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¿Mi primera vez? por ravenK

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Notas del fanfic:

Y porque no se que rayos me fumé... pero espero conseguir mas jajaja

Okno...

Larga ausencia, lo se... pero lo bueno es que salió esto, aún no tengo claro que idea loca me llevó a escribir... solo se que fue cosa de un par de horas... enserio.

Me entro esta duda... ¿como y con quien habia sido la primera vez de Hiroki?... admitanlo, uds tambien lo han pensado...

Y pues... tarán!... después de todo, hay una altra probabilidad de que si se conozcan... sería intersante que realmente hubiera sucedido asi... bueno, los dejo.

 

Ya lo tengo colgado en otro lado, pero como fue por el tiempo en que no podia entrar a AY no lo puse simultaneo aqui :D si no lo han leido, aqui esta esta pequeña locura.


Espero que les guste.

 

Un poco de OC... pero entiendan, eran jovenes e ingenuos.

 

El anillo resplandecía con la luz de la luna que se filtraba por la ventana, ambos amantes dormían uno en brazos del otro después de la intensa noche que habían vivido y que, a altas horas de la madrugada, finalmente había terminado.
No importaba desvelarse, pues al día siguiente no había trabajo y podían retozar cómodamente hasta tarde, Nowaki tenía el turno vespertino en el hospital y Hiroki no tenía tareas que revisar, si lo analizara, podría decirse que lo hicieron a propósito, pero realmente solo fue una feliz coincidencia.

Después de todo, ambos lo merecían y había mucho que celebrar.

Hiroki sentía el pausado ritmo del corazón de Nowaki, era una suave melodía que lo arrullaba…

Vio el anillo una vez más y sintió su interior agitarse; pero no por miedo ni ansiedad, más bien, se sentía eufórico y ¿para qué negarlo? Feliz.
Si, feliz, porque ahora, a pesar de lo mucho que lo negase, el tener esas bandas en sus dedos les daban un sentido de pertenencia, simbólicamente, pues Hiroki sabía que el joven médico era suyo, y era en ambos sentidos, Hiroki no podía concebir la idea de estar con alguien más que con Nowaki.

El solo pensarlo le provocó un estremecimiento, y recogiéndose un poco, sintió que Nowaki colocaba un brazo alrededor de su cintura, dormido como estaba, aún lo apresaba como si fuera un oso de peluche.

Hiroki lo miró. El joven dormía profundamente y tenía una leve sonrisa en su rostro, Kamijou se atrevió a acariciar su mejilla con sus nudillos, apreciando como pocas veces lo hacía, el rostro de ese ángel, sus facciones fuertes y definidas… Nowaki tenía la cara de un adolescente, pero poco a poco se había ido transformando en la de un hombre atractivo, sus pómulos se levantaron y sus ojos adquirieron una madurez tal que lo abrumaba. Nowaki poco a poco se había ido convirtiendo en un hombre y Kamijou apenas lo notaba.

Sin embargo, no dejaba de agradarle, al contrario, le gustaba más. Pero no lo diría, al menos no directamente por supuesto.

Nowaki has crecido tanto… — susurró muy levemente, temiendo despertarlo, Hiroki recordaba cuando lo conoció, apenas era un joven, trabajador incansable que se exigía mucho a si mismo… esa tenacidad era uno de los rasgos fuertes de Nowaki, que no había mermado incluso a través de todos estos años.

Pasó las manos por el brazo, algo palpable por su constitución genética, además de los trabajos que realiza de vez en cuando, no hace ejercicio regular, pero un poco le ha marcado en los lugares correctos.

Hiroki se deleita paseando su mano por el brazo y pecho de Nowaki, pensando y sintiéndose orgulloso e incluso un poco egoísta al saber que ese hombre era suyo, siempre fue suyo y nadie lo había tocado jamás.



