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Aún de esa forma... yo te amo. por Adri6

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Como no pude dormir, me levante y camine hasta la ventana, si sigo de este modo, tendré que tener un pasatiempo para las horas de insomnio. Observando al mundo exterior, note que estaba inmóvil e inerte, me gustaria que siempre se mantuviese en ese estado.

“¡Kirk!” --grito Hernán y entro en mi habitación, le mire extrañado pero me preocupe cuando vi su expresión, rápido me acerque y él me tomo la cintura con sus manos y recargo el peso de su cuerpo en el mío… abrí los ojos de par en par al oler sangre en él.

“¿Estas… herido?” --le pregunte mientras sentía que su cuerpo se volvía cada vez más pesado entre mis brazos. “Me… dispararon” --dijo con esfuerzo, lo cual me obligo a recostarlo sobre mi cama, comencé a desvestirlo, y descubrí que la herida estaba en el abdomen, por la posición de esta no debía haber comprometido algún órgano vital, pero en cambio, si era profunda. El sangrado me hacía perder el control… mientras respiraba ese aroma, mi boca se sentía seca ante el liquido por el que noche tras noche soy capaz de matar.

Retrocedí nervioso, “ya comí”, me dije a mi mismo mentalmente, “¡ya comiste!”, me grite a mi mismo pero no tenía ningún efecto, de todas formas quería probar la sangre de Hernán… apreté con furia mi mandíbula y desvié la mirada. Si no lo ayudo morirá, pensé pero no tenía intención de ayudarlo, lo único que en este momento quería era… comerme a Hernán.

Así, le volví a mirar pero me enfrente a sus ojos celestes, le escuche susurrar: “sé que es difícil… pero… ayúdame… Kirk…”

Los minutos son cruciales, mientras este consiente y lucido significa que aun mantiene un buen gasto cardiaco, pensé y me acerque a él, para una vez más inspeccionar la herida. Me mordí los labios y toque el orificio por donde entro la bala. Me mordí aun más cuando al hacer presión con mis dedos, más sangre salió de su cuerpo. “¿Por qué no puedo controlarme?” --pensé nervioso, mi cuerpo comenzó a sudar por el tremendo esfuerzo que hacia al contener el deseo de alimentarme de mi amigo.

“¿Kirk?” --pregunto Hernán y yo solo le mire en silencio, si abría la boca mis dientes se clavarían en su herida y sin importarme nada, bebería hasta la última gota. Hernán se estaba debilitando, lo sabía, pero aun así no hacía nada… “¿qué estoy esperando?” --pensé y mi mente me contesto: “que pierda el conocimiento… así será más fácil”. Mis ojos rojos brillaron frente aquel razonamiento, tiene razón… cuando pierda el conocimiento será más fácil…

Hipnotizado frente a mi sed, espere que Hernán se desmayara y cuando eso paso… sonreí.




Tuve que atrapar a tres delincuentes para lograr calmarme, caí de rodillas junto a sus cuerpos y mientras respiraba algo agitado, de pronto me sentí extraño, “no debe ser nada” --pensé mientras me daba animo para volver a ponerme de pie.

“Para ser un vampiro joven, lo controlas muy bien” --habia alguien detrás de mí pero lo curioso era, que no lo había escuchado llegar.  Al voltear, me paralice al ver a un hombre alto y fornido, lo que mas me llamo la atencion fue que sus ojos eran tan rojos como los míos… pero lo que más me impresiono, era su cabello, este tenía el mismo color de la sangre.

Al sonreírme pude ver sus dientes pero de pronto frunció el ceño y me golpeo, caí de lleno contra el suelo y no tuve ni la menor oportunidad de defenderme porque en un segundo, él estaba sobre mi golpeándome sin detenerse. Con sus uñas, me causo heridas en las muñecas que me hicieron sangrar profundamente, me removí furioso debajo de él pero nada conseguía apartarlo.

“Te estoy haciendo un favor… hay cosas que no sabes, mi pequeño Kirk” --dicho eso me corto aun mas las venas de las muñecas, mire con horror como me estaba desangrando, pero este inmovilizo mis brazos, me miro fijamente y comenzó hablar: “No debes comer más de tres personas en una noche, tu ya has comido cinco. No debes hacerlo porque si comes de más, la sangre que ingeriste se pudrirá porque no puede ser digerida, si eso sucede entonces te causara una grave intoxicación” --Sonrió nuevamente y acerco su boca a mi cuello, sentí como respiraba mi aroma tal como lo había hecho Hernán hace unas horas—“Si yo hubiera estado en tu lugar… ahora él no estaría con vida”.

