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Mi ángel (B.A.P.) por Rintarou-kun

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Notas del fanfic:

Fallé en el cuarto día TnT pero seguiré con las historias y serán 30 pero es importante decirles que no será diario, ya entraré a la escuela y casi no tendré tiempo. 

Notas del capitulo:

Sábado 30 de julio 

Historia 4

Espero les guste. Creo que es una historia dulce, espero les guste tanto como a mí me gustó escribirlo. 

Aclaración. Mi ángel hace referencia al primer perro que aparece en la historia. 

Zelo caminaba hacia su casa con el agua chorreándole, con la ropa pegada a su cuerpo y el flequillo ligeramente largo cayéndole sobre el rostro.

Le faltaban sólo unas pocas cuadras pero sentía que ya no podía dar ni un paso más. La lluvia azotándole el rostro no ayudaba con su estado de ánimo y comenzaban a dolerle los pulmones.

Las cosas últimamente no le habían ido precisamente lo que la gente llamaría bien. Sus amigos, si es que podía llamarlos así, lo habían estado ignorando, al parecer sólo le hablaban porque su familia tenía dinero y de vez en cuando les compraba cosas, pero cuando el rumor de que la familia de Junhong había quedado en bancarrota se esparció, sus falsos amigos no tardaron en ir desapareciendo de su vida.

Cuando Zelo sintió que ya no podía dar ni un paso más decidió sentarse en la banqueta, seguía mojandose pero al menos la lluvia había amainado un poco. Cerró los ojos, se pasó la mano por los cabellos mojados y cuando abrió los ojos se encontró con un tierno perro frente a él, que lo miraba directamente.

Junhong lo miró y sonrió con pesar, estiró su mano y acarició la cabeza de la creatura frente a él antes de pararse para seguir su camino. Los perros callejeros siempre le causaban una profunda tristeza.

-Vete.- le dijo al perro cuando se dio cuenta que había comenzado a seguirlo.

Pero por más que insistió el perro lo siguió en todo su camino a casa. Al llegar a su puerta lo miró y le dijo.

-Lo siento, amigo. No tengo comida para ti.

Junhong como estudiante universitario que vivía sólo no tenía mucho dinero, después de que las acciones de su familia cayeran su ingreso mensual por parte de sus padres dejó de llegar y últimamente apenas tenía algo de comida, no podía ni pensar en alimentar a un perro, eso no estaba dentro de las contemplaciones de sus gastos que apenas y cubría con el sueldo de su trabajo a medio tiempo.

-Está bien.- suspiró cuando se dio cuenta que el perro lo miraba pacientemente sentado en el umbral de su puerta sin intenciones de querer irse-. Veré que tengo para ti.

Zelo entró a su casa y cuando salió ya no estaba el perro. Eso le dio mucha tristeza y lo hizo llorar como un niño por el resto de la noche.


El recuerdo se disolvió mientras Zelo observaba la fachada recién remodelada del edificio frente a él.
Ese era uno de los recuerdos más amargos y nostálgicos de su vida, tuvo un tiempo difícil por aquel entonces, pero ese momento había cambiado y aclarado sus objetivos y prioridades en la vida.

Cuando terminó su carrera, su familia se recuperó y sus accciones volvieron a subir, sus amigos se volvieron acercar a él pero ahora Zelo fue el que se alejó, no necesitaba ese tipo de personas. Su padre le dio su herencia en vida y después de mucho tiempo abrió el refugio para animales con el cual había soñado desde la vez que el perro lo siguió. Compaginó sus labores como aprendiz de un veterinario muy bueno pero poco concido y sus obligaciones como dueño de un refugio.

Su herencia era necesaria para mantener su refugio pero trabajaba duro para que jamás le hiciera falta nada.

Junhong recorrió el lugar aún vacío pero que esperaba un día se llenara de animales y esperanza y una idea se le ocurrió; le pediría a su hermano que hiciera la contratación de empleados y voluntarios y él aparecería como un voluntario más y no como el dueño, quería vigilar todo de cerca sin ser descubierto para que la actitud de la gente fuera auténtica y poder comprobar que tenían una verdadera entrega por el bienestar de los animales.