Hiroki recordó entonces que Nowaki le había dicho eso, poco tiempo después de que empezaran a salir, -y Hiroki había notado enseguida, cabe aclarar - Nowaki había llegado a él virgen, el cómo sabía lo que tenía que hacer, era debido al gran material didáctico -novelas boys love- que abundan en las librerías. Hiroki no tuvo duda de ello, bastante rudo y des coordinado, pero su primera vez juntos fue algo abrumador… en el buen sentido de la palabra. Hiroki estaba más concentrado en sus pensamientos que no se dio tiempo de preocuparse por el cómo había sido… lo importante es que había sucedido y después de eso, Nowaki se esmeró en mejorar su técnica, y como en todas las actividades que realiza, el se perfeccionó.
Y Kamijou podía dar fe de eso.

“…la primera vez” — recordó entonces esa estúpida pregunta de Akihiko, era cierto que lo ayudaba en lo que podía, pero su vida privada –y su Nowaki — estaban fuera de discusión. Admitía y para Nowaki fue obvio que Hiroki ya tenía algo de experiencia cuando se conocieron… pero eso no era importante para el joven, quien siempre optimista, había resuelto que podía tomar dos cosas buenas de ahí: uno, Hiroki era suyo ahora y de nadie más y dos, Kamijou sería su maestro en esto también y el, esforzándose por ser el mejor, aprendería todo lo que Hiroki quisiera enseñarle.


Hiroki rodó los ojos, sin querer… ya lo había recordado…



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Buen día joven Kamijou, ¿hoy saldrá con Akihiko -sama? — recibió el saludo del amable mayordomo que lo escoltó hasta el recibidor, se sentó en una silla y respondió —Buen día Tanaka -san, si, hoy no tengo clase de natación así que estamos libres, no sé cual sea el plan de Akihiko, yo realmente solo quiero despejarme… pero volveremos temprano- Tanaka asintió sonriendo amablemente, a Hiroki le agradaba el mayordomo, a pesar de que era un sirviente de esa enorme casa, los trataba con un cariño casi paternal que sentía que debía darle un respeto especial al hombre.

¿Prefiere subir a su dormitorio? —. Hiroki negó con la cabeza, tratando de ocultar su nerviosismo, han pasado varios días en que se ha negado a entrar en la habitación del joven Usami, pues la última vez que durmió ahí había tenido un pequeño problema, que consistió en manchar las sabanas ajenas y no precisamente por la desidia de levantarse al baño a mitad de la noche.
Era el estar consciente de que dormía en la misma habitación de Akihiko que había hecho a sus hormonas explotar y ocasionar ese lio vergonzoso… por suerte, logró cambiarlas sin que nadie se diera cuenta y se llevó las sucias para limpiarlas en su propia casa, ya era bastante malo el haber tenido que “hurtar” las sabanas de su amigo como para tener que dar explicaciones a su madre de porqué el área de lavandería estaba hecha un desastre espumoso en la mañana siguiente.

Yo lo espero aquí, Tanaka -san —. El sirviente asintió — Iré a traerle algo de beber — Hiroki hizo una seña con la cabeza y Tanaka marchó rumbo a la cocina, Hiroki miro alrededor de la estancia, no importaba cuantas veces haya visitado la mansión Usami, el castaño siempre se asombraba de tal muestra de opulencia…

Hiroki — el castaño giró hacia la voz que lo llamaba, tratando de mantenerse sereno, estaba absorto en sus pensamientos cuando Akihiko había llegado de improvisto, estaba por saludarlo cuando notó su rostro preocupado —¿Qué sucede? ¿Pasó algo malo? — Akihiko se recompuso a su habitual serenidad y respondió, no sin cierta disculpa en el tono de su voz — Hoy no podremos salir, Hiroki, acabo de recibir una llamada de Takahiro… — Kamijou sintió estrujarse algo en su interior ante la mención de Takahashi, pero no lo dejó notar y tratando de sonar indiferente, preguntó — ¿Qué sucede con Takahashi -kun? —

Sus padres murieron — Kamijou no pudo ocultar su reacción y abrió los ojos con sorpresa — ¿Qué pasó? —
Realmente no lo sé… al parecer tuvieron un accidente de auto… lo siento, Hiroki, será otro día ¿si? Tengo que ir a ver como esta — no dejó que Hiroki le contestara, pero realmente, Kamijou no tenía habla en estos momentos.

