Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Familia feliz? por Shiru-sama

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El cuarto permanece en una completa oscuridad, aunque en el exterior el sol ya comenzó a iluminar cuanto objeto se cruzara con su resplandor. Las gruesas cortinas del gran ventanal impedían el paso de aquella luz indeseada por el cuerpo joven adulto que yacía cómodamente despilfarrado en la gran cama de dos plazas.

Era un típico día de verano, afuera, un calor insufrible comenzaba a apoderarse de las calles, pero la habitación contaba con aire acondicionado, en pocas palabras podrías dormir tranquilamente sin ningún tipo de preocupación… Por supuesto que esto solo aplicaba a todas la personas que no son Eren, el cual se vio arrojado del mundo de los sueños al mundo real gracias a la alarma que se encontraba sobre la mesa de luz.

El jodido aparato sonaba una y otra vez con un molesto tono que empezaba a fastidiar al castaño, ya que no podía dar con el maldito pedazo de metal. Entre la oscuridad del cuarto y la pereza de su brazo termino por tomar el filo de la parte trasera del mueble y con algo de fuerza empujarlo hacia el frente.

Escucho varias cosas caer al piso alfombrado junto con el mueble, entre ellas el despertador, el cual habia empezado a emitir la melodía en un tono extraño para luego callarse. Genial tenía que decirle a su esposo que debía comprar uno nuevo.

-Solo cinco minutos más- murmuro a la nada mientras se acomodaba mejor en el lecho, pero como se explicó anteriormente, eso de “solo 5 minutos más” solo se aplicaba a personas que no eran Eren

-¡No encuentro mi camisa roja!, ¡¿Alguno de ustedes imbéciles la tomo?!-una voz femenina con un tono bastante molesto se dejó escuchar

-¡Maldito imbécil sal del baño!... ¡No eres un chica para esta allí metido dos putas horas!- esta vez fue la voz de un chico la que se escuchó acompañada de unos claros golpeteos, seguramente estaba golpeando la puerta del baño

-¡En vez de estar jodiendo por entrar al baño ¿por qué no vas a cuidar el desayuno?!... ¡Siento el olor a quemado desde aquí!- una voz masculina un tono irritado contesto a los insistentes golpeteos, inclusive Eren pudo percibir el olor a arroz quemado

-¡Tengo hambre!- esta última era una voz infantil que se escuchaba un poco más alejada

Eren suspiro y término por abrir sus ojos.

-Debí adoptar un perro… o haber entrado a un convento y hacerme cura- fue lo primero que cruzo por su cabeza al momento de sentarse en la cama con la mirada perdida, sintió algo arrugado y áspero debajo se pie derecho, algo curioso decidió bajar su mirada en busca de aquel interesante objeto que, de alguna forma le hacía cosquillas

Entre todas las cosas que estaban regadas en el suelo y pese a la oscuridad logro identificar una hoja de papel, lo tomo y acto seguido se tiró en la cama para rodar hacia el otro extremo y así poder alcanzar la lámpara que estaba sobre el otro mueble junto a la cama.

“TUVE QUE SALIR TEMPRANO, MANTEN LIMPIA LA CASA MOCOSO, LLEGARE A LAS 5. POR CIERTO YA DESPERTE A LOS MINI MOCOSOS POR TI, AGRADECEMELO ESTA NOCHE”

Eren levanto una ceja “agradecerle” si claro, gracias a él había un gran alboroto del otro lado de su puerta. ¿Qué no podía irse como todas las mañanas? En silencio y sin despertar a nadie.

-¡Aluno de ustedes podría mover el culo  y ayudarme, mamá no debe tardar en despertar!- un nuevo grito se escuchó y Eren solo suspiro

Con todo el dolor del mundo Eren abandono su lecho y camino pesadamente hasta la puerta de su habitación para luego salir. La puerta de la recamara daba directo a un pasillo en el cual se encontraban 4 puertas, dos a la izquierda y otras dos a la derecha, al final del pasillo había otra puerta y un poco más al medio una escalera que daba con el primer piso.

El castaño se puso en movimiento con una caminata lenta hasta la segunda puerta del lado derecho, paro y fijo su vista dentro de la habitación, la puerta estaba abierta por lo que pudo fácilmente ver a una adolecente de 16 años de cabellos negros largo hasta la cintura, vistiendo una falda corta de color negro, unas largas medias negras que le llegaban hasta el muslo y con una remera celeste que, no solo le quedaba un poco grande, sino que se le hizo muy familiar al castaño.

-¿Esa no es la remera de tu hermano?- pregunto curiosos

La chica se dio media vuelta para observarlo, los precioso ojos verde agua de la chica lo miraron algo distraídos, pero en seguida se plasmó una enorme y bonita sonrisa en el rostro antes serio de la joven.

