-toma Shyru, te traje esta mantita para que te cubras del frio en tanto Hyoga va por tu ropa al templo de libra. – le dijo Shun, tendiéndole un mantel de la mesa, al ver a shyru temblar de frio.
-gracias, Shun, tu sí que eres un gran amigo, no como otros. – hablo Shyru mirando de reojo a Seiya quien estaba más entretenido escuchando el relato de mu.
-síguenos contando mu, que paso después de que milo y Camus se fueron a organizar la pachanga. – Seiya estaba atento a todo.
-bueno…continuando con el relato…
Continuando con el flash back…
Milo y Camus se encontraban en el salón principal, listos para organizar todo para la fiesta, los demás caballeros…bien gracias, solo vamos de invitados lol.
-bueno ya tengo la lista de todo lo que vamos a necesitar. – le dijo Camus a milo.
-ten, asegúrate de conseguir todo lo que está apuntado. – Camus le entrego una extensa lista a milo, este solo miraba a Camus desconcertado.
-¡que! ¿Apoco vamos a necesitar tantas cosas? – dijo milo mirando la lista.
-claro, si esta fiesta va a estar organizada por mí, esta va a ser una fiesta de mucha categoría. – dijo con aires de grandeza. Milo solo enarco una ceja, hecho un hondo suspiro antes de leer la lista.
-¡para qué demonios quieres un enorme candelabro de cristal! – pregunto milo algo molesto, Camus lo ignoro, limitándose a mirar el salón y a hacer planes mentales de donde iría cada cosa.
-solo limítate a conseguir lo de la lista, sí. O acaso es mucho para ti? – le dijo Camus, milo solo enfureció más.
-sabes que voy a hacer con tu lista…voy a…-
-buenos días caballeros, ¿cómo los trata la vida? – entonces apareció en la entrada mu, alegre. Los demás voltearon a verlo con cara de pocos amigos.
- no necesitan responder a mi pregunta. – dijo notando el aire tenso en el templo.
¿Dime para qué soy bueno Camus? Le pregunto algo emocionado de ser partícipe de la organización de la fiesta.
Camus se acercó a él. -quiero que me ayudes a hacer las medidas. –
-¿Medidas, que clase de medidas? – pregunto desconcertado.
-bueno pues…-entonces Camus miro a milo de reojo.
-¡sigues aquí! Vete a conseguir todo lo de la lista, ahora. – ordeno.
-qué cara… crees que todas estas cosas me van a caer del cielo. – milo estaba cada vez más molesto.
-claro que no, para eso te doy esto. – Entonces Camus le tendió una tarjeta dorada.- úsala bien o de lo contrario te la pasaras el resto de tu vida comiendo hielo. – le advirtió serio y tajante.
Milo cogió la tarjeta de crédito y la examino, termino sonriendo de oreja a oreja, si, ese objeto se le hiso muy atrayente y tentador.
-bueno. – entonces milo salió hecho un rayo del templo.
-crees que sea buena idea entregarle a milo la tarjeta de crédito con el dinero del santuario? – pregunto mu algo temeroso, Camus solo sonrió de lado.
-descuida, esa tarjeta no tiene fondos, solo lo quiero lejos en tanto organizo este salón. –sonrió frívolo, mu lo miro atónito. En serio Camus era más malvado que Death y eso ya era decir mucho.
……
TEMPLO DE ARIES
- Aioria por favor deja de moverte, no puedo hacerlo si te mueves tanto. – hablo mu, algo molesto.
-es…es que…me …me haces cosquillas. – Aioria apenas si podía contener las ganas que tenia de reír.
-solo tú me faltas, así que por favor, has mi trabajo más fácil. – le dijo mu, pero Aioria seguía moviéndose.
-no es su culpa mu.- intervino Aioros. – Aioria es muy cosquilludo.– Aioria se puso rojo tras el comentario de su hermano.
-¿enserio? –pregunto Kanon malicioso.
-sí, de hecho, su punto más vulnerable es el cuello, nada más tócale el cuello y veras como se hecha a reír y hará todo lo que le pidas. -
-¡Aioros! – Aioria se molestó por su comentario, pues sin querer su hermano les había dicho a todos su punto débil.
-¿qué?, es la verdad- dijo Aioros con cara inocente.
