Eran alrededor de las 22:38 de la noche un día lunes, la semana recién empezaba, pero Baekhyun no sentía muchas ganas ni siquiera de levantarse de la cama, es por eso que estuvo en cama ya sea estando en su tecnología (televisión, notebook, etc.) como estar mirando el techo la mayor parte del día. Creía que alguien en ese mismo momento estaba igual o peor que él… no tuvo mucho efecto, los ánimos estaba por el suelo, estaba tan desesperado, tan claustrofóbico en cuanto a su metro cuadrado a lo que llamaba “fortaleza a prueba de imbéciles” dícese “habitación”, no aguantó más; tomó una chaqueta, una bufanda oscura, un gorro de aquellos que quedan casi en el aire pareciendo que le quedase grande, guantes con los dedos cortados, y salió de su departamento a dar una vuelta.
No tenía mucho dinero, pero fue lo suficiente para comprarse un té negro en un camión de comida, el cual estaba algo lleno de gente, ya que al parecer muchos habían salido a la vez, pero en conjunto. Recibió el té con sus cucharadas de azúcar correspondientes y caminó más allá. Ni siquiera llevaba su celular, estaba demasiado cómodo consigo mismo, podía sentir como un gran peso de los hombros se liberaba a medida que avanzaba a una pequeña plaza que estaba a unos 30 minutos de su hogar, se sentó en un pequeño puesto de juegos infantiles, a la parte más alta, de manera que sus pies colgaran en el aire.
Sus pequeños y hermosos ojos disfrutaban de ese baño de la oscura noche, pequeñas estrellitas brillaban y una gran luna estaba mirándolo de forma triste, Baekhyun bajó la mirada, y rió algo desganado. Había escuchado una vez que no se debía mirar fijamente a la luna por unos minutos, de lo contrario, te hechizaba. De un momento sintió un poco más de presión en su pecho y hubo unas ganas tremendas de llorar. ¿Por qué tenía que pasar por esto? odiaba tener que estar gastando su propia agua de su cuerpo para algo estúpido como lo es llorar por nada y sin tener ningún sentido. El frío en el ambiente y el viento no ayudaban para nada el hecho de que sus ojos se llenaban de agua salada, las lágrimas querían salir de una vez por todas y su respingada nariz se congelada y se ponía un poco roja, ya ni siquiera podía saber bien si era por el frío, lo que era más probable.
Su té comenzaba a enfriarse y ni siquiera había bebido ni un sorbo de este, un dinero malgastado de todas maneras, aunque fuesen solo un par de monedas. La presión de la universidad y ser el ejemplo de la familia Byun estaba acabando con él de a poco, ya que su hermano mayor estaba casado y era un triunfo para ellos, pero para él no. El rompimiento con su primer novio había acabado con su lado que contenía la ternura, la simpatía y empatía, cosa que era caracterizado entre sus amigos, los cuales se alejaban de a poco, porque no eran verdaderos, solo Baekhyun era un uso para cosas académicas y salidas donde él terminaba pagando. El trabajo como cajero en un restaurant de comida rápida lo dejaban con estrés cada noche.
Sí, podría llegar a ser normal que alguien pudiese explotar de esa forma.
U otra.
.- Agh… vamos, Baekhyun…-Deslizó sus finos dedos alrededor de sus ojos para que esas lágrimas no salieran a flote. Era muy vergonzoso. - no seas cobarde… todo saldrá bien, estoy seguro… sí…- se alentaba a sí mismo mientras él mismo se mentía mientras esas palabras susurraban cada vez más bajo. Pero, su esfuerzo, para variar, no valió nada.
Cuando una lágrima cayó en su vaso de té, un par de pasos se aproximaban a él con suma lentitud.
.- Si lloras en ese vaso, el líquido que contiene se volverá amargo, y te pondrás peor.- Dijo una vez tan grave que nunca había escuchado antes. Pensó de inmediato que era un mafioso, o un secuestrador o un sicario. Pero, cuando inclinó un poco la cabeza, era todo lo contrario. Un chico bastante alto, de piel algo bronceada, vestía de ropa casual y cómoda que no destacaba demasiado, unos ojos cafés y profundos, cabello rojo vivo que estaba cubierto con un gorro tejido y que caía hacia atrás. Su sonrisa brillaba en medio de los faroles que iluminaban la plaza… y el rostro de Baekhyun.
Ese chico iba acercándose al resbalín que se encontraba al lado, Baekhyun se alejó unos centímetros. Tenía el plan perfecto para escapar. Tirarle el té encima y usar ese par de menudas piernas y correr todo lo que no corrió en sus clases de educación física durante su época escolar.