-Buenos días mamá, si es del príncipe, es la remera más bonita que encontré- contesto como si nada

-… La remera verde te sienta mejor - termino por decir acompañado de una risa burlona, -Creí que tu padre ya te habia hablado acerca de usar la ropa de tu hermano- le recordó a su vez que se apoyaba en el marco de la puerta

-¿Eh?... eres cruel… a ti también te ha dicho que te pongas una remera cuando te levantas y no le haces caso- contrarresto la chica inflando levemente los cachetes

-… de acuerdo esto queda entre nosotros- respondió divertido al darse cuenta que habia salido de la habitación únicamente con el pantalón que usaba para dormir, menos mal que su marido no le habia dejado alguna marca en el cuerpo  -Ah por cierto, la camisa roja y la corbata están abajo, tu padre ayer lavo toda la ropa por la anoche y me obligo a plancharla- aviso para luego continuar su trayecto por el pasillo, la chica salió rápidamente de la habitación pasando junto a Eren

-¡Muchas gracias!- le grito mientras bajaba rápidamente las escaleras

-¡No bajes corriendo las escaleras!- la reto para luego relajar sus facciones   -¡Recuerda usar la remera verde para la próxima, esa combina con tus ojos!- volvió a gritar

-¡Lo tendré en cuenta!-  recibió por respuesta

El tono de la chica era alegre, parecía que ya no estaba enfadada, punto para él, no tenía que sufrir un dolor de cabeza por culpa de las rabietas infantiles que hacia su hija cuando estaba enojada.

Pasó de largo la escalera y se paró frente a la puerta de madera que estaba al final del pasillo y le dio un pequeño golpe, no de manera brusca sino suave, como cualquier persona normal. La puerta en cambio fue abierta de manera brusca dejando a ver un chico de 15 años, cabellos castaños y ojos verde claro con un leve dorado muy cercano a la pupila, vistiendo únicamente un pantalón negro algo ajustado y un cinto color blanco que resaltaba en su cadera, en su torso y pies no traía ningún tipo de prenda, y alrededor de su cuello habia una toalla. Sus cejas estaban arqueadas y su seño estaba fruncido

-Ya salí bastar…- el insulto se le quedo en la boca al notar quien era la persona que golpeaba la puerta  -Lo siento mamá, pensé que eras Junior- dijo apresuradamente en un intento por defenderse

-Para ser un príncipe tiene un muy mal vocabulario…- regaño de cierta forma, pero cambio su gesto “serio” a uno más relajado, dedicándole una pequeña sonrisa y pasando su mano por las castañas y húmedas hebras  -Así que al final terminaste por perforarte las orejas… 1, 2, 3, 4…- murmuro al tiempo que vio varios accesorios en la oreja de su hijo, este ultimo las ocultaba gracias a su cabello, dado a que estaba mojado le quedaba más largo de lo normal y escondían a la perfección sus orejas

-¿Verdad que me veo más hermoso ahora?... dude un poco al principio pero luego me dije a mi mismo, “Naaa, seguramente quede más hermoso de esta manera”- tras aquellas palabras el adolecente deslizo su mano por su cabello levantando varios mechones mojados dejando ver los recientes piercing en su oreja mientras sacaba la lengua de una manera sensual mostrando una pequeña pelotita en el centro de la lengua… también tenía una perforación allí

¿A quién habia salido ese chico?, fue lo primero que se preguntó Eren, ni él ni su marido eran así, él chico parecía un príncipe, de esos seductores que enamoran a las jóvenes con apenas una mirada… bueno su apodo de príncipe no lo tenía por nada, pero aun así…

-De todas formas… creí que tú y yo teníamos un trato- soltó un suspiro para luego mirar al “príncipe” con una mirada re-probativa

-Ah espera, no es lo que piensas… ayer obtuve los resultados de las pruebas y te las traje como acordamos- el adolecente se quitó la toalla del cuello y comenzó a secarse como si el tema no fuera realmente importante

-¿Por encima del 80%?- pregunto el mayor, el de cabellos castaños asintió para luego sacudir su cabello alborotando aún más su pelo

-Tengo las pruebas en mi mochila- recordó el joven para luego encaminarse a su habitación dejando solo a su “madre”

Sin esperar más tiempo Eren ingreso al baño, se lavó la cara y los dientes. Pero al terminar escucho como golpeaban la puerta fuertemente y de manera constante.

-¡Sal de una vez!- tras escuchar aquel grito al otro lado suspiro cansado y termino por abrir la puerta encontrando a un adolecente de 19 años con mirada filosa, ojos verde olivo y cabello completamente negro y lizo, con varios rasgos de la cara que se asimilaban mucho a las del marido de Eren

Vestía con un pantalón verde camuflado, no traía remera y pudiendo notar así, su bien trabajado torso, además en la mano derecha traía una pequeña consola.

El chico palideció un poco al ver quien estaba del otro lado de la puerta, pero reacciono en pocos segundos relajando sus facciones.

-Lo siento- dijo de manera seria antes de apartar la vista  -Creí que el principito seguía en el baño…-

-En realidad hace rato salí- la voz del príncipe se escuchó e inmediatamente los mayores lo miraron  -Si tienes tiempo para estar aquí fastidiando por entrar al baño, supongo que el desayuno ya está listo- continuo burlándose mientras mostraba una sonrisa engreída

-A decir verdad se me quemo todo, así que mueve el trasero y ve tú a preparar el desayuno- respondió su hermano levantando los hombros en un gesto de despreocupación 

-Ustedes dos dejen eso- los reto Eren para avanzar un par de pasos dejando la entrada libre al baño  -No sé cuántas veces he intentado convencer a su padre para que haya por lo menos un baño  más, sus discusiones por el baño ya me están hartando- murmuro el joven adulto mientras se masajeaba el caballete  -Todos los días es lo mismo-

-No es mi culpa, este de aquí es peor que una chica, tarda DOS HORAS, maldición ¿Qué tanto haces en el baño por las mañanas?- replico Junior antes de suspirar

