobillos estaban atados con una gruesa soga, que apenas y me permitía hacer ligeros movimientos, desde la apenas reconocible puerta se acercaban dos brillantes esmeraldas que me obligaban a desviar la mirada, era aquel hombre que conozco y a la vez no. Esos ojos eran totalmente distintos, pero esa silueta era tan parecida que llegaba a dudar de mi memoria, sin mirarlo me atreví a preguntar.
-¿Quién eres?.- podía sentir sus pasos cada vez más cerca
-Tú crees que sabes quién soy, pero ¿realmente soy esa persona?.- se agacho hasta la altura de mi rostro
-Tú no eres él, es imposible, recuerdo esos cálidos ojos.- deslizo su mano por mi mejilla y alzo bruscamente mi rostro haciéndome verlo a los ojos
-¿Tan cálidos como para dejarte solo?, ¿tan cálidos como para no decirte por que se iba?.- sus ojos se volvían cada vez más intensos y yo me hacía cada vez más débil, libere bruscamente mi rostro de su agarre
-Tú no sabes nada, no lo conocías.- lo dije gritando, casi escupiendo las palabras
-Y… ¿Acaso tu si lo conocías, acaso tu sabias por qué decidió huir?.- lo mire ligeramente y el solo tenía una leve sonrisa, como si lo supiera todo.
En ese momento decidí rendirme…
-¿Qué es lo que sabes de él?- ahora miraba al suelo y no solo para evitar esa inquietante mirada, sino como señal de cansancio.
-¿De quién? ¿De Alexander?.- aun después de tanto tiempo ese nombre me dolía, me hacía sentir una terrible nostalgia
-Sí, de Alex.- agradecía que no se me cortara la voz en el momento de decir su nombre
-Veras, se puede decir que soy su otra mitad, soy su hermano.- lo miraba fijamente, esta vez esa mirada ya no era tan penetrante
-Nunca me contó sobre ti.- por alguna razón no estaba sorprendido
-Nunca te contó cosas importantes, Alexander es demasiado débil. Yo ya te conocía, puede que no me recuerdes.-trataba de hacer memoria, pero me era imposible
-Un día antes de comenzar clases Alexander salió demasiado herido en el entrenamiento y no pudo asistir a clases, sin embargo decidió mandarme a mí, ese primer día de clases te vi sentado en el salón, eras unas de las primeras personas en llegar y no te diste cuenta siquiera de que pase a tu lado, supongo que estabas muy nervioso. Te observe durante todo el día, pero ni siquiera me volteaste a ver.
-Esa es la razón de porque no te note, vi a Alexander el segundo día de clases en cuanto entro por la puerta del salón.- me sentía débil, estaba muy cansado, la anorexia me estaba cobrando la cuenta
-Pero en fin, pronto lo sabrás todo.- se acercó peligrosamente a mi rostro- ahora lo más importante es que te necesito para esto.- en un movimiento rápido se aproximó a mi cuello y cuando reaccione ya estaba bebiendo mi sangre, sentía como la punta de sus dientes quemaban y como su lengua se deslizaba para no derramar ni un poco de sangre, todo se volvía obscuro y cuando estaba a punto de caer al suelo se separó de mí.- desde ahora me proporcionaras mis poderes ósea tu sangre.- al terminar de hablar caí inconsciente.
Son estos días en los que más lo recuerdo aunque sea una tontería hacerlo, nadie debe de volver al pasado de tal manera, pero como no hacerlo después de que el pasado haya sido mejor que tu presente. Hace ya 10 años que se fue y hace 9 años que Salí de ese infierno, le prometí que sería fuerte y que no volvería a dañarme.
Al principio trate de hacerlo, realmente lo intente, pero ese infierno se desató, los acosos, las miradas eran los tormentos diarios… ¿Por qué me dejaste solo?
Me estaba hundiendo en mi propia soledad, me sentía vacío como si yo mismo me estuviera arrastrando al fondo… ¿Por qué te fuiste tan de repente?
Después de un año de tu partida hui de mi infierno, pero… ¿A dónde rayos huiste tú?
Te busque por tanto tiempo, decidiste solo irte sin darme tu número de teléfono o dirección. Te busque por tanto tiempo que me rendí y encontré a una persona que en vez de ayudarme solo me hundió más, dime… ¿Cómo hundes a alguien que ya estaba hundido?
Entre en depresión y paso por una anorexia bastante fuerte, hace 10 años era una chico con un cuerpo bastante lindo, tenía unas lindas piernas, una linda espalda e incluso unas lindas mejillas, pero ahora eso solo son vestigios de lo que una vez hubo, ahora solo hay unos pómulos muy marcados por evitar esas tres comidas diarias, solo quedan huesos en donde un día hubo abundante piel, si me vieras en este momento sé que estarías decepcionado de mí, pero creo que más que decepcionado sentirías lastima y a la vez te sentirías culpable, pero no lo hagas esto solo lo he causado yo al hacerle caso a tantos comentarios, a tanto acoso.
Te extraño aunque ya no debería hacerlo y si algún día nos volvemos a encontrar espero que seamos amigos sino es que muero antes, ya no puedo caminar sin sentirme débil, en estos momentos que camino por estas largas calles en nueva york siento que en cualquier segundo todo se volverá obscuro y me desvaneceré, y efectivamente en cuanto esa idea ronda mi mente eso es lo que ocurre, me libero por unos momentos de este horrible mundo, para después de unos segundos al abrir los ojos ver esa conocida silueta