.- No voy a hacerte daño, ¿tengo cara de ser un mafioso o algo así? – Preguntó él a medida que iba subiendo por el resbalín y se sentó en la misma posición que Baekhyun, claro, a unos metros de distancia. Baekhyun asintió lentamente en silencio.- Vaya, y yo que creí ser todo un galán para las chicas.
.- Ajá…
.- O para los chicos, ¿crees que soy lindo? – Se apuntó a sí mismo y Baekhyun hizo un gesto de no entender nada. - Oh, no importa. Por cierto, me llamo ChanYeol, Park ChanYeol. - Su voz se tornó un poco más suave, tanto que esa ronca voz raspaba los oídos de Baekhyun demasiado rápido. -
.- B-Byun Baekhyun…- Dijo titubeando y mirando hacia al frente, para parecer desinteresado (lo cual lo estaba a medias) y beber de su té. El chico de nombre ChanYeol solo sonrió al ver el perfil de Baekhyun, quien aún no cambiaba la cara.
.- Debes tener una tormenta en tu cabeza para venir a una plaza tú solo, ¿verdad? – Preguntó también mirando hacia al frente, con los brazos cruzados. Baekhyun carraspeó su garganta y asintió en silencio - Comprendo. La verdad es que… te he visto desde hace días yendo hacia aquí por las noches…
.- ¿Qué? – Preguntó sorprendido y un poco más asustado. ¿Lo estaba vigilando? Sí, es un asesino suelto, pensó Baekhyun. ChanYeol movió sus manos en señal de que se tranquilizara.
.- ¡No es lo que piensas! Sucede que… el restaurant de mi madre se encuentra justo al frente y trabajo ahí… y el camino hacia mi casa queda por este lado, así que… ¿tú has venido aquí antes, verdad? ¿en ese mismo estado?
No podía negar que el chico era bastante observador, y cómo no, con esos ojos gigantes podía hasta sustituir una lupa. Baekhyun había ido un par de días a esa misma plaza debido a que sin saberlo, era su lugar de paz y relajación y de pensamiento, esa plaza reemplazaba al lápiz y al papel, porque era bastante abierto con muchos árboles y podía gozar de la naturaleza nocturna. Sin embargo, el rostro que siempre llevaba era de agotamiento, de estresado y de que algún día iba a suicidarse.
No se encontraba en un buen momento. El solo recordar anteriores pensamientos le hizo suspirar en bajo y dejar el vaso de té a un lado. Escondió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y miró hacia el estrellado cielo.
.- Pues… sí, vengo a este lugar cada vez que me siento mal o siento que debo tomar aire para no cometer una estupidez. No sé, me trae paz y me hace pensar que debo seguir luchando, aunque pase al menos un semestre de que mi vida pende de un hilo por varias razones en realidad. No tengo amigos, así que me conformo con la noche y la luna que me mira con demasiada tristeza. - Dijo casi sin respirar, estaba tratando de desahogarse lo suficiente ante un extraño, del cual no sabía nada, pero que con su sonrisa y sus ojos pareciera que podía contarle hasta los sueños más íntimos… cosa que nunca pudo hacerlo con alguien, ni siquiera con su familia. -
.- ¿La luna nos mira con tristeza? – Repitió Chanyeol con bastante rareza. Baekhyun asintió y dibujó una media sonrisa en su rostro. – La luna debería ser nuestra buena amiga, no nos debe mirar con pena, ¿no lo crees? Quizás ella no te mira por sí misma porque siente lástima… sino que refleja los sentimientos de quien la mire. Oh, mira, somos dos lunáticos hablando de algo que está a kilómetros y años por delante y que no tiene nada que ver con nuestra vida.
Baekhyun al darse cuenta de eso dio una ligera carcajada, a lo que se tapó inmediatamente sus labios para no dar una mala impresión de su sonrisa. Chanyeol se dio cuenta de eso y acercó su cuerpo hacia el de Baek.
.- ¿Q-Qué haces?
.- Tratando de ver tu sonrisa. ¡Oye, es hermosa! No deberías esconderla, pienso que…- Chanyeol estaba hablando con demasiada confianza con alguien a quien al parecer no le gustaba mucho la conversación, y por la mirada de susto… el chico estaba que se desmayaba o escapaba. Retrocedió unos pasos y miró hacia el piso. – perdón, solo quería… agh, disculpa. Te estoy incomodando, ¿verdad?
