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Ayudame a recordarme por Shiochang

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Notas del capitulo: Perdonen la tardanza, estaba en otra
Ayúdame a recordarme

Espero que me perdonen las admiradoras de Snape, pero lo voy a hacer pasar las penas del infierno, pero será sólo un poquito.

Las voces en el silencio

Mientras estuvieron en la ciudad, Draco consiguió mantener a salvo a Heinrich ya que luego de la muerte de Bellatrix y la captura de cuatro de sus mortifagos habían comenzado a aparecer todos los demás que se encontraban ocultos en la zona tratando de vengarse del agotado mago. Pero ahora estaban en el castillo, que a la distancia se veía lúgubre y siniestro, y debían tomarse todas las medidas de seguridad que fuesen necesarias para evitar un nuevo atentado como el que ocurrió en el hospital.
El castillo en sí era una edificación medieval construida en piedra caliza, de gruesos murallones y fuertes puertas de madera en cada entrada a las habitaciones, en los largos pasillos había pinturas de animales y paisajes, pero hacia los dormitorios las paredes estaban desnudas, como si los cuadros hubiesen sido arrancados de ellos. Remus había descubierto, accidentalmente, que esa propiedad le había pertenecido por generaciones a los Black, así que era una propiedad mágica y le pertenecía a Harry.
- Eso quiere decir que la propiedad ha de reaccionar tan pronto este recobre su magia - dijo Ian mirando el enorme salón comedor, nunca había visto algo así, era de techos altos con madera tallada en el cielo raso, las pareces estaban estucadas con un extraño material que las hacía luminosas y de cada esquina aparecían bellísimos candelabros de madera poblados de largas y delicadas velas de distintos colores y tamaños.
- Responderá a su dueño y a cualquiera que tenga sangre de los Black - le dijo mirando a Draco - así que puedes activar la magia protectora del lugar.
- Muy bien, veamos si es cierto ¿qué debo hacer?
- Creo que en este lugar hay lo que se llaman voces del silencio - dijo Remus.
- ¿Voces del silencio? - repitieron Draco e Ian.
- Las voces del silencio son las protectoras de las residencias mágicas de toda Inglaterra, algo que sólo los dueños de un lugar y los parientes consanguíneos pueden invocar, her Ian - le dijo el moreno pensativo - en Hogwarts, por ejemplo, sólo el director o directora pueden invocarlas y ellas le cuentan muchas cosas a este si está dispuesto a escucharlas.
- Conque así era que el vejete chiflado se enteraba de todo.
- Dumbledore no era un vejete chiflado - lo defendió Heinrich con fiereza.
- Está bien, no te enfades - dijo Draco - pero debes admitir que no nos parecía muy cuerdo que digamos.
- Dumbledore era una persona muy especial, confiaba en todo el mundo, siempre estaba dispuesto a dar una segunda oportunidad, incluso le dio el beneficio de la duda a Tom Riddle en su momento - suspiró - no creo que jamás se haya imaginado siquiera de lo que él era capaz de hacer con una varita en la mano, pero él era el único que vio ese atisbo de maldad en él antes de empezar el colegio, aunque dentro de las paredes de este se comportó correctamente, excepto cuando abrió la cámara de los secretos y mató a Mirthle.
- Yo, lamentablemente, no era lo bastante bueno para llegar a Hogwarts - dijo Ian - y me costó bastante entrar a la academia de aurores, aunque obtuve bueno resultados allí, pero a veces siento que me he perdido de mucho.
- Hagamos un poquito de historia para Ian - sonrió Remus - en realidad, James Potter, Sirius Black y yo fuimos alumnos allí, estábamos en una de las cuatro casas que forman el colegio, cada una de ellas recibe el nombre de uno de los fundadores: Slytherin, Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuf. Según las capacidades de los alumnos, estos son puestos en cada una de las casas, por lo que mis amigos y yo quedamos en la segunda, igual que posteriormente Harry. Draco, en cambio, cayó en Slytherin como todos sus antepasados, incluido su padre y su padrino.
- ¿Conoces la historia de la división de los fundadores? - dijo Draco.
- Bueno, nadie la conoce a cabalidad, y me temo que la mayor parte podría ser una simple invención, pero también sabemos que la que se creía inexistente cámara de los secretos sí existía, así que quizás tenga parte de verdad.
- Te estás dando demasiadas vueltas - le dijo Ian divertido.
- Cierto - sonrió - Durante los inicios de la edad media cuatro jóvenes se juntaron para traspasarles sus conocimientos a nuevas generaciones de magos y brujas, poco antes de que comenzara la gran cacería de ellos. Se dice que Godric Gryffindor venía de la misma corte del rey Arturo y que desde allí lo habrían traído Helga Hufflepuf y Rowena Ravenclaw, ya que sería el heredero de los poderes misteriosos de Avalon y del propio Merlín. Se dice que él y Salazar Slytherin se conocieron en este pueblo y después de pensarlo mucho crearon el colegio de Magia y Hechicería. Godric ciertamente tenía todos aquellos ideales que fundamentaban el poder de la mesa redonda y el rey Arturo, todo aquel que fuera digno de ser educado sería su alumno, cosa que compartía por completo con las damas del grupo. Pero Slytherin quería ser más selectivo, él era más elitista, así que discutieron y, como era el que menos peso tenía contra los otros tres, se fue. Se dice que construyó una cámara dentro del colegio y que dejó un monstruo terrible dentro que sólo su heredero podría controlar, de la que no se supo que realmente existía hasta muchísimos años más tarde.
- Pero no creo que lo de la pureza de sangre haya sido el único motivo ¿verdad?
- Bueno, Draco, hay otras versiones aparte de la oficial, que es en donde se fundamenta el odio entre los leones y las serpientes - sonrió al ver a Ian confundido - Gryffindor y Slytherin - le explicó - Godric había traído desde la corte en Camelot a una de sus aprendices, con la que más tarde se casaría y tendría una hija. Se dice que Salazar estaba encaprichado, no se sabe si con él o con ella, pero cuando estos se casaron y descubrió que ella no era de sangre pura, sino tenía un cuarto de sangre muggle, enfureció y empezó con toda esa persecución a los medio sangre y los hijos de muggle.
- Ese sí que estaba chiflado - dijo Heinrich.
- Salazar era uno de los magos más capaces de su tiempo, pero desde que se separó de los otros fundadores, comenzó a ahondar en las artes oscuras, se dice que tuvo dos hijos gemelos o mellizos. Godric quiso llevarlos al colegio, pero su padre dijo que no quería que se contaminaran con los mestizos y los impuros, por lo que nunca se supo de algún Slytherin en el colegio hasta que Voldemort llegó.
- ¿Y como descubrieron la existencia de la cámara de los secretos?
- Nadie la podía encontrar ya que sólo aquel que pudiese hablar el parsel podía abrirla, ese es un don que se hereda por sangre, her Ian. Sin embargo, Voldemort usó un instrumento para reabrirla, sin saber que yo también podía hablar esa lengua, así que descubrí donde estaba la famosa cámara y detuve al basilisco que estaba dentro junto con aquel instrumento.
- Y eso te valió una placa conmemorativa por servicios prestados al colegio y doscientos puntos para ti y doscientos para el rey comadreja.
- Y todo por culpa de su padre, y no me gusta que le llames así.
- Ron ya no es el mismo - le recordó Remus - antes él me hubiese ayudado en lo que fuera, pero ahora es uno de mis más encarnizados perseguidores.
- Pero ¿qué fue lo que le ocurrió? ¿Dónde perdió sus ideales de Gryffindor?