Sus padres… — susurró quedo, conocía a Takahashi desde hace poco más de un año, era su compañero de clases junto con Akihiko, alguien bastante ingenuo y demasiado amable para su gusto… un poco bobo, podría también podría decir. No lo trataba mucho, y sinceramente, no entendía cómo es que Akihiko había terminado por relacionarse con alguien así, no parecía el tipo de Akihiko…
Hiroki suspiró, en verdad, ¿Quién era el tipo de Akihiko a todo esto? Ni si quiera él, y con todos sus años de convivencia, sabía el gusto del peligris, siempre distante y ajeno… no supo en qué momento alguien había captado su atención, pero eso no importaba… lo importante era que, hasta que Akihiko consiguiera a Takahashi o no, Hiroki no podría estar seguro de nada, ni siquiera intentar algo, pues en estos momentos no tenía oportunidad.

Se dirigía a la cocina para excusarse con Tanaka —san, ahora que Akihiko se había marchado ya no tenía sentido estar ahí — Tana… — pero al llegar a la puerta, se encontró con una sorpresa — ¿Haruhiko? ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en el extranjero? — Haruhiko Usami lo miró impasible, respondiendo con altivez — ¿No debería hacer yo esa pregunta? — Kamijou sentía una vena palpitar en su sien, detestaba a ese chico, su actitud no le agradaba y siempre tenía un comentario mordaz dirigido a él… y lo que más odiaba, era que conocía su secreto.

¿Vas a salir con mi hermano? ¿Irán al hotel Teito? Les recomiendo la suit del ala oeste, tiene un jacuzzi donde podrán jugar… — Haruhiko no se inmutó, ni siquiera porque su mejilla se había abierto debido al golpe que Hiroki le había propiciado. Sonrió.
Kamijou, con esa actitud no lograrás tener a mi hermano… debes ser un poco mas... ¿cómo decirlo? Suave — Hiroki sentía sus mejillas sonrojarse, detestaba tanto a ese hombre; miró hacia todos lados, notando que estaba solo en la cocina —¿Dónde está Tanaka —san? —
Lo mandé a revisar el patio de atrás, los perros hacían mucho ruido —. Hiroki hizo una mueca, claramente Haruhiko ya sabía que estaba aquí y quería molestarlo sin público presente.

Bueno, entonces te puedo encargar que le digas que me retiré, Akihiko tuvo un compromiso de último momento así que el también volverá tarde — Haruhiko no se perdió la nota de decepción en la voz del castaño, sonrió levemente y lo tomó del brazo — Es una lástima… porque… ¿te esmeraste en verte bien, no es así? — Hiroki sintió sus mejillas arder una vez más, jalando su brazo increpó al tipo — ¡Ese no es tu problema! — Y detestaba que, una vez más, tuviera razón… la frustración tensionaba sus hombros al saber que Haruhiko lo había notado cuando Akihiko apenas si lo vio.


El no sabe apreciar lo que tiene — Hiroki sintió la fría mano que acariciaba su mejilla, retirándola de golpe — ¿Qué crees que haces? Tu… —
Salgamos… ambos necesitamos despejarnos un poco, ¿no lo crees? — Haruhiko marchó por delante de él, sin dejarlo responder, Hiroki ardía por dentro ¿Qué se creía ese tipo?, sus manos se crisparon en puños y a regañadientes lo siguió hasta la puerta principal, no tenía caso negarse y reamente no tenía nada que hacer, no quería volver a su casa aún y pensó que sería buena idea molestar al hermano mayor de su amigo, después de todo, así como Haruhiko sabía que botones presionar para enfadarlo, también los tenía Hiroki.

