Mientras Kirk observaba el mundo exterior, sus ojos rojos trataban de imaginar lo que ya no podían ver. Su mundo se inicia justo en el día en que fue despertado por Vlad, antes de eso, existe una remota duda de cómo eran las cosas. Básicamente, existimos porque los demás lo confirman, pero… ¿qué sucede si estamos solos?... ¿cómo podemos darnos cuenta de que somos reales? Fuera de toda lógica, las preguntas de Kirk se han conformado con repuestas no muy convincentes pero al fin y al cabo, entendio en que quizás… remover el pasado no debería traerle mayor beneficio.
Después de investigar por días, ambos vampiros llegaron a una desafortunada conclusión de que alguien está experimentando. Ha tomado un ser normal y corriente paralo transformarlo en lo que es ahora… un depredador sin razón y piedad que caza por instinto… persigue a su presa sin importarle quien sea.
“… ¿Estás bien?”
Kirk cerró los ojos al escuchar esa voz tan peculiar, siempre le pareció extraño en demasía que no lo conociera pero aun así, sintiera que sí. Controlando sus sentimientos o tal vez, dejándolos salir, fue que enfrento cara a cara a Hernán Guerra por un segundo. Sus mundos eran polos opuestos pero que aun así, tenían la suficiente fuerza de gravedad para atraerse en donde quieran que estén. Kirk lo resistía pero no Hernán, el hombre más fuerte del mundo se doblegaba frente a la necesidad de recuperar lo que es de él.
“… Si” –contesto Kirk mientras apartaba la mirada y buscaba otra imagen la cual admirar.
“Últimamente estas más serio y reservado, eso me hace pensar que algo malo te está sucediendo” –aclaro Hernán quien tenía la intención de conseguir una confesión
Frente a eso, el vampiro le regreso la mirada y la sostuvo con fuerza, tal como lo haría un animal deslumbrado por las luces de un auto a media noche. Hernán sintió un deje de miedo de que este resolviera estar enamorado del otro vampiro horrendo y sin gracia, pero sabía que eso no podía suceder… ¿verdad que no?
“… Aquel animal es… muy parecido a mi… asesina para vivir… ¿qué harás cuando le encuentres?” –pregunto Kirk con un franco interés
En segundo Herman entendió todo y con eso, el universo le pareció simple. Ya había pasado por eso y cometer el mismo error seria tener alguna especie de daño cerebral con un diagnostico semejante a: “Estupidez crónica terminal” Fue por eso que medito muy bien sus palabras antes de tan siquiera atreverse hablar, así la noche se volvió silenciosa pero a su vez, encantadora.
“Si ese es el caso… algo se podrá hacer, tal vez podamos ayudarlo” –acoto con un tono suave pero seguro
Kirk se sintió extraño al escuchar lo que Superman había dicho “¿Ayudarlo?” --pensó con asombro, ¿desde cuándo él ayuda a los vampiros?, ¿desde cuándo se lleva bien con los vampiros? No era lo que Vlad le había dicho, porque cuando pregunto el porqué Superman les seguía por toda la cuidad, había obtenido como respuesta de que él se divertía cazando a los de su especie. Por eso mismo, tenía que entender que intención tenía Hernán en todo esto.
“… ¿Ayudarlo?... ¿qué significa eso?” –pregunto Kirk con dudas y frunciendo el ceño con severidad
“Si quieres, podemos contenerlo en tu laboratorio y tratar de averiguar el modo de volverlo a la normalidad” –confeso de forma sincera
La ex pareja de Superman sintió miedo de aquella respuesta, porque en ella había muchas cosas por las cuales podían hacerle ver cuán equivocado estaba. Regresando su vista a la ventana sus ojos admitieron lo que su rostro ocultaba, sencillamente, creía que estaba viviendo pero eso no era así, no como lo pensó.
“Normalidad” –susurro mientras sentía vergüenza de ser tan distinto de aquello-- “… ¿Tú… naciste así?” –pregunto Kirk algo nervioso
“¿Te refieres a mis poderes?... si… así soy” –respondió esperando alguna otra pregunta que le indicaba que este mostraba interés por seguir conociéndolo
“¿Sabes… si yo nací así?” –esta vez volvió a voltear el rostro y miro el rostro del moreno.