- Bueno - dijo Remus - cuando te creímos muertos muchos parecieron perder la razón, entre ellos los Weasley - suspiró - Molly estaba destrozada, ella esperaba que regresaras con Ginny y pasaras a formar parte de la familia, Arthur tuvo que dejar el ministerio debido a Bill, aunque este no sea un hombre lobo, no es un mago normal y ha debido irse a trabajar a Francia para mantener a su familia, Ginny estuvo a punto de suicidarse tres o cuatro veces, así que se encuentra en San Mungo recluida de por vida. Ron parecía ser quien mejor lo llevaba, teniendo en cuenta que había sido uno de tus mejores amigos, pero luego que se casó con Hermione y entró a la academia de Aurores, comenzó a cambiar radicalmente, se volvió el más mercenario de los aurores, aunque ella me sigue protegiendo desde las sombras, es ella la que le informa a Tonks cuando me han detectado o me ayuda a escapar de sus garras, quien sabe cómo reaccionaría él si se enterara que estás vivo y siendo novio de una de las personas que más odia.
- Pero dice que al principio todo era normal con él.
- Creo que todo comenzó cuando yo fui excluido de las investigaciones y considerado inocente por el Wizzardmort en ese tiempo - dijo Draco - tal como pasó con Severus, casi todos en la orden admitieron que había estado desde un principio espiando para ellos y que Dumbledore confiaba en él, así que tanto él, como mi padre y yo nos libramos de Azkaban con cierta facilidad. Yo tuve que tomar clases especiales para terminar el colegio y dar mis EXTASIS, pero cuando quise entrar en la academia me encontré con un kilo de trabas que me costó mucho superar, incluida la odiosidad de Weasley y del ministerio.
- ¿Cómo fue que se ocurrió entrar a la Academia? - le dijo Ian.
- Yo pensaba que Harry estaba muerto y quería tener algo más que solo los recuerdos de aquello que no fue, así que seguí sus sueños ya que mi vida no parecía tener un rumbo sin él, ni siquiera había pensado en qué iba a ser de mí cuando terminara la guerra, en ninguno de los casos, lo que sí es que jamás me plantee la posibilidad de no poder declararme, esperaba que finalizada la guerra Harry estuviera más receptivo y no me rechazara otra vez.
- En aquella ocasión le rechacé por su forma de actuar, her Draco, era demasiado petulante y pretencioso, actuó como si me estuviera haciendo un favor al ofrecerme su amistad y fue despreciativo con mi amigo Ron.
- Bueno, tienes que pensar que en ese tiempo las enseñanzas de mi padre eran la única verdad en la que yo creía, fui criado así - suspiró - y siempre he tratado de mantener mi orgullo en alto y tú, de una sola pasada, limpiaste el suelo con él.
- Me pregunto de dónde sacaste esa expresión tan muggle - sonrió Remus.
- Creo que ya nos hemos desviado mucho del tema - dijo Heinrich - voy a tratar de invocar las voces del silencio.
- Eso agotaría tu magia - le dijo Draco - dime que debo hacer y yo lo haré.
- No se preocupe, her Draco, es un hechizo simple y no necesita de gran magia, sólo de concentración - le sonrió - además eso hará que todo el mobiliario del lugar aparezca y no tengamos que preocuparnos de algunas cosas.
- ¿Cómo cuales? - dijo Ian mirando a su alrededor. El castillo se veía vacío, como si todo lo valioso hubiese sido arrancado a fuerza de conjuros, pero no se veía la mano de algún mago o bruja, no había rastros de personas ni nada parecido.
- Creo que se refiere a la limpieza del lugar y a la preparación de las comidas - le dijo Draco - esta clase de mansiones siempre ha tenido grandes cantidades de elfos domésticos, así que lo más probable es que estén ocultos por la magia de las voces del silencio.
Heinrich caminó hacia el centro del salón poniéndose bajo la más grande de las arañas de cristal que colgaba del techo, levantó la mirada hacia ese punto generando que una especie de vapor blanco le rodease, este produjo que el conjuro que fijaba su imagen se rompiera y volviera a ser Harry Potter, sólo en ese momento cerró los ojos y se concentró en atraer hacia él la magia de ese castillo, si los bienes de los Black habían sido traspasados por completos a él, las voces del silencio deberían ser sumisas a sus órdenes.
- ¿Qué hace? - cuchicheó Ian al oído de Remus pero siempre mirando hacia Harry, temiendo romper la concentración del moreno.
Remus iba a responderle cuando una fuerte ráfaga de aire los inmovilizó, parecía estarlos inspeccionando, antes de dirigirse hacia quién la llamaba, rodeó a Harry y pareció formar una pequeña ventisca en torno a él, pero no le hacía daño.
- Soy Harry Potter - le dijo - hijo de James Potter y ahijado de Sirius Black - sonrió - sé que no tengo la sangre de tus últimos dueños, pero cuando mi padrino murió, y siendo él el último de los herederos de los Black, me traspasó todo lo que le había pertenecido. Así que pensé que tal vez ustedes pudiesen protegernos hasta que mi magia se estabilice por completo ¿Lo harían?
- Harry Potter es nuestro amo ahora - se escuchó un coro de voces chillonas alrededor de ellos cuando el viento desapareció y descubrieron a cinco elfos inclinados servicialmente hacia Harry, además que todo a su alrededor estaba amoblado con bellísimos muebles de caoba y roble.
- ¡Guau! - exclamó Ian.
- El señor amo ordena lo que hacemos - dijo el que parecía ser el elfo mayor.
- Necesitamos tres habitaciones - sonrió al ver al sonrojo del rubio - las mejores del castillo, necesitamos descansar un poco - se acercó a Draco que miraba al suelo - él es Draco Malfoy, es hijo de una Black y mi novio - lo abrazó, los elfos asintieron - él es Remus Lupin y él es Ian Keller, ambos son mis amigos - presentó a los otros - quiero que los traten bien.
- Claro que sí, amo - dijeron a coro nuevamente inclinándose hasta casi tocar el suelo con la nariz para luego desaparecer a obedecer sus órdenes.
- Estos elfos no se parecen en nada a Kreacher - dijo Harry pensativo - cuando Dumbledore me dijo que lo había heredado junto con la casa de Londres, hizo soberano escándalo diciendo que no quería que fuese su amo y, por su propia naturaleza, se vio obligado a aceptarme, los de aquí me han aceptado bien.
- Quizás sea porque aquí casi nunca estaban los Black - dijo Remus - recuerdo que Sirius me contó de la existencia de esta residencia, pero que su familia no solía venir por estos lados por la existencia de las voces del silencio, creo que hace más de cincuenta años que no hay humanos aquí, así que los elfos han estado limpiando y cuidando el lugar escuchando las ordenes de las voces de la casa y cuando estas fueron sometidas por un humano, lo aceptaron sin chistar porque al fin tienen un nuevo dueño.
Harry miró el lugar pensativo, al someter a las voces del silencio, el castillo los había aceptado como nuevos habitantes del lugar y había hecho aparecer todo el mobiliario, la mesa de fuertes y estilizadas patas, las sillas a juego con altos y detallados respaldos labrados con el escudo que bien sabía era de la familia Black, pero lo que más le llamó la atención fue el delicado mantel de hilo que cubría el otro casi tan delicado de seda dorada.
- ¿Será de hilos de oro? - dijo Ian sorprendido tocando el material - lo es, vaya que era rico tu padrino, Harry.
- Imagino a los ayudantes del ministro sentados en este comedor - dijo Draco - creo que a mis ancestros Black les daría un ataque si estuvieran vivos.
- Me pregunto si el lugar será como Grimauld Place - suspiró - allí estaba el retrato de la madre de Sirius en lo alto de la escalera gritándole a medio mundo que ensuciaban la casa, a él lo llamaba traidor y a los demás escoria medio sangre y sangre sucias, sería desagradable toparnos con más retratos de ese tipo también en este lugar, aunque quizás esté Phineas Niguellus por aquí.