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¿Un restaurante italiano? — Hiroki miró la fachada del lugar que Haruhiko había escogido — ¿No te gusta? — Hiroki negó con la cabeza, desestimando la pregunta — Nunca he comido aquí, comida italiana, quiero decir — Haruhiko apagó el auto — Siempre hay una primera vez — comentó cuando salieron y se encaminaron al lugar, Hiroki detrás de Haruhiko miraba extrañado al susodicho, realmente no entendía porque se comportaba tan solícito, pero sabía que no tardaría en molestarlo, el tendría que dar el primer paso para poder responderle con la misma moneda.

Sabes, hay algo que nunca he entendido — comentó el joven Usami, mirando a su acompañante con cierta curiosidad — ¿Cómo es que logras hacer todas esas cosas al mismo tiempo? Debe ser agotador — Hiroki tragó el bolo de comida antes de contestar — Ya estoy acostumbrado. Desde niño me enseñaron que debía ser el mejor y mas hábil… por supuesto hay personas más preparadas que yo, pero no los envidio ¿sabes? Tengo que aprender de ellos y poder superarme — la cena transcurría con extraña normalidad, la charla que mantenían no había sido algo mas que civilizada… hablando de los estudios de Haruhiko, pues Hiroki tenía curiosidad por el país extranjero, al mismo tiempo que Haruhiko se interesaba por las actividades extracurriculares del castaño.

—Superarte… es un buen punto, lo admito… — Haruhiko dio un trago a su bebida — fuera de bromas, Kamijou, eres una persona interesante… haces que lamente el haberte tratado con poca cortesía todos estos años — Hiroki sonrió — puedo decir lo mismo… pero esta salida no nos hace mejores amigos, ¿lo sabes? Aún no me agradas del todo —

Y bastante directo al parecer… pero es una lástima… ya que empiezo a sentir algo de afecto por ti — la intensa mirada, su mano muy cerca de la suya y sus anteriores comentarios debieron ser claras señales de que algo tramaba, sin embargo, Hiroki no lo vio venir, estaba tan absorto en sus pensamientos que simplemente lo tomó por sorpresa.

Hiroki dejó el tenedor en la mesa, en señal de que había terminado su plato; era demasiado bueno para ser verdad, por un momento pensó que Haruhiko podía comportarse, o al menos no hacerlo un objeto de broma tan pesada. ¿A quién engañaba?
Me tengo que ir, gracias por la comida — Hiroki se puso de pie, dejando algunos yenes en la mesa y marchándose, Haruhiko dejó su tarjeta y camino velozmente tras él.

¿Kamijou? — intentó tomarlo del brazo, confundido de que había ocasionado esa reacción, por un momento pensó que todo estaba bien, pero ahora Hiroki lucía molesto.

El castaño se deshizo del agarre, mirando al suelo y luego negando con la cabeza — Me hiciste ver como un tonto, ya debería haberlo sabido… los Usamis son todos unos manipuladores… ¿Qué creíste que iba a pasar? Te he pasado muchas burlas Haruhiko, pero esto es bajo —
¿A qué te refieres? —

A que dijiste que empezabas a sentir algo por mi… Haruhiko, has dicho idiotez y media desde que nos conocemos…pero no creas que por el hecho de que sepas como me siento con respecto a tu hermano tengas que burlarte de esa manera, ha sido suficiente y ya me cansé — soltó todo lo que se había callado, eran demasiadas cosas para manejarlas juntas, no sentía nada por Haruhiko, salvo irritación y no ayudaba mucho el hecho de que Akihiko le había cancelado y que como otras veces, el motivo sea siempre el mismo: Takahiro Takahashi.