Cuando escuche eso, me di cuenta de inmediato que este vampiro era el causante del disparo de Hernán, además de algún modo, tenía la intención de que yo perdiera el control y lo asesinara. “No te lo perdonare” --le dije enojado pero él solo se rio aun mas.

“¿Perdonarme?” --negó con la cabeza—“no busco tu perdón, al contrario…” --susurro sobre mi oído y me mordió seductoramente—“quiero que él sepa que no puede estar a tu lado… quiero que él sepa… que tú me perteneces” --susurro mientras que definitivamente se recostaba sobre mí.

“Tienes demasiada imaginación” --le dije mientras volteaba el rostro hacia un lado para así, no tenerlo frente a frente. Nuevamente regreso a mi cuello y me mordió delicadamente, sentí una sensación de placer cuando hizo eso. No tarde mucho en sentirme mejor a medida que se drenaba la sangre que sobraba en mi cuerpo.

“Te observe dudar cuando le estabas extirpando la bala, sufrías tanto que apenas terminaste el trabajo saliste a la calle para buscar comida… ¿qué sentiste cuando te lamiste el dedo cubierto de su sangre?... ¿gula?... me imagino que sí”.

El vampiro de cabello rojo me estaba torturando de forma efectiva, sus palabras me causaban descontrol, entonces tuve que mirar su rostro para saber que de alguna forma, él tenía algo que ver con mis repentinos cambios en estas últimas semanas. Le vi sonreír divertido cuando le observe enojado. Sentí nuevamente como clavaba sus uñas en mis muñecas destrozándoles aun mas, apreté los dientes con fuerza y contuve el dolor.

Con facilidad puso mis brazos por sobre mi cabeza y con una sola mano las mantuvo juntas, con su extremidad libre comenzó acariciarme la mejilla, se acerco y posiciono sus labios sobre los míos. Pero su intención no era besarme sino continuar hablando:

“Los humanos… piensan o creen que los vampiros tenemos la capacidad de regalar la inmortalidad cuando alguien nos la pide o cuando nosotros somos los que queremos brindarla… pero es mentira… en todo el mundo… solo existen dos vampiros… yo… y tu… entonces… pensé en lo siguiente, debo buscar al pequeño Kirk y hacerlo mío…”

Le mire asustado cuando comencé a sentirme débil, porque no solo me estaba quitando la sangre que tenia de más, sino que también la que necesitaba para mantenerme con vida. Le mire aun mas nervioso cuando sus dedos tocaron mi frente y lentamente bajaron hacia mis ojos, eso fue lo último que aprecie antes que me clavara sus uñas en mis orbitas oculares.


Grite de dolor mientras que a duras penas me cubría el rostro con las manos, él me había dejado libre pero aun seguía cerca, podía sentir su olor. Trate de ponerme de pie, pero mi debilidad no me lo permitió, me arrastre y a tientas logre conseguir una pared en la cual apoyarme. Dependiendo solo de mi oído y de mi olfato para saber si se acerca o no a mí, me sentía completamente vulnerable. Sentía mi sangre bajar por mis mejillas y temblé de miedo, “me va a descuartizar vivo” --pensé agitado. Trate de controlar mi frecuencia respiratoria pero no había caso,  todo era un completo descontrol dentro de mí. No podía mover las manos porque el maldito me corto los nervios y eso fue la gota que rebaso el vaso. Perdí la cordura, mi instinto me decía que debía asesinarlo antes que él lo haga conmigo.

“Mi pequeño Kirk” --susurro sobre mi oído lo cual causo mi desconcierto, no le escuche moverse, seguí el sonido de su voz y gire el rostro hacia la izquierda, sentí su mano rodear mi cuello y me levanto sin esfuerzo, de pie, me acorralo contra la pared y su cuerpo. Sentí una vez más sus labios junto a los míos—“Somos los únicos monstruos de nuestra especie… ¿no te parece que debemos estar juntos?... te digo que a mí, me parece una excelente idea” --dijo mientras me aprisionaba aun mas contra la muralla.

Mis brazos caían sin gracias a ambos lados de mi cuerpo, ni con mis mejores intenciones pude moverlos un centímetro. “¡Maldición!” --pensé derrotado.

“No quiero que pienses que disfruto haciéndote daño, mi pequeño Kirk… lo hago porque quiero demostrarte esto” --Dicho eso me beso, pero al hacerlo comenzó a alimentarme, de alguna forma que desconozco era capaz de darme sangre a través de un simple y normal beso. Pero, el sabor de esta, era embriagadoramente deliciosa, era más dulce de lo normal, era más caliente de lo normal, era perfecta. Le correspondí, con el fin de seguir bebiendo lo que me brindaba de una forma irreal.

