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Los Ilusionistas por Huitzil

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En la función todo marchaba bien, como siempre Dylan era quien dictaba las reglas, no dejo que nadie interfiriera en su plan maestro, lo cual a todos los demás encanto a excepto a Atlas quien le pareció un acto imprudente, egoísta y narcisista, valla ironía ya que él era todo eso, pero menos mal cuando menos ya podía hacer algo para distraerse en algo más productivo que estar pensando en el detective Dylan.

Sin embargo…

Todos los jinetes sintieron como su sangre bajaba a sus pies cuando su presentación fue interrumpida, Lula vio con pánico como esposaban a Dylan y lo arremetían contra una fría pared, sus manos temblaron y Merrit tampoco supo cómo reaccionar cuando Jack fue expuesto delante de todos. Todo era una confusión, las personas que los admiraban los veían como si fueran unos ladrones inmorales. El miedo, asombro e indignidad se reflejaban en los rostros de la mayoría, ¡ya no eran más los nobles magos! ¡Gracias amado público, somos los cuatro jinetes, ladrones y malvados!- es como si acabaran de gritar eso cuando los agentes del FBI entraron a por ellos. Daniel fue más rápido de pensamiento y salió corriendo de ahí tomando el liderazgo para sacar a sus compañeros - y ¿Dylan?- Había preguntado el inocente de Jack preocupado mientras corrían despavoridos ¿Dylan? “Él ni siquiera era del equipo, el solo era el mensajero del ojo, ya se las arreglaría solo”- pensó Daniel en la azotea sin mediar palabra con los demás, mientras tanto él se encargaría de sus compañeros, de aquellos que habían estado a su lado, quienes habían compartido con él todas esas aventuras peligrando con su vida y ¿Dylan? Bueno… ya iba siendo hora de que saliera de su burbuja de seguridad y también se arriesgará un poco pero tanto se había empeñado en protegerse así mismo que ahora tenía que jugárselas solo. “Qué bueno, para que sepa lo que se siente tener a medio mundo tras su pista”- pensó Daniel glorioso mientras bajaba por aquel conducto de escape sintiendo como un lado suyo angustiado y temeroso preguntaba: y… ¿Dylan? 

De la nada se encontraron en aquel restaurante en Macau y fueron llevados por el extraño y tenebroso hermano gemelo de Merrit, quien al parecer soltaba chistes que solo el mismo mentalista entendía; mientras tanto Daniel pensaba definitivamente que corría con muchísima suerte, nunca en su vida se le volvería a plantear una oportunidad como esta de demostrarle a los demás su valentía, su fuerza y su liderazgo, demostrarles que era mejor que Dylan en cualquier momento y eso se volvería ley les gustase o no y eso incluía al mismo detective.

Mientras tanto…

Dylan entraba en pánico en aquella carretera cerca del bosque ¿Dónde estaban sus jinetes? ¿Sus compañeros? ¡Él estaba a cargo por dios! ¿Dios? Buen momento para mencionar a “dios”, negó con la cabeza volvió a retomar la llamada para reencontrarse con ellos, menos mal tenía un plan por si sucedía algo así aunque nunca espero usarlo… y ahí estaba su celular sonando inesperadamente, lo tomo rápidamente para escuchar la voz de Thaddeus, ese maldito que antes se había burlado tanto del detective como el hombre que era. Recordaba sus palabras, le hablaba con cariño como si tratara de un amigo y con autoridad como si se tratara de su padre, como queriendo usurpar su lugar, cosa que jamás le permitiría porque gracias a ese granuja el había perdido toda la posibilidad de ser feliz, y eso, eso jamás ni en mil vidas se lo perdonaría hasta que experimentara en carne propia lo que significaba perder algo que se amaba desde el fondo del corazón.

Por fortuna fue prudente al robarle su identificación a quien llevaba años molestándole con lo de los jinetes, de todas maneras sabía que la ocuparía y entrar al reclusorio para sonsacarle información al moreno bien valía el riesgo. Tuvieron esa charla motivante donde Dylan tenía la de perder, no es como si no lo hubiera calculado pero ahora sentía que las cosas se le salían de las manos, que estaba jugando un juego con los ojos cerrados.

Thaddeus le miro, definitivamente Dylan tenia rasgos de Lionel su Lionel… lo miro furioso frente suyo y le causo bastante gracia que ese niño que tanto amo Shrike hubiese crecido tanto, claro estaba que nunca le perdió el rastro, nunca le dejo desamparado quizá por ello ahora Dylan le odiaba, tenía que reparar su error, tenía que dejarle tocar fondo pero debía dejarle darse cuenta que no podía controlarlo todo, que no todos eran tan malo, que habían personas que le querían, que le estimaban y que no debía luchar solo, porque siempre tendría a alguien a su lado, tendría que demostrarle que tenía que salir de aquella caja fuerte en la cual el mismo se había encerrado. Como tenía por costumbre con su padre Thaddeus se acercó a Dylan, lo apreso contra la pared, vio aquellos ojos que tanto se le parecían a Lionel y por un momento creyó que eran de su gran amor, se perdió en aquellas largas pestañas y a punto de darle un casto beso respiro su delicioso aroma, tan distinto al de su padre y se dio cuenta que nunca más tendría al verdadero Lionel entre sus brazos y se alejó… casi olvidaba que este no era su pez, solo su hijo y por mucho que le recordase a su amor, nunca lo seria “valla… simplemente no aprendo”- pensó el moreno dejando libre al detective y arreglándose la ropa para salir de prisión. Lo escucho bufar y quejarse a regañadientes y solo pudo reírse de eso. Idéntico a su padre cuando se enojaba ya se le pasaría…

Notas finales:

Weno, no se si me ausentare algun tiempo asi que les dejo adelanto, subo tres de un senton! XD espero que les guste, gracias Roz por apoyar a esta pareja, se que los demas no lo ven pero no importa con una chica me basta a todos los demas que leen y nisiquiera un "pudrete" me dejan, se iran al limbo de los reguetoneros pokiteros amantes de la banda. 


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