Y así lo hizo, su hermano hizo entrevistas y contrató y aceptó a los que consideró más aptos.

Todo su equipo eran Cho Hee, una chica muy inteligente, atractiva y capacitada pero que por alguna razón no le agradaba a Zelo. Era la veterinaria y aunque Zelo también lo era no podía hacer todo y prefirió ser voluntario, de esa manera estaría más cerca de los animales.

Hyun Jae, una chica muy dulce de padres extranjeros, por lo que no parecía coreana. Zelo la aprobó de inmediato, había algo en ella que te invitaba a sonreír. Era voluntaria y parecía amar a los animales.

Un par de amigos, también voluntarios; Daehyun y Youngjae, que desde el principio lo hicieron reír.

Himchan y Jong Up, también voluntarios pero que a diferencia de los otros serían los encargados  de recoger a los perros y gatos callejeros.

Y el último, pero también el que dejó más encandilado a Junhong, Yong Guk; encargado de la administración del lugar y al igual que Cho Hee, empleado con un salario.


Los primeros meses fueron los más difíciles, la única que parecía no tener problemas era Cho Hee, en cambio todos los demás tenían problemas.

Yong Guk a veces olvidaba anotar a los perros y gatos que llegaban, pero eso lo compensaba su efectividad en temas financieros del lugar.  A Youngjae, Daehyun y Zelo en más de una ocasión se les habían caído las croquetas o habían tenido que correr como locos detrás de animales fugitivos dentro de todo el lugar. Hyun Jae también tenía problemas, menores pero aún así los tenía, la chica amaba a los perros y por lo tanto pasaba mucho tiempo con ellos, por lo mismo los gatos siempre le huían. Himchan las primeras semanas tuvo dificultades en entender cómo funcionaba la camioneta del lugar, le tomaba años abrir la parte trasera de ésta y en más de una ocasión extravió las llaves. Jong Up fue al que peor le fue, siempre llegaba con arañazos y en más de una ocasión les había metido un susto de muerte al llegar mordido. Todos esos eran inconvenientes pero a Zelo no le enfadaban, es más, lo hacían reíro o lo preocupaban, todos estaban dando lo mejor de sí y con el tiempo iban mejorando.

Pasó el tiempo y todos mejoraron, excepto Junhong, a pesar de ser inteligente era de naturaleza torpe, pero lo intentaba con todas sus fuerzas, le frustraba no avanzar, pero le alegraba ver que los demás lo hacían a pasos agigantados.

Daehyun y Youngjae encontraron la manera de trasladar a los animales sin que estos se escaparan y eran más cuidadosos con las cosas y rara vez las tiraban. Y como un plus ambos jovenes eran encantadores y les agradaban a la mayoría de las personas que iban a adoptar algún animal.

Himchan y Jong Up aprendieron como funcionaba el vehículo, rara vez perdían las llaves y los incidentes que incluían mordidas y rasguños se habían minimizado al máximo  casi al grado de desaparecer.

A Yong Guk sólo se le olvidaba anotar a algún animal una vez a la semana cuando anteriormente era diario. Cuando eso ocurría Zelo se alegraba porque significaba poder conversar de algo con Yong Guk aunque sólo fuera para decirle que había olvidado anotar algún perro o gato. La sonrisa que Yong Guk era suficiente para hacerlo empezar bien la semana, porque por alguna extraña razón sus olvidos siempre eran los lunes por la mañana, quizá sólo fuera que el inicio de semana no le sentaba bien al chico.

Hyun Jae comprendió que los gatos necesitaban su espacio y con el tiempo ellos solos se acercarían a ella.

Cho Hee a pesar de no ser de la entera devoción de Zelo tenía que admitir que hacía un trabajo excelente y rara vez cometía errores.  Junhong no era un chico orgulloso, por lo tanto siempre le encargaba a su hermano, el "dueño", que felicitara a la chica. Los demás también recibían felicitaciones pero no tan seguido como ella.