- ¿Quién es ese? - dijo Ian preocupado.
- Fue uno de los directores del colegio - le dijo Remus - en Grimauld Place estaba su retrato y por medio de él manteníamos contacto con el colegio, ya que en la oficina del director también hay uno.
- Los retratos de los directores anteriores están allí para servir al director actual - dijo Harry - había montones de ellos - miró al licántropo - pero no hay retratos de los fundadores, yo sé como fue Slytherin porque él puso su estatua en la cámara de los secretos, pero ¿y los demás?
- Nadie los encontró luego del gran incendio que afectó el colegio en 1500 ó 1600, se cree que muchos de los secretos del colegio se perdieron por esa razón.
- Pero ustedes descubrieron varios de ellos cuando estudiaban allí.
- Bueno, pero fue casi una coincidencia, por ejemplo, el pasillo de la bruja tuerta James lo encontró tratando de escapar de Flich, o el pasillo del cuarto piso que lleva hacia un costado de la torre Gryffindor, que Sirius encontró un día escapando de Snape, que casi lo atrapa convertido en perro.
- Pero de todas maneras los descubrieron e hicieron un mapa mágico...
- ¿Creen que es posible que los elfos nos muestren nuestras habitaciones? - lo interrumpió Ian - estoy un poco cansado y me gustaría dormir un rato antes de comer, porque de seguro los elfos nos darán de comer ¿verdad?
- Siempre pensando con el estómago - sonrió Harry e hizo un ruido con los dedos, de inmediato apareció un elfo que se inclinó ante él - perdona, ¿cómo te llamas?
- El amo llamó y Serky vino, señor - le dijo haciendo una reverencia.
- Serky ¿desde hace cuánto tiempo que sirves a la familia Black? - le dijo extrañado, el elfo parecía ser muy joven.
- Yo no conocí a los amos, ellos no solían venir mucho por aquí aún antes que comenzara la primera guerra - le informó temeroso - para ese tiempo yo no nacía.
- Entiendo - sonrió - quizás puedas hacernos el favor de mostrarnos el castillo y el lugar en el que vamos a descansar.
- Si los amos me siguen, les mostraré sus habitaciones - dijo encaminándose hacia la puerta - los amos deberán perdonar, pero desde hacía tanto tiempo que nadie venía por aquí que no hemos podido darles las mejores habitaciones, se encuentran en pésimas condiciones y...
- No necesitas darnos explicaciones - le sonrió Harry - y menos deben castigarse por eso, después de todo, han hecho lo que han podido ¿verdad?
- El amo es muy generoso considerando lo descuidados que hemos sido.
- No han sido descuidados - le dijo Harry mientras lo seguían por los pasillos, ahora podía ver los altos ventanales cubiertos con cortinas de brocato y seda, los cuadros habían regresado a sus lugares, al parecer eran de otra clase de Black, ya que les sonreían amablemente.
- Vaya, al fin gente decente vuelve a habitar este lugar - le dijo una robusta mujer desde su retrato mientras subían por las escaleras de piedra hacia el piso superior - la mujer que estuvo aquí antes lo único que hacía era ladrar órdenes, menos mal que las voces del silencio no la obedecieron.
- ¿Por qué no? - preguntó Draco.
- Bueno, ella decía ser una Black, pero el dueño ya no pertenecía a esa familia.
- La magia del castillo fue traspasada a Harry - le recordó Remus - ahora entiendo por qué él quiso hacer el conjuro - miró al moreno y este desvió la mirada sonrojado - las voces del silencio iban a atacarte.
- Bueno, supuse que eso era lo que iba a hacer, en especial porque no está emparentado por sangre con el dueño actual del lugar.
- Eres muy dulce, leoncito, pero no necesitas protegerme ¿sabes?
- Es una manía que yo tengo, Hermione lo llamaba mi manía salvadora.
Se detuvieron en un largo pasillo flanqueado por pinturas de toda clase de animales mágicos, desde una esfinge hasta los más delicados unicornios, pasando por los dragones y hasta los escregrutos de cola explosiva, bien los recordaba de cuarto año.
- Este lugar sería el paraíso para Hagrid - dijo Harry señalando las pinturas.
- ¿De quién hablas ahora? - Ian lo miró intrigado.
- Rubeus Hagrid, el guardián de las llaves y los terrenos de Hogwarts, y profesor de cuidado de criaturas mágicas, le fascinan los animales peligrosos, trato de criar un dragón, una acromántula y hasta cachorros de hombre lobo, supongo que recuerdas al hipogrifo de tercer año, Draco querido.
- Claro que sí, el animal estúpido me mordió - dijo molesto.
- Hagrid había sido bastante claro cuando dijo que a ellos no les gustaba que los insultaran - le dijo - si tú no lo escuchaste, fue tu culpa ¿sabes? Buckbeack no te habría hecho daño si lo hubieses respetado como lo merecía.
- Por cierto, él todavía te pertenece, Harry - le dijo Remus - quizás más adelante quieras volver a verlo, también Hagrid se alegrará de verte.
- ¡No voy a permitir que Harry tenga semejante criatura! - exclamó Draco molesto - ni me gusta tu amistad con ese semigigante.
- Y es por eso que te rechacé aquella vez en el tren del colegio - le recordó Harry - no se te ha quitado eso de estar mirando en menos a los demás.
- No es eso, Harry, ese bicho me dejó traumado después de lo que pasó en ese mayo en el castillo, ¡trató de matarme! - le recordó.
- Yo le salvé la vida a Buckbeack en tercer año y él es una criatura agradecida, simplemente me devolvía la mano.
- ¿Quieren dejar de hablar de cosas de las cuales no tengo idea? - le reclamó Ian.
Remus sonrió y lo hizo seguir adelante.
- Dejémoslos solos a ver como arreglan esto, dudo mucho que Draco consiga convencer a Harry de dejar de lado a aquellos que ha sentido sus amigos. Además, Hagrid fue quien le salvó la vida a Harry siendo un bebé y nunca ha dejado de sentir un gran afecto por él, pese a creerlo muerto.
- Harry parece ser una gran persona, aunque he visto poco de él.
- En realidad, Heinrich no difiere mucho de él en personalidad - suspiró - es solo su apariencia la que cambia y una que otra actitud, como que este es un tanto más sumiso que Harry, lo he visto someterse muchas veces a las decisiones del rubio, pero ahora que está aflorando con más tranquilidad, luchará por tomar sus propias decisiones y vaya a saber como terminan, o uno muerto o los dos en la misma cama - sonrió al ver la cara de Ian - ya sé, no quieres conocer los detalles.
- Es que Heinrich es una persona fácil de querer, incluso antes de llegar a conocerlo bien, es atento, servicial, amistoso y considerado con casi todo el mundo - suspiró - dudo llegar a conocer otra persona igual en mi vida.
- El amo no estará molesto con nosotros ¿verdad? - dijo el elfo preocupado.
- Dudo que Harry se enoje con ustedes - le tranquilizó Remus - sólo está teniendo un intercambio de opiniones con su novio - sonrió al ver que la discusión comenzaba a volverse acalorada a la distancia - es casi como verlos en los pasillos del colegio hablando cosas que los herían y distanciaban, aunque nunca llegaron muy lejos - suspiró - me hubiese gustado ver madurar su relación como se debía en estos cinco años.
- ¡No! - dijo Draco angustiado - Harry, entiéndeme, ese hipogrifo se volvió una pesadilla para mí después de lo que pasó esa vez y no dejé de sufrirlas hasta que la reemplazó una peor.
- Mira, no podría tener a Buckbeack con nosotros, pero simplemente no me voy a deshacer de él, aunque ciertamente estará mucho mejor con Hagrid, allí puede alimentarse y volar cuando quiera.
- ¿No lo vas a traer con nosotros? - le dijo sorprendido.