-haber. – entonces Kanon se acercó a Aioria para comprobar lo dicho por el mayor. Comenzó a hacerle cosquillas en el cuello, Aioria no lo resistió se tiro al suelo y se puso a pedir clemencia, todos miraban la escena muy entretenidos, incluso Shaka había abierto ligeramente un ojo para mirar la escena.
-¡ya basta! Gemelo aprovechado – Aioria lo empujo y se puso de pie rápidamente.
-bien, dicen que todos tiene un punto débil. – dijo Death sonriendo. Aioria lo remedo y se resguardo de tras de un pilar por si alguien más intentaba acercársele.
-bueno eso es todo, ya se pueden ir. – dijo mu haciendo un ademán para que se retiraran. Los demás lo miraron algo molestos.
-¡que! Si todavía no nos has dicho la razón de esta medición! –grito molesto afrodita.
-no lo sé, Camus me pidió de favor que le diera la medida de cada uno de ustedes yo solo hice lo que me pidió.- mu solo se encogió en hombros mientras guardaba su libretita con los apuntes que había hecho.
-que tendrá en mente. – se puso a pensar saga. Al igual que los demás, mientras se preguntaban que clase de fiesta tendrían.
……
- ¡se supone que la fiesta la íbamos a organizar los dos junto!. – dijo milo molesto. – Además lo de la fiesta fue mi idea, y ahora tú, quieres estropearlo todo con tus planes absurdos.- Se cruzó de brazos indignado.
-milo, si en verdad quieres que la fiesta salga bien, entonces vas a hacerme caso.- dijo Camus mientras examinaba que color de cortinas irían bien con el ambiente.
-no, ya te he obedecido y he conseguido todo lo de tu absurda lista, ahora déjame organizar la fiesta a mí! – grito milo furioso.
{Preguntar cómo fue que milo consiguió las cosas que le pidió Camus con una tarjeta sin fondos, es otra historia jajaja. }
Camus se molestó por sus palabras.-está bien. – Tiro la cortina molesto, - entonces ordénalo toooodo, es tu momento, bastante hice con hacer la lista, las invitaciones, todo, es tu turno de hacer algo. –Camus ofendido, se fue rumbo la salida del templo.
-¿a dónde vas? – pregunto milo confundido al ver a Camus dirigirse a la salida del templo. – me piensas dejar a mí solo con todo eso? –
-dijiste que querías hacer las cosas por ti mismo, bien, vamos a ver de que eres capaz. –
-no trates de medir mis limites Camus, tú me conoces mejor que nadie, y sabes que cuando me ….-
-espero todo esté listo y ordenado para cuando regrese. – lo interrumpió Camus, comenzando a descender.
-si serás ca…-milo se contuvo. – bien. – sonrió. – crees que no puedo hacerlo solo, ya veremos. – milo volteo la mirada hacia todos los objetos que tenía detrás, si, había muuuucho por hacer.
Momentito, momentito. – interrumpió el flashback milo. Todos los demás lo miraron.
-como sabes de la discusión que tuvimos Camus y yo, si solo estábamos los dos. – tanto milo como los demás miraron a mu atentos, este solo trago grueso, había dicho más de lo que debía.
-bueno…yo…-se puso más nervioso al tener la mirada penetrante de los demás puesta en el. - piensa mu, piensa, inventa una mentira creíble…-
-pues verán yo…-
-seguro mu los espiaba. – hablo Aldebarán, todos lo miraron atónitos, en especial mu.
-¡qué! Nos espiaba?-pregunto milo entre molesto y asombrado.
-si, a mu le da por entrometerse en la vida ajena de los demás y por eso los espía sin que se den cuesta. –
-eso…eso no es cierto, Aldebarán solo está bromeando. – hablo mu algo nervioso al ver la mirada reprobatoria de los demás.
-yo no invento nada, de hecho tú mismo me comentaste de la pelea entre milo y Camus y su manera de “organizar” la fiesta.- dijo sereno alde, los tanto Camus como milo voltearon a verlo molestos.
- bueno…pero…es que verán yo…- mu cada vez se ponía más nervioso.
-y Eso no es nada también me contaste que Kanon se cepilla con el cepillos de dientes de saga –
Saga y Kanon abrieron los ojos de par en par ente lo escuchado.
-¡que! rata de dos patas, como que usas mi cepillo de dientes! si tienes el tuyo! – grito saga molesto mientras escupía al suelo barias veces.
-¿qué? Eso pasa por no darme un baño aparte, si las cosas se mesclan y ni me doy cuenta que cosa es tuya o mía. – hablo algo indignado Kanon.