Lo detesto… — Hiroki se apoyó en una pared, cruzándose de brazos — Lamento lo que le sucedió, créeme que lo hago… pero Akihiko no tiene porque ir corriendo cada vez que lo llama… no es su pareja, ¡maldición! — golpeó el cemento con su puño desnudo, Haruhiko detuvo su mano — Te lastimarás —

No importa, déjalo… — retiró su mano, dándole la espalda a Usami — Ahora, si no te importa, tengo que volver a casa, ya es tarde —
—No puedes volver solo… te llevaré — Hiroki se tensó un poco, pero finalmente aceptó, Haruhiko comenzaba a sentirse mal por el chico, pero su intención con el último comentario no fue de dañarlo, solo de hacerle saber lo que sentía o creía sentir… ¿no podía ser tan malo, o si?

Haruhiko encendió el auto, el silencio reinó en el coche, tomó una avenida y se atoraron en el trafico, maldijo por lo bajo ya que detestaba las horas pico — No siempre fue así… — Hiroki habló mirando a la ventana, Haruhiko lo observó expectante — al principio no entendía lo que me sucedía… era un niño, pero cuando lo comprendí, supe que nunca debería dejar que se supiera — meneo la cabeza, suspirando — y se vino enterando nada más y nada menos que el hermano mayor… ¿patético no?... ¿cómo es posible que tu hayas visto a través de mi y Akihiko no? Eso significa que no me conoce o… — Hiroki sonaba realmente confundido, Haruhiko se convivió al escucharlo, sin pensarlo comentó lo que en ese momento sentía — No es patético… es que soy observador. Akihiko te conoce, pero su amistad esta tan arraigada que no puede verte de la manera en que quieres… — sonaba un poco duro, pero era la verdad.

—El no puede desearte… no ahora, no en este momento… Pero quizás… algún día lo haga —

—¿Qué debo hacer hasta entonces? Cada vez que lo veo, yo… me siento nervioso, me sudan las manos, no puedo ni siquiera entrar a su habitación porque en seguida… — se sonrojó al instante que Haruhiko se confundió, pero al mirar cómo se movía supo a qué clase de problema se refería — Ahh… bueno, ese es tu cuerpo pidiendo ser liberado, Kamijou… hay algo que se llama masturbación — Hiroki se volvió rojo, mirándolo con el seño fruncido, Haruhiko salió de la avenida a una secundaria y se detuvo un momento, se acercó a Hiroki, extendiendo su mano y acariciando su mejilla — Quizás pueda ayudarte con tu problema… tal vez así consigas relajarte — bajo su mano por el cuerpo del castaño hasta detenerse en el bulto entre sus piernas, Hiroki soltó un gemido al sentirlo ahí.

—H -Haruhiko…detente — tomó su mano, apartándolo, mirándolo aprensivo — ¿Qué demonios crees que haces? — a pesar de lo mucho que necesitaba liberarse, jamás se había tocado, le parecía un acto vergonzoso… aún con sus casi dieciocho años de edad.

Tu lo necesitas… yo lo necesito, no creo que haya algo más obvio… — dicho esto, llevó la mano de Hiroki a su propia erección, masajeándose lentamente — además necesitas aprender, ¿cierto? —

Pero… —
No haré algo que no quieras, pero en estos momentos, tu lo deseas tanto como yo… admítelo — Hiroki cerró los ojos, dejando libre a la mano para que siguiera su trabajo, Haruhiko soltó el agarre en sí mismo y Hiroki comenzó a seguir el mismo ritmo al que Haruhiko marcaba el suyo.
Las respiraciones entrecortadas llenaban el auto, Haruhiko, sin mayor premura metió la mano en la ropa interior del castaño, tomando el desnudo miembro y masajeándolo con firmeza, Hiroki detuvo el trabajo en el pene de Haruhiko por la impresión y crispo los puños mordiendo sus labios.