- Sería casi como tratar de tener un dragón - se rió abrazándolo - aunque yo tengo el mío - le coqueteó y Draco se sonrojó.
- Déjate de tonterías - se apartó del moreno viendo que Remus e Ian movían la cabeza negativamente un par de metros más adelante de ellos - veamos nuestras habitaciones.
- Espero que la cama sea lo bastante grande y cómoda para lo que planeo hacerte - le guiñó un ojo caminando hacia los demás y escuchó un resoplido del rubio - ¿acaso no te agrada la idea de hacer cositas?
- Creo que eres un pervertido, siendo quien eres, no debería ser ¿verdad?
- Bueno, no creo que sea tan así - se detuvo junto a Remus que los miraba divertido - después de todo, los leones igual tienen su vena pervertida y Voldemort me traspasó muchas cosas cuando me marcó como su igual.
- ¿Te marcó como su igual? - repitieron Ian y Draco asombrados.
- Era lo que decía la profecía por la que lo estuvo persiguiendo todo ese tiempo - les dijo Remus - él solo conocía un parte, así que no sabía que al ir tras Harry siendo un bebé le traspasaría en parte sus poderes, lo marcaría como su igual y que este tendría poderes que él jamás conocería ¿cierto, Harry?
- Bueno, Snape no escuchó la profecía completa cuando fue hecha y Voldemort no puedo tomar la inscripción porque se rompió esa tarde en el ministerio cuando murió Sirius - su mirada se entristeció - todo fue tan inútil, había esperado limpiar su nombre para dejar de vivir con mis tíos de una buena vez y en vez de eso, le perdí para siempre, como a casi todos mis seres queridos.
- No te pongas así, Harry - lo abrazó Draco - no creo que él quiera que te pongas triste cada vez que lo recuerdes.
- Tranquilo, cachorro - le dijo Remus - recuerda que no lo has perdido, tal como tampoco has perdido a tus padres.
- Aquí está la habitación principal, amo - le dijo el elfo haciendo una profunda reverencia antes de abrir la puerta. Los cuatro lo siguieron dentro y se quedaron asombrados.
- Vaya - fue lo único que pudo decir Draco al ver la enorme cama, a su parecer allí cabría un gigante cómodamente. Era una de esas camas imperiales, de cuatro postes labrados delicadamente que sostenían dos tipos de delicados doseles, unos de tul y los otros de terciopelo.
- Esta si es una cama para concebir... malos pensamientos - dijo Harry malicioso.
- No jodas - le dijo Draco mirando a su alrededor. En realidad era un dormitorio enorme, ya que, además de la cama enorme, había un closet de dimensiones descomunales, un reclinatorio, un escritorio con una silla giratoria y una cómoda del mismo estilo - Serky ¿quién fue el último morador de este lugar?
- La cama fue un regalo del jefe de los gigantes al señor Arsenius Black hace trescientos años - le dijo - lo único que se ha cambiado es el colchón y las frazadas, dado que eran demasiado ásperas para que los señores durmieran en ella - agregó un tanto preocupado.
- Está genial - dijo Harry complacido - aquí un podría acostarse con otras tres personas y no habría necesidad de tocarse.
- ¿Acaso pretendes tener una orgía? - le dijo Draco molesto.
- ¿Cómo crees? - dijo escandalizado - yo no pienso compartirte con nadie.
- ¿Podemos ver las otras habitaciones? - los interrumpió Ian.
- Perdone, amo, detrás de aquella puerta está el baño - miraron hacia donde les señalaba el elfo y se percataron de la enorme puerta de vidrio semilla biselado con delicados y hermosos dibujos de flores que parecían mecerse al compás de un viento que las soplaba suavemente.
- Creo que a los Black les gustaba demasiado la ostentación - dijo Ian abriendo la puerta y se quedó de una pieza al ver los artefactos - por Merlín.
Harry miró por encima del hombro del castaño y también se quedó sorprendido, todos los artefactos allí colocados eran todos de un delicado color dorado, casi le recordaba el color de la snitch que solía perseguir en su escoba cuando estaba en el equipo de su casa, el piso tenía mármol de un delicado color coral y las cañerías parecían ser...
- Las cañerías son de oro sólido - le dijo el elfo al mirar sus caras de sorpresa - el castillo está totalmente lleno de ellas, ya que en el tiempo en que el amo Balcier Black encontró la mina de oro que está bajo este castillo los magos no podían gastarlo, así que se le ocurrió usarlo así.
- Harry, creo que eres monstruosamente rico - le dijo Ian asombrado.
- Serky - dijo Harry pensativo, si ese lugar era tan grande y tan lleno de riquezas, debería tener muchos sirvientes - ¿cuántos elfos trabajan en este castillo?
- Veinte, amo - lo miró preocupado una vez más - oficialmente - agregó
- ¿Oficialmente? - se volteó a mirarlo intrigado.
- Es que, desde el tiempo en que vinieron los amos la última vez, la familia ha crecido y hay muchos elfos que no están registrados, como yo, señor, y el amo podría echarnos del castillo y no tendríamos donde ir...
- ¿Y por qué tendría que echarlos? - lo interrumpió el moreno asombrado.
- Es lo que hacen los magos cuando un elfo tiene familia sin la autorización de los dueños - le dijo Draco - aunque la mayor parte no lo hace ya porque es muy difícil adoptar elfos hoy en día.
- Entiendo - asintió Harry - no es necesario que se angustien, más tarde podemos verlos a todos y registrar a los que no están inscritos, para que formen parte, oficialmente, del castillo.
- ¡El amo es muy amable! - lo abrazó el elfo - pero sabía que Harry Potter era una gran persona, todo el mundo lo dice.
- Ya te pareces a Dobby - dijo el moreno divertido - quizás después de comer nos puedas dar un paseo por el castillo.
- El amo ordena y Serky obedece - dijo el elfo.
Salieron de la habitación y fueron a ver las otras habitaciones. La de Remus estaba al frente de la principal, era un poco menos ostentosa, pero también estaba delicadamente amoblada y el baño, que compartía con la habitación de Ian, también tenía cañerías de oro, los artefactos allí eran de un color verde pálido y el mármol en el suelo era de un tono más suave.
- Creo que la vamos a pasar muy bien aquí mientras nos dure el descanso - dijo Draco saliendo de la habitación de Ian luego de revisarla.
- ¿Los amos no vienen a quedarse? - dijo Serky angustiado.
- Por ahora, no, pero más adelante quizás vengamos a quedarnos una temporada más larga - le dijo Harry sonriendo tomando de la mano al rubio - no te preocupes, sólo baja y dile a los demás que después de la comida haremos el registro, que nadie tendrá que irse del lugar.
- Muy bien, pero ¿qué desean comer los amos?
- Lo que nos puedan preparar estará bien - le dijo - creo que, conque esté servido a las una, todo estará perfecto.
- Claro que sí, amo - hizo una reverencia y con un "pop" desapareció.
- ¿Qué tal si probamos la cama? - le dijo a Draco malévolo y este entró en la habitación más rojo que un tomate.
- Vamos a descansar antes de comer - le dijo amenazante - tú que tratas de hacer algo más y te irá muy mal ¿entendiste? - le dijo cruzándose de brazos, sonrojado por las implicancias de las palabras del moreno.
- No te enojes - se rió sentándose en la cama para sacarse los zapatos - no dije que fuéramos a probar la cama de esa forma ¿recuerdas?
- Pues a mí me parecía que eso insinuabas - le replicó molesto imitándolo.
- Mejor descansemos - lo atrajo hacia él - quizás en la noche...
- ¿Ves? En tus palabras igual hay segundas intenciones - le reclamó el rubio, pero se dejó arrastrar hacia atrás y al poco rato dormía apoyado sobre el pecho de Harry.