-Lo normal me masturbo dos horas… ¿acaso eres imbécil?, hago lo que todo el mundo hace hago mis necesidades, me lavo la cara, cepillos mis dientes y me baño- contesto molesto el menor

-Como sea- interrumpió Eren –Hablare con su padre cuando vuelva-

-Volverá a decirte que no… como si a él le importara por lo que pasamos cada mañana- murmuro Junior antes de entrar al baño

-Es obvio que no lo entendería, él nunca está en casa- agrego el príncipe antes de bajar las escaleras

Eren suspiro, esas palabras se repetían cada vez más, de verdad tenía que hablar con su esposo… Últimamente las cosas se estaban estancando de una manera atroz, debido a su trabajo, su marido nunca estaba en casa, bueno si lo estaba, pero llegaba muy tarde, casi rozando las 3 de la mañana, hora en la que todos estaban durmiendo, obviamente, y se iba muy temprano en la mañana, a una hora en la que ni él ni sus hijos estaban levantados. Por ello el contacto que estaban teniendo era muy poco, y aunque él algunas veces solía quedarse despierto a esperarlo, hablaban muy poco puesto que el contrario venia cansado y no tardaba en dormirse. El tiempo que pasaban juntos era muy limitado, ¿desde cuándo se habia vuelto así?

-¿Mamá?- el llamado de su hijo mayor lo saco de sus pensamientos, este estaba saliendo del baño, ¿Cuánto tiempo se habia quedado perdido en sus pensamientos?

-Ah lo siento, estaba pensando en algo- le dijo Eren mostrando un falsa sonrisa

-… Quizás no sea un adulto como tú, pero soy el mayor ya tengo 19 años, puedes contarme las cosas- le dijo antes de rascarse la nuca con la mano libre, puesto que con la otra cargaba con la consola portátil

-Lo se… no es nada grave… solo estaba pensando en tu padre- confeso Eren relajándose un poco

-Supongo que la ausencia de papá estos meses está causando algunos problemas ¿no lo crees?- su hijo intento hacer un chiste para alivianar el ambiente pero no resulto  -De todas formas… la presencia de papá es algo agobiante, se siento como si estuviéramos en la milicia, todos debemos comportarnos como soldados rasos, estar en calma sin armar un alboroto y mantener todo en orden… esos es algo que no va en la personalidad de ninguno de ellos-

-Oh habla el chico calmado que grita maldiciones e insulta a su hermano menor por tardar mucho en el baño- se burló Eren mostrando una linda sonrisa, su hijo solo bufo

-El príncipe que tienes por hijo saca de quicio hasta la persona más calmada del mundo… quizás sea bonito pero su actitud es un asco… ¿ya te dijo que quiere teñirse el pelo?- comento antes de empezar a caminar hacia las escaleras

-Algo me dijo… pero estoy seguro que no lo hará, esta inseguro por la reacción que tu padre pueda tener, se ha dejado el cabello algo largo para tapar las perforaciones de las orejas, incluso el piercing que tiene en la lengua se lo saca en presencia de su padre- menciono Eren siguiéndolo

-¿Es idiota?, para que se hace todo eso si luego va tener miedo de que papá lo regañe- murmuro enojado

-No creo que lo haga para no ser regañado- respondió el mayor

Una vez que ambos llegaron a la planta baja se encontraron con una sala grande, con paredes color crema y piso de madera flotante, también estaba decorada con un gran librero lleno de libros gruesos y divididos en pequeñas secciones. En medio de la sala había 3 sillones de cuero blancos, uno de para tres personas y los otro dos individuales, los cuales estaban ordenados de tal manera que cualquiera que se sentara allí tuviera buena visión de la televisión de 60 pulgadas que se encontraba adherido a la pared, a su vez, debajo de esta, sobre una mesa ratona, habían varios tipos de consolas y juegos esparcidos.

-Recuerda llevar todo eso para tu habitación luego de desayunar- menciono Eren caminado por la sala para luego atravesar una puerta que lo llevaba al comedor

-Ayer Chibi quiso jugar y no pude negarme- se defendió entes de colocar sus manos en los bolsillos

Al momento de entrar al comedor, el castaño pudo ver como en una larga mesa con 6 sillas repartidas equitativamente por el contorno del mueble, se halla sentada su hija y frente a ella un pequeño de 6 años, de cabellos castaños y ojos dorados, vestía un lindo conjunto de marinerito y una gorrita en sus cabellos que hacia juego con la ropa.

Eren camino hasta la mesa y sentó junto al pequeño mientras que Junior caminaba hasta otra puerta que dirigía hasta la cocina.

-¡Mamí mira, mira!- le grito emocionado el menor mientras señalaba las cartas que tenía su hermana en las manos

-¿Qué hacen?- pregunto el mayor

-Le estaba enseñando un truco de magia a Chibi- contesto la chica antes de empezar a barajar las cartas que traía en sus manos con mucha maestría

-Mira mamí, mira- repitió el chico emocionado

-Bien Chibi, elije la que más te guste- le dijo la chica repartiendo las cartas boca abajo sobre la mesa

-¡Esta!- grito el pequeño tomando una carta y apretándola con recelo sobre su pecho para que su hermana no la viera

-Tú también elige una mamá- la chica le hizo una seña a Eren para que tomara una carta

-De acuerdo- el castaño más grande tomo una carta de las que estaba esparcidas y la miro

-Mírenla bien- la adolecente comenzó a tomar de nuevo las cartas y empezar a barajar nuevamente  -¿Las vieron bien?- pregunto y los contrarios asintieron  -¿Saben bien cuál es su carta?- volvió a preguntar y los otros volvieron a asentir  -Esta bien, Chibi coloca tu carta- la chica abrió el mazo y su hermanito puso su carta, a continuación las mezclo un poco más y la volvió a abrir frente a Eren –Ahora tu mamá- el adulto coloco la carta con una leve sonrisa en el rostro, la chica parecía divertida también, puesto que el infanta junto a ellos miraba expectante con un peculiar brillo en los ojos

Ante los peculiares ojos del menor la chica termino por barajar las cartas y sin cuidado alguno las soltó sobre la mesa, haciendo que el perfecto maso se arruinara mando todas las cartas por distintos lados de la larga mesa.