En este punto, Hernán sencillamente no sabía que decir, “¿qué le habrá dicho Vlad al respecto?” –pensaba a mil por hora. Cuando sin desearlo paso un tiempo extremadamente largo entre la pregunta y una posible respuesta, dando como resultado que Kirk interpretara aquel silencio como un sí. Al final, siempre había sido como es y como tal puede que ni siquiera pudiese volver a la normalidad.
“Déjalo quieres… olvida lo que te pregunte” –repuso mientras caminaba dispuesto a regresar al laboratorio y junto a su pareja que de seguro, le debía estar esperando
“… No hay que ser normal para ser normal… ¿me entiendes?” –pregunto Hernán quien en un solo movimiento ya estaba obstaculizándole el paso a Kirk
El vampiro le miro con algo de esperanza, escuchar eso era un consuelo bastante amigable para la vida que lleva, misma que ya no le gusta tanto vivir. Con el paso del tiempo, saber que puede vivir eternamente le es… ¿Cómo decirlo?... angustiante porque al final, todo lo que le gusta o quiere tarde o temprano desaparecerá.
“Entiendo” –respondió Kirk mientras seguía asombrándose por aquella mirada tan cristalina
“… Hace mucho… ocurrió algo que nunca me había permitido sentir o soñar, por causalidad… alguien se cruzo en mi camino logrando que cambiara la forma que tengo de ver al mundo y a mí mismo, por eso… no puedo renunciar ni darme por vencido, perdóname, pero estoy en la obligación de decirte que de ahora en mas, volverás a quererme tal como lo hiciste tiempo atrás”
Frente aquella declaración tan diferente a lo habitual, Kirk abrió levemente sus labios con la intensión de preguntarle algo pero Vlad apareció prácticamente de la nada con el único fin de tomar la mano de su joven compañero y hacer que este le mire.
“Mi pequeño Kirk… debemos alimentarnos. Discúlpanos… pero debemos salir un momento” –Este miro a Hernán con una clara señal de advertencia de que no debía seguir acercándose a Kirk
“Por supuesto” –dijo con total seguridad Hernán mientras ya tenía pensado que hacer
Absorbía la sangre de sus víctimas sin mucha delicadeza puesto que estaba molesto, muy molesto de que aquel ser extraño no desistiera. Había pasado tanto tiempo que pensó, erróneamente, que cualquier sentimiento de ese hacia Kirk había desaparecido, pero no… aun quería recuperar a su ex y retomar aquella relación que recién se estaba construyendo.
Dejo caer el cuerpo de la cuarta persona o mejor dicho, merienda cuando de pronto comenzó a sentirse extraño. Bajo la vista y la fijo en aquel tipo de dudosa reputación, a simple vista no tenía nada de extraño pero ahora que razonaba con más calma, se podía percatar de que el sabor de su sangre era diferente… tenía un toque especial… ese sabor ya lo conocía… era… era… de forma nerviosa levanto la mirada y observo como Kirk se mantenía oculto tal como él se lo había pedido.
“Pequeño Kirk” –susurro débilmente pero este le escucho
El vampiro más joven se sorprendió de ver a su pareja sudoroso y con una clara dificultad para mantenerse en pie. Preocupado se acerco pero el tiempo era un enemigo difícil de prever, no alcanzo a impedir que Vlad se desplomara en el suelo como si ya no estuviese con vida.
Batman corrió a su encuentro y cuando no pudo hacerlo reaccionar, sintió una terrible angustia de estar solo en el mundo. Estaban en un barrio peligroso pero sobre todo, en medio de una ciudad en la cual aquel animal estaba acechándolos. Tenían que irse cuanto antes o de lo contrario, algo aun más malo podía pasarles. Tratando de levantar el gran cuerpo de Vlad, Kirk de pronto escucho un ruido en el callejón, específicamente justo en frente de ellos. La oscuridad ocultaba la imagen de lo que seguramente jamás deberían encontrarse de noche.
Durante un año, Kirk había aprendido muchas cosas, sabia defenderse y pensar aun con más inteligencia en los momentos difíciles pero eso no servía de nada si su pareja no lo alimentaba. Y eso, era justo lo que ha sucedido esta noche. Sin apartarse de Vlad, Kirk frunció el ceño y trato de mantener la calma, él también era un depredador por lo que enfrentado a una crisis, su cuerpo debía reaccionar de la mejor forma posible. Eso esperaba pero no tenía certeza hasta que punto le serviría.