En realidad, en el castillo había más elfos de los que habían pensado en un principio, Serky había dicho que eran veinte los que oficialmente pertenecían al castillo, así que había pensado en unos diez más, nunca treinta más, se dijo mientras terminaba de escribir el registro sentado en un enorme sillón en la sala de estar con Draco sentado a su lado junto a un enorme mesón.
- Hay cincuenta elfos trabajando en este castillo ¿cuántos más tendrás? - dijo Ian.
- Si pudiéramos pedir un catálogo de las propiedades a nombre de Harry - dijo Draco pensativo - porque no sólo son las propiedades de los Black las que están dentro de su fortuna, después de todo los Potter también venían de una larga dinastía mágica y eran muy ricos.
- Los papeles de las propiedades de mi familia están en Gringotts - le dijo este - nunca quise sacarlas de allí, me dije que si sobrevivía a la guerra pensaría qué hacer con todas esas cosas.
- Y la única forma de sacarlos es apersonándose allí - dijo Remus - y sospecharían mucho si de pronto alguien entrase en la cámara de los Potter con la llave de esta, cuando se supone que esta desapareció cuando Harry murió.
- Pero yo no la tengo, estaba guardada en el baúl de mis cosas en casa de mis tíos, seguramente ni siquiera existe.
- Equivocado, mi querido Harry - le dijo Draco - yo tenía curiosidad respecto al lugar en el que habías crecido, así que fui allí y lo rescaté de la basura junto con todas las cosas que contenía, de allí saqué tu capa de invisibilidad ¿recuerdas?
- Eso significa que tienes mi saeta de fuego y todas mis cosas del colegio.
- Claro, además que descubrí un compartimiento secreto en donde guardabas algunas cosas bastante especiales.
Harry lo miró preocupado antes de recordar lo que allí guardaba y ruborizarse intensamente, eso significaba que el rubio sabía que estaba enamorado de él desde que estaban en sexto año.
- Si me lo hubieses dicho en ese entonces, no habríamos perdido estos cinco años - le dijo Draco pensativo - aunque quizás de todas maneras hubiese creído que estabas muerto y la desesperación habría sido peor.
- Lo que me extraña es que la magia de James sea tan poderosa como para ser capaz de transportar a su hijo tan lejos - dijo Remus - sabíamos que la magia de Lily había sido lo suficientemente fuerte como para evitar que aquella maldición llegara hasta Harry, pero fue un sacrificio de amor ¿Qué conjuro le pondría?
- Dumbledore me dijo que mi padre habitaba en mí, quizás su sacrificio me traspasó su magia y, fortalecida con la mía, se manifiesta de las formas más insospechadas - dijo el moreno - pero creo que hay algo más, algo que me llegó desde mis recuerdos en el colegio, en primer año específicamente, cuando por vez primera a mi familia en el espejo de Oesed.
- He escuchado hablar de ese famoso espejo - dijo Ian - pero ¿es verdad que se pueden ver cosas fantásticas allí?
- Ese espejo muestra los más grandes anhelos que tienes en tu corazón - le dijo Harry - yo crecí sin una familia que me quisiera, así que vi a mis padres y toda mi familia mágica en él, así fue como conocí a todos los Potter que murieron protegiéndonos a mis padres y a mí.
- Quizás ese sea el asunto - sonrió Remus volviéndose hacia uno de los elfos mayores - Sirius me contó que su familia solía tener la más grande y documentada de las bibliotecas de Gran Bretaña ¿es posible que esta biblioteca se encuentre aquí? - le dijo al elfo directamente.
- El último de los amos la trasladó aquí cuando comenzó la segunda gran guerra - le dijo el elfo - pero nadie ha entrado allí desde hace muchos años, los elfos no entramos allí, estaba prohibido, señor - dijo mirando con cierto temor a Harry.
- Bueno, a partir de ahora no será así - le dijo este.
- Si el amo quiere, podemos limpiar y ordenar un poco antes que los amos vayan allí, puede estar lleno de alimañas y conjuros dañinos y no sería bueno para el amo ya que apenas recupera su magia.
- De acuerdo, háganlo - aceptó.
- El antiguo amo se enojaba mucho cuando los elfos hablábamos sin su autorización - dijo una elfina mayor.
- A ni no me importa mucho todo eso - sonrió Harry - si ustedes me hacen recomendaciones, las aceptaré porque ustedes saben bien lo que hacen.
- El nuevo amo tiene un gran corazón - dijeron todos los elfos a coro y desaparecieron a cumplir con sus labores.
- Este lugar es fantástico, podemos iniciar nuestras investigaciones mientras estamos aquí - dijo Draco - sé que en mi casa están documentadas las familias de sangre pura de mayor raigambre, incluso están los Potter que es una de las familias más antiguas del mundo mágico, recuerdo haber leído que era una de las pocas familias mágicas anteriores a la creación de Howgarts, pero no recuerdo en qué tiempo era que decía.
- Si, James era de sangre pura, y su familia era mucho más antigua que la de los Black o los Malfoy - asintió Remus - sin embargo, su familia no era considerada "adecuada" por las otras familias como para unirse con ellos, todo el mundo sabía que los Potter trabajaban con muggles y para los muggles.
- ¿En qué trabajaba mi papá? - lo miró Harry.
- James era una persona muy especial - suspiró - entró a la academia de aurores y se recibió, pero jamás ejerció como tal, prefería trabajar de detective privado junto con un Policía retirado muggle, claro que este no sabía que tu padre usaba magia para resolver los casos más complicados, tu padre solía decir que así no se ponía en la mira de los mortifagos. Sirius y yo solíamos reírnos de eso. Pero era lo mejor cuando se casó con Lily. Claro que se vio obligado a abandonar su trabajo cuando apareció lo de la profecía cuando tenías apenas un año. El resto lo sabes - le dijo con tristeza - esa noche hubo luna llena.
- ¿Y mi mamá?
- Lily trabajaba en una farmacia naturista, siempre se le dio bien eso de las pociones, las mejores eran las curativas ¿cuántas veces no curó mis heridas o las de los otros merodeadores? Snape la odiaba por eso.
- Perdonen, señores amos - dijo una elfina pequeña - pero en la entrada hay un señor que quiere ver al amo Draco, dice que es su padrino.
- ¿Qué vendría a hacer aquí Severus? - dijo el rubio preocupado.
- Hazlo pasar - le dijo Harry - y dile a los demás que no se asombren por nuestros cambios de apariencia - dijo tornándose en Heinrich - her Remus.
- ¿Qué diantre querrá ese hombre? - dijo cambiando su apariencia también.

- El señor Severus Snape, amos - dijo la elfina dejándolo con ellos en el salón para luego retirarse a cumplir las órdenes de Harry.
- Es extraño encontrar un lugar así tan cerca de todo y de nada - les dijo el profesor - y encima, que les haya pertenecido a los Black.
- Severus, no has venido a hacer una visita social ¿verdad? - le dijo Draco.
- Por supuesto que no - le dijo - pero creo que estás siendo mal educado, Draco.
- Tal vez - se encogió de hombros comprendiendo que quería que le presentara a Remus, aunque lo conociera sin saber - Regulus Blach, este es mi padrino Severus Snape, Regulus está ayudándonos con una investigación que hacemos fuera del ministerio - le explicó.
- Me pregunto si eso tendrá algo que ver con Potter.
- ¿Harry? - dejó escapar el rubio - no entiendo.
- Esto - le entregó una especie de relicario - Minerva McGonogall lo encontró en su oficina hace unos días y recordó que este pertenecía a James Potter y que había estado opaco por largos años, pero desde que esos mortifagos dijeron haber visto a Potter, ha comenzado a brillar con más fuerza, como si este estuviera muy cerca de nosotros.
