Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SENTIDO A LA VIDA por Azusa Olimpia

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

LEI MIS REVIEWS DE LOS OTROS FICS Y NOTE, QUE ES CIERTO NO HAY FICS DE ESTOS DOS Y DI VIDA ESTE.

HE TOMADO LA DESICION DE HACERLA MAS LARGA E INTERESANTE, CREO QUE TENGOS UNOS SERIOS PROBLEMAS, PERO EN FIN AMNO ESCRIBIR Y LO HARE HASTA QUE ME ABURRA LO CUAL DUDO, PRONTO SUBIERE LOS DEMAS CAPITULOS DE LOS OTROS FICS.

Notas del capitulo:

LOS PERSONAJES LES PERTENCEN A MASAMI KURAMADA Y SHIORI

 

La guerra termino, no era como en realidad hubiera deseado, como era que estaba vivo y su amigo no, se supone que el moriría antes que todos, ya sea en la guerra o en su maldita cama. Ser una persona común y corriente para él era un castigo, siempre el poder era todo en su desdichada vida, vivir con gente común tenía sus beneficios, se sentía solo, Degel siempre lo acompañaba o mejor dicho lo obligaba hacerlo, amenazando que terminaría muerto por ahí si no estaba don iceberg cerca para detener sus fiebres mortales.

Otro día más,  Sasha, Tenma y Alone nunca más fueron vistos, solo Atena sabría qué fue de ellos, lo único que recordaba era el inmenso calor que se extendió por todo su cuerpo y cosmos, después frio y oscuridad, al despertar se halló con otros cuatro más, Manigoldo, Albafika, Aldebarán, El Cid y él, que sumados a Shion y Dohko  eran siete de los doce dorados, la única diferencia es que ya no tenían cosmos y solo ellos fueron los “afortunados” de vivir una vida pacifica, cada uno tomo su camino distinto, solo a los sobrevivientes de la guerra santa tenían misiones que cumplir para la próxima guerra santa, la cual deseaban que nunca llegara.

De la nada le llego una nota, donde tendría lo que necesitara sin preocuparse de nada, tal inútil lo que creían o solo que servía para matar y nada más,  siendo realistas no sabía que habilidad o talento tenia, se vino a su mente Degel de Acuario y su confesión de amor, la cual se vio en la penosa necesidad de rechazarla, ya que Kardia no sentía más que amistad y agradecimiento hacia él, su amistad siguió como si nada o eso aparentaba Degel, que más de una ocasión intento besarlo a la fuerza y llegar a algo más. Esquivándolo y hacer distancia repitiendo lo mismo “TE CONSIDERO MI AMIGO Y ESO NO CAMBIARA”, sabía que le dolía pero no era capaz de ver con otros ojos a su compañero.

Su vida era normal lejos del santuario, iba a dar paseos por las montañas y no regresaba en días, se dedicaba a ver  el mundo que antes no pudo por varias razones, en una ciudad se quedó  pasar la noche, una extraña razón se quedó en su habitación, aburrimiento o cansancio, no lo sabía con certeza.

Escucho como alguien abría la puerta, se paró rápido y ver quién era el atrevido, tanto el intruso como él pegaron el grito en el cielo, ante él estaba su contrincante, Radamanthys de Wyvern que también estaba asombrado y no parpadeaba, es más tenía su vista  en él, la cual empezaba a molestarle.

Kardia: largo de aquí… no deberías estar…

Radamanthys: me equivoque de habitación, es mas es tu culpa al no ponerle seguro a la puerta… una cosa más, vístete pervertido.

Kardia: (se ve a sí mismo) pues deja de mirarme depravado… ¡lárgate de una vez!

Radamanthys: no tienes que decírmelo, me largo… (Abriendo la puerta) gracias por la vista.

Kardia: (encuentra un candelabro y la arroja a la puerta) ¡imbécil!

Después de la escena bochornosa, regreso a su cama, se sentía apenado, como siempre tenía la maña de dormir sin ropa y ante la idea de verse con la necesidad de protegerse olvido que estaba desnudo, no lejos de ahí, el juez trataba de tranquilizarse, no se explicaba por qué su cuerpo reacciono al ver  a un hombre desnudo y para acabarla de a molar no era cualquier hombre, si no su rival al que se enfrentó a muerte en el templo submarino, continuo buscando su dichosa habitación, al hallarla se fue directo al baño y relajarse después de tan placentera escena.