El ruido se intensifico pero resulto que la amenaza solo se trataba de Superman. Al verlo, Kirk sintió un pequeño alivio que por supuesto, no reconocería de forma abierta.
“¿Qué sucedió?” –pregunto Hernán mientras se acercaba a la pareja
“No sé” –repuso Kirk mientras bajaba la mirada y apreciaba que Vlad aun estaba en paupérrimas condiciones
Hernán observo a escena y de no ser porque ese vampiro de mala muerte estaba en otra galaxia en este mismo momento, le arrancaría la piel del cuerpo en venganza por todo lo que le ha hecho.
“… Vamos, debemos irnos de aquí” –repuso controlando sus celos al ver la genuina preocupación de Kirk por Vlad
“¿A dónde?” –pregunto Kirk mientras Superman apartaba a su pareja de él para fácilmente cargarlo sobre su espalda
“A casa” –repuso enfrentando su mirada celeste contra aquellos ojos rojos tan vivos como la vida misma
Hernán arrojo a Vlad en el suelo sin mucha delicadeza en verdad, aquel sujeto era el responsable de todos sus problemas y así, no debía tenerle ni la mas mínima consideración.
“¿Qué haces?” –pregunto Kirk de mal humor pero antes de que tan siquiera acercarse al otro vampiro, Hernán le había tomado del brazo causando que todos sus movimientos cesaran
“Ese arruino tu vida y la mía… pero eso ya no importa. Ahora, esta noche… deberás perdonarme porque prefiero recurrir a planes desesperados con el fin de que me recuerdes”
El vampiro no entendió nada pero en un segundo sus dos muñecas habían sido capturadas y en otro segundo ambas crujieron indicando que habían sido destruidas. Grito dolorosamente y cuando se vio liberado, retrocedió unos pasos para finalmente levantar la vista hacia Hernán quien tenía una expresión de angustia pero que aun así, todo su cuerpo estaba sumergido en una postura que le confería seguridad en lo que estaba haciendo.
Antes de gesticular cualquier palabra, Kirk noto de pronto que todo se había vuelto oscuro y silencioso, ¿qué paso con su cuerpo?, no lo sabía. No sentía nada y para ser sincero, su repentino sueño le daba cierta esperanza de que al despertar todo estuviese nuevamente bien pero cuando en verdad abrió los ojos, no fue así. Observo que habia un charco de su sangre junto a su cabeza y al olerla, se asusto que no fuera precisamente la suya sino más bien la de Vlad. Ahora era consciente de que cuando este le alimentaba no le estaba dando la sangre de las caserías sino más bien la de él. Confundido, trato de mover su cuerpo y el dolor de sus muñecas se hizo presente por lo que se quejo por lo bajo pero finalmente apretó con fuerza la mandíbula para contener la humillación de gritar.
Con dificultad y tardando siglos logro acariciar su cien y su nuca solo para descubrir que tenía el cráneo fracturado. Entonces… por la pérdida de sangre, podía calcular que había estado inconsciente por lo menos por media hora pero lo más grave de todo, era que no habia sanado. Aquel descubrimiento le hizo pensar en Vlad, ¿dónde está?... ¿qué fue de él? Respirando de forma descoordinada por algunos momentos sintió como el daño cerebral le afectaba irreparablemente en el cuerpo que poco a poco se adormecía.
Pese a todo lo horrible de la situación, el frio del suelo y la oscuridad de la habitación le era reponedor y confortable, su mente le hizo pensar en que quizás Hernán había retomado su hábito de cazar vampiros y eso no le asusto. Si este resolvía matarle entonces no diría ni una sola palabra para suplicarle que no lo haga porque con su inteligencia y con el paso del tiempo, había entendido que hay ciertas cosas que no deben existir y solo por eso, tarde o temprano su fecha de caducidad atraería el fin.
Cuando la puerta se abrió de forma brusca y estruendosa, Kirk observo cómo tras el umbral, apareció un Superman cubierto de sangre la cual se deslizaba por su traje pero sobre todo en su mano que sin cuidado alguno, sostenía la cabeza desmenbrada de Vlad.
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