Haruhiko… ahh… — se vino demasiado pronto, pero era por la falta de experiencia, Haruhiko acomodó sus ropas y sacó varios pañuelos, limpiando su mano y dándole algunos al castaño — Eso es una masturbación… si no estás demasiado asustado puedo mostrarte el resto del camino… en la siguiente calle — Haruhiko lo miró con autosuficiencia, Hiroki, aún jadeando por el orgasmo, no se dejó amilanar — No te creas la gran cosa, solo porque no haya hecho esto antes, significa que tenga miedo… — su orgullo no le permitía decir que estaba aterrado, bien pudiera dejar las cosas hasta ahí, Haruhiko no lo estaba obligando, claramente le estaba dando una opción… pero Hiroki no quería verse como un cobarde.

El auto comenzó a moverse.

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Ponte cómodo, tengo que usar el baño — Hiroki se quedó estático en la puerta, apenas cruzó el umbral de la habitación toda su valentía y tranquilidad se quedó del otro lado. Estaba nervioso, no creía que en verdad iba a hacer eso.

“Maldición, Hiroki… ¿ahora como te vas a librar?” — su mente trabajaba a mil tratando de idear un plan de escape, pero antes de siquiera intentar salir sigilosamente por la puerta o “recibir” una llamada oportuna, desestimaba la idea por ser una salida de cobardes.
Hiroki, no retires tu palabra, los hombres mantienen su palabra a pesar de las adversidades — se cruzó de brazos, frunciendo el seño, intentando buscar el valor para seguir, jamás se habia sentido tan nervioso.

Mientras esperaba a Haruhiko, Hiroki se dedicó a contemplar la habitación “145”… recordó que Haruhiko se la habia recomendado… sintió una ligera molestia al saber que no era el primero en estar ahí.

“No pienses en eso… lo importante es que tu no vas a pagar por este lujo, así que cállate” — se reprendía con fastidio, estaba molesto y ansioso, no era una buena combinación, así que decidió ir al cuarto, quería terminar con esto de una vez por todas.
Pero no esperó encontrarse con algo semejante tras la puerta.

Un sillón rojo con forma extraña –nada convencional — fue lo primero que notó, después un par de sillas altas y la cómoda del lado izquierdo de la cama, y era la cama más grande que había visto… sin exagerar, podría caber ahí cuatro veces.

Sin embargo, algo que llamó su atención fueron las paredes. Había espejos.

Totalmente confundido se miró en uno de ellos, preguntándose la razón por la que estaban ahí… entonces a través de uno de ellos vio una puerta abrirse, Haruhiko salía del que parecía ser el baño, Kamijou se estremeció al recordar porque estaba ahí — Hay espejos — se sintió tonto por decir lo obvio, pero su voz sonaba confundida, mas bien, era una pregunta mal formulada.

Eso puedo verlo —

Me refiero a ¿Por qué están aquí? ¿Uno solo no es suficiente? Esto se parece al salón de baile de las niñas de ballet — Hiroki no se perdió la sonrisa en el rostro de Haruhiko y se confundió todavía más, ¿Qué gracia había en ello?

En verdad me sorprendes Hiroki, eres tan perceptivo pero tan ingenuo en otros aspectos — Hiroki se tensó al ser apresado entre los brazos del mayor, quien acarició su espalda suavemente — Pronto sabrás porqué están ahí —

A que te ref… — su pregunta murió en sus labios cuando Haruhiko lo besó a conciencia, degustando esas suaves delicias… mordiéndolo levemente, Hiroki gimió.

Te gusta — Kamijou tenía los ojos cerrados, respirando agitado por lo que acababa de suceder, su interior era un caos y sentía un calor emerger gradualmente…concentrándose en cierta parte de su anatomía — Eso es un si — con autosuficiencia volvió a unir sus bocas, Hiroki se perdió en las sensaciones totalmente nuevas para su cuerpo y dejó que Haruhiko lo guiara en el proceso, sentía cosas que jamás había percibido, su cuerpo se revelaba de maneras extraordinarias…

Apenas registró que era depositado no sin cierta rudeza, en la gran cama, Haruhiko trabajaba en su camisa, abriendo los botones y acto seguido, comenzó a besar su pecho atrapando su pezón izquierdo en su boca, Hiroki sintió el calor de la lengua circulándolo, volviéndolo loco, apresó la cabeza del mayor pegándolo más contra si, Haruhiko con sus manos libres, trabajaba en el resto del cuerpo del castaño, moviéndose con la habilidad de un experto.