Intento por los medios dormir, pero venia su mente esa imagen que por más que trataba de suprimirla, regresaba insistentemente y con lujos de detalles. Se vistió lo más rápido que pudo y fue a la otra habitación, en donde las luces se hallaban apagadas, tomo el picaporte y lo giro, se decepciono al ver que tenía seguro, pensó si tocar o no. Si él era un hombre común, no era diferente que él también lo fuera. Toco la puerta con fuerza, al parecer el escorpión tenía el sueño pesado, se despertó de sopetón y muy enojado, odiaba que lo despertaran sin razón, estaba vez tenía un pantalón puesto y abrió la puerta esperando una buen motivo para venir a molestarlo.

Kardia: qué demonios quieren… (Lo ve) otra vez tú, que quieres pervertido.

Radamanthys: (mirada fija) cálmate.

Kardia: ¿calmarme? Estaba durmiendo felizmente y vienes a despertarme para decirme eso.

Radamanthys: en realidad es otro motivo (entrando a la habitación).

Kardi8a: (cerrando la puerta) dilo y te largas, que tengo mucho sueño.

Radamanthys: es muy temprano todavía (se acerca a él) quiero dormir contigo.

Kardia: buena broma, tu cuarto esta por ahí y no me importa, lárgate de mí vista de una vez por todas.

Radamanthys: no me explique bien, quiero tener sexo contigo.

Kardia: ¡no!

Radamanthys: ¿Por qué? Es  natural tener relaciones sexuales por necesidad.

Kardia: usa tu mano y vete, además no me caes bien, si lo has olvidado somos enemigos.

Radamanthys: (se sienta en la cama) lo éramos, tanto tu como yo somos simples mortales… así que ya no somos enemigos, solo conocidos.

Kardia: me vale tu opinión un comino.

Radamanthys: te estoy teniendo paciencia, mejor coopera o no lo disfrutaras.

Kardia: no te atreverías, además ¿porque yo?

Radamanthys: porque te vi desnudo y mi cuerpo te desea.

Tanto uno como otro se veía a los ojos, la situación era rara, así como su conversación, uno pidiendo sexo y el otro negándose, el mundo es extraño y más ellos, la única y primera vez que se vieron fueron en esa pelea, siendo escalones para que los dioses que servían lograran su objetivo. Lo que paso a continuación, uno como el otro no lo tenían previsto, el juez acorto más la distancia y beso a Kardia, que en un momento a otro  se negaba a corresponderlo y trataba de empujarlo de su cuerpo que era apresado por esos fuertes brazos, que se aferraban más a sus caderas. Sin preverlo terminaron en la cama, sin dejar de besarlo, pues aun no correspondía a sus salvajes besos.

Kardia: (lo separa un poco) ya déjame, que no quiero…

Radamanthys: tu cuerpo dice lo contrario (lo besa de nuevo) vamos, sé que quieres.

Kardia: bien (susurra sobre sus labios) terminamos y te largas.

El otro asintió y volvió a devorar esa  deliciosa boca que tenía el escorpión, lo amaba tanto y deseaba destruirlo de placer, pues si, desde lo que vio por primera vez fue suficiente para enamorarse de él, pero la situación en la que se hallaban no era propicia para el amor, ahora que lo tenía en su poder, no dejaría que se fuera de su lado, siempre amaría a Kardia y deseaba que él también lo amara como él.

Kardia continuaba deleitándose de esos besos, no sabía que sentía, solo placer que le provocaba ese tonto, sintió su boca recorrer su cuello y dejo escapar unos cuantos gemidos, con su ayuda, tanto uno como el otro empezaron a desvestirse, el primero en quedar desnudo fue Kardia, ya         que solo tenía sus pantalones y ropa interior, una vez sin nada sobre sus cuerpos, se dedicaron a recorrerse con las manos y la boca, grabándose cada milímetro de piel. Su excitación era demasiada, ya necesitaban algo más, con rapidez se subió encima del juez y le devolvió todos sus besos, mientras se abría paso entre sus piernas, separándolas y acariciándolas. Radamanthys sabía qué hacía, por una vez dejaría que el tomara el mando, dejándose hacer para sentir más placer. Al separarse de sus labios tomo la mano derecha de Kardia y se metió sus dedos para lubricarlos y permitir su propia dilatación, en cambio el otro solo dejo una sonrisa de satisfacción adornado su bello rostro. Al terminar lo retiro y lo guio a su destino que deseaba conocer, al encontrar su entrada, inserto con brusquedad su primer dedo, para aminorar lo que venía, usaba su otra mano para masturbarlo y relajarlo, metiendo otro dedo más, moviéndolo para ensanchar más esa entrada.