-idiota, todas nuestras cosas están marcadas, lo que tiene una “S” de saga, es mío y lo que tiene una
“K “de Kanon es tuyo! – grito exasperado saga, Kanon solo se encogió de hombros.
-eso no fue lo único que me dijo mu, también me dijo que cuando Death nos amenaza con que si nos metemos con él nos va a doler el estómago toda la noche es porque tiene muñecos vudú de todos nosotros. – todos miraron a Death asesinamente este ni se inmuto por su mirada.
- que Aioria duerme con las luces prendidas porque le teme a la oscuridad y que a Shaka le gusta la vi…- entonces Shaka le tapó la boca a alde, antes de que terminara rebelando su más íntimo secreto.
-una palabra sobre mí, y pierdes todos tus sentidos. – lo amenazo para después soltarlo, los demás solo miraron la escena muy asombrados.
-porque hiciese eso alde, si era un secreto. – le susurro mu.
-bueno pues, porque tu prometiste que no le dirías a nadie que tomo clases de samba y que me va mal. –
- alde eso fue un pequeño error que cometí. – dijo algo apenado mu.
-¡error dices! Si grabaste mis prácticas de baile para luego subirlas a la red y ahora soy el asarme reír de medio mundo, lo peor es que mi instructora renuncio.- dijo afligido alde, mu solo le sonrió algo nervioso mientras los demás lo miraban anonadados y molesto.
-¿es cierto eso, mu? – le pregunto Athena antes de que los demás se abalanzaran contra él.
-bueno…si, tal vez espió a mis camaradas sin que se den cuenta, y…leo sus mentes sin su permiso…y…me meto donde no me llaman…-pero que quieren que haga, la vida del santuario es muy aburrida, así que no me pueden pedir que no use mis dones telequineticos para inmiscuirme en la vida privada de todos ustedes, si a mí, mi maestro me enseño a darle uso a todo mi potencial. – todos lo miraron furioso, mientras Shion solo negaba con la cabeza.
-¡bueno ya! – interfirió Athena. – dejen eso por ahora, mu puedes seguir con tu relato, y si alguien más se atreve a interrumpirlo se las verá conmigo, estamos? – todos asintieron, pero no quitaron su cara de disgusto para con mu.
Continuando con el flash back…
-¿mu, ya tienes lo que te pedí? – le pregunto Camus después de ingresar a su templo.
-sip, tuve algunos percances, pero lo tengo todo apuntado. – mu le mostro la libretita con todos sus apuntes.
-gracias, mu. – Camus tomo la libretita sin que mu se diera cuenta.
-veamos….si, está perfecto. – Camus guardo la libretica en uno de sus bolsillos.
-yyy…como para que o que quieres esa clase de información acerca de todos nosotros…- pregunto mu curioso.
-bueno…eso lo sabrás muy pronto, ahora permíteme el paso por tu templo. – le dijo Camus para luego dirigirse a la salida del mismo.
-que…pero y adónde vas?
-tengo que entregarle la libretita a alguien y después hacer un pedido, pero descuida no tardare mucho. – Camus entonces salió del templo.
-qué raro….Camus es muy difícil de descifrar aun sus pensamientos son confusos…-dijo para sí mismo mu viéndolo descender por su templo. -que será lo que tiene planeado….-
MIENTRAS TANTO EN EL TEMPLO PRINCIPAL…
-¿ya tienen todo listo? – les pregunto milo impaciente, los demás agotados, asintieron.
-sí señor, todo está limpio y listo, el piso esta reluciente al igual que los vidrios, los espejos y todos objetos cristalino, las nuevas cortinas junto con el pesado y enorme candelabro ya están en su lugar. ; P-
-bien muy bien…ustedes sí que son útiles, no como los de bronce. – les dijo milo satisfecho al ver todo el salón reluciente y bien adornando.
-quiero ver la cara que pone Camus cuando vea esto, ja, no te la vas a acabar. – se froto las manos de manera maliciosa.
-señor. – lo llamo asturión, milo giro su vista.
– dime.-
-Este pues…nos preguntábamos si, bueno….si podríamos ser partícipes de la fiesta,…digo, a nosotros también nos gustaría estar en ella. – dijo algo nervioso Asterion.
- fíjense que esta fiesta es privada, solo los caballeros dorados pueden ingresar…y pues como ustedes son de plata, no encajan –
- no me parece justo. – hablo molesto Argor.