Haruhiko… mhm… — Hiroki acallaba sus gemidos, mordiéndose los labios y apretando los molares, Haruhiko se desprendió de su pezón y se colocó a la altura de su cabeza, le drigió una mirada lujuriosa — No te calles, dejate ir — y el joven castaño asintió, abriendo la boca, dejando escapar suaves gemidos que, en poco tiempo, comenzaron a ser más sonoros, pues Haruhiko que en poco tiempo se había desnudado también, concentró las caricias en su sexo — voltea al espejo, ahora sabrás porqué están ahí — Hiroki, confundido y en pleno extasis, hizo lo que pidió, un estremecimiento recorrió su espina dorsal ante la erótica imagen.


El, recostado, su magro cuerpo desnudo se podría apreciar a la luz de las suaves luces naranjas que le daban un ambiente cálido a la habitación, no se dio cuenta en que momento había anochecido, pero aún asi, podía apreciarlo todo claramente.

Y cielos, que vista estaba teniendo, su pene reaccionó ante el prospecto, Haruhiko rio mirando también al espejo. —¿Te gusta, verdad? — Hiroki no quitó la vista del espejo, ni siquiera cuando el bien formado y maduro cuerpo de Haruhiko se inclinó y el mayor tomó su miembro en su boca, llevándolo un paso más allá en el limite de la cordura.

La cabeza de Usami, bajando y subiendo, marcando un ritmo, sus manos aferradas a las caderas del castaño le apretaban y soltaban, su lengua…ohh cielos, esa lengua lo recorría en lugares indecibles… Hiroki sintió un tirón feroz en su interior y dejando salir un grito de placer se vino en la boca de Haruhiko.

Cerró los ojos, su respiración errática, el frio de la noche calaba en su piel recubierta de una capa de sudor, se sentía ligero, totalmente agotado…

Eso… eso… — susurraba quedo, tratando de recobrar el aliento, Haruhiko entonces se movió en la cama y rebuscó en sus pantalones, sacando un paquete plateado, Hiroki lo miró confundido, el mayor le dirigió una sonrisa coqueta.

—Esto se llama condón… cuando estés conmigo, yo soy el que lo llevará — Hiroki no entendía porque le decía eso, sabía lo que era un preservativo, pero no entendía por qué era importante, el no podía quedar embarazado ¿o sí?

Decidió preguntar el porqué más tarde, pues Haruhiko reanudó su labor, sin previo aviso introdujo un dedo en el agujero del castaño haciendo que este elevara sus caderas rápidamente — Shh tranquilo… ahora relájate, todo estará bien — Hiroki asintió y una vez más, se dejó hacer, sabía lo que venía, y estaba aterrado, pero no podía echarse para atrás, no quería hacerlo, pues lo ansiaba tanto que, conforme Haruhiko lo iba estirando, el quería gritar que se diera prisa.

Haruhiko elevó sus piernas y las colocó sobre sus hombros, Hiroki se tensó al sentir la punta del pene en su entrada, abrió los ojos aterrado y ansioso, Haruhiko lo leyó nuevamente y acarició su mejilla — Ahora voy a entrar, respira despacio y relájate, no te dañaré — Kamijou asintió y dejó escapar un sonoro gemido al sentír como lentamente se introducía en él, y luego, de golpe se asentó.