Baekhyun se quedó quieto y en silencio durante unos minutos al darse cuenta de la persona que tenía en frente. ¿Desde cuando una persona puede elogiar tanto a alguien que recién conoce? ¿por qué el chico mientras iba pasando por la plaza no siguió derecho para no estar con él? ¿cómo es que este chico cayó del cielo para tratar de subirle el ánimo a Baekhyun? En toda su vida no había tenido un momento así, seguramente era muy normal parecer muy desconfiado, tuvo que aprender a la mala ese aspecto. Pero, los minutos pasaban y Baekhyun no había hecho nada para alejarse… en cambio… no quería irse.
.- B-Bueno, solo un poco. Pero, no me desagrada del todo…
.- Lo siento de nuevo, es que… estoy algo nervioso…- Se quedó unos minutos en silencio y sonrió mientras mantenía su mirada en el piso.- vi algo en ti, Byun Baekhyun. Y es que, eres la clase de persona que no merece soltar ni una lágrima, a menos que sea de felicidad. Hoy por fin tuve las agallas de acercarme a ti, ¿y sabes qué? No me arrepiento, solo espero que no me digas que estoy loco y que soy un psicópata, porque no lo soy. Al menos loco sí, pero así soy feliz, y quería compartir esa locura a alguien que dejó su lágrima su vaso, creí que así estaría mejor.
Chanyeol miró por un momento los ojos de Baekhyun, que estaban algo rojizos y cansados, pero que no dejaban de ser hermosos para el más alto. Chanyeol le sonrió por últimos para dar un salto desde donde estaban (lo cual eran unos cuantos metros desde el suelo) y se posicionó donde había llegado la primera vez. Baekhyun se quedó unos momentos en blanco, ese chico de verdad lo había… elogiado un montón de veces sin querer ser grosero ni nada. Lo hizo reír un poco, a pesar del rostro demacrado y la actitud fría que Baekhyun había adquirido en el tiempo. Pasaron muchas cosas en poco tiempo, pero pasó mucho en su interior.
El té se enfrío, pero el corazón de Baekhyun se volvió más cálido y latía más rápido al sentir… que Chanyeol tal vez, solo tal vez, estaría siendo un nuevo individuo en su vida, y solo tal vez… haría lo que fuese para que no se alejara de él.
Al darse cuenta de eso, se llevó una mano a su pecho, mientras observaba que Chanyeol se estaba alejando en reversa.
.- Será mejor que vayas a casa, está cada vez más helado. En vez de lágrimas, deberías preocuparte de tus mocos. Me iré al restaurant. Que te vaya bien, Byun Baekhyun. – Esas últimas palabras de Chanyeol se las llevó el viento luego de darse la vuelta y comenzar a caminar un poco derrotado, pensando que había arruinado la oportunidad de conocer a ese chico.
Sin embargo, al sentir el movimiento de las piedras de decoración en ese juego infantil lo hizo detenerse por un momento. Unos pasos se aproximaban a él lentamente, cuando se dio la vuelta vio a Baekhyun acercándose a él con una mirada tímida y rascando su nuca. Cuando llegó a una distancia apropiada, alzó su rostro para verlo a los ojos. Chanyeol quedó estupefacto. ¿Había funcionado?
.- Tal vez… necesite un poco de esa locura…- No era las palabras que quería decir al principio, a lo que ChanYeol lo miró sorprendido. Baekhyun solo siguió hablando. - a-además, m-me dio hambre así q-que… quería ir al restaurant… d-donde trabajas…- tartamudeando a más no poder, trató Baekhyun de hablarle directamente a los ojos contrarios, los cuales estaban abiertos y parecía que fuesen sus propios espejos. –
Chanyeol a los segundos sonrió como la primera vez que lo vio y apuntó hacia el local. Feliz, como había querido transmitirle.
.- Por aquí…- Solo dijo eso luego de comenzar a caminar junto a Baekhyun.- Te invitaré otro té, pero no quiero que llores en él, ¿de acuerdo?
.- Ya no lo haré.
Byun Baekhyun solo necesitaba una sonrisa, unas palabras de aliento y unos fuertes latidos del corazón para darse cuenta, de que la mejor motivación se logra cuando esa persona te brinda su mejor sonrisa y llega en el peor momento a poner tu mundo de cabeza, lo cual, se agradece. Porque, siempre hay que tener la mente abierta a las nuevas experiencias. Sí, saldrá y entrará gente a tu vida, pero tú eres el único que tiene dos opciones: caer y quedarte en el suelo, o levantarte y darle la bienvenida a quien podría ser tu apoyo incondicional por un largo tiempo.
Park Chanyeol, bienvenido a la vida de Byun Baekhyun.
Fin.