-Bien… entonces… esta de aquí- la chica tomo una carta al azar y se la dio al pequeño, este frunció el ceño enojado

-Esta no es mi carta- le reprocho mostrando un bonito puchero

-Jajaja lo sé- la de cabellos azabaches se rio por la respuesta que obtuvo de su hermano menor, para luego giñarle un ojo –Esta no es tú carta, después de todo esta es la de mamá… - después de esas palabras ella tomo otra carta y se la mostro –Y esta es la tuya- le ofreció la carta al chico

Chibi ni siquiera se molestó en mostrarle la carta que tenía en las manos a Eren, simplemente la soltó sin preocupaciones tomando la otra carta que su hermana le ofrecía para luego, una vez vista la carta mostrar una gran sonrisa.

-¡Esta es mi carta!- grito divertido el pequeño

Eren tomo la carta que su hijo habia tirado sin consideración alguna y la miro por unos segundos, algo impresionado, de verdad esa era la carta que habia elegido.

-Increíble- susurro

-Jejeje aunque no lo parezca soy muy buena haciendo trampas en los juegos de azar, este truco de magia no es gran cosa- hablo orgullosa de sí misma la adolecente

-Eso no es algo que se suele ver en la princesas como tú- le respondió Eren tras una leve risa burlona

La chica iba a contestar pero, un delicioso olor llego a su nariz haciendo que todo se le olvidara. El olor también llego al olfato de los otros dos ocasionando que su estómago emitiese un sonido grave indicando que ya era la hora de desayunar.

-¡Sal de aquí idiota!, ¡Ni siquiera eso puedes hace bien!- el grito molesto del príncipe se dejó escuchar y Eren suspiro, sus dos hijos no podían estar en una misma habitación sin gritarse el uno al otro

-¡Pues no me pidas nada si vas a empezar a quejarte!- esta vez fue la voz de su hijo mayor

-¿Podrían limpiar esto mientras yo voy a calmar a las fieras?- les pregunto su progenitor, a lo que sus otros dos hijos asentían con la cabeza, luego se levantó dispuesto a ir a la cocina

Al entrar a esta pudo notar como el príncipe mantenía una mano ocupada sacudiendo un sartén, el cual estaba sobre el fuego y contenía pequeñas salchichas cortadas en forma de pulpo, mientras que la otra la ocupaba echando un poco de sal a la ensalada a su vez que sus ojos se posaban en un libro frente a él.

“Todo un profesional” pensó Eren al ver al chico cocinar, bueno en realidad eso no era gran novedad, después de todo su marido habia pagado por un curso intensivo de cocina para su hijo, cuando este apenas cursaba los 12 años. La razón por ello… su marido no se lo comento, pero conociéndolo ya sabía por dónde es que iba más o menos el asunto.

Sus ojos esta vez se posaron en su hijo mayor, el cual estaba apoyado en una de las paredes concentrándose en su pequeña consola e ignorando todo a su alrededor. Esa era más que nada la razón por la cual al mayor siempre se le quemaba la comida, y es que, de las 24 horas del día 10 de ellas se la pasaba pegado a alguna consola jugando a cualquier tipo de juegos, y es que si no fuera porque su marido, que prácticamente lo amenazo con quitarle todos aquellos aparatos, el chico no estaría aspirando a ninguna carrera, ya que ningún curso llamaba su atención. Pero como la amenaza hiso cierto efecto, su primogénito habia sido obligado a estudiar medicina.

La razón por la cual su esposo, obligo al príncipe a aprender cocina, a Junior a estudiar medicina y sumando el hecho que ya habia dado ciertas indirectas a la princesa para que esta fuera a estudiar leyes, estaba todo relacionado.

Lo que en realidad pasaba era que Eren simplemente se hacia el ignorante y no opinaba nada al respecto.

-Mamá podría decirle que al menos ayude a poner la mesa- pidió el menor al darse cuenta de la presencia de su madre en la cocina

-Junior, ¿podrías?- pidió Eren, su progenitor hizo un ademan con la cabeza antes de salir de la cocina sin siquiera apartar los ojos de la consola  -Ten cuidado de no tropezar con nada- agrego el castaño más grande antes de ver a su hijo desaparecer tras la puerta de la cocina

-Gracias- el pequeño príncipe continuo cocinando, esta vez estaba sacando las salchichas del fuego

Poco tiempo después, la comida ya estaba servida en la mesa, cada plato era distinto, no habia ninguna comida que se repitiera sobre la mesa, cosa que no era raro para los ojos de la familia. Todos tenían gustos distintos, los cuales solo su tercer hijo sabía complacer.  Chibi siempre le gustaba comer comidas que se vieran “bonitas” e infantiles, como las salchichas en forma de pulpo, en arroz decorado de tal forma que se asimilaría a alguna cara de algún animal, y aparte rodajas de manzana cortadas en forma de conejo. La princesa y Junior solían comer ensalada, pero estas eran distintas pues habían algunas verduras que uno comía que el otro no,  luego algún encurtido que acompañara la ensalada y un tipo de salsa especifico que solo el príncipe sabia preparar a la temperatura y consistencia que ellos preferían. Por otro lado, la comida de Eren consistía en una simple tortilla de arroz con un bonito mensaje escrito en kétchup que Chibi se tomó la molestia de escribir. 