Mis heridas comenzaron a sanarse rápidamente, al poco tiempo mis manos ya se podían mover con normalidad y mi vista había regresado, “no es un vampiro como yo… es… mejor” --pensé cuando este se separo de mi boca pero mantuvo su frente junto a la mía, sus manos se movieron hacia mi cintura, con un toque firme me decía que no podría huir de él aunque quisiese. Pero yo no quería huir, no ahora, me sentía tan a gusto entre sus brazos que me quede a esperar lo que quisiera hacer conmigo.

“Debes recordar mi nombre, pequeño Kirk… llámame Vlad”. Tuvo la intención de volver a besarme pero solo vi que una sombra lo golpeo y lo aparto de mi a una gran velocidad. Vlad se estrello contra un edificio y este cayó sobre él, pero eso no lo detuvo, salió entre los escombros y ataco a Hernán con tal fuerza lo logro hacer lo mismo con él. Ahora otro edificio sucumbía al impacto y destrucción de sus cimientos.

Hernán se libero con algo de esfuerzo de los escombros, ya que de seguro, aun esta débil por su herida. Pese a eso, ataco nuevamente y cuando logro alcanzar un tobillo de su enemigo de turno, aprovecho la oportunidad para azotarlo con fuerza contra el suelo, el cual crujió como una hoja de árbol seca. Vlad yacía en medio de un gran orificio en el pavimento y Hernán se posiciono sobre él con el fin de golpearlo hasta donde le alcanzasen sus fuerzas.

De pronto, salí de mi ensueño, agache la vista y mire mis muñecas, estaban indemnes, después me toque el rostro y por sobre mis parpados… “¿lo soñé o en verdad ocurrió?” --me pregunte nervioso. Cada impacto que Hernán daba contra Vlad, provocaba un estruendo que repercutía en un eco entre los edificios. Me acerque rápido y cuando observe de cerca, no era Vlad lo que Hernán golpeaba, era una masa de carne al rojo vivo.

“¡Basta!... ¡ya ganaste!” --le grite a lo cual Hernán volteo a verme fijamente, se aparto del extinto vampiro para luego abrazarme de forma desesperada. Sus manos se movieron por sobre mi cintura y aquel contacto me hizo pensar que su herida se había abierto, me asuste y le abrace tratando de ayudarlo a mantenerse de pie, pero no era el caso, Hernán estaba bien, el mismo me lo dijo. --“¿Entonces porque me abrazas?” --le pregunte y el simplemente me respondió: “tu piel tiene el aroma de este maldito”.

Abrazándome fuertemente, nos elevamos por los cielos para llegar a casa en un abrir y cerrar de ojos. Cuando toque el suelo, me aparte de él molesto, odio cuando vuela y no me dice que lo hará.

“Ya paso… lo mataste así que puedes quedarte tranquilo” --le dije pero Hernán no se conformo con esas palabras, me tomo de la muñeca y camino conmigo hacia el baño. Abrió la llave de la ducha y me empujo dentro de ella. Le mire asombrado cuando el también entro y se quito su abrigo sin ninguna delicadeza, después se saco la parte superior de la misma forma y ante mí, pude ver el torso de Hernán. Cientos de veces lo he visto prácticamente desnudo pero nunca lo había visto casi desnudo con la intención de desnudarme a mí también.

“¿Te toco?” --pregunto de mal humor—“no digas que no porque puedo olerlo en todo tu cuerpo” --Me empujo contra la pared, el agua de la regadera ya nos había empapado por lo que le conferirá un toque erótico a esto… ¿qué es esto?... bueno... no es muy difícil de entender.

“¿Y Bekka?” --le pregunte para hacerlo entrar en razón, no podía arruinar la relación que tenia con ella así como así. Si Hernán se detenía en este mismo momento, yo estaba dispuesto a no recordar esto, por el resto de mi vida.

“¿Crees que tengo algo con ella?” --indago y lentamente su rostro quedo a centímetros del mío-- “te diré un secreto Kirk… nadie es capaz de calentar mi cuerpo como lo haces tú… con solo pensar en ti por las noches, es que tengo que usar mis manos para calmar mi deseo… pero no es solo eso… también te amo… por eso… no me gusta que tu piel tenga el olor de otros… por eso… ahora mismo te librare de ese aroma y te impregnare con el mío”.

Notas finales:

Pt: Vlad no murio...


Besos!!!!


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