Zelo seguía cometiendo errores, y era el único que siempre veían correr detrás de algún travieso fugitivo. Pero estaba feliz porque había cumplido su sueño, poseía un encanto natural hacia los animales y é siempre tenía la última palabra sobre si alguien podía adoptar a un animal o no, tenía un buen criterio respecto a la gente, que el decidiera acerca de eso había sido una petición especial del "dueño", técnicamente su hermano sólo había sido vocero de sus deseos.


-¿Otra vez, Junhong?- escuchó el chico la pregunta gritada por parte de Cho Hee-. ¡Es la tercera vez en el mes!

La chica una vez más lo reprendía a gritos por haber cometido un error. Zelo se sentía humillado y eso no le gustaba, pero no podía despedir a la chica sólo porque ésta fuera algo temperamental. En cambio sólo respiró despacio y comenzó a recoger las croquetas que había tirado.

-No le hagas caso, sólo le gusta gritar.- le dijo Yong Guk a Zelo con una de esas sonrisas que tanto le gustaban.

-Gracias, hyung.- le respondió el menor con un notable sonrojo y una tímida sonrisa.

Últimamente hablaban más y se miraban más, aunque ninguno de los dos fuera consciente de eso.

Yong Guk comenzó a ayudarlo a recoger las croquetas.

-No es necesario, hyung.

-Quiero hacerlo.- respondió el mayor mirándolo a los ojos.

Siguieron recogiendo las croquetas y sus manos se rozaron brevemente, era la versión de rozar las manos comiendo palomitas pero con comida para perro. Ese pensamiento hizo reír a Zelo y Yong Guk lo miró confundido, el menor se sonrojó y bajo la mirada tímidamente.

-Junnie.- era el apelativo cariñoso que Yong Guk le había puesto y rara vez lo usaba-. Yo me preguntaba, si quisieras salir en una cita conmigo.

El menor se quedó paralizado pero aún así asintió sin poder articular palabra.

El mayor le sonrió ampliamente y él sólo atinó a mirarlo a los ojos, se quedaron así hasta que fueron interrumpidos.

-¿Interrumpo algo?- preguntó el recién llegado.

-¿Enserio Zelo? ¿Cada cuánto tiras las croquetas? ¿El dinero no significa nada para ti?- siguió hablando el chico que acababa de llegar.

-No me molestes, Junseo.- le dijo el menor al supuesto dueño, que en realidad era su hermano.

-Este mocoso.- dijo el mayor de los hermano Choi mientras pateaba a su hermano que aún se encontraba en el suelo.

Junhong tomó su pierna y la mordió. Se echó a reír cuando su hermano lo miró con asco y comenzó a mover su pierna a la cual se había aferrado cual koala.

Yong Guk los miró hirviendo de celos, porque así como Zelo estaba enamorado de él, él estaba enamorado de Zelo.

-¿De casualidad son novios?- preguntó el mayor.

De otra forma no se explicaba por que Zelo y el "dueño" del lugar eran tan cercanos; sí, dueño entre comillas porque Yong Guk sabía que Junseo no era el verdadero dueño del lugar.

A ambos hermanos les recorrió un escalofrió por la espalda se miraron y Junseo pateó a Zelo lejos de él, él cual rodó por el suelo exageradamente.

-Por supuesto que no, jamás en la vida.- contestó Junseo-. Hay alguien en la entrada.

Primero salió el mayor de los Choi de donde estaban. Yong Guk ayudó a parar a Zelo del suelo y cuando sus manos se tocaron ambos se sonrojaron pudiendo sentir mariposas en el estómago, era algo cursi, pero cierto.

Salieron los dos hacia el lobby del lugar junto con todos los demás, a veces podían llegar a ser muy chismosos, incluso Cho Hee.

-Necesito ver al dueño. Choi Junhong.

Todos se quedaron pasmados y Junhong trató esconderse tras su hermano mayor.

Suspiró y respondió. Eso tenía que pasar algún día.

-Soy yo.- habló seguro mostrándose cuan alto era.