-Oigan- la voz femenina de la familia se hizo escuchar en medio de la comida

-¿Sucede algo?- pregunto de forma calmada Eren  -¿Te sientes bien?- interrogo algo preocupado al ver las mejillas rojas de la chica

-Estoy bien es solo que… ¡YA NO PUEDO SOPORTARLO POR FAVOR PONGANSE UN BUZO!- grito avergonzada para luego golpear la mesa con ambas manos

-No entiendo de que te preocupas, si siempre vestimos así delante de ti- menciono sin preocupación el hermano mayor

-Lo se… pero siempre los veo por separado, es realmente incómodo para mí, UNA CHICA, estar comiendo con tres chicos a medio vestir como si fuera algún tipo de desfile te trajes de baño- explico fastidiada

-Ah, lo siento mucho- se disculpó Eren, a veces se olvidaba que uno de sus hijos era una chica y que el hecho de que todos anduvieran sin remera por la caza podría molestarle

-Eso se podría arreglar si tu simplemente te quitaras la remera y…- el príncipe no pudo terminar la oración ya que su hermana le habia arrojado todo el líquido de su bazo  -¡¿Pero qué mierda?!- le grito sorprendido

-¡Eres un idiota pervertido!- le grito con una mezcla de enojo y vergüenza

-Solo iba a decirte que te quitaras la remera y me la devolvieras, gracias a ti no tengo ningún buzo limpio o en mi armario, todos están en tu cuarto imbécil- le respondió su hermano

Junior no pudo evitarlo y soltó una carcajada ante la pelea de sus hermanos menores, mientras que Chibi reía divertido por haber visto el rostro “chistoso” de su hermana y por el hecho que la misma le lanzara agua a su hermano, el pequeño pensaba que estaban haciendo algún acto de comedia.

Eren intento calmarlos, pero el ruido del timbre los sorprendió a todos.

-Yo abro- Chibi se levantó de la silla apurado

-Seguro sea para ustedes- menciono Eren mirando a sus dos hijos

-Iré a cambiarme- dijo Junior antes de levantarse de la mesa

-Supongo que yo iré a secarme, mi…- el castaño menor no pudo terminar la oración ya que fue interrumpido

-Tu remera y corbata están sobre la lavadora, ya están planchados así que asegúrate de no arrugarlos- Eren se adelantó a responder mientras se metía un bocado a la boca

Su hijo asintió, y tras salir por una puerta, volvió con la ropa entre los brazos, le arrojó a su hermana una camisa roja y una corbata negra para luego caminar hacia el comedor.

Al entrar vio cómo su hermanito veía siendo cargado por un chico mayor que él, rubio y de ojos azules, además junto a él venía otro adolecente de la misma edad que el príncipe y con las mismas características que el mayor.

Ambos chicos eran hermanos y de apellido Smith.

-Entonces mi hermana saco la carta, y adivina, ¡Era la mía!- explicaba con gran emociono Chibi

-Aww eres tan tierno Chibi, definitivamente tendré un pequeño como tú- menciono el mayor empalagado por los gestos del pequeño

-Primero deberías buscar una mujer que aguante tus extraños fetiches, Edick- le dijo en forma de burla el príncipe

-Hola Kou- saludo el adolecente de su misma edad, pero este se sonrojo enseguida al ver como finas gotas de agua caían por el toroso desnudo del joven, la cual, sumada a su rostro le daba una apariencia demasiado… sensual

-Cuidado Ren, se te esta por caer la baba- le advirtió en forma de burla su hermano

-Deja de molestarlo, vamos Ren, tengo que cambiarme y nos vamos- le animo el de cabellos castaños

-¿Por qué Ren se puso tan rojo?- pregunto Chibi al momento que los adolescentes subieron la escalera

-Porque es un idiota enamorado- murmuro el mayor antes de seguir caminando hasta la cocina

El menor de la familia guio a Edick al comedor, para encontrarse con el resto de los integrantes de la familia. Luego de un par de minutos Junior bajo, con una remera naranja remangada hasta el codo y con una mochila colgando del hombre, después de despedirse se marchó junto con el mayor de los Smith. Poco después bajaron los adolescentes, pero estos, antes de poder irse fueron detenidos por Eren.

-Escucha principito, a las 3 iré al médico ¿de acuerdo?, eso significa que no poder atender el celular… por favor si te metes en algún lio en el instituto, que sea antes de las tres, sino yo no podre atender y llamaran a tu padre, por favor evita eso- le pidió casi en un tono de suplica

-Está bien, prometo no meterme en problemas… o al menos no después de las tres, por cierto deje las pruebas sobre la repisa de la cocina, adiós- tras estas palabras el muchacho se fue

-X-

En un lugar lejano, más específicamente en uno de los pisos más altos de un edificio ubicado en el centro de la ciudad, se encontraba un hombre recostado en su silla giratoria leyendo unos papeles. Sus cabellos eran negros y sus ojos de un color verde oliva, vestía un traje negro de una tela muy costosa, su muñeca era rodeada por un reloj de oro y en el cuarto dedo de la mano izquierda se encontraba un anillo también de oro algo gastado y viejo con una hermosa joya en medio.