- Perdone, her Snape - le dijo el moreno manteniendo su distancia, sospechaba que esa cosa comenzaría a refulgir con gran fuerza si se acercaba más - quisiera saber si va a permanecer con nosotros un tiempo, para decirle a los elfos.
- Bueno, quizás unos días - dijo mirando a Remus, pero este esquivó su mirada, bien sabía que era muy bueno leyendo las mentes de los demás.
- Bien, iré a decirles - dijo saliendo de la habitación.
- Espera, Heinrich, voy contigo - le dijo Remus siguiéndolo rápidamente.
- Un hombre bastante guapo - le dijo Snape al rubio consiguiendo que Ian alzara las cejas - hay algo muy especial en él.
- Por cierto, Severus, Heinrich es mi novio - le advirtió.
- Así que Lucius tenía razón, ha cambiado tu corazón.

El moreno y el licántropo se detuvieron en la puerta de la cocina, los dos con la misma idea en la cabeza, alejar al profesor de pociones cuanto antes de ellos, pero ¿cómo, sin parecer descortés?
- No esperaba encontrarme con Severus aquí - gruñó el licántropo molesto - podría ser perjudicial si acercaran a tu persona ese relicario.
- ¿Por qué reacciona ante mi presencia?
- Verás, es un artefacto muy especial, creo que James me contó una vez que era la llave hacia algunos de los secretos más ocultos de su familia, claro que él no podía usarlo, aún no tenía la edad necesaria para que este le mostrara su poder, sin embargo, brillaba con gran fuerza en su presencia, aunque no lo estuviera tocando, su padre dijo que era por ello que a los Potter se les daba fácil atrapar la snitch en los partidos de quidditch, porque la llevaban en la sangre, igual que el volar, como las águilas.
- Volar como las águilas - sonrió - siempre me he sentido libre en el aire.
- ¿El amo esta molesto por algo? - dijo un elfo pequeño frente a la puerta donde ellos conversaban - ha cambiado de apariencia.
-No, sólo quería que prepararan una nueva habitación, ha llegado un visitante inesperado - lo tranquilizó - sólo les pido que no me llamen por mi nombre.
- El amo ordena - dijo el joven elfo y desapareció.
- Me pregunto si no lo habremos invocado por estar hablando de él.
- Será más difícil investigar lo que pasó esa noche hace cinco años con él metiendo sus narices - dijo Remus fastidiado - regresemos, debemos decirle a los muchachos que no digan nada sobre nuestra investigación, siempre ha sido muy intruso y querría, si bien no ayudarnos, saber el por qué de nuestro interés por las cosas de los Potter.
- Mi padrino decía lo mismo - sonrió emprendiendo el camino de regreso al salón - parecía tener toda la razón respecto a él.
- Bueno, no sé si sea tan cierto, ninguno de ustedes es imparcial al respecto.

Draco observó atentamente a su padrino, hacía un buen rato que no decía nada, aparte del comentario de cambiar a Harry por Heinrich, quién sabe qué diría si supiera que eran la misma persona, lo más seguro es que le diera el ataque que casi le dio cuando le dijo que entraba en la academia de Aurores, pese a no tener la bendición de su padre.
- Dime algo ¿conoces desde hace mucho a Regulus? - dijo de repente y Draco casi se quedó sin aire ¿Severus estaba interesado en el licántropo? Aunque, claro, debía tener en cuenta que no sabía que se trataba de ni más ni menos que Remus Lupin, uno de los odiados por él merodeadores - parece ser una persona interesante.
Ian soltó una risita mal disimulada, eso sí era divertido, por lo que había escuchado del propio Remus, este hombre odiaba todo aquello que hubiese tenido que ver con James Potter y él era uno de sus mejores amigos y ahora resultaba que estaba interesado en él ¿qué diría el licántropo cuando se enterara? ¿Qué cara pondría este cuando se diera cuenta que le gustaba un hombre al que le había arruinado la vida al descubrir el secreto de su enfermedad?
- Perdón - dijo tratando de calmarse - me acordé de algo - dijo saliendo apresurado del salón antes de delatarse y delatar a los demás.
- Vaya, vaya - dijo Draco comprendiendo perfectamente el motivo de la hilaridad de su compañero - primera vez que te escucho hacer un comentario de ese tipo - le dijo "y menos cuando es una persona a la que dices odiar", agregó para sí.
- Poca oportunidad he tenido de conocer personas interesantes - se encogió de hombros - hace demasiado tiempo que no pongo la mirada en otras personas, la única que quise, me la arrebataron con demasiada facilidad Potter y sus amigotes.
- Debió haberte hecho algo muy grave como para que odiaras hasta el hijo.
- Por cierto, no reaccionaste ante lo que te dije, sabemos con cierto grado de certeza que Potter hijo está vivo y en alguna parte de Inglaterra ¿acaso no dejaste tus propios sueños por seguir los suyos, diciendo que lo amabas aunque este ya no estuviera en este mundo?
Draco desvió la mirada mientras se mordía un labio, bendito lío el que les trajo el relicario y lo miró un segundo, pensativo, cuando lo mostró en presencia de Harry este brillaba como el oro de las cañerías de esta casa, pero como este se había alejado, había adquirido un brillo opaco, si Severus se daba cuenta...
- Lo sigo amando - le dijo tomando el relicario antes de echárselo en el bolsillo - y es al respecto que estamos investigando.
- Creo que a ti te pasó algo malo en la cabeza ¿no dijiste hace un momento que el alemán es tu novio? - el rubio asintió - y aún así vas a investigar hasta encontrar a tu antiguo amor.
- Cuando lo pones así, suena terriblemente mal - dijo este tratando de evadirse.
- Es que lo es, Draco - le dijo paseándose alrededor de Draco que se había sentado en uno de los cómodos sillones de cuero del salón - Potter nunca te quiso ¿olvidas que por poco no te mató en sexto año? Si no hubiese aparecido en ese momento, quién sabe qué habría pasado.
- Si no hubiese usado esa maldición, el muerto habría sido él - le dijo - yo estaba asustado y llorando en ese baño ¿sabes? Pero lo que menos quería era que él viera mi aflicción, quería aparecer ante él como un tipo fuerte, decidido, para que me admirara y quizás comenzara a gustarle, pero que él me viese vencido fue más fuerte que mi amor por él y quise salvar mi orgullo lanzándole una imperdonable y no creo que él tuviese siquiera la intención de matarme, o sea, siempre se comportó como un buen Gryffindor ¿no?
- Potter era Gryffindor sólo porque él lo quiso, el sombrero seleccionador lo habría dejado en Slytherin si lo hubiese dejado decidir.
- Siempre creí que tenía demasiadas cualidades propias de los nuestros - sonrió - quizás fue por eso que me enamoré tanto de él, aparte de ser tan guapo.
- Se parece a su padre, así que no le veo cómo es que dices que es guapo.
- Mi padre también piensa que James Potter era guapo - le dijo - aunque diga que fue un desperdicio su vida.
- Bueno, tu padre pudo haber caído en los encantos de Potter, pero hasta él admitiría que no era un buen partido para los jóvenes de buena familia, ya que eran considerados traidores de sangre.
- Los muggles pueden ser muy divertidos ¡vieras la cantidad de cosas que Heinrich me ha enseñado de ellos! - dijo sonriendo - y tienen formas muy curiosas de expresarse, él dice que hay que aprender a vivir con ellos, después de todo, son igual que nosotros, pero sin magia.
- Creo que me has dejado confundido - le dijo deteniéndose ante él - hablas del alemán con la misma pasión con la que hablabas de Potter antes de entrar en la academia - explicó y Draco se sonrojó.
- Para que veas que estoy enamorado - se defendió.
- Lo que pienso es que has enloquecido totalmente - le dio y se volvió al sentir que alguien los miraba con frialdad.