Kardia: espero que estés listo, esto es solo el inicio.

Radamanthys: y te negabas… aaahh

Kardia: encontré como callarte (chupando un pezón del otro) no sabes tal mal.

Radamanthys: (apretando las sabanas) es un halago o un insulto aaahh… es tu primera vez.

Kardia: no, mi primera vez se la di a alguien más (sacando sus dedos) voy a estar dentro de ti.

Radamanthys: (lo tomo de los hombros) ¿a quién se la diste?

Kardia: (lo ve a los ojos) ya veo, hablas en serio (le habla al oído sensualmente) escucha bien, Rada… se la di a mi mejor amigo, fue un deseo que el me pidió y no pude negarme… así que no te preocupes… el grito de verdadero placer y hare lo mismo contigo (mordiendo con suavidad su lóbulo) así que ya déjame seguir.

Radamanthys: (sonriendo con sorna) espero que lo hagas en verdad, quiero quedarme afónico.

En ese mismo momento Kardia entro de una sola embestida en esa estrecha cavidad, el juez grito, pero de placer, le encantaba sentir un poco de dolor.

Radamanthys: ¡sí! ¡Aaahhh! ¡Muévete… así!

Kardia: ¡masoquista! Pero hare lo que dices… me gusta estar dentro de… ti

Radamanthys: ¡aaahh! ¡Aaahh! Más… dame más…

Kardia: estas estrecho y aprietes rico…

Radamanthys: lo siento, pero no me iré (lo besa) ¡aaahhh! No podré caminar.

Kardia: solo por eso (embistiendo con más fuerza) ¡aahh! Quédate el tiempo que quieras.

Radamanthys: incluso para siempre (subiendo sus piernas en los hombros de Kardia) me he enamorado de ti ¡aaahhh!

Kardia: (sin dejar su vaivén salvaje) ¡aaahh!… ¿para siempre?

En la habitación solo reinaban los jadeos y gemidos profundos que se escapaban de sus gargantas, debido al placer que sentían, anunciando también la culminación que estaba a unos segundos de dispararse de sus cuerpos, una estocada final, tanto uno como otro llegaron al mismo tiempo al orgasmo, con sus cuerpos sensibles y temblorosos aun por tan exquisito éxtasis. Radamanthys esperaba la respuesta de Kardia, tal vez arruino todo y lo correría de su habitación, se sorprendió al ver que acurrucaba a su cuerpo y los cubría a ambos con las sanas y dejarse llevar por sopor del sueño y el cansancio. La mañana se filtró por la ventana, despertando a Kardia y viendo como Radamanthys terminaba de vestirse.

Radamanthys: (con tristeza y dando la espalda) bien, ya puedo moverme, como te prometí, me iré…

Kardia: ¿te iras? Me dejaras solo después de decirme que querías estar conmigo para siempre (se pone en pie con las sabanas encima) entonces me mentiste.

Radamanthys: (lo ve muy feliz) no me estas engañando…

Kardia: (lo abraza) no… es extraño todo esto, pero ya le encontré sentido a mi vida, o debo decir a mi nueva vida, te amo y con una noche basto.

Radamanthys: (lo abrazo también y lo besa con dulzura) también pienso lo mismo, le encontré sentido a mi vida y me alegro el haberte encontrado, te prometo que te hare feliz.

CON OTRO BESO MAS, DIERON INICIO A UNA VIDA LLENA DE FELICIDAD Y SENTIDO, ESTARIAN JUNTOS HASTA QUE LA MUERTE O UNA GUERRA SANTA LOS SEPARARAN.

 FIN?

Notas finales:

EL FINAL PUEDE SER O NO, ES RARO Y SOY CONCIENTE, TAL VEZ SAQUE OTRO FIC O NO.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).