El escritorio de madera pulida se encontraba cubierto por un monto de pilares de hojas con números, letras, cifras, estadísticas entre otras cosas.

El azabache gruño por lo bajo al terminar de leer el papel que traía en sus manos para luego dejarla a un costado y tomar otra hoja de la pila.

Aunque su lectura fue interrumpida por unos golpeteos en la puerta. Ni siquiera se dio la tarea de preguntar quién era o decirle que pasara, ya que la persona del otro lado de la puerta pasó de todas formas.  

-Ei Levi- un hombre adulto de contextura semi-delgada entro en la oficina llamando la atención de Levi

El hombre era rubio y mantenía su flequillo adecuadamente peinado a un costado de cara, sus ojos eran de un tono azulado y su rostro se mantenía serio.

-¿Qué quieres?, estoy ocupado- pregunto con un tono molesto antes de devolver su vista hacia los papeles

-Nada solo escuche que hoy saldrás temprano, hace más de un mes que no lo haces- menciono para luego pasearse por la oficina del más bajo

-Mi vida personal no te tiene porque importar- le hablo cortante y sin despegar su vista de la hoja entre sus manos

-Vamos, estoy preocupado por ti, hace mucho tiempo que dejaste de salir temprano, últimamente pasas demasiado tiempo en la oficina- los ojos azules se posaron sobre el anillo del azabache  -No veo que estés muy delgado, supongo que estas comiendo bien a pesar de todo- menciono curioso

-Si lo que te preocupa eso, déjame decirte que siempre tengo comida al llegar a casa y por las mañana me traigo una caja con el almuerzo- le contesto

-Y… ¿Cómo esta Eren?- le pregunto curioso

-Supongo que bien, las pocas veces que hablamos solo molesta con un estúpido baño-

-¿Baño?-

-Sí, no sé qué quiere, nunca llego a escucharlo hasta el final-

-… Oye Levi-

-¿Ahora qué quieres?-

-¿Dónde está la foto que estaba siempre en tu escritorio?- al rubio le dio curiosidad ya que siempre que entraba a la oficina se encontraba con un marco de madera con una decoración infantil sobre el escritorio, aquello habia sido un regalo del hijo menor de Levi, una foto en familia que se habían tomado cuando el pequeño solo tenía un año, en ella salían los 4 hijos del azabache y su esposo

-Creo que en el cajón, molestaba sobre el escritorio y lo saque- explico como si nada

-… ¿Y cómo se encuentran tus hijos?-

-Según Eren bien, a esta hora se deben encontrar estudiando-

-Oye Levi, ¿no has pensado en cambiar tu anillo?, esta gastado y parece que en cualquier momento se va a romper-

-Es de muy buena calidad Erwin, no se va romper-

-No importa de qué tan buena calidad sea Levi, si no lo cuidas como se debe, tarde o temprano las cosas se rompen-

Levi bajo el papel frente a él y miro fijamente al contrario, -Espero que estés hablando del anillo y no estés insinuando estupideces- le dijo de manera amenazante, su colega lo único que hizo fue un movimiento de hombros restándole importancia

-Señor Levi- una joven interrumpió aquella charla traía un celular en sus manos y se aproximó al azabache

-¿Qué sucede Petra?- le pregunto Levi

-Es una llamada de la secundaria María, dice que necesitan hablar con usted- contesto la mujer ofreciéndole el celular

-¿Secundaria Maria?- pregunto confundido

-Allí asiste uno de tus hijos Levi- le recordó Erwin frunciendo un poco el ceño

-Mmm…- el azabache estiro su mano y atendió el celular –Habla Levi Ackerman-

-Hola señor Ackerman, soy el profesor de Kou Jaeger, su hijo ha cometido una falta grave y esta vez no podemos dejarlo pasar así como así, le pido que por favor venga a nuestras instalaciones y hable personalmente con el director-   

-Llamen a Eren- les dijo de manera monótona, Erwin lo miro incrédulo, incluso estuvo a punto de cortar pero el hombre al otro lado continuo hablando

-… Hemos llamado al señor Eren varias veces pero no nos ha atendido, tampoco nos atiende el teléfono de línea- contesto algo confundido el hombre al otro lado

-… Ahora tengo una reunión solo dejen al mocoso sentado en una silla por… una o dos horas iré por él luego-

-Señor, quiero que entienda que esto no es una broma, su hijo ha cometido una falta grave contra otros estudiantes, sus padres son personas poderosas y exigen la presencia de un adulto que sea responsable de Ackerman-

-... De acuerdo- Levi colgó el celular luego de esas palabras para luego arrojarlo sobre el escritorio, -Maldito mocoso estúpido- insulto para luego mirar a su secretaria  -Cancela la reunión tengo que ir por uno de mis hijos- la chica asintió y luego se retiró rápidamente

-¿Sucedió algo?- pregunto Erwin

-Sí, Eren es incapaz por una vez de atender el jodido teléfono y ahora tengo que ir por uno de los mocosos, seguramente le dijo alguna estupidez a un niño rico y sus padres deben estarse quejando-

El rubio iba a objetar algo, pero el ruido de su celular lo interrumpió, Levi se quedó en silencio concentrándose, ese día tenía planeado hacer la estúpida reunión y salir temprano para poder pasar algo de tiempo con su esposo, pero noooooo, uno de los mini mocosos le habia frustrado la tarde, ahora debía mover la reunión para otro día, y eso significaba más trabajo.