- lo siento, no se puede, les juro que si fuera por mí los dejo entrar, pero…me la ponen difícil. –
-pero señor hicimos todo lo que nos pidió, lavamos, fregamos, pulimos, adoramos por horas y horas, hasta nos salieron callos de tanto fregar- decía conmocionado Misty.
- sí, Lo sé, pero así están las cosas, mejor para la otra si, ahí tiene para sus refrescos, que les vaya bien. – milo les tendió un par de monedar mientras hacía que abandonaran el salón.
Los otros solo lo miraban con cara de pocos amigos, estaban muy molestos.
-bien, bien, Camus ya debe estar por volver jajajaja. – milo se recostó en el trono a esperar a que Camus apareciera.
…….
Camus luego de perderse por casi tres horas volvió a hacer presencia nuevamente en el santuario.
-veamos si milo ya hiso todo, ja, casi estoy seguro que me llevare una desagradable sorpresa, pero…después de todo podre decirle todas sus verdades a ese caballero bueno para nada. – Camus subía los escalones hasta que llego al último, observo la entrada, todo en orden.
-por lo menos el templo principal sigue entero, por fuera. – Camus ingreso entonces al salón, abrió los ojos asombrado y deslumbrado, todo estaba en orden además de que estaba reluciente y tanto las enormes cortinas junto con el candelabro estaban colocados.
-vaya, vaya, pero miren nada mas quien apareció. – milo salió detrás de uno de los pilares para acercarse a Camus.
-ahora si tienes que admitir que estabas equivocado.- milo sonrió, pues la cara estupefacta de Camus le satisfacía.
-y…se supone que todo esto lo hiciste tu solo. – Camus lo miro a los ojos, serio.
-claro, no necesite ayuda de nadie en absoluto. – Camus enarco una ceja lo miro de pies a cabeza.
- ¿en serio?- pregunto susceptible, pues le era muy difícil creer que milo haya ordenado y decorado de esa manera tan perfecta el salón, si milo era la torpeza andando y más le daba eso de destruir y no de construir.
-claro y te pido dejes de dudar de mí y mis cualidades y aptitudes. – hablo milo algo ofendido ante la susceptibilidad de Camus.
-bueno, perdóname por dudar de ti, pero es que se me hace algo tan difícil de creer, ya que tu templo es el más desordenado de todos, si hasta Death es cuidadoso con su…”cosas” –
-pero esta vez es diferente, yo ordene este salón y puse toooodo en su lugar, limpie, lave, en fin me desgaste, así que por que no eres un buen amigo y me traes un vaso con agua bien frio. – le dijo sonriente, Camus solo enserio mas su expresión.
-tampoco de pases de listo. – le dijo comenzando observar el salón detalle a detalle.
-además todavía falta mucho por hacer. –
-¡que! – milo se puso en pie.
-sí, todavía falta la comida.- Camus miraba el candelabro que tenía encima. - precisamente eso fue lo que fui hacer, aparte de otras cosas, hice un pedido y nos traerán un bufet de lujo, habrá comida de todas partes del mundo con chefs bien calificados. –
-¿bufet? – milo lo moro extrañado.
-sí, tendremos una variedad de bocadillos. –
- pero si con unas papas, refrescos y cervezas habría bastado.-dijo milo algo molesto.
-Esta fiesta será de primera además no habra nada de alcohol, si sabes que nadie aquí toma, bueno a excepción tuya, Aioria y Kanon que son los únicos a los que les gusta embriagarse hasta caer borrachos.-
-¿qué? Pero una fiesta no es fiesta sin cervezas.-
-eso no es cierto. –dijo camus molesto por su comentario.
-claro que sí. --
Camus respiro hondo, en esos momentos no tenía más ganas de discutir con milo, pues en verdad estaba cansado. - -mira tú ya te encargaste del arreglo del salón, ahora déjame a mi encargarme de la comida. –
- Pero…-
-dijiste que estabas cansado, no, pues entonces ve a tu templo y descansa, mientras yo organizo lo que falta, si.- Camus empujaba a milo hacia la salida casi arrastras.
-al fin se fue…- después de sacar a empujones a milo des gran salón, Camus podría sentirse más relajado. - la fiesta tiene que salir bien y yo me encargaré de que nada la estropee. – Camus se remango la camisa. –esta vez será a mi manera… –
El flash back continúa….siii