-Vengo a entregarle algunos papeles.

-Sígame.

Guió al hombre que había llegado a otro cuarto. Recibió sus últimos permisos, firmó papeles y despidió al mensajero. Se preparó mentalmente y regresó al lobby donde aún lo esperaban todos.

-Explícate.- le exigió Hyun Jae. Con el tiempo se había convertido en su amiga y se tenían mucha confianza.
-Soy el verdadero dueño del lugar. Me hice pasar por un simple voluntario porque quería vigilar a todos de cerca. Junseo en realidad es mi hermano y me ayudó haciéndose pasar por el dueño.- habló Junhong casi sin respirar-. Lo siento.

Hizo una reverencia y no vio la cara de alivio que hizo Yong Guk cuando escuchó que Junseo era su hermano, ni la de sorpresa de Cho Hee, aunque ésa última se la imaginaba.

-Sigues siendo el mismo torpe de siempre.- le dijo su amiga con una sonrisa lo abrazó y se fue.

Todos le dieron la razón entre sonrisas y regresaron a lo suyo. Sólo Cho Hee dudo un poco y antes de irsedijodijo; "Lo siento por todo." Junhong sólo le sonrió.

-Ya lo sabía.- le dijo Yong Guk-. Tu nombre está en todos los recibos, sólo no sabía cuál era tu relación con Junseo, ya veo que son hermanos.

El mayor empezó a caminar pero antes de irse volteó.

-Saliendo iremos a comer pizza.- le sonrió a Zelo y se fue.

-Qué estúpido soy.- murmuró bajo.

-Cierto.- le dio la razón su hermano mayor.

Se rió de él movió sus cejas burlonamente y se fue.

Zelo regresó a sus labores. Estuvo distraído el resto de la jornada, pero todo había salido mejor de lo que esperaba.

Yong Guk fue a buscarlo a la salida y fueron en el coche del mayor hasta una pizzería envueltos en un silencio extraño, pero al llegar al lugar la incomodidad desapareció y Zelo sonrió feliz.

Comenzaron a hablar sobre cualquier cosa terminando en el tema de cómo Zelo había decidido abrir un refugio, la experiencia que lo cambió y los momentos difíciles que pasó en la universidad.

Aún le dolía hablar de eso, Yong Guk lo notó y tomó su mano por encima de la mesa. Zelo le sonrió y la sinceridad que veía en los ojos de Yong Guk lo hizo feliz, el chico no lo había invitado a salir por interés, Zelo lo sabía porque había aprendido a identificar a ese tipo de personas.

-Me gustas.- le dijo Yong Guk después de un rato de mirarse y sin soltar sus manos.

-Y tu a mí.- respondió el menor.

Después de esa confesión Yong Guk admitió, no sin cierta pena, que olvidaba a propósito anotar a algún animal todos los lunes porque le daba oportunidad de hablar con él y que ese breve encuentro le bastaba para estar de buen humor toda la semana. Zelo se sonrojó pero también admitió que su sonrisa le daba un giro positivo a toda la semana. Yong Guk también adnitió que le encantaba ver al menor corretear a algún perro grande porque eran los que más lo hacían correr y que corriendo por todos lados se veía tierno.

Rieron y hablaron de todo como si conocieran de toda la vida, sin atreverse a soltarse de la mano. Comer con sólo una mano era incómodo, pero era romántico.

Yong Guk llevó a Zelo hasta su casa y cuando se despidieron éste le dio un beso en la mejilla.

-¡Qué asco!- Junseo los miraba desde la ventana de la habitación de Zelo.

-¿Qué haces en mi casa?- le preguntó Zelo a su hermano.

-Sólo quería molestarte cuando llegaras.

Los tres chicos rieron, Bang se despidió de los dos hermanos y se fue hasta que Zelo entró a su casa.

Al cerrar la puerta, Zelo se recargó en ésta y suspiró totalmente enamorado, por su parte Yong Guk subió a su auto con una sonrisa boba. Su historia apenas comenzaba.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado y esperó sus reviews :D 

Bye bye ^^/


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