-Maldición… lo voy a castigar, definitivamente voy a castigar ese mini mocos- murmuro por lo bajo para luego levantarse de su asiento

-Espera Levi- el rubio lo detuvo y el azabache levanto una ceja, ¿Qué aún no se habia ido?  -A mi también acaban de llamarme, parece que Ren se también se involucró en un problema-

Levi repaso en su memoria al tal “Ren”, conocía a los hijo de Erwin, ¿pero cuál de los dos era Ren?... Ah era verdad, Ren era el más pequeño.

-Espera, ¿Ren?... el que siempre esta callado y se pone muy nervioso cuando le hablas, ¿ese Ren?- le preguntó confundido

-A mi también me sorprende mi hijo nunca se ha metido en ningún lio… oye me han pedido que lleve un abogado, ¿a ti también te lo pidieron?-

-X-

En una preparatoria privada, bajo el nombre de María. Ren y Kou permanecían en la oficina del director sentados en una silla, aun costado otros 4 chicos también estaban sentados con sus padres más varios hombres.

El príncipe traía una leve cortadura en el labio inferior y un chichón en la parte superior de la cara. Ren no tenía ninguna herida pero se removía inquieto en la silla bajo la mirada severa de los adultos allí presentes.

-Tranquilo, estaremos bien no te preocupes- le animo el castaño antes de poner su mano sobre los cabellos rubios de su amigo

-Todo es mi culpa… lo siento mucho Kou- se disculpó el chico

-Ya, ¿llamaron a tu padre cierto?, el traerá buenos abogados y tu saldrás de esta-

-¿Y qué hay de ti?-

-Tranquilo, seguramente llamaron a mi mamá y él traerá… espera- Ren pudo jurar que el rostro de su amigo palideció de repente  -¿Qué hora es?- pregunto pero todos lo ignoraron  -¡Maldición díganme qué hora es!- termino por gritar

-Que muchacho poco educado, son las 15:34- contesto uno de los hombres de trajes, un abogado supuso Ren

-Hay no… por Dios por favor no- murmuro el príncipe al tiempo que miraba al piso perdido en sus pensamientos, sus manos temblaron y el nerviosismo se apodero de el  -Maldición- maldijo a la vez que sus torpes manos comenzaron a sacudir su cabello, llevándolo lo más posible hacia el frente, con la esperanza de que estos taparan las perforaciones de su oreja

“Perforaciones”, al momento de que aquella palabra se cruzara por su mente lo primero que atino a hacer fue sacar la lengua y de forma torpe debido al pequeño temblor de sus dedos intento quitar el seguro del piercing en su lengua y así retirar el mismo pero una voz cercana lo hizo parar de golpe. Todo aquello no pasó desapercibido para nadie.

-Oiga no necesito guía, dijo que era aquí verdad- esa voz podía reconocerla hasta abajo del agua, sonaba molesta, fastidiada, irritada y todos los adjetivos que Kou no quería reconocer por su bien

-Levi tranquilo solo trata de calmarte- la otra voz solo confirmo sus temores, y rezándole a todos los dioses agacho la cabeza sin poder logar sacarse el accesorio de la boca

La puerta fue abierta con brusquedad, y el azabache de baja estatura ingreso seguido de Erwin. Al momento de sentir la puerta abrirse Kou se paró como si de un resorte se tratase. Obteniendo la mirada de todos los presentes.

-Eren tenía razón, has crecido mini mocoso- menciono antes de sentarse en la silla donde antes estaba el adolecente, el cual al levantarse se apartó cediendo su silla  -Espero que no estés pensando que no te pasara nada después de esto Kou, cancele una reunión importante para venir por ti-

-Si señor- el chico levanto la mirada poniendo su cuerpo derecho y rígido, parecía que hasta estaba aguantando la respiración, ¿acaso era un soldado y aquel hombre su superior o algo así?

-¿Qué te sucedió en la cara?- pregunto extrañado

-Disculpe señor- la voz del director interrumpió la charla con su hijo, Erwin en ese momento también se habia acercado a su hijo menor y antes de preguntarle algo el hombre hablo  -Usted… ¿usted es Levi Ackerman?... ¿Por qué una persona como usted está aquí?- pregunto el hombre

-¿Acaso no fueron ustedes los que me llamaron por que este chico se metió en problemas?- pregunto con algo de enojo, ¿se habían equivocado y la llamada fue un error?, lo habían echo cancelar la reunión a la cual tampoco quería ir, por nada

 -Creí que llamarían al tutor responsable porque el señor Eren no habia atendido el teléfono- explico algo confundido el director

-¿Dónde está Eren?- las palabras de Levi fueron algo frías

-Dijo que iría al médico- contesto su hijo sin vacilar

-No importa quién sea responsable por ese chico, quiero que esto se resuelva y echen a ese vándalo- interrumpió uno de los padres de los otros jóvenes, la palabra “echar” hizo que la piel de Kou se erizara

-Exijo una remuneración por los daños que le ha causado a mi retoño- los ojos verde olivo se posaron en los otros adolecentes tenían varias vendas, uno de ellos el labio hinchado y un moretón en el ojo

-Y se supone que… Ren y Kou lo hicieron- hablo, o más bien casi pregunto

-No señor, solo Kou fue participe, Ren solo está aquí para confirmar los hechos- respondió el director

Levi se aguantó una sonrisa de burla y orgullo, su hijo le habia dado una paliza a 4 chicos saliendo prácticamente ileso, solo con un pequeña cortada y un chichón en la cabeza.

