Todo era oscuro para el chico con un ala de ángel y una de demonio... podría llamarse un Híbrido... pero mas que eso, una atracción más del Circo de Monstruos en donde estaba preso. La venda que cubría sus ojos, uno azul y el otro rojo no lo dejaba ver absolutamente nada, solo podía escuchar las risas... sentir los castigos por parte de los dueños del circo que abusaban de el...
La sangre brotaba de su cuerpo tras sentir el látigo rozar su blanca piel... Sus lagrimas salían de sus ojos mojando la venda, sus uñas llenas de tierra rasgaban la manta en la cual estaba sentado... Y su cuerpo sucio al igual que su ropa... viviendo en condiciones deplorables... Así es como pasaba cada día el chico con aquella maldición.
Alejado de su casa, si es que tenía una... siendo odiado por el mundo, una criatura a la que todos temían por el poder que poseía... esos colmillos afilados de los cuales se alimentaba de sangre, una increíble fuerza... por lo cual siempre tenía cadenas rodeando y apretando su cuerpo... Bajo una dieta de animales y personas pérdidas, pues si pasaba hambre, sus alas se transformaban, tendrían el aspecto de huesos afilados con los cuales podía asesinar a cualquiera sin tener piedad...
Nathaniel, un chico de la ciudad cercana al bosque donde estaba el famoso pero aterrador Circo... Sin nada más que hacer, convenció a sus padres de ir... con unos 19 años tenía que ir acompañado, pues el bosque no era fiable y menos con el circo rondando por ahí. La familia compro sus boletos para entrar, la fila era enorme... pero avanzaba rápido, y buscaron lugar apenas entraron a la gran carpa.
Como acto principal estaban unos acróbatas, acto seguido un payaso, un domador de leones, etc... El castaño se veía aburrido, era lo típico de un circo... ¿que tenia de diferente según todos que lo hacia especial? no lo entendía...
El maestro de ceremonias pasó al escenario de nuevo para dar otra introducción...
-Ahora, damas y caballeros... tenemos el acto esperado por todos... el Show de los Adefesios- la gente aplaudía y gritaba, se notaba la emoción contenida del público...
-Bien, primero... tenemos a la niña de cuatro pies- una niña entró caminando junto con un señor, tenia puesto un collar al rededor del cuello que le apretaba casi sin dejarla respirar y de este salía una correa para evitar que huyera... Como fue dicho era lo que tenía, se dio vueltas y movió sus extremidades a lo que el público aplaudía y reía, unos la insultaban y otros se burlaban... La niña de tan solo 13 años se rió y dijo -Gracias- con una sonrisa y una lágrima antes de volver.
-Siguiente... Tenemos al hombre con dos cabezas- el hombre pasó, atado de las manos guiado por una mujer con su látigo... ambas cabezas tenían vida y mente propia... uno parecía llorar mientras el otro reía, dos personalidades distintas... uno depresivo y el otro psicópata, la gente les lanzaba objetos para dañarlos, y nadie parecía hacer nada para evitarlo... al final volvieron a entrar a la carpa...
-Luego, tenemos a un chico caníbal, así que es mejor no acercarse o puede morderlos jajaja- dijo el hombre mientras reía -Estamos entrando al peligro del circo señores y señoras, niños y niñas-.
En una jaula venía un chico que estaba amarrado por sogas por las muñecas, con la boca tapada y ojos vendados -Desamarren lo - los ayudantes hicieron caso y lo soltaron... El chico reaccionó violentamente, sus ojos carecían de luz... carecían de vida, pero estaban sedientos de sangre, al ver a la gente aplaudiendo y riendo solo se asustaba, quería llorar pero no lo tenía permitido... -Traigan a la presa... Damas y Caballeros recomiendo tapar los ojos a los niños- una niña de 5 años entró en brazos de un hombre con capucha, abrieron la puerta de la jaula del chico y la dejaron dentro, estaba dormida al parecer pero estaba viva... El chico se acercó lentamente y toco su piel rosada, seguía cálida... pasando sus manos hasta llegar a su cuello donde sintió el pulso de su pequeño corazón latente ... sin dudarlo rápidamente mordió a la niña quien despertó gritando por el dolor, lágrimas caían de sus ojos mientras agonizaba... La escena sangrienta acabo al ponerle una manta al chico y llevárselo de nuevo por donde vino...
-Ahora, tenemos a...- el maestro siguió introduciendo a los monstruos peligrosos que tenían encerrados en jaulas... desde una mujer serpiente a un adolescente que escupía ácido...
Nathaniel al fin parecía mostrar algo de interés, pero no completamente...
Su interés por el mundo era poco o hasta nulo... No tenía razones para vivir ni emociones para sentir amor u felicidad por alguien... humano al menos...
-Ahora, lo que todos han esperado de seguro... llega con nosotros aquella criatura que ha sido desterrado del cielo y el infierno... Con alas de ángel y demonio, alimentado a base de sangre y en extremo peligroso llega con ustedes... Allen-
En una jaula, mas grande que el resto cubierta con una manta llena de manchas rojas que parecían ser sangre... lo destaparon y pudieron apreciar al joven de cabello rubio encadenado, con las alas tendidas en el suelo y cubierto en suciedad...
-Quiten la venda de sus ojos- un ayudante tuvo que entrar para hacerlo, pero era riesgoso... al quitarla, el chico vio hacia el otro joven que estaba asustado y lo agarró del cuello hasta romperlo... con sus colmillos afilados mordió su roto cuello para beber de el... la gente gritaba de horror y emoción. El rubio alzó la vista hacia el público extendiendo sus alas para mostrarlas, justo como le habían enseñado...
Nathaniel se sentó bien para apreciarlo mejor, sus ojos de diferente color eran excéntricos... sus colmillos chorreando sangre y su delgado cuerpo lleno de heridas... Unas emociones en su pecho empezaron a brotar... algo que jamas había sentido antes... ¿Que era?
-Hora de un baño- dijo el maestro de ceremonias al chico mientras se alejaba -Quítate la camisa Allen- el chico obedeció y se quitó su camisa, unos hombres fueron adelante de él y otros se quedaron atrás de él con cubetas de agua, unas hirviendo y otras helada... se lo lanzaron sin previo aviso mojándolo por completo, haciendo que se retorciera por las quemaduras...