Haruhiko se inclinó una vez más, doblándolo completamente, Hiroki agradeció el tener cierta flexibilidad, aún asi, ese doblez le dolería mañana — Tan… delicioso… — el mayor lo beso apasionadamente, enredando sus lenguas, Hiroki, totalmente llevado en el placer, aprendió a darle batalla en ese instante, lo cual encendio a Haruhiko y comenzó un ritmo frenético, empujando y retirando, adentro y afuera; Hiroki lo abrazaba y encajaba las uñas en la fornida espalda del mayor, su interior se revelaba, quería llegar a algo… a un punto, no sabía pero lo sentía tan cerca…

Un par de empujes más y Hiroki lo sintió, no sabía lo que era, pero algo en él se activó en ese instante, el mismo se empujó repetidamente en ese lugar y muy pronto, el semen cubrió su abdomen, Haruhiko no tardó demasiado en alcanzar su liberación e inundó el condón con su esencia.

Hiroki sintió como Haruhiko salía de su cuerpo, por un rabillo del ojo vio que el también estaba agotado, retiró el condón y lo cerró cuidadosamente, tirándolo en un bote cercano, después se recostó a su lado, atrayendo su espalda y acariciando sus brazos, besando su sudada sien.
¿Eso fue interesante, no lo crees? — había algo de burla en su voz, Hiroki bufó pero aún asi, no trató de apartarlo.
Puede ser… los espejos no estuvieron mal, ¿te diviertes con ellos? — preguntó no sin cierto recelo, aún no le gustaba el hecho de que Haruhiko haya estado aquí “antes”.

Me divertí hoy, es la primera vez que entro aquí — Hiroki volteó su cabeza, mirándolo confundido — ¿primera vez? Pero tu dijiste… — Haruhiko lo interrumpió — Se lo que dije, pero nunca lo experimenté, un par de compañeros hablaban de las habitaciones del ala este y escuché de esta — Hiroki se sorprendió por eso, el creía que Haruhiko ya había traído otras conquistas y el era una más… sin embargo, el saberse el primero en este cuarto con espejos le hizo, en cierta forma, feliz.

De cualquier manera, espero que hayas aprendido algo ¿o quieres dar una revisión? — Haruhiko le dirigió una mirada lujuriosa y Hiroki frunció el seño — ¿bromeas, cierto? En serio crees que después de que… — una vez más, Haruhiko lo acallaba con un beso duro, Hiroki le dio batalla y en poco tiempo, volvía a estar encima de él — Tengo que enseñarte bien, ¿acaso no quieres ser el mejor? — Hiroki no respondió, sino que lo atrajo una vez más a su cuerpo, atrapando su boca y enredando los dedos en su cabello — Te superaré —

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Hiroki tenía una venita saltando en su sien, su cuerpo tensionado y el sentimiento de vergüenza y rencor no lo dejaban. Aún en los brazos de Nowaki, Kamijou estaba molesto por la dirección que tomaron sus pensamientos y le trajeron memorias no muy gratas.
“Maldito Haruhiko” — Hiroki pensaba, habían durado poco más de tres meses en algo parecido a una relación, donde el sexo era el principal motor, si lo apreciara de una manera fría y calculadora, podría decir que fue un “curso intensivo”… aunque odiara admitirlo había aprendido muchas cosas en ese tiempo –el uso de condones y posiciones para evitar ciertos dolores mañaneros —.

Haruhiko se marchó al extranjero después de graduarse, pero Hiroki solo lo extrañó por poco tiempo, pues con su ingreso a la universidad apenas tenían espacio en sus agendas para verse, así que fue una despedida común, nunca terminaron, pues jamás habían salido.
Hiroki miró a Nowaki una vez más, pensativo, el destino había sido bueno con él al darle un hombre increíble y maravilloso después de tantos tumbos que habia dado en su vida…

En serio, no sé que hice para merecerte, pero no te apartaré de mi lado jamás — Hiroki acarició su mejilla y besó su mentón acurrucándose en su pecho siendo arrullado por el palpitar de su corazón hasta quedarse dormido, feliz, en los brazos de su amor.
Puede que Akihiko haya sido su primer amor… Haruhiko su primera vez…

Pero Nowaki…


Nowaki era su luz, su oscuridad, su tormento, su felicidad, su vida entera… Nowaki era su único y su alma gemela.


FIN


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