-Lamentablemente- nuevamente la voz del director se dejó escuchar  -No podemos permitir que esta vez salga como si nada, si aún no lo hemos echado es por sus altas notas, ya le eh pedido al señor Eren que hable con él podría tener un gran futuro pero con su expediente…-

-¿Qué tiene su expediente?- Levi lo interrumpió y Kou no pudo evitar preocuparse

-¿El señor Eren no le ha comentado que…?- el hombre no pudo evitar terminar ya que esta vez fue interrumpido por el menor

-Señor, no creo que sea necesario explica…-

-Kou cállate- Levi interrumpió a su hijo y este se calló, apretó el puño derecho y bajo la cabeza

-Oh miren, el gran Kou es en realidad un patético cobarde- murmuro uno de los adolescentes pero nadie le dio mucha importancia

-Su expediente está aquí- el director tomo un archivo de entre varios sobre el escritorio

Levi lo recibió y comenzó a leerlo detenidamente

-Chico problemático que ha sido participe en varias peleas con alumnos de otros institutos, le falta el respeto a sus profesores, se… ¿se lo encontrado fumando en la azotea?- tras leer eso no pudo evitar mirar a su hijo, este prácticamente quería escapar de la vista del mayor intentado bajar la cabeza lo  más posible  -Se lo ah intentado persuadir debido a sus notas pero el sigue metiéndose en problemas y saltando las normas usando perforaciones en la lengua… Kou- llamo antes de cerrar el archivo, el castaño se sobresaltó al sentir la voz fría de su padre

-Si señor- hablo con apenas un hilo de voz

-Muéstrame la lengua- Levi se levantó del asiento y miro fijamente a su hijo, este último sintió un escalofrió gracias esa mirada, podía sentir como se le ponía la piel de gallina  -Kou te eh dicho que me muestres tu lengua- el adolecente apretó sus parpados y poco a poco fue sacando la lengua dejando ver el accesorio en su lengua

-Hoy estaba presumiendo sobre las nuevas caravanas en su oreja izquierda- alguien arrojo ese dato con clara malicia al ver el sufrimiento por el cual Kou estaba pasando

Levi en un movimiento rápido tomo a su hijo de los cabellos y cincho de ellos, haciendo que Kou se agachara y así el mayor pudo notar mejor su oreja, viendo todos los nuevos “adornos” que su hijo habia presumido.

-Camina al auto- le ordeno, Kou ni siquiera contesto, al ver como su padre lo soltaba con brusquedad se aguantó las ganas de salir corriendo de allí  -Camina- con la cabeza gacha y apretando los puños comenzó a caminar  -Les diré a mis abogados que se comuniquen con ustedes- tras esas palabras el azabache se fue junto al menor

Una vez en el auto, el castaño se sentó en los asientos de atrás, mientras Levi se sentaba dispuesto a conducir.

-Papá yo…- el chico intento hablar pero la mirada de su padre lo hizo callar

-Hablaremos en casa, ahora solo cállate y no me hables… el que Eren te halla inscripto con su apellido fue algo bueno, ¿tienes idea de lo que hubiera pasado si la prensa se hubiera enterado de todas esas mierdas que haces?, maldición, piensas las cosas ya no eres un maldito mocoso-

-Lo siento…-

El viaje fue incómodo para el muchacho, puesto que Levi solo soltaba palabras negativas y re probativas para el chico.

Una vez llegada a la casa Levi se bajó del automóvil, con Kou siguiéndolo con la mirada en el piso, intento poner las llaves y abrir, pero se dio cuenta que la puerta no estaba con seguro y eso lo extraño. Sin decir nada abrió la puerta y se adentró en la casa, pero no pudo evitar abrir los ojos como platos al ver a su hija acostada en el sillón con un joven en sima de ella.

Los adolescentes al darse cuenta que alguien habia entrado se levantaron de golpe. La chica tenía la camisa roja desabrochada mostrando su ropa interior y el chico estaba sin remera.

Kou que venía entrando detrás se le helo la sangre y miro confundido a su hermana, esta mantenía los ojos abiertos de par en par.

-¿Qué creen que están haciendo en mi casa?- les pregunto Levi y la chica en seguida tomo ambas partes de su camisa y las unió como pudo intentando taparse

-Papá…-

-¡Cállate!, ¡Tu fuera de mi casa!- grito y los tres adolecente se estremecieron

Tan rápido como pudo el chico que estaba en el sofá con la chica se colocó la remera y prácticamente salió corriendo de la casa dejándolos solos.

Para cuando Junior llego cargando con Chibi, se encontró con la escena de su padre sumamente enfadado gritándoles a sus dos hijos. Pero la sorpresa más grande se la llevo Eren, el cual al entrar a la casa se encontró con la figura de Kou semi apoyado en un mueble sosteniéndose el rostro, Junior estaba delate de Levi frenándolo y pidiéndole que se calamara, su princesa estaba junto al príncipe preguntándole si estaba bien y Chibi corrió a sus brazos asustado y llorando, alegando que su papí habia golpeado a su hermano. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).