- Uno de los elfos le mostrará su habitación, her Snape - le dijo Heinrich, no se podía sacar la rabia, trataba de esconderla, pero no podía olvidar que él había llevado a la muerte a sus padres y a su padrino y había sido quien había lanzado el hechizo que mató a Dumbledore, por las razones que hubiese sido.
- No te he hecho nada para que me mires así - le dijo este.
- Quizás sí, her Snape - le dijo mirando a Draco - y lo sabe.
- Heinrich querido, no necesitas ponerte celoso - le dijo Draco comprendiendo que intentaba ocultar en ello sus rencores del pasado.
- Serky le mostrará al amo Snape su habitación - dijo el elfo haciendo una inclinación - si me sigue.
Snape miró al moreno intrigado pero pudo sentir como este cerraba su mente a toda velocidad, al parecer Draco había divulgado que era un excelente legimens, quizás por eso el detective había esquivado su mirada cuando se lo presentaron. En fin, ya averiguaría cosas sobre él mientras estuviera allí.
- Maldito - escuchó murmurar al moreno con tanto odio, casi podía sentir que contenía sus ganas de matarlo, de seguro él estaba más enamorado de su ahijado que a la inversa y temía perderlo si Potter regresaba a su vida.
En eso entró Regulus y le dedicó una sonrisa tensa, como si tampoco le agradase su presencia, en fin ¿qué le iba a hacer? Le encantaba el reto que tenía presente, al menos allí no estaría Potter para quitarle a la persona que le gustaba, se dijo saliendo del salón.

Draco miraba a Heinrich que irremediablemente se transformó en Harry por la ira contenida contra Severus Snape, había escuchado sus palabras y había notado que su padrino también, sólo esperaba que este no diera con la respuesta verdadera al odio del moreno hacia su persona.
- Creo, cachorro, que debes entrar a tranquilizarte - le dijo el licántropo - yo tampoco lo quiero aquí, sin embargo, si hacemos algo en su contra o dejas que tu magia se manifieste por completo, sospechará ¿quieres que me maten?
- Lo siento, Remus, pero no puedo evitarlo - dijo sentándose en el sillón cubriéndose el rostro con las manos - el solo verlo me hace recordar lo que pasó en mayo en sexto año y que él fue el culpable que Voldemort matara a mis padres, creo que lo odio con la misma intensidad.
- Harry, tranquilízate por favor - Draco lo abrazó con fuerza - no quiero volver a perderte - lo besó en la frente - no te dejes llevar, amorcito.
- ¿E Ian? - dijo Remus mirando a su alrededor.
- Le dio un ataque de risa - le dijo Draco - y se salió del salón.
- ¿Un ataque de risa? - dijo Harry preocupado.
- Por algo que dijo Severus - suspiró al ver que se había tranquilizado - creo que le gustó Regulus, si supiera quién es en realidad, se muere.
- Que ni jure que le voy a corresponder, por su culpa he tenido que vivir escondiéndome estos últimos cinco años, ni hubiese tenido que hacer trabajos esporádicos si no hubiese divulgado a todo el mundo que soy un hombre lobo.
- Razones nos sobran para odiarlo - dijo el moreno volviendo a ser Heinrich - pero her Draco tiene razón, si él llegase a sospechar siquiera quien soy, me haría la vida imposible y de seguro nos veríamos separados de nuevo.
- Por cierto, no le vayas a decir ni de broma qué es lo que estamos investigando, sabrá mucho de artes oscuras, pero creo que la magia utilizada por James era una de las manifestaciones más puras de la magia blanca.
- Mi padrino de todas maneras va a sentir curiosidad, en especial porque esta cosa - sacó el relicario del bolsillo - brilla cuando Heinrich está cerca y se pone opaca cuando él se aleja y se supone que brilla sólo en presencia de los Potter ¿ven? Y me temo que él puede notarlo en algún momento.
- Siempre fue terriblemente intruso - dijo Remus molesto - James y Sirius solían fastidiarlo con eso, le decían que metiera sus narices en otro lado, pero siempre anduvo tras nuestros pasos, desde que entramos al colegio, solía amenazarnos con hacernos expulsar - suspiró - era muy molesto.
- Amo - le dijo a Harry un pequeño elfo - la biblioteca está lista para que la visiten cuando quieran, el amo Ian está allí.
- Gracias, Biddy - le sonrió Heinrich - iremos allá de inmediato. Por cierto ¿sabes de casualidad donde se encuentra her Ian?
- Oh, sí, el amo Ian se encuentra en la biblioteca, dijo algo de no poder soportar la risa sobre no sé qué cosa, amo - le dijo un poco temeroso.
- Hum, quizás podamos aprovechar de investigar mientras her Snape se acomoda - dijo en voz baja - si nuestro visitante pregunta por nosotros, díganle que estamos en la biblioteca, que si quiere puede alcanzarnos allí.
- Así lo haremos, amo - le dijo guiándolos por un estrecho pasillo hacia la parte inferior del castillo hacia un salón enorme lleno de libros de pared a pared y del suelo al techo, los había de todos tamaños y colores imaginables, unos gruesos y otros delgados, pero todos ordenados por títulos.
- Veo que al fin llegan - les dijo Ian sentado ante una mesa con varios libros a su alrededor - encontré varios libros de genealogía y encontré algo muy interesante - les dijo señalando las otras sillas para que se sentaran - encontré ocho familias de muy antiguo linaje, algunas de ellas datan de hace mil años, pero hay dos mucho más antiguas y ambas provienen de una provincia que ya no existe en el mundo mágico, así que menos en el muggle - le entregó un libro a Harry mientras se enderezaba a mostrarle a los demás la información - una de ellas desapareció cuando el último de sus descendientes murió sin dejar descendientes, la familia del mago Merlín, pero la otra está documentada hasta pocos años antes que Voldemort iniciara la primera guerra del mundo mágico, con el último descendiente estudiando en Hogwarts, James A. Potter - le mostró la última de las ramas del árbol genealógico - ambas familias provienen de Avalón y son anteriores al Rey Arturo, según dice aquí, eran magos reconocidos hacía ya cuatro generaciones, así que los Potter son el linaje más antiguo del que se tiene conocimiento en Inglaterra.
-- Eso sí que no lo sabía - dijo Remus asombrado - James nunca nos contó al respecto, quizás ni lo sabía.
- Lo otro que dice es que ellos estuvieron en Camelot ayudando a Merlín y al Rey Arturo dado que eran muy buenos en eso de las transformaciones y los hechizos defensivos - Ian tomó otro libro - este deben de conocerlo, es la lista de todos los alumnos que han estado en Hogwarts desde sus inicios hasta este año, debe estar hechizado para que se actualice año tras año, agregando páginas nuevas - le mostró - miren, aquí, bajo los nombres de los fundadores, aparecen los nombres de sus primeros aprendices y están los Potter allí, en Gryffindor. Busqué en otro libro - se lo entregó a Draco - y este señala que ellos llegaron después de la muerte del rey Arturo a unirse al plantel como maestros y sus hijos y nietos se convirtieron en aprendices de mago, claro que el primero había entrado por Slytherin, pero antes de dos meses se cambió de maestro y se fue con el que finalmente fue su maestro oficial - se volvió a sentar - pero lo más extraño está en la genealogía de los Potter, si lo notan hay varios sectores en que los padres o madres no aparecen, y no creo que sea porque los borraron, sino que debe ser porque eran criaturas mágicas o seres extraordinarios - Heinrich siguió los dedos de su compañero y vio lo que este decía - este es el primer Potter registrado, pero su pareja no aparece, pese a que juntos tuvieron dos hijos, uno de ellos murió trágicamente en una guerra entre brujos y el otro se casó con una tía abuela de Merlín, así que los Potter estaban emparentados con este - siguió recorriendo las ramas - ellos tuvieron un hijo que fue uno de los grandes maestros de Avalon y se casó con una bruja llamada Sthirsa, hija de un Druida, su hijo estuvo en la corte del rey Arturo hasta la muerte de este y luego se unió a Godric Gryffindor en su cruzada para educar a nuevos magos - miró el libro - y asómbrense de nuevo, su hijo es el primer alumno del colegio, como ya les dije, traspasado de Slytherin a Gryffindor por decisión propia. El hijo de este se casó con Ginebra Gryffindor, hija menor de Godric y su hijo se casó con otra criatura mágica ¿ven? No sale el nombre - les señaló - y así sigue hasta llegar a James A. Potter, en total son ocho los nombres que no salen.
- Si hubiese sido por ser criaturas indignas, sus parejas habrían desaparecido del árbol y sus descendientes no estarían allí - dijo Draco pensativo - los árboles de mi familia se encuentran totalmente mutilados por eso, mi tía Andrómeda había sido borrada por casarse con un muggle y su hija tampoco está.
- Vaya una biblioteca enorme - dijo la voz de Snape y todos se voltearon a verlo sobresaltados - con razón Black era tan presumido, si era el heredero principal de tanta riqueza ¿por qué no habrá presentado este lugar como cuartel de la orden en vez de esa fea casona en Londres?
- Her Snape ¿lleva mucho rato por aquí?
- No, acabo de llegar - le dijo sentándose junto a Remus que de inmediato alejó su silla de su lado - veo que han encontrado las grandes genealogías de los magos - miró el libro - pero ¿por qué los Potter?
- Son la familia más antigua que existe - le dijo Draco y le mostró lo mismo que les señalara Ian - ¿sabes por qué no aparecen los nombres de sus parejas?
- Cuando un mago se casaba con una criatura mágica con forma humana, como es el caso de los Veela, las náyades, las mujeres águilas y otros seres con capacidad de tomar nuestra forma, según las reglas establecidas hasta la convención de 1913, no podían aparecer en ninguna genealogía vigente, aunque se podía considerar a sus descendientes como magos de sangre pura.
- Pero eran mestizos - dijo Ian.
- Sólo se consideran mestizos a aquellos hijos de magos en que uno de los padres no lo es, o uno de ellos es descendiente de estos pese a ser mago o bruja, lo que por cierto hace menos mestizo a este, dado que la magia se hace más fuerte.
- Y si uno de estos magos mestizos se casa con uno de sangre pura, sus descendientes ya no son considerados mestizos ¿verdad?
- En la cuarta generación se les considera de sangre pura.
- Que mala suerte - le sonrió Heinrich a Draco - recién nuestros nietos vendrían a ser considerados de sangre pura.
- ¿Por qué siempre piensas en eso? - le replicó ruborizado.
- Porque usted es muy guapo, her Draco, es inevitable que me fije en su físico.
- Creo haber señalado en muchas ocasiones que no quería saber de esas cosas - les reclamó Ian molesto - espero no tener que repetirlo de nuevo.
- No se enfade, her Ian, se pone feo cuando lo hace - le sonrió el moreno divertido - le prometo morderme la lengua la próxima vez antes de darle esa clase de detalles - agregó levantando la mano.
Snape estaba mirando la genealogía de los Potter y mientras más atrás veía, más fruncía el ceño, cosa que divertía enormemente a Remus que lo miraba disimuladamente y se reía en silencio, aunque captó la atención de Heinrich y este decidió picar al profesor.
- ¿Pasa algo malo, her Snape? - le dijo fingiendo preocupación.
- Así que este es el motivo por el cuál el Lord Oscuro perseguía a los Potter - dijo con el ceño fruncido - la dinastía mágica más antigua de Inglaterra, emparentados con Merlín y descendientes de Gryffindor, además de tener la sangre de quién sabe qué criaturas mágicas circulando por sus venas.
Heinrich se puso de pie y se acercó a la estantería, ese libro le había atraído como si hubiese visto a la snitch en un campo de quidditch antes que el otro buscador, así que lo tomó y regresó a la mesa con él.
- "Criaturas con forma humana y su afinidad con los magos" - leyó el título sentándose de regreso junto a Draco - hay muchas criaturas de estas - dijo mirando el índice - mujeres águilas - señaló y de inmediato el libro cambió a la página en que se hablaba de ellas - guau.
- ¿Qué dice? - preguntó Ian con curiosidad al ver su expresión.
Heinrich acomodó sus lentes y les leyó en voz alta.
"Aves de gran belleza y majestuosidad, pueden algunas hembras tomar apariencia humana, en especial cuando ellas se han enamorado de un mago muy poderoso, a sus descendientes, se cree, le heredan el afán por volar y su capacidad de ver cosas a gran distancia, aunque estos sean cortos de vista para cosas más grandes. Son del tipo de criaturas mágicas que cuando se emparejan con un humano, lo cuidarán de tal modo que serán capaces de dar su vida por su pareja y sus hijos, tienen un alto sentido de familia".
- Tiene una imagen - les mostró el libro donde la imagen cambiaba entre una mujer de cabellos dorados a una hermosa águila - se parece a her Draco.
- ¡No es cierto! - dijo este - yo no tengo nada de femenino.
- No lo digo por eso - le sonrió - se ve igual de orgulloso, majestuoso, altivo y sensual que usted ¿ven? - volvió a sonreír.
- Eso explicaría por qué todos los Potter eran tan buenos atrapando la snitch, peso a que todos eran miopes - dijo Snape molesto.
- Veamos a las otras criaturas - dijo Heinrich entusiasmado volviendo al índice, pero Remus le lanzó una mirada y comprendió que estaba demostrando un interés que no debía tener respecto a un supuesto rival.
- Amo, hay unos señores que dicen venir del Ministerio de Magia en Londres - le dijo Serky haciendo una reverencia - quieren hablar con ustedes.
- ¿Te dijeron quiénes eran? - le dijo Draco un tanto molesto y un tanto preocupado.
- No, amo - dijo un tanto preocupado retorciéndose los dedos.
- Es mejor que los atendamos - dijo Heinrich - no quiero saber con qué más tendré que competir para mantener a her Draco a mi lado.
- Heinrich ¿no puedes dejar tus celos de lado y tratarme de tú? - le dijo el rubio mientras se ponían de pie y se dirigían hacia el salón donde lo esperaban.
- Deberá perdonarme, pero es un poco complicado para mí - le dijo tomándolo de la mano - allá en Alemania todos nos tratamos así.
- Pues no estamos en Alemania, sino en Inglaterra ¿sabes?
- No se enoje, her Draco - le dijo abriendo la puerta del salón - se pondrá viejo antes de tiempo.
- Bonito lugar se han conseguido - les dijo una voz que a Draco hizo que se le erizaran los pelos de la nuca - un lugar que le pertenecía a Harry.
- ¿Qué haces aquí, Weasley? - le dijo el rubio muy molesto.
- Me mandó el ministerio, alguien de aquí ha despertado una magia muy poderosa en el ministerio y el departamento de los misterios ha sido violado, desapareciendo el mayor de sus secretos.
- ¿Cuál? - dijeron los aurores a coro.
- El velo de la muerte.
- ¿Qué? - dijeron asombrados

Continuará...

Lo siento mucho, había querido entregarles este capítulo antes, pero no había tenido tiempo ni ánimos de seguir escribiendo, anduve un poco depresiva, pero ya salí y pondré todo mi empeño en escribir otro capítulo antes de año nuevo.
Feliz Navidad para todos y todas, que el Niño Dios los bendiga y los colme de gracia y paz en donde sea que estén.
Shio Chang.
PD. Espero que me dejen sus comentarios como regalo de Navidad o no voy a seguir escribiendo